«El epicentro de la viruela del mono sigue siendo África, pero la enfermedad se ha propagado a nivel mundial, llegando a Buenos Aires y a algunas otras regiones del país», explicó Sonia Quiruelas. Aclaró que en Argentina se han identificado alrededor de diez casos, los cuales están bajo control y se manejan con medidas preventivas estrictas, dado que aún no existe un tratamiento antiviral específico disponible para la enfermedad.

Quiruelas también comentó sobre el estado de la medicación. «Hay un antiviral en prueba, pero actualmente no está disponible para su uso generalizado. Por ahora, se están utilizando medidas preventivas y se fomenta la rápida consulta médica ante posibles síntomas», detalló.

«Los casos que hemos visto en Buenos Aires han sido controlados adecuadamente, lo que demuestra la eficacia de las medidas preventivas implementadas», aseguró. «Es fundamental que ante cualquier síntoma sospechoso, como fiebre, dolores musculares o lesiones en la piel, las personas busquen atención médica de inmediato».

La infectóloga resaltó la importancia de la educación pública sobre la enfermedad y cómo se transmite. «Es esencial que la población entienda que la viruela del mono no sóo se transmite a través de primates, como su nombre podría sugerir, sino también mediante otros animales como roedores y gatos. El contacto cercano con estos animales puede representar un riesgo, aunque no es común», señaló Quiruelas.

«Para prevenir el contagio, recomendamos evitar el contacto cercano con personas que presenten síntomas y mantener una higiene adecuada, como el lavado frecuente de manos. Estas medidas, aunque simples, pueden hacer una gran diferencia en la contención del virus», afirmó.

La médica también hizo énfasis en la importancia de un diagnóstico preciso. «La viruela del mono puede ser confundida con otras enfermedades debido a sus síntomas similares, como las ampollas que se llenan de líquido, parecidas a las de la varicela. Por eso, es crucial que los profesionales de la salud estén capacitados para identificar la enfermedad correctamente», subrayó.

En cuanto a la situación de los casos autóctonos, Quiruelas mencionó que «la evolución del virus y el tratamiento no difieren significativamente entre los casos importados y los autóctonos. La transmisión en estos casos ocurre generalmente por contacto cercano con una persona infectada o sus pertenencias».

Finalmente, ofreció una perspectiva tranquilizadora pero alerta. «Aunque es importante estar atentos y seguir las recomendaciones, no es motivo para una alarma excesiva. La situación está siendo manejada con seriedad, y las medidas preventivas son clave para controlar su propagación», concluyó. «La salud pública en Argentina está preparada para enfrentar esta situación con los recursos y la experiencia necesaria». (www.REALPOLITIK.com.ar)

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