En sus declaraciones, resaltó la necesidad de revisar las fronteras africanas impuestas durante la colonización europea y enfatizó la urgencia de una reorganización territorial que contemple las realidades históricas y culturales de los pueblos africanos. “África debe volver a tener fronteras que sean sensatas para los africanos”, expresó Yual Chiek, al tiempo que describió la lucha del pueblo Nuer por su independencia y su derecho a la autodeterminación.

Un pueblo con historia de independencia

Durante la entrevista, Chiek explicó que el término “Rol Naath” significa “tierra o país de la gente”, una referencia directa al arraigado sentido de soberanía de los Nuer, una de las principales comunidades étnicas de Sudán del Sur. “Los Nuer siempre han sido un pueblo independiente, desde antes del colonialismo. Incluso en los tiempos del Imperio Otomano y la administración anglo-egipcia, resistieron cualquier intento de subordinación externa”, destacó.

Según Chiek, esta actitud de independencia no es reciente, sino que forma parte de la identidad histórica de los Nuer. “Han luchado hasta el último hombre para asegurar su soberanía, incluso cuando no tenían un conocimiento amplio del mundo o una posición política relevante en el contexto global”, relató. Hoy, con mayores niveles de educación y comprensión del entorno global, este espíritu se ha fortalecido.

Un futuro incierto para Sudán del Sur

Chiek también abordó la compleja relación de los Nuer con el gobierno de Sudán del Sur, el país que preside Salva Kiir Mayardit, destacando que, históricamente, tanto el Imperio Otomano como la administración anglo-egipcia y, más recientemente, el gobierno dinka, han marginado a los Nuer por considerarlos “peligrosamente independientes”.

Salva Kiir Mayardit, presidente de la República de Sudán del Sur.

“Incluso cuando los Nuer han intentado integrarse y cooperar, han sido tratados con prejuicios y desconfianza”, explicó Chiek. Esta exclusión histórica ha llevado a las nuevas generaciones a aceptar que no es posible coexistir de manera equitativa dentro de un estado multiétnico que perpetúa la corrupción y las violaciones de derechos humanos. “No se trata de prejuicios hacia otros grupos étnicos, sino de reconocer que cada comunidad tiene derecho a determinar su propio futuro”, sentenció.

El llamado a la comunidad internacional

Chiek instó a la comunidad internacional a prestar mayor atención a la situación en Sudán del Sur y en África en general. Según el líder de Rol Naath, la reorganización de fronteras no es solo un reclamo histórico, sino una solución necesaria para evitar nuevos conflictos. “Si no se toman medidas para garantizar la autodeterminación de los pueblos, el futuro será aún más caótico”.

Chiek destacó que el pueblo Nuer no busca divisiones conflictivas, sino construir un modelo de gobernanza que respete las particularidades étnicas y culturales de cada región. “Es hora de que África hable por sí misma y decida su propio destino”.

“Estas divisiones arbitrarias solo han fomentado conflictos étnicos, corrupción y genocidios”, afirmó, comparando la situación africana con la historia de Europa y su evolución hacia estados más homogéneos tras el Tratado de Westfalia.

En su análisis, el líder de Rol Naath destacó que la solución pasa por permitir que las comunidades africanas definan sus propias fronteras y estructuras políticas. “Si hay grupos étnicos que desean ser independientes, deberían poder hacerlo. Y si otros prefieren unirse en una federación, esa también debería ser una opción viable, siempre y cuando sea una decisión tomada por los propios africanos”, aseguró.

Reconocimiento internacional

En cuanto al reconocimiento internacional de Rol Naath, Yual Chiek dejó en claro que no es una prioridad inmediata. Comparó la situación de su movimiento con la de Taiwán, enfatizando que lo más importante es construir relaciones económicas y políticas sólidas con países interesados en un desarrollo práctico y efectivo. “El reconocimiento vendrá con el tiempo, pero no alimenta a nuestra gente ni garantiza un sistema no corrupto. Nuestro enfoque está en el desarrollo interno y en las relaciones comerciales”, afirmó.

Sobre Sudán del Sur, Chiek se mostró crítico respecto a la ayuda internacional masiva que recibió el país tras su independencia, afirmando que no logró evitar la corrupción ni los conflictos internos. “La experiencia de Sudán del Sur demuestra que el reconocimiento internacional por sí solo no garantiza estabilidad ni progreso”, concluyó.

Finalmente, se refirió a la posibilidad de una relación cordial entre Rol Naath y Sudán del Sur en el futuro, pero advirtió que las condiciones actuales de violencia y corrupción hacen difícil imaginar una coexistencia pacífica. “No creemos que Sudán del Sur sobreviva mucho tiempo en su forma actual. Es cuestión de tiempo para que explote”, sentenció Yual Chiek. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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