SOCIEDAD
Ábrete paso a tiros en una nave atiborrada de horrores con este FPS de ciencia ficción que nos evoca a los shooters de los 90

El equipo de Pixel Reign lleva cinco años trabajando para poder lanzar este 2025 un nuevo videojuego de acción-shooter y ciencia ficción que acaba de compartir tráiler. ¿Su nombre? Moros Protocol, y nos desafía a abrirnos paso por una nave espacial llena de horrores en una propuesta retro de acercamiento roguelite.
Como jugadores, en Moros Protocol despertamos a bordo del Orpheus, una nave de guerra abandonada en el espacio profundo en el que solo, lo que se dice solo, no vas a sentirte. «Sin memoria. Sin aliados. Solo el instinto de luchar y una voz que te empuja hacia adelante. La nave cambia a tu alrededor, los enemigos no cesan y sobrevivir significa atravesar pasillos empapados de sangre para poder descubrir qué te espera más allá», leemos en la ficha de compra del videojuego.
«Una prueba brutal de habilidad y resistencia»
Como roguelite, su funcionamiento ya os lo podéis ver venir: morir, morir y más morir para aprender de nuestros errores y viajar por nuevos niveles que mezclan entornos diseñados a mano y generación procedural con nuevas rutas, enemigos, etc. En definitiva, una prueba brutal de habilidad y resistencia donde tendremos oponentes formidables y pesadillas colosales a la que enfrentarnos todo el rato.
«Con niveles creados de forma procedimental, amenazas en constante evolución y acción intensa, la supervivencia nunca está garantizada». Moros Protocol también apuesta por un apartado gráfico low-poly y texturas pixeladas. Veremos qué tal fluye su propuesta este mismo año en PC vía Steam. Aún no hay fecha exacta.
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SOCIEDAD
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SOCIEDAD
El gobierno de EE.UU. admite que fue un “error” deportar a un salvadoreño a la megaprisión de Bukele

El gobierno del presidente Donald Trump reconoció haber deportado por equivocación a un salvadoreño con estatus legal protegido en Estados Unidos a El Salvador, donde después fue trasferido a la prisión de máxima seguridad llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
“La expulsión fue un error”, escribió un alto funcionario del Servicio de Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) en un documento judicial el lunes por la noche, generando indignación entre grupos en defensa de los derechos de los inmigrantes.
El deportado en cuestión es Kilmar Armando Ábrego García, de 20 años, quien fue detenido el 12 de marzo tras una jornada de trabajo como aprendiz de chapista en una construcción en Baltimore, Maryland (EE.UU.), según una denuncia presentada ante un tribunal federal por sus abogados.
Tres días después, el 15 de marzo, fue expulsado del país en uno de los tres vuelos que partieron de EE.UU. en medio de una batalla legal, después de que el presidente Trump invocara una ley del siglo XVIII para justificar la deportación y un juez federal tratara de bloquear la decisión.
Una vez en El Salvador, Ábrego García y otras decenas de personas procedentes de EE.UU. fueron trasladados al Cecot, la megaprisión símbolo de las políticas de seguridad del presidente Nayib Bukele y que organizaciones nacionales e internacionales tachan de ser un sistema de comisión de violaciones masivas a los derechos humanos.
Luego se especificaría que en los vuelos habían llegado 261 indocumentados, de los que 238 se dijo que eran presuntos miembros de la banda criminal venezolana Tren de Aragua y 23 supuestos miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), a pesar de que hasta el momento no se han mostrado pruebas de su vinculación criminal.
Aunque en 2019 un juez de inmigración consideró a Ábrego García un posible miembro de la MS-13, el joven apeló la decisión con firmeza, negándolo y argumentando que se tomó en base a información falsa obtenida por un informante confidencial.
El tribunal finalmente estableció que no debía ser deportado a El Salvador, al considerar que su temor a ser allí perseguido y torturado era creíble.
Como resultado de esa determinación, el joven salvadoreño fue liberado y desde entonces había vivido en Maryland con su esposa, una ciudadana estadounidense, y el hijo de ambos.
Fue su mujer la que lo reconoció en un video del traslado al Cecot distribuido por el gobierno de El Salvador y compartido por el propio Bukele en las redes sociales.
“Nada que se pueda hacer”
La administración Trump asegura ahora que no hay nada que pueda hacer para facilitar el regreso de Ábrego García a la custodia de EE.UU., algo que solicitaron los abogados de este.
Ábrego García “salió de El Salvador cuando tenía unos 16 años, huyendo de la violencia de las pandillas. Desde 2006 miembros de las pandillas lo habían acosado, golpeado y amenazado con secuestrarlo y matarlo con el objetivo de coaccionar a sus padres para que sucumbieran a la extorsión”, aseguran sus abogados en la demanda.
“Aunque ha sido acusado de ‘afiliación general a pandillas’, el gobierno de EE.UU. nunca presentó la más mínima evidencia que respalde la infundada acusación”, argumentan.
El Departamento de Justicia instó este lunes a una jueza federal a rechazar la petición de los abogados, argumentando que el gobierno estadounidense no tiene la potestad para forzar a El Salvador a realizar la devolución del preso y que los tribunales tampoco tienen la autoridad para emitir tal orden.
El caso está en manos de la magistrada Paula Xinis, quien fue nombrada por el demócrata Barack Obama para el tribunal de distrito de Maryland.
La administración Trump reconoce que el ICE “estaba al tanto de la protección contra la deportación” con la que contaba Ábrego García, y que lo expulsó “debido a un error administrativo”.
“Fue un descuido y la deportación se llevó a cabo de buena fe, basándose en la existencia de una orden final de deportación y la supuesta pertenencia de Ábrego García a la MS-13″, escribió Robert Cerna, director interino de la oficina de campo de operaciones de cumplimiento y deportación de ICE, en la declaración presentada ante el tribunal.
La administración Trump alega además que, a pesar del “error de buena fe”, es poco probable que Ábrego García enfrente tortura en El Salvador, en parte porque el gobierno estadounidense llevó a cabo una amplia evaluación de las intenciones del gobierno salvadoreño antes de los vuelos de deportación.
“Este tribunal debería someterse a la determinación de que Ábrego García probablemente no será torturado o asesinado en El Salvador”, escribieron los fiscales del Departamento de Justicia.
“Aunque el gobierno se equivocó al expulsar a Ábrego García específicamente a El Salvador, el gobierno no habría enviado a ningún extranjero a El Salvador (…) de creer que al hacerlo violaría las obligaciones de Estados Unidos” asumidos al suscribir un tratado internacional contra la tortura.
Al conocerse la noticia, organizaciones y activistas pusieron el grito en el cielo y exigieron explicaciones a la administración.
Denuncias de otros casos
Se trata de la primera vez que el gobierno de EE.UU. reconoce haber cometido un error en las deportaciones, pero familiares de los expulsados apuntan a otros casos.
Así, Mercedes Yamarte le contó a BBC Mundo que su hijo Mervin, a quien también reconoció en el video distribuido por el gobierno salvadoreño, había sido detenido en Dallas, Texas, pero que no tienen vínculo criminal alguno.
Otras familias del barrio Los Pescadores, en el occidente de Venezuela, le dijeron a este medio que sus familiares, que habían emigrado recientemente a EE.UU., corrieron la misma suerte.
El relato es similar al de Myrelis Casique López, de Maracay, quien le aseguró a BBC Mundo que su hijo pensaba sería deportado de Texas a Venezuela y acabó en la megacárcel salvadoreña.
En la misma línea, Nathali Sánchez le aseguró al medio El Estímulo que su esposo, el venezolano Arturo Suárez Trejo, a quien identificó en las imágenes compartidas en las redes sociales gracias a un colobrí tatuado en el cuello, fue enviado al Cecot a pesar de que nada tiene que ver con el Tren de Aragua.
Según la página del Departamento de Justicia, el caso de inmigración de Suárez sigue pendiente. Y de acuerdo a documentos facilitados por su familia al medio venezolano, el joven no tiene historial criminal en su país de origen.
Es lo mismo que argumentan los familiares de Neri Alvarado, un venezolano que trabajaba en una panadería de Dallas, Texas. Según estos le contaron a la estación local de la Radio Pública Nacional (NPR) de EE.UU., el ICE lo detuvo a pesar de no tener vínculos criminales.
Estos son solo algunos de los casos que familiares aseguran fueron deportados por error.
La Casa Blanca no hicieron públicas hasta el momento evidencias que relacionen a los deportados que fueron expulsados de forma sumaria con el Tren de Aragua, una banda surgida en una cárcel de Venezuela y expandida por toda la región, o con la MS-13, una de las pandillas más notorias de El Salvador y que en su momento aterrorizó a Centroamérica.
La secretaria de prensa Karoline Leavitt, cuando los periodistas le preguntaron al respecto, contestó que las detenciones y posteriores deportaciones se llevaron a cabo en base a “inteligencia” obtenida por la agencia correspondiente, sin ahondar más en ello.
De la misma manera, Tom Homan, el designado por Trump como “zar de la frontera” y encargado de su política de deportación, insistió, sin proporcionar detalles específicos, en que el público debe confiar en que ICE identificó correctamente a los venezolanos a partir de “investigaciones criminales”, publicaciones en las redes sociales y vigilancia.
Más deportaciones en medio de la batalla legal
Sea como fuere, las expulsiones tuvieron lugar después de que el presidente Trump invocara como justificación la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 y a pesar del intento de un juez federal de bloquearla.
En una audiencia celebrada el 15 de marzo, James Boasberg, el principal juez federal en Washington D.C., impuso una orden de restricción temporal sobre el uso de la ley y ordenó el regreso de los vuelos de deportación que ya habían partido.
Sin embargo, las deportaciones continuaron y la Casa Blanca pidió al Tribunal Supremo que levante las restricciones, mientras el juez Boasberg declaró su intención de “llegar al fondo del asunto” para determinar si el poder Ejecutivo desoyó o no al Judicial.
Entre los documentos judiciales presentados durante el proceso, también hay una declaración jurada de ocho mujeres que habrían sido deportadas y, al no ser aceptadas en el Cecot, enviadas de regreso a EE.UU.
La próxima audiencia del caso se celebrará este jueves.
Mientras la batalla se dirime en los tribunales, la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, viajó el pasado miércoles a El Salvador y, en un video desde el Cecot, advirtió a quienes intenten migrar sin autorización a EE.UU. que serán expulsados y que la megaprisión es uno de los lugares en los que podrían acabar.
Asimismo, Washington envió este lunes otros expulsados del país a El Salvador, quienes también ingresaron en el Cecot.
En una publicación en la red social X, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, compartió un video en el que muestra a hombres siendo bajados de un avión y llevados a celdas de prisión.
“Todos son asesinos confirmados y delincuentes de alto perfil, incluyendo seis violadores de menores”, escribió, aunque omitió sus nombres y los detalles de los presuntos delitos.
Una lista publicada por un medio estadounidense y validada por la Casa Blanca sugiere que, de los 17 deportados, al menos 12 tenían antecedentes penales, uno confesó ser pandillero y tres enfrentaban cargos.
El restante, según la información disponible, no habría sido condenado por delito alguno.
Bukele agregó que “esta operación es un paso más en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado”.
Su gobierno acordó en febrero con la administración Trump acoger a presuntos delincuentes deportados desde Estados Unidos a cambio de US$6 millones.
El gobierno de Venezuela está realizando gestiones para lograr la liberación de los deportados, mientras aceptó recibir a otros expulsados.
Y es que el gobierno estadounidense reanudó los vuelos de deportación directamente a Venezuela hace unos días.
BBC Mundo
SOCIEDAD
La joya del CEO de Nvidia que más falsificaciones está generando no es una tarjeta gráfica, es el dropshipping de la chaqueta de Jensen Huang

Raro es el día que no te llegue una de esas historias en las que alguien compra una gráfica último modelo a precio de risa y lo que termina encontrándose al abrir la caja es un ladrillo clinker. Sin embargo, la última moda en las falsificaciones relacionadas con Nvidia no está en sus tarjetas gráficas. La pasión por la chaqueta de cuero de su CEO, Jensen Huang, se está apoderando de internet.
Convertida en una suerte de icono al igual que los vaqueros y el jersey de Steve Jobs, la chaqueta de Jensen Huang se ha convertido en algo tan propio de las apariciones del CEO de Nvidia que hasta utilizó su reclamo para anunciar la colaboración de su compañía con la empresa de robots humanoides 1X Technologies. Convertida en la empresa líder del momento, y su fundador en uno de los multimillonarios más famosos de Silicon Valley, ya hay quienes pretenden hacer negocio de ello.
La moda impulsada por el CEO de Nvidia
El resultado es una ristra de tiendas online que, bajo la promesa de venderte la última moda en ejecutivos de talla mundial, han empezado a comercializar «la chaqueta de cuero negra de Jensen Huang» que en realidad son simples imitaciones. Y no escatiman en detalles, hasta utilizan fotos del CEO de Nvidia como ejemplo de modelo para recordarte que la oferta durará poco y ahora puedes conseguirlas por poco más de 90 dólares pese a costar más de 200.
La realidad es que, como tantas otras tiendas que pululan por internet, ni lo que venden es la chaqueta de Jensen Huang, ni son de piel, ni son tiendas reales. Son otro ejemplo más de modelos dropshipping que, aprovechando un mejor tirón en publicidad barata en redes sociales al otro lado del charco, se valen de tiendas asiáticas para no tener que preocuparse ni de almacenar inventario. Tú lo pides pagando 10, ellos lo compran en China u otros países por 3, y te lo mandan como si fuese suyo sin siquiera pasar por sus manos.
Las chaquetas de Jensen Huang, a menudo de la marca Tom Ford, en realidad rondan los 10.000 dólares y, de hecho, hasta han generado todo un lore alrededor de sus precios. Tal y como recogía The Economic Times, el coste de la chaqueta de cuero de Jensen Huang en el CES fue de 8.990 dólares y en el CES 2025 el precio de las acciones de NVIDIA era de 149,43 dólares. Al saltar a la GTC 2025, la chaqueta era de 6.990 dólares y las acciones estaban a 115,43 dólares, así que alguien no tardó en buscar una causalidad: «La chaqueta bajó un 23%, las acciones bajaron un 23%. ¿Es una coincidencia? No lo creo». Visto dónde está el nivel de pasión por la figura del CEO y su chaqueta, era cuestión de tiempo que alguien intentase sacar tajada.
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