Connect with us

SOCIEDAD

Cuáles serán las condiciones climáticas de este domingo 22 de diciembre

Published

on



El fin de semana concluirá con buenas condiciones climáticas a casi todo el territorio nacional, a excepción de algunas zonas del noroeste del país en las que pueden producirse lluvias y tormentas durante toda la jornada. Según las previsiones de Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el fenómeno podría registrarse en inmediaciones de Salta capital y San Salvador de Jujuy, donde se el organismo dependiente del Ministerio de Defensa advirtió sobre chaparrones y tormentas.

En las ciudades afectadas por el fenómeno, la temperatura oscilará entre los 18 y los 25° y la humedad será del 88% en la capital jujeña y del 96% en la capital salteña.

En cuanto al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), se espera un domingo con características similares a las de este sábado. El cielo estará algo nublado y la temperatura estará entre los 17 y los 28°C tanto en los distritos del conurbano como en territorio porteño. Los vientos correrán con una velocidad de entre 13 y 22 kilómetros por hora, y la humedad será del 65%, mucho más intensa que el día anterior. No hay probabilidades de lluvia en la región.

Las demás regiones presentarán un panorama bastante parecido. Las ciudades capitales del centro del país, como CórdobaSantiago del Estero y San Luis tendrán una máxima de 30°, 33° y 31° respectivamente. En Santa Fe capital la situacións será parecida a la del AMBA ya que la máxima se ubicará en 28°.

Respecto al resto del noroeste, en San Miguel de Tucumán el termómetro ascenderá hasta los 30°. Otra vez, la máxima más elevada de la región se registrará en San Fernando del Valle de Catamarca, donde el SMN indica que la temperatura puede subir a los 32°.

En referencia a las provincias del noreste, en Posadas habrá una mínima de 23° y una máxima de 30°; en Corrientes una mínima de 22° y una máxima de 31°. Por otra parte, en Resistencia (Chaco), la amplitud térmica estará entre los 21 y 31°.

Advertisement

En el sur del país, se registrará un leve ascenso en la temperatura y Viedma (Río Negro) tendrá una máxima de 29°, en Rawson (Chubut) llegará a 25° y en Río Gallegos (Santa Cruz) a 18°. Con registros mucho más bajos, en Ushuaia se espera una mínima de 4°, una máxima de 11°.

Conforme a los criterios de
Advertisement

SOCIEDAD

La necesidad voraz y ansiosa de acumular libros que probablemente no se lleguen a leer en el transcurso de una vida

Published

on



Daniel Barenboim solía recordar el asombro que le causaba, cuando era niño, entrar en una casa (de algún vecino, de algún compañero de escuela o amigo del barrio) y constatar que allí no había piano. Consagrado al teclado desde pequeño, habituado a que la música fuera el alma y el centro de cualquier reunión familiar o celebración hogareña, la presencia de un piano le parecía algo corriente, lo que le llamaba la atención era su ausencia.

Una extrañeza parecida, mezcla de desasosiego y perplejidad, invade al lector ferviente cada vez que entra en una casa donde no hay biblioteca. El ojo busca ansioso, casi por instinto, no ya la sala elegante o la boiserie suntuosa, pero sí los viejos estantes estoicos y chuecos por el peso, las pilas desgreñadas que obturan rincones y estrechan pasillos, la señal tranquilizadora, en definitiva, que rápidamente establece un territorio común, la lengua franca que allana un umbral de entendimiento, más allá de cualquier diferencia. Dos que leen. No importa qué (tomar examen sobre gustos y preferencias en esta materia es de inquisidores, no de lectores gozosos). Sin embargo, como los pianos de la infancia de Barenboim, los libros en las casas van camino de ser una rareza.

Librería de viejoShutterstock

Sobre la cofradía de los que resisten, atrincherados en una pasión que fácilmente se tuerce en manía, el ensayista Antonio Castronuovo ha escrito su Diccionario del bibliómano. Nótese que evita la palabra bibliófilo, y eso marca un rumbo, porque se trata de una reflexión (llena de humor y autoironía que el iniciado, cómplice, hará propia) sobre ese punto sin retorno en que la predilección se vuelve adicción y el placer, “vicio”.

Todo empieza con la gula, nos dice el autor (más tarde se referirá a la “bibliofagia”). Llega el primer libro “después entran diez, treinta, y luego de los cien ya no nos detenemos más. Voraces y ansiosos, se cumple lo irreparable: se acumulan muchos, demasiados al fin. Y no es posible hacerlo de otro modo”. La casa entonces, el hábitat del pobre bicho lector, ya consumido por la carcoma del libro, empieza a organizarse en torno a los volúmenes. Se discute con la pareja (si ha tocado la mala suerte de que sea una persona sensata de esas que no comprenden el dulce mal del bibliómano), se desalojan otros objetos, se ocupan paredes, se planean incluso mudanzas al ritmo frenético de la avalancha de papel. Porque no hay que perderse una sola página, recomienda Castronuovo; incluso “hay que comprar los libros que a la noche no necesariamente se tiene ganas de leer, sino solo de hojear”. Y, glosando al crítico Giuseppe Pontiggia, nos alienta a dejarnos ir, locos de contento, y a ceder a la compulsión: “Es algo trivial hacerse los moderados con los libros […] Nunca dudar en la compra […] Y sobre todo, cuando el precio es alto, vale pensar en el término mágico ‘inversión’, ‘excusa de todos los negocios irreales’”.

«La biblioteca privada es, en efecto, un instrumento de investigación, por lo cual los libros acumulados valen más que aquellos leídos»

En ese frenesí, Castronuovo defiende un concepto difícil de captar para el foráneo: la antibiblioteca, el vasto cúmulo de libros que abarrota repisas y que probablemente no lleguemos a leer en el transcurso de una vida: “quien posee millares de libros ha leído a lo sumo un décimo, incluso si los ha hojeado distraídamente a todos. La biblioteca privada es, en efecto, un instrumento de investigación, por lo cual los libros acumulados valen más que aquellos leídos: es fácil convenir sobre el hecho de que una biblioteca sirve si contiene la masa de aquello que no sabemos, que es bien mayor de aquello que en cambio sabemos. Y dado que con el paso de los años aumentan los conocimientos, crece también el número de libros para leer, que se acumulan cada vez más sobre los estantes. […] Se deduce que la recurrente pregunta: ‘¿los leyó todos?’ no solo carece de fundamento, sino que además es tonta en su esencia.”

Advertisement

Hay, con todo, un efecto secundario benéfico de esta pasión insana. Es sabido que cuanto más cultive uno sus entusiasmos, menos condicionado por ciertos límites de la biología se verá. La cultura emancipa de algunas fatalidades de la naturaleza. La pasión por el conocimiento, por el deporte, por las ideas o por el arte rompe, por ejemplo, las barreras de la edad, de la geografía. Un tablero de ajedrez, una disciplina científica, la obra de un compositor, el talento de un creador, acercan lo que el azar del tiempo y el espacio ha puesto distante. Sin esas aficiones quedamos atados al terruño exiguo de un momento y un lugar, al capricho del corte generacional y lo que las modas (por lo general lamentables cuando se las mira en perspectiva) hayan hecho con eso -y si sólo somos eso- con nosotros. En el cultivo de esas aficiones que nos salvan de la más plana existencia, por dispares que sean o alejadas de la literatura que estén, siempre, en algún recodo del camino, nos esperará un libro.

Conforme a los criterios de
Continue Reading

LO MAS LEIDO

Tendencias

Copyright © 2024 - NDM Noticias del Momento - #Noticias #Chimentos #Politica #Fútbol #Economia #Sociedad