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Derrumbe en Villa Gesell: la conmovedora vigilia de los familiares de las personas atrapadas y qué le dirá a la Justicia la arquitecta de la obra

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«Estaba en mi casa mirando tele y primero escucho un ruido y movimiento extraño. No fue muy fuerte, apenas perceptible, como si de repente estuviéramos arriba de una ola. No le di mayor importancia y por un segundo pensé en los países que sufren sismos. Poco después llegó la explosión, una bomba sobre nosotros. Habían pasado cuatro minutos de la medianoche, en el inicio de la madrugada del martes. Esa maldita torre aplastó mi edificio. Estoy viva de milagro».

Adriana resalta que vive todo el año en Villa Gesell en el complejo de departamentos Alfio 1, que quedó semi destruido por el desplome del Hotel Dubrovnik . Esta sorprendida de poder contar lo que vivió y se lamenta de las dos personas que murieron y las otras seis que continúan atrapadas, se cree que con pocas chances de supervivencia.

Este jueves a la madrugada, familiares de las seis víctimas todavía atrapadas entre los escombros del Hotel Dubrovnik, caminan hacia el centro cultural Centro Cultural Pipach, a pocos metros del lugar de la tragedia.

También se lamenta de María Josefa Bonazza de 79 años y su marido, Federico Ciocchini, de 86, que ese mismo día del desastre habían llegado al balneario para reacondicionar su departamento para alquilarlo durante en el verano. El derrumbe los atrapó mientras dormían. Como contó Clarín, María Josefa se levantó a los gritos. También la cuenta de milagro. Su vida y la de los otros sobrevivientes jamás volverá a ser la misma.

En la Justicia hay cuatro detenidos, un padre contratista con su hijo y dos trabajadores que se habían escapado, quizás por miedo, luego del derrumbe de la torre. No se quedaron a ayudar. «A uno de ellos lo mató la curiosidad y regresó a las dos horas. Ahí lo atraparon y luego capturaron a su compañero», cuenta el periodista gesellino Martín Fernández.

Desde la Fiscalía informaron que en pocos días declarará una de las dos arquitectas que figuran en el expediente judicial y que estuvo a cargo de las obras, aparentemente, en la parte delantera del hotel. Se llama Martha Pérez Schneider y es la presidenta del Colegio de Arquitectos de esta ciudad balnearia. Ya fue citada.

«Tengo total dimensión donde estoy parada. Voy a contarle toda la verdad al juez (NdR: en realidad le tomarán declaración en la Fiscalía N° 6 a cargo Verónica Zamboni, la misma del asesinato de Fernando Báez Sosa). Mi trabajo fue en un sector que nada tuvo que ver con la tragedia. Incluso estaba feliz en cómo había quedado la terminación del tabique donde colocaríamos el nuevo ascensor y montacargas», adelanta.

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Y asegura tener «la tranquilidad de tener todo en orden, nunca intervine en lo que pasó en la parte de atrás. Espero y voy a ser contundente ante el juez. Estoy para clarificar todo lo que haga falta».

Este jueves, las autoridades bonaerenses a cargo de los trabajos de rescate permitieron que los familiares de las seis personas todavía atrapadas puedan hacer la vigilia enfrente del hotel. «Fue una decisión humanitaria, ante la desesperación de los seres queridos que fueron llegando a Villa Gesell. Les pusimos un cordón cumpliendo con los protocolos. Intentamos que no vean directamente los trabajos de rescate», señalaron ante Clarín.

A los allegados a las personas que están siendo buscadas se las puede ver sentadas en sillas de playa sobre la avenida Buenos Aires, a unos 30 metros de la playa. Fueron llegando de poco a la ciudad, cuando se fueron enterando que eran sus familiares los que estaban debajo de los escombros.

¿Qué dicen los rescatistas sobre las expectativas de encontrar a alguien con vida? La movilización de recursos fue extraordinaria. Llegaron para participar del operativo cerca de un centenar de personas. Hay camionetas de los equipos de rescate, también de los bomberos y de la policía estacionados a lo largo de casi tres cuadras de Buenos Aires, donde está impedido el ingreso.

«Toda la zona está acordonada y nos dijeron que hoy está llegando una nueva grúa para seguir la búsqueda. El martes los trabajos fueron todo el día y toda la noche, los veo desde mi terraza. Lo mismo sucedió ayer»; cuenta Paula, que vive en el edificio Francymar junto a su familia y ofreció su departamento para que descansen los rescatistas. Este jueves se confirmó el hallazgo del cuerpo de Rosa Stefanic. Es el segundo, desde que la torre se vino abajo. Quedan seis personas debajo de los escombros.

¿Qué le dicen a Clarín los rescatistas sobre las reales posibilidades de sacarlos con vida? «Aunque todos defendemos la esperanza e ilusión que es el combustible para seguir escarbando y tratando de contactar con alguno de ellos, nuestro deber también es ser claros, como un médico con su paciente. Las primeras 24/48 horas son la clave de todo. Después todo entra en el plano de los milagros. Nos agarramos del hecho que hubo gente que llegó a sobrevivir hasta 8 días. También tenemos que aclarar que esos casos son extraordinarios, como su palabra lo indica, con menos de 1% de los que quedan atrapados», describe con los ojos rojos por falta de sueño y el rostro deformado por el cansancio uno de los rescatistas a través de una video llamada con este diario.

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Por US$1200 millones: Milei enfrenta con Trump el desafío de que Estados Unidos reabra un gran negocio cerrado hace siete años

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Desde hace siete años, el biodiésel argentino se quedó afuera del mercado de los Estados Unidos. Hasta 2016 representaba el mayor negocio para un producto nacional a ese destino, con ventas por más de US$1200 millones. La aplicación de aranceles antisubsidios y antidumping en una carrera alcista de 2016 a 2017 que los llevó, sumados, a casi el 150% dejó al biocombustible sin margen para permanecer en en EE.UU. Si bien en ese momento estaba Donald Trump en la presidencia, y no accedió a revertir la medida pese a la presión argentina, en el sector hay expectativas porque se pueda reabrir una negociación en el contexto de la buena sintonía entre el electo mandatario y el presidente Javier Milei.

“Tenemos mucha confianza que se pueda abrir una negociación”, dijo a LA NACION Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio). Para el ejecutivo, será clave que el país tenga un embajador en ese destino “con buena llegada”. Vale recordar que el ahora canciller Gerardo Werthein estaba en ese país como embajador.

En 2016, la National Biodiesel Board (NBB), que agrupa a las empresas norteamericanas, solicitó una sanción contra el biodiésel argentino argumentando que entraba a menores precios, entre otros motivos, supuestamente por las retenciones que permitían a la industria comprar más barato el grano de soja y luego transformar el aceite en biodiésel.

Pidió un arancel del 23% que, no obstante, luego el Departamento de Comercio de los Estados Unidos al dictaminar puso un 57%. Pero no quedó ahí. Luego se terminaron imponiendo aranceles antisubsidios y antidumping que acumulaban cerca de un 150% de manera conjunta. Eso fue un golpe para el producto argentino.

Sin éxito, en 2017 el expresidente Mauricio Macri le envió una carta a Mike Pence, entonces vicepresidente norteamericano expresando el malestar del país. Recién en julio de 2019 EE.UU. rebajó derechos antisubsidios del 72% contra el producto local, pero igual quedó afuera del mercado. Según el sector empresario, nada cambió y todo continúa como antes en cuanto a la barrera arancelaria.

El expresidente Macri y el exvicepresidente de EE.UU., Mike Pence

Para destacar, el ascenso del biodiésel argentino en el mercado norteamericano fue meteórico: de ingresar con 156.000 toneladas en 2014 pasó a 1,4 millones de toneladas en dos años. Y la facturación por las exportaciones trepó de US$136 millones a más de 1200 millones.

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El biocombustible enfrenta un panorama con desafíos tanto en la plaza interna como para las exportaciones. Así lo reflejó un análisis de Claudio Molina, analista de bioenergías y ferrocarriles.

“La producción de biodiésel en el mercado interno este año podría ser del orden de 1.250.000 toneladas, cifra que representa 34,6% menos que el promedio histórico (superior a 1,88 millones de toneladas)”, precisó.

En detalle, según el experto, las ventas al mercado interno para atender la mezcla obligatoria de gasoil con biodiésel podrían alcanzar alrededor de 800.000 toneladas, un 4,7% menos que el promedio histórico (831.157 toneladas). En tanto, para Molina las exportaciones podrían ser de 450.000 toneladas, un 60% menos que el promedio histórico (1.142.399 toneladas).

“La coyuntura actual es mala en todos los segmentos de mercado y esas cantidades proyectadas podrían ser aun menores”, dijo. El experto destacó los esfuerzos de la Cancillería argentina y de Carbio para reabrir el mercado, pero ve “difícil” esto por el proteccionismo norteamericano.

“La política de EE.UU. es muy proteccionista hacia su mercado interno con el biodiésel y una larguísima lista de productos, y muy liberal en cuanto a fomentar sus exportaciones a los principales mercados del mundo”, señaló.

Con Trump en el poder el biodiésel argentino se quedó afuera de Estados Unidos

“Lamentablemente en la Argentina, este doble estándar es soslayado por aquéllos que fomentan el libre mercado de manera fundamental, incluso obvian en sus análisis la existencia en EE.UU. de subsidios agrícolas por cerca de US$100.000 anuales. Cada vez es más difícil sostener niveles aceptables de exportación de una gran cantidad de productos de la bioeconomía argentina”, agregó.

En opinión de Molina, quien sostiene que debe haber una nueva ley de biocombustibles en el país, este año la capacidad ociosa de la industria argentina de biodiésel “puede llegar a alrededor de dos terceras partes del total, situación que desde el punto de vista económico la inviabiliza mientras las importaciones de gasoil representan más de un 20 % del total de producción de ese combustible”.

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En tanto, según datos de Carbio, 2024 cerraría con exportaciones por 382.737,46 toneladas, una mejora del 34% en volumen versus 2023, que ya había sido un año de bajas ventas versus 2022, entre otros motivos, por la sequía que generó menor producción de soja. En dólares las ventas al exterior de 2024 dejarían US$389,2 millones, una recuperación del 14%.

Para destacar, sin Estados Unidos, la mayoría de las exportaciones de biodiésel van a Europa. Con ese bloque hay un acuerdo por precios y volumen, este último es de 1,2 millones de toneladas. Como hay que respetar una fórmula de valores que tiene la industria, si estos están por debajo se afectan las ventas a ese mercado.

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