El abuso sexual se descubrió en una escuela rural de la zona Este de Mendoza. Una alumna de séptimo grado se excusó de realizar la clase de gimnasia porque dijo que estaba «preñada».

La chica, de apenas 13 años, le contó a su maestra que estaba embarazada. Señaló al papá de una amiga, compañera de séptimo grado, como el responsable del abuso sexual.

La docente que escuchó el relato de la alumna activó el protocolo y avisó a la directora de la escuela pública y a los Equipos Técnicos Disciplinarios (ETI), el organismo de Minoridad que interviene en estos casos.

La nena vive en un contexto de vulnerabilidad y pobreza. Su familia se dedica a la cosecha de verduras, en temporada, en distintas huertas de la zona productiva del Gran Mendoza.

El fiscal de San Martín, Oscar Sívori, detalló que el caso se detectó el lunes en la escuela. Y el miércoles, se detuvo al presunto violador. «Tiene 29 años, es padre de una compañera de la escuela de la nena abusada», le contó a Clarín.

Y precisó, que los abusos sexuales, según el relato de la víctima, habían comenzado en mayo, cuando la chica aún tenía 12 años. «Estamos ante una violación de un menor, artículo 119 del Código Penal que dice, que a esa edad, la persona no puede prestar ningún tipo de consentimiento«.

Cuando intervinieron los profesionales del ETI, la nena –que cursa un embarazo de aproximadamente 20 semanas– fue derivada para controles médicos al hospital Perrupato, principal centro médico estatal de la Zona Este mendocina.

Allí, desde el área de Obstetricia, se decidió ingresar a la adolescente al Programa de Salud Reproductiva, para evaluar la posibilidad de practicar un aborto legal, siempre que no corra riesgo su vida.

En los próximos días, la víctima deberá declarar en cámara Gesell, como es el procedimiento para menores. «Hasta el momento, tenemos su relato de los abusos ante los psicólogos y asistentes sociales, que integran el ETI», explicó Sívori.

El miércoles, el fiscal de Delitos Sexuales y Violencia de Género, Federico Bergamin, ordenó la detención del hombre y lo imputó de abuso sexual agravado con acceso carnal y en reiteradas ocasiones.

El acusado quedó detenido en una comisaría de San Martín y en los próximos días sería trasladado a la penitenciaría provincial. No tenía antecedentes delictivos, según información judicial.

El fiscal confirmó que el imputado es el padre de una compañera del colegio de la víctima. El acusado es vecino, también trabaja como jornalero en las fincas, ahora en la cosecha de tomate.

Desde el organismo interdisciplinario de Minoridad se está investigando todo el entorno familiar y si la propia hija del acusado también puede haber sido víctima de abuso.