Con la llegada de Halloween, el aire se llena de misterio, las calles se decoran con calabazas sonrientes y los disfraces aterradores se apoderan de las vidrieras. Pero hay algo más que vuelve a aparecer durante esta época del año: las supersticiones que perduraron durante siglos y, entre ellas, los animales negros tienen un papel protagónico. Desde los gatos negros que cruzan el camino hasta los cuervos que graznan en lo alto de un árbol, muchos de estos animales fueron envueltos en historias que les atribuyen poderes sobrenaturales, buena o mala suerte, y un halo de misterio que se intensifica cada 31 de octubre.

Para entender cómo se originaron estas supersticiones, conocer lo que el color negro significa en la naturaleza y en la mente humana es fundamental. En primer lugar, en el reino animal, el color tiene un papel importante, dado que estos pueden ser utilizados para camuflaje, para señalizar a posibles depredadores o para atraer a una pareja. El negro en particular en los animales es resultado de un exceso de melanina, un pigmento que no solo aporta ese tono oscuro, sino que también les brinda ciertas ventajas, como una mejor resistencia al sol o una mayor capacidad de camuflaje en ambientes oscuros. El melanismo es una condición bastante común entre animales como los leopardos o ciertas aves, y es la razón por la que algunos ejemplares nacen con un tono completamente negro.

Como dice un artículo sobre melanismo en Science Direct, según algunas teorías evolutivas, esta característica puede proporcionar ventajas de supervivencia. Por ejemplo, en depredadores nocturnos como los felinos, el pelaje negro les permite moverse en la oscuridad sin ser detectados. Este tipo de ventaja puede ser crucial a la hora de cazar o evitar ser cazado, y explica por qué, en algunos entornos, los animales negros prosperaron a lo largo del tiempo.

Por fuera del conocimiento científico, un artículo de Live Science explica que a lo largo de la historia, los humanos desarrollaron supersticiones como una manera de interpretar el mundo que les rodea y, muchas veces, estas creencias están vinculadas a respuestas instintivas de supervivencia. Un ejemplo claro es el de un depredador nocturno de color negro: su capacidad de mimetizarse con la oscuridad lo convierte en un enemigo invisible y temible. Este miedo primitivo a lo que no podemos ver o anticipar llevó a que muchos animales de pelaje o plumaje negro fueran considerados símbolos de mal augurio.

Las supersticiones también fueron influenciadas por la cultura y las religiones. En la Edad Media, los gatos negros fueron asociados con la brujería, y se creía que eran compañeros de las brujas, capaces de transformarse en espíritus malignos. Los cuervos, por otro lado, eran vistos como heraldos de la muerte debido a su color y su afición por alimentarse de animales muertos.

Estas supersticiones no son inofensivas. Un estudio sociológico de la Universidad de Louisville, en Estados Unidos, indicó que los gatos negros, por ejemplo, tienen menos posibilidades de ser adoptados que los de otros colores, ya que algunas personas todavía creen que traen mala suerte o que son más agresivos. Esta creencia infundada lleva a que muchos sean abandonados o incluso cazados, especialmente durante Halloween, cuando algunas personas los utilizan en rituales crueles.

No solo los gatos negros sufren las consecuencias de estos prejuicios. Las cabras negras, las gallinas negras e incluso ciertas mariposas oscuras son objeto de supersticiones que las vinculan con la mala suerte o con fuerzas malignas. En algunas culturas, se cree que las cabras negras son la encarnación de demonios, mientras que en otras, las gallinas negras son utilizadas en rituales para alejar el mal.

Aunque los animales negros parecen ser los más afectados por las supersticiones, otros colores también tienen sus propias leyendas. Los gatos blancos, por ejemplo, son vistos en algunas culturas como portadores de buena suerte, mientras que los perros de ojos azules son considerados como mensajeros de seres sobrenaturales. También, las mariposas de colores vibrantes pueden ser vistas como almas de los difuntos que traen mensajes del más allá.