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El riesgo de la segunda infección: cuáles son los signos de dengue grave

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Los casos de dengue se multiplicaron en los últimos dos meses. Está presente en 13 jurisdicciones del país y el promedio semanal de infectados es de 2.000, mientras que la totalidad de personas que contrajeron la enfermedad desde el inicio del brote ya ronda las 10.000. La expansión de uno de los virus de mayor presencia en Argentina y la región y, principalmente, la detección de casos graves alarma a toda la población.

Un informe del Ministerio de Salud bonaerense señala que “debido a los brotes sucedidos previamente y a la circulación de más de un serotipo en la provincia de Buenos Aires, la detección de casos con signos de alarma resulta de suma importancia para anticipar las formas graves de dengue”.

“Los signos de alarma ocurren dentro de las primeras 48 horas después de que bajó la curva de fiebre. Hay que observar al paciente dentro de ese lapso de tiempo porque son las horas críticas dentro de las cuales se puede instalar el dengue grave”, le explica a Clarín Elena Obieta, médica infectóloga y jefa del Servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de San Isidro

¿Cuáles son los síntomas que indican gravedad? “Sensación de cansancio intenso, falta de aire y descenso de la presión, fuerte dolor abdominal, vómitos (al menos 3 veces en 24 horas), sangrado por la nariz, conjuntivas o las encías, sangrado en materia fecal y somnolencia o confusión”, menciona Luis Cámera, médico clínico del Hospital Italiano y asesor de Gobierno durante la pandemia de Covid.

Pablo Bonvehí, jefe de Infectología de CEMIC, agrega que un médico debe evaluar si en el paciente hay signos de «acumulación de líquidos, sangrado en las mucosas, agitación o somnolencia, aumento de tamaño del hígado, datos de laboratorio como aumento del hematocrito o disminución de las plaquetas”.

Foco infeccioso en Mataderos, donde por la suba de casos dedengue dejaron de hacer testeos. Foto Constanza Niscovolos


Foco infeccioso en Mataderos, donde por la suba de casos dedengue dejaron de hacer testeos. Foto Constanza Niscovolos

Por otra parte, Leda Guzzi, médica infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), también menciona otros criterios clínicos que advierten la posibilidad de contraer dengue grave como dificultad para respirar, letargo, inquietud e hipotensión arterial postural.

“Cuando se presenta el dengue grave, los pacientes pueden tener extravasación de plasma hacia los tejidos (edemas) y peritoneo (ascitis). Esto sucede por un aumento en la permeabilidad de los vasos sanguíneos y luego puede sobrevenir el shock. También suelen presentarse manifestaciones hemorrágicas severas como vómitos con sangre, heces con sangre, sangrado ginecológico. Incluso, puede existir inflamación de órganos, miocarditis, encefalitis y pancreatitis”, amplía.

La segunda infección

Aproximadamente, entre el 5% y el 10% de los contagiados adquieren dengue grave, pero si el cuadro se trata a tiempo la mortalidad baja a menos del 1%. Suele ser más frecuente en niños y en mujeres embarazadas.

“La incidencia de reinfección parece ser baja, pero no hay trabajos científicos que hablen con mayor precisión del tema. Por otra parte, se acaba de demostrar que frente a un brote hay muchos casos de dengue asintomático. Por lo tanto, el individuo no sabe si tuvo dengue y, en caso de tenerlo, no se sabría si es una nueva infección o una reinfección”, puntualiza Cámera.

El uso del repelente es una de las formas de prevenir la propagación del dengue.


El uso del repelente es una de las formas de prevenir la propagación del dengue.

Los especialistas consultados coinciden en que ante una segunda infección por un serotipo diferente al de la primera, se incrementa el riesgo de sufrir una forma clínica más severa. “El segundo evento no necesariamente va a ser grave. Puede serlo ocasionalmente, si la infección es por un serotipo diferente al inicial. La inmensa mayoría de los cuadros de dengue son banales”, detalla Guzzi.

“Las personas que se infectan por primera vez, en general no contraen dengue grave. Cuando desaparece la fiebre, aparecen vómitos, cansancio. La deshidratación y las hemorragias son los síntomas más alarmantes en el dengue grave y este se ve más con la segunda infección”, añade Arnaldo Casiró, médico infectólogo, director del Cemar 1, el primer Centro de Especialidades Médicas de la Ciudad.

Por su parte, Bonvehí argumenta: “Una segunda infección puede tener, en algunos casos, más probabilidad de agravarse en relación a alguien que se infecta por primera vez. Esto se debe a que hay 4 serotipos de dengue y la protección que brinda la infección contra un serotipo es transitoria contra los otros 3 serotipos y, luego de eso, si se produce una infección por otro serotipo, los anticuerpos de la primera infección pueden facilitar el ingreso del virus a las células».

“Si el segundo episodio de dengue se adquiere por el mismo serotipo que en la primera infección, voy a estar protegida como si estuviera vacunada. El problema es cuando se adquiere dengue por segunda vez con otro serotipo. En ese caso, por una inmunidad parcial se producen complejos de anticuerpos que se depositan y pueden evolucionar al dengue hemorrágico, grave. El sangrado produce la falla multiorgánica y, eventualmente, lleva a la muerte; principalmente en niños pequeños, personas gestantes y quienes tengan más de 65 años o patologías de base”, completa Obieta.

La clave está en la prevención

En este momento las condiciones de humedad y temperatura son óptimas para la actividad del vector, el mosquito Aedes aegypti que está presente en Argentina. El dengue es una enfermedad que exige una acción individual y comunitaria contra los criaderos de mosquitos. La fumigación es una solución transitoria en aquellas regiones donde se detecta un brote, pero la lucha es contra los reservorios del vector que son los lugares donde se reproducen estos mosquitos.

Eliminar los recipientes donde se acumula agua es vital para que el mosquito que transmite el dengue no se reproduzca.


Eliminar los recipientes donde se acumula agua es vital para que el mosquito que transmite el dengue no se reproduzca.

“La circulación del dengue en nuestro país es muy dependiente de lo que suceda en la región. Si aumenta en los países periféricos, aumenta en el nuestro. Solemos ver ciclos, es decir, brotes epidémicos de dengue cada 3 o 4 años. El anterior de magnitud fue en los primeros meses de 2020”, expresa Guzzi.

“La circulación de mosquitos es consecuencia del cambio climático sumado a la urbanización no planificada”, evalúa Obieta. Las recomendaciones son las mismas de siempre: usar repelente, evitar que se acumulen larvas, usar espirales, pastillas termofusibles y mosquiteros.

MG​

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Quinieleros online: cómo son las apuestas ilegales en los casinos clandestinos de la web

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Exhausto, después de laburar con el teléfono todo ese miércoles, J. se fue a dormir cerca de las 3 de la madrugada. A las 5 ya le volvió a sonar el celular. Es un cliente que lo está llamando. Le dice que le acaba de transferir una plata, poco más de $ 1.000, y que necesita «que le baje las fichas ahora». J. protesta en silencio, pero sabe que recién arranca en esto y necesita fidelizar. Sin salir de la cama toma el teléfono, chequea que la guita haya ‘impactado’, se mete en la plataforma y habilita 1.000 fichas para que su cliente siga jugando en el casino virtual que administra. Termina y se vuelve a dormir un ratito más. Del otro lado recién están arrancado, a ver si sale un plenito salvador antes que despunte el sol.

La escena la cuenta un joven de 30 años que comenzó a trabajar hace pocas semanas de «cajero» en un casino online, una nueva especie de changuita que surgió durante la pandemia y que explotó en los últimos meses en todo el país como un rebusque ‘barrani‘, totalmente informal.

Se trata de intermediarios que reciben el dinero de los apostadores y lo cambian por fichas en alguna de las decenas de plataformas de juego que aparecen cada semana, un pasamanos por el que cobran una comisión, pero que les exige dos cosas: estar disponibles casi las 24 horas y reclutar cada vez más apostadores.

Es un negocio sencillo aunque intenso, que crece cada semana gracias al boca en boca y hoy es una salida laboral fácil y rápida para miles de personas en todo el país. Hace falta apenas un celular con internet, cuentas en un par de bancos digitales y mucha perseverancia. Quienes lo ofrecen lo venden como «un emprendimiento para trabajar desde casa», donde se pueden generar hasta 600 mil pesos mensuales para quienes logren una buena clientela.

Lo que no cuentan es que es un negocio ilegal. 

«Nunca se sabe quién juega»

J. tiene poco más de 30 años y vive al fondo de Tristán Suárez, en el sur del conurbano. Se dedicaba a «revolear» cosas, compraba motos y autos para después revenderlos. Hace unas semanas, vio a un conocido ofreciendo cupos para sumarse como cajero. Nunca jugó a nada y no tiene idea, pero le prometieron que pagaba bien. Aceptó y se metió.

El negocio le llegó a través de otro conocido, que tiene el rol de administrador en megafaraón.com, una de las decenas de plataformas que aparecen dando vueltas en Internet. Esta persona tiene la función de ser nexo con el casino, mover las fichas y funcionar en última instancia como la banca. Es quien pagará los premios que puedan sacar los apostadores. Quien convocó a J. por esta changa dejó un trabajo en blanco en una de las empresas que mejor paga en la zona. 

Megafaraón, una de las plataformas más usadas.


Megafaraón, una de las plataformas más usadas.

Clarín pudo hacer una reconstrucción de este negocio en base a testimonios de más de 30 jugadores, cajeros y administradores que contaron los detalles vía WhatsApp e Instagram, o en foros de Facebook. Ninguno quiso hablar con su nombre real. Operar juegos de azar de manera clandestina puede traer entre 3 y 6 años de cárcel.

«La función más importante del cajero es buscar jugadores. ¿Cómo se hace? Por medio de estados de WhatsApp, perfiles de Instagram. Es un trabajito de constancia, de todos los días. Y después el boca en boca, que te recomienden», cuenta E., quien lleva un año como administradora. Lo hace durante un pitch de ventas, con el que está tratando de sumar nuevos cajeros a su red.

E. es entusiasta, habla rápido. Ofrece un 20 por ciento de ganancias por sobre el capital que los apostadores pierdan. Por ejemplo, si un jugador apuesta 50 mil pesos y los pierde, el cajero se llevará 10 mil. Si le llegan a ganar un premio de 20 mil, esa comisión cae a 6 mil.

Ella insistirá en que el secreto del éxito es la constancia. Dice que hay que postear tres veces por día: mediodía, tarde y noche. También ofrecer promociones, hacer tarjetas o subir capturas de pantallas de pagos realizados a apostadores, no importa si no son propios. Un arsenal de estrategias de marketing de guerrilla.

Los mensajes que llegan por Whatsapp e Instagram para invitar a los usuarios a jugar.


Los mensajes que llegan por Whatsapp e Instagram para invitar a los usuarios a jugar.

«Tenés el que te juega todos los días, el del finde nomás, el que juega cuando cobra, el que te jugó una vez y después no lo hace nunca más. Hay que postear todo el tiempo porque nunca sabés quien te va a jugar», resume. 

El cajero es una cara familiar para el apostador, que le confía su dinero a un conocido, un primo, un compañero de trabajo. Eso ayuda a que el casino tenga mayor penetración a través de gente de confianza. Recibe el dinero del cliente y se lo cambia por las fichas, que le permitirán jugar a alguno de los juegos que ofrecen. Hay tragamonedas, blackjack, caballos, ruleta o apuestas deportivas.

«Tengo cajeros que que ganan mucha plata, mucha plata -remarca E.-. Tengo una chica que tiene 20 años y se está llevando entre 200 y 300 lucas por quincena. Si vos conseguís unos 100 jugadores, por quincena te llevás unos 50 mil mas o menos», promete.

Hace falta apenas una billetera virtual («o varias, por si te las van cerrando») y empezar a ofrecer. «No necesitás documento, necesitás decirme que sí y yo te empiezo a bajar fichas», apura. Antes de terminar la charla, ya tenemos un perfil armado con un nombre falso. 

Invitaciones de los administradores para sumar cajeros. Prometen ganancias en poco tiempo.


Invitaciones de los administradores para sumar cajeros. Prometen ganancias en poco tiempo.

El esquema de negocio varía de un administrador a otro. Algunos ofrecerán comisiones de hasta el 50 por ciento. Otros con un porcentaje menor, pero liberando al cajero de tener que pagar premios. Unos incluso cobran un ingreso de 4 mil pesos para liberar un curso de introducción, que es apenas un video de YouTube. 

También aparecen las denuncias por estafas. Son historias de quienes se borraron sin pagar premios. O los que prometen el «truco del payasito», una supuesta martingala para sacarle el jackpot a uno de los tragamonedas. Hay de todo.

Qué dice la ley

Además de megafaraón aparecen en el radar jugalo.net, casinofox.bet, Casinozeus.vip, Camelbet, magiplay, Bet 30, Gana en casa, Suerte Bet, Casino 33, Hades o Vikingo por nombrar apenas algunas de las cientas plataformas que se ofrecen en las redes. 

Ninguna está habilitada en Argentina. Megafaraón, por ejemplo, dice ser una marca registrada pero no tiene una sede, una dirección física o un mail donde escribir. Apenas figura un proveedor de hosting de Rosario. Otras dicen operar bajo leyes de Curazao o Colombia. O directamente no indican dónde están montadas.

Los cajeros se comparten comporbantes de pagos para atraer otros usuarios


Los cajeros se comparten comporbantes de pagos para atraer otros usuarios

«Los usuarios pueden identificar fácilmente qué páginas cuentan con la autorización correspondiente para operar fijándose en el dominio del sitio web; sólo aquellas que cuentan con la extensión bet.ar son legales en Argentina. Todas las demás, son ilegales», explican a Clarín desde la Asociación de Loterías, Quinielas y Casinos Estatales de la Argentina (ALEA), la organización que nuclea a todas las entidades provinciales.

Según reconstruyen fuentes del sector, el juego online creció durante la pandemia del Covid-19, cuando casinos y jugadores se mudaron a las plataformas virtuales ante la imposibilidad de pisar la calle. Fue un movimiento apurado y algo tosco, con una serie de huecos donde vive el negocio.

Hasta ese momento, el juego virtual no estaba regulado, por lo cual no era ilegal. La normativa llegó en diciembre de 2021, cuando se habilitaron las apuestas virtuales. Como el juego es materia de reglamentación federal, cada provincia determina cómo se emplea y qué plataformas están autorizadas. Hoy son 17 las provincias que emitieron normas.

«Después de la pandemia, gran parte del público no sólo se adaptó a consumir entretenimiento mediante medios digitales, sino que además ahora prefieren hacerlo de ese modo», agregan desde ALEA.

Hay versiones cruzadas sobre qué hacer para combatir el fenómeno. Algunos se quejan de haber dejado afuera a las agencias oficiales (en provincia de Buenos Aires, el distrito más grande, no pueden cargar). Otros señalan que hace falta registrarse con los datos y una tarjeta de débito en el legal y eso disuade al jugador. En el sector estiman que de cada 7 pesos que se juegan, 6 van al ilegal.

Al igual que con el viejo quinielero, la facilidad y la posibilidad de hacerlo sin dejar registro atrae al jugador.

Según un informe publicado por Playtech, uno de los principales proveedores de software de juegos online, Argentina es el país de Latinoamérica donde menos importa si las páginas son legales o no. Apenas el 29% de los encuestados indicaron que es un factor que toman en cuenta a la hora de decidir si juegan o no en ese sitio.

En Brasil y Colombia, dos de las plazas donde más instalado está el juego, esos porcentajes suben al 60 y 52 por ciento, respectivamente.

El informe también señala el crecimiento que tuvo la actividad en el país. Argentina lidera a nivel regional el “growth score” (tabla de crecimiento) que mide el uso de aplicaciones y juegos online con relación a la cantidad de usuarios y las descargas realizadas. Según sus datos -y solo contando los oficiales- las apuestas online ya generan en el país ingresos por US$ 2.400 millones. 

Un grupo de WhatsApp de cajeros, donde denuncian a una estafadora que desapareció sin pagar.


Un grupo de WhatsApp de cajeros, donde denuncian a una estafadora que desapareció sin pagar.

Si bien muchos casinos se subieron al negocio y lanzaron sus plataformas oficiales, los que ya circulaban y se habían instalado nunca intentaron ponerse a derecho.

«Cuando se reglamentó, muy pocos pasaron a ser legales. El resto es increíble, continuamente ves plataformas que se bajan, se crean, se suben. Y son las mismas, cambian el nombre y vuelven», cuenta Patricio Gándola, presidente de la federación de Cámaras de agentes de loterías, quinielas y afines (FACALQA).

«Son páginas de afuera. Les venden fichas virtuales a un financista que, por ejemplo, compra por un millón de dólares y las paga 700 mil. Luego las vende a sus administradores por 800 mil. Ahí le sacó 100 mil de ganancia. Luego, esos las distribuyen a sus cajero por 900 mil», cuentan a Clarín fuentes judiciales que investigan estas organizaciones.

«Apostando desde el baño»

A nivel local, los cajeros se manejan por billeteras virtuales de MercadoPago, Ualá, Brubank, Cuenta DNI o Modo. Las cargas son a partir de 500 pesos en algunos casos y las apuestas en las máquinas arrancan tan bajo como en 2 pesos. Hay para todos los bolsillos.

«Yo me metí para hacer un dinero extra. Tampoco es que te hacés millonario, pero todo suma para ayudar un poco y tener algo más en la casa por las dudas», cuenta a Clarín M., que lleva más de dos años como cajera. Es mamá de una nena en edad escolar, su marido trabaja de seguridad privada. En los huecos de la tarde, cuando está sola en casa, aprovecha para trabajar.

Comparte estados en WhatsApp con promociones o memes, responde preguntas y recibe transferencias para cambiar por fichas. Tiene una red de unos 30 jugadores, aunque los fijos suelen ser unos diez, especialmente a principios de mes. Dice que le reporta unos 20 mil pesos en sus ingresos.

Cuentas de Instagram que ofrecen a los apostadores jugar en las plataformas.


Cuentas de Instagram que ofrecen a los apostadores jugar en las plataformas.

«Es de terror, nos asusta a nosotros mismos», se sincera Néstor. Desde hace 17 años es miembro de Jugadores Anónimos, la organización que recibe y contiene a quienes tienen un vínculo problemático con las apuestas. Según cuenta, desde que volvieron de la pandemia empezaron a aparecer en los grupos las primeras historias de adicción al juego online. Con un factor extra: muchos de ellos son jóvenes sub 25.

Entre los disparadores menciona el aumento de la publicidad en redes y televisión, y la enorme facilidad que otorga poder jugar desde el teléfono: «Vos antes te tenías que trasladar a la sala de juego, pasar un tiempo escondido. Hoy vas al baño con el celular y estas jugando. ¿Cómo sabés que, por ejemplo, no estoy apostando ahora con otro teléfono?» dice.

Las publicidades son otro punto de conflicto, especialmente con un ejército de influencers que comenzaron a meterse en el negocio recomendando «sus casinos de confianza» en Instagram, como si se tratase de una crema más, o un lugar donde cenar.

Por ejemplo, el caso de una participante del último Gran Hermano, que compartió en una de sus historias un link y un código de descuento. Clarín accedió a ese link, que dirige al WhatsApp de un cajero que promociona CasinoFox.bet, una página ilegal. En Instagram la influencer tiene 2,5 millones de seguidores y, según un informe del programa LAM, por subir una historia a sus redes puede cobrar hasta 250 mil pesos. 

Si las páginas no tienen los papeles en regla, mucho menos herramientas para lidiar con jugadores que tienen problemas de ludopatía. En los grupos de cajeros el tema no se menciona.

«Toda esta gente que me juega, tampoco es que tiene mucha plata. Son todos humildes, laburantes», cuenta J., mientras muestra el panel de control donde administra los jugadores de su red. «Se puede controlar todo. Esta me cargó 500 pesos, estaba muerta, eran los últimos que tenía. Esta me cargó 1.000 hace un rato y ya tiene 4.000 pesos. Esta al revés, me cargó 4.000 pesos y ya le quedan 500«, cuenta. 

G., otra administradora, revela otra cara del fenómeno. Dice que cada vez está más dificil el negocio, porque explotó la cantidad de jugadores que quieren saltar el mostrador virtual y volverse cajeros.

«Subió todo, la plata no alcanza. Entonces ahora somos muchos ofreciendo el negocio, pero hay pocos clientes», protesta.

SC

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