El sobrino bisnieto de Miguel Grau, Germán Seminario Moya, falleció a los 70 años, la madrugada del sábado 6 de enero.

El descendiente del ‘Caballero de los Mares’ habría sufrido una crisis cardiaca, producto de problemas de presión arterial, en el hospital Sabogal del Callao, de acuerdo con medios de comunicación del norte del Perú.

Los familiares de Germán Seminario Moya no han emitido un pronunciamiento sobre el deceso del pariente de Miguel Grau. Se desconoce dónde se velarán sus restos.

Cabe resaltar que Francisco Querevalú Castillo, presidente de la Asociación “Identidad Paita”, confirmó el fallecimiento de Germán Seminario Moya.

El sobrino nieto de Miguel Grau fue reconocido en vida por su empeño en difundir la historia del héroe nacional y caracterizarse como él.

Era conocido por su parecido físico con el. Cada año, el 8 de octubre, realizaba visitas al Puerto de Paita para rendir tributo a Miguel Grau, comandante del monitor Huáscar.

Infobae Perú conversó con Germán Seminario Moya en julio de 2023. Durante la entrevista, el sobrino nieto del ‘Caballero de los Mares’ dio detalles sobre su vínculo con familiares que lo unen al héroe nacional.

Contó que cuando él era muy niño su abuelo le decía que tenía un gran parecido a Miguel Grau, por lo que le sugirió que cuando cumpla 44 años se afeite el mentón y se tome una foto.

“Así lo hice, y desde entonces mantengo esta apariencia”, detalló Germán Seminario, quien debía jubilarse en octubre de 2023, después de que laboró durante 50 años en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTPE)

Precisamente a través de familiares, como su abuelo, el sobrino nieto de Miguel Grau pudo conocer más sobre él y sus antepasados.

Una de las características que reveló sobre el héroe nacional es el gran cariño que tuvo hacia su esposa doña Dolores Cabero Nuñez. Siempre que regresaba de alguna misión, Grau se dirigía a su casa junto a su compañera, con quien estuvo casado durante 12 años y tuvo 11 hijos.

El ‘Caballero de los Mares’ solía escribirle cartas a su pareja, incluso cuando se encontraba en los buques. La comunicación con su familia siempre estuvo presente.

El carácter amoroso y afectuoso de Miguel Grau no se limitaba solo a su círculo cercano, sino que se extendía a sus amistades e incluso a sus enemigos durante la Guerra del Pacífico. Su disposición para la comunicación y la cercanía era evidente, incluso cuando estaba cumpliendo con sus responsabilidades marítimas.

Seminario también contó que días antes de embarcarse en el monitor Huáscar, su tío abuelo sintió la premonición de un posible desenlace fatal y decidió confesarse por última vez en el Convento de los Descalzos.

Miguel Grau temía no regresar para presenciar el crecimiento de sus hijos. Compartió estos temores con el sacerdote durante la confesión. También dio a conocer su inquietud por la posibilidad de no regresar al país. Este gesto revela la profunda conexión de Grau con sus responsabilidades familiares y su compromiso con el bienestar de sus seres queridos.

Es posible que también haya compartido sus pensamientos con sus subordinados en el Huáscar, incluyendo a figuras destacadas en la historia peruana como Melitón Carvajal y Diego Ferré. Se dice que Grau les manifestó que si la desgracia llegaba a su camino y él no podía regresar al país, tampoco lo haría el Huáscar. Este presagio se cumplió.

Preocupado por el bienestar de su esposa Dolores y sus descendientes, Miguel Grau aseguró que, en caso de cualquier eventualidad, no quería dejar a su familia desamparada. Por ello, se aseguró de dejarles un considerable respaldo económico para que pudieran continuar con su educación.