«Estoy contenta, va a tener 14 años para pensar en lo que hizo», había dicho Belén Torres, en 2019, cuando desde el Tribunal escuchó la condena que caería sobre su agresor, el anestesista Gerardo Billiris, por homicidio en grado de tentativa, abuso sexual con acceso carnal y suministro de estupefacientes agravado por su condición de médico.

A los 18 años, con la cara desfigurada, que ella misma exhibió en las redes, fue una de las víctimas del médico que golpeaba y abusaba de mujeres en su departamento de Palermo. Primero les facilitaba midazolam, propofol y fentanilo, drogas a las que tenía fácil acceso por su profesión.

Cinco años después de que Belén escuchara esa sentencia -estaba acusado por ataques contra dos mujeres, en 2012 y 2017, y la pena fue confirmada por Casación en 2021-, Billiris recibió otro revés judicial.

Fue por un segundo expediente en su contra, en el que enfrentó la acusación de suministro de drogas. Ahora la Corte Suprema de Justicia rechazó un planteo al respecto presentado por la defensa. Aunque ya recibió condena, Casación ordenó fijar un nuevo monto de pena y por eso fue que el caso llegó hasta la Corte.

El caso del anestesista tuvo gran cobertura mediática, por la gravedad de la acusación y la cantidad de mujeres agredidas. Planteaba hechos ocurridos entre febrero de 2013 y septiembre de 2014.

Billiris tenía 38 años cuando, como dice en la causa, «suministró estupefacientes a una joven de 18 años que había había conocido a través de una propuesta laboral».

Esa relación había comenzado como una oportunidad profesional, pero devino en una relación sentimental, hasta con convivencia, en el departamento del anestesista, en Beruti 4543.

Por la agresión sexual de 2012 también fue condenado el relacionista público Juan Martín Mercado a 6 años de prisión, mientras que el tribunal decidió absolver a Christopher Rosenthal Verdaguer, hijo de un reconocido operador de seguros, que había sido acusado de abuso sexual y de suministrarle drogas a Mercado.

El juicio había comenzado el 8 de noviembre de 2018. Son dos hechos por los que Billiris estuvo en el banquillo. Una joven modelo lo acusó de haberla drogado y abusado de ella junto a Mercado en ese departamento.

El segundo caso -que fue el primero en tomar notoriedad pública- fue el de Torres, a quien desfiguró a golpes en 2017. Por este hecho fue que acusaron al médico de intento de homicidio. Billiris también fue inhabilitado para ejercer la medicina por 10 años.

La fiscalía había pedido 28 años de prisión por el suministro de estupefacientes, abuso sexual agravado y tentativa de femicidio. Por su parte, el abogado querellante, Fernando Burlando, había solicitado 50 años de cárcel. La defensa iba por la absolución.

En sus últimas palabras ante el jurado, Billiris había dicho estar arrepentido: «Quiero poder criar a mi hija y pedirle perdón a la señorita Belén Torres. Yo nunca quise hacerle lo que pasó, a nadie se le hace una cosa así. Les pido perdón lo que habrán sentido los padres y ella. Le pido perdón a la familia».

Billiris también hizo mención a su adicción. «Necesito ayuda para salir de las drogas y seguir con el tratamiento. Estoy a disposición y quiero volver a ser la persona que fui y sobre todo a criar a mi hija”, sostuvo. Tanto Belén como su papá cuestionaron que haya «usado» a su hija como recurso ante los jueces.

El 24 de agosto de 2021, el tribunal oral condenó al anestesista a tres años y medio de cárcel por el delito de suministro de estupefacientes «a título gratuito para consumo personal, en concurso ideal con el mismo delito en su condición de médico».

Dicha decisión consideró que la relación era marcadamente desigual en edad, situación profesional y económica. Todas condiciones que facilitaron una dinámica «de control», que dio lugar al posterior abuso.

El 14 de septiembre de 2022, la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal revisó esa sentencia parcialmente y dio lugar a un planteo de la querella para anular el punto vinculado con el monto de la pena impuesta. La causa volvió al TOCF 8 porteño para que se fijara una nueva condena.

La decisión motivó un recurso extraordinario federal por parte de la defensa de Billiris, que fue rechazado y por eso sus abogados optaron por recurrir a una queja y terminar en la Corte, donde finalmente resolvieron su desestimación en tanto el planteo no se dirigió contra una sentencia definitiva.