Más de 37.000 pasajeros de Aerolíneas Argentinas están siendo afectados por la huelga de pilotos de 24 horas que arrancó el viernes a las 12 y termina este sábado a la misma hora. Fueron 319 los vuelos que tuvieron que reprogramarse y que provocaron el malestar y la indignación de los pasajeros que quedaron varados.
La medida de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) se produce en medio de un fin de semana que tiene una alta operatoria por los viajes de egresados y el inicio de la llamada spring week, las vacaciones de septiembre que tienen muchos colegios privados.
A diferencia de lo que ocurrió con el paro de los pilotos del viernes pasado, cuando la terminal aérea estaba colmada de pasajeros intentando viajar, ayer el escenario era diferente. Había menos gente, aunque con el correr de las horas se fueron acumulando más pasajeros frente a los mostradores de atención al cliente de la aerolínea de bandera. Al tiempo que crecían las filas, también crecía su enojo.
Además de la medida de fuerza de Aerolíneas, trabajadores de Intercargo hicieron de 11 a 13 hs asambleas informativas que complicaron el despacho de equipajes, con demoras en al menos 4 vuelos de otras aerolíneas como Latam, Paranair, Gol y JetSmart. En los mostradores de estas compañías había pilas de valijas acumuladas a la espera de que se pudieran despachar, como también ocurrió en el paro de la semana pasada.
Susana Mattar (57) regresó de Uruguay, a donde fue por trabajo, y tenía que volver ayer a su casa en San Juan. Le quisieron reprogramar recién para el miércoles, pero consiguió un vuelo alternativo para el domingo. “Mi hijo recibe su título hoy a la tarde (viernes) y mañana tengo el cumpleaños de mi hija y no llego”, se quejó.
Afirmó que la atendieron bien tanto en Uruguay como en Argentina, que están viendo qué soluciones le pueden dar, pero le dicen que no le pueden ayudar. Por eso se vino al aeropuerto, para ver si de la aerolínea se hacen cargo de las dos noches de hotel.
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Elisa Morales (40) es extranjera. Vino desde Ecuador, a pasar un par de días en Buenos Aires. Su destino final era Mendoza, donde había reservado un resort muy caro. “La mejor parte del viaje era ir al resort”, se lamentó en el mostrador de Flybondi, donde intentaba conseguir un vuelo alternativo.
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“Ya no queremos no volar. Solo eran dos días. Estamos luchando para recuperar el dinero. No nos vale el vuelo reprogramado de Aerolíneas Argentinas porque sería sólo una tarde allá”, señaló.
Leandro Barrera (43) y Natalia Burgos (38) también estaban en el mostrador de Flybondi, intentando conseguir una alternativa. Tienen que volver a Comodoro Rivadavia, a donde hay muy pocos vuelos, y están intentando viajar desde el miércoles. El jueves a la tarde les reprogramaron la salida desde Ezeiza para este viernes a las 12.35. Pero a las nueve de la noche les llegó la comunicación de Aerolíneas Argentinas notificándoles que el vuelo se cancelaba.
“La comunicación fue horrible, pésima. Hoy (por el viernes) desde las 7 de la mañana estamos intentando llamar y nada, ninguna respuesta. Mandamos e-mail, tampoco nada”, se quejaron. Estaban pensando en volverse en micro a la Patagonia para poder viajar ya.
Federico Costa (51) y Cristina Bandera (49) son una pareja de médicos de Montevideo. Estaban con su hijo autista. Llegaron a las 9 de la mañana a Aeroparque y a las 12 tenían que embarcar a Cataratas: recién hay vuelos para el lunes.
“Somos médicos los dos y hacer la coordinación de las vacaciones y las de mi hijo es un lío. Tengo una licencia programada. Necesito 4 meses de antelación para que me den la licencia. No tengo una flexibilidad de día y horario. Nos cagaron las vacaciones”, estalló él.
“Preferimos Aerolíneas Argentinas por sobre una low cost porque pensamos que era una compañía más seria”, dijeron.
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“Nuestro hijo es autista. Imagine la ansiedad que le provoca. Lleva una semana preguntando y aprendiendo portugués porque vamos a ir al lado brasileño también. Pregunta cuántas horas es el vuelo, cuánto tiempo. Todo lo que le genera ansiedad, lo descompensa”, explicaron por las complicaciones que en su caso genera esta situación impensada para ellos.
Desde Aerolíneas Argentinas dicen que no se moverán de lo ofrecido a los pilotos
Una gran pérdida económica -estimada entre 2 y 3 millones de dólares-, caídas en reservas y perjuicio sobre la marca, son algunos de los impactos que tiene el paro que están haciendo dos sindicatos aeronáuticos sobre Aerolíneas Argentinas, según dijeron fuentes de la empresa.
Fabián Lombardo, presidente de la aerolínea estatal, pidió perdón a los pasajeros afectados por el paro y habló sobre las implicancias que trae la medida de fuerza.
“La medida se basa en una cuestión paritaria. Están pidiendo porcentajes que ni la compañía ni el Gobierno pueden dar. Hay dos gremios que han aceptado los aumentos que dio la empresa. Pero el paro de hoy nos va a costar entre 2 y 3 millones de dólares”, sostuvo.
El funcionario remarcó que, además de las pérdidas operativas que trae el paro, la empresa está sufriendo un daño por la mala imagen que dejan las cancelaciones. “La marca Aerolíneas se ve dañada. Vemos, en el último tiempo, que caen las reservas en un 20 por ciento en lo doméstico y un 10 por ciento en lo internacional”, indicó.
En una entrevista con TN, el presidente de la empresa señaló que actualmente no tienen ningún tipo de mesa de diálogo abierta con el sindicato respecto a la cuestión salarial, y adelantó que no ofrecerán una propuesta superadora de la que ya se hizo.
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“En este contexto no hay mesa de diálogo abierta (con el sindicato). Mantenemos las posibilidades de la compañía. Aerolíneas hoy pierde plata. No tenemos más recursos para estar ofreciendo en el contexto en el que está el país”, sostuvo, y agregó que la aerolínea estatal tiene actualmente un déficit de 73 millones de dólares.
“En el objetivo de mejorar la rentabilidad hemos tomado decisiones que implican la salida de 1.500 personas, por ejemplo. Estamos trabajando, como lo pidió el presidente Milei, para que Aerolíneas no le cueste un peso a la Argentina”, dijo.
En la otra vereda, desde la Asociación Argentina de Aeronavegantes se mostraron conformes con el acatamiento de los pilotos al paro. “Lamentamos llegar a esta situación que es producto de una nula propuesta razonable y superadora por parte de las autoridades tanto de la empresa como del Gobierno. Seguimos sin recibir un llamado y, por lo tanto, entendemos que ellos son responsables absolutos de haber forzado la situación en la que nos encontramos”, informó la asociación en un comunicado de prensa.
Apenas unos días después de que una mujer dejara encerrado a su perro dentro de un auto durante horas y muriera, producto de la falta de oxígeno y el calor, en pleno microcentro de Rosario, este sábado se registró una idéntica situación en la misma ciudad, pero el final fue distinto: la policía rompió la ventanilla de un vehículo para salvar al animal.
Este nuevo incidente ocurrió en la intersección de San Luis y Sarmiento, donde una persona que pasaba por el lugar notó la presencia de un perro mestizo de pelaje marrón atigrado, que se encontraba en el interior de una furgoneta de color gris plata.
Tras realizar la denuncia, la policía llegó al lugar alrededor de las 17 y, ante la insistencia de algunos transeúntes, uno de los agentes procedió a romper un vidrio del utilitario, logrando liberar al can, según informaron medios locales.
Tras el momento de tensión, se corroboró que el animal se encontraba en buen estado y después fue retirado por la Policía Ecológica.
El martes pasado, la empleada de un comercio de calzados estacionó su auto por la mañana en pleno microcentro de Rosario y dejó dentro del vehículo a «Coco», su perro, con las ventanillas levantadas. Regresó siete horas después, según algunos testigos, y el animal estaba muerto, a causa de la falta de oxígeno y el calor.
La dueña de la mascota, que fue detenida por el incidente, se justificó y declaró que llevaba a ‘Coco’ a trabajar para no dejarlo solo en su casa.
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Por su parte Juan Emilio Molina, abogado de la mujer, descartó que su clienta deba afrontar un proceso judicial. “Es una contravención, ya que hay una ley penal de maltrato animal, pero que se aplica cuando es con mala intención, y éste no fue el caso. No corresponde ninguna pena porque se trata de un accidente”, explicó.
«Nadie quiere matar a su perro. Todos cometemos errores, y tampoco hay que salir a pedir cárcel. En esta ocasión se lo olvidó, y se trata de una tragedia», concluyó el letrado al dialogar con los medios.