En el Perú alrededor de 3.4 millones de hogares tienen un gato como mascota. Al igual que otros animales de compañía, los gatos pueden enfrentarse a problemas de salud, incluyendo enfermedades parasitarias, infecciosas y cardio-metabólicas.

Cuidar de estos encantadores felinos es crucial para mantener su salud y proteger a la familia, ya que ciertos agentes infecciosos, como parásitos, virus y bacterias, que los afectan pueden transmitirse a los humanos y causar enfermedades o zoonosis.

Por lo tanto, además de conocer cuáles son las enfermedades más comunes en los gatos, también se pueden tomar ciertas medidas de prevención para mantener saludables a estas mascotas.

Síntomas de posibles enfermedades en los gatos

Hay ciertas alteraciones en el comportamiento de los gatos que pueden ser síntomas de posibles enfermedades en los felinos como las siguientes:

• Vómitos y mareos
• Cambios en el apetito
• Diarrea o dificultades para defecar
• Aumento de peso excesivo y en poco tiempo
• Consumo mayor de agua y aumento de expulsión de orina
• Pérdida de pelo o aparición de costras en la piel
• Enrojecimiento en la boca, inflamación en las encías o mal aliento
• Jadeo, dificultad para respirar, tos o ruido al respirar
• Estornudos, mocos u ojos llorosos
• Dificultad para levantarse o echarse

La salud de los gatos

Es crucial subrayar la relevancia del cuidado de estas mascotas para asegurar su bienestar y evitar enfermedades que puedan impactar tanto a los animales como a sus dueños.

La importancia de una tenencia responsable de animales de compañía como los gatos es especialmente destacable en relación con la salud pública. “Esto no solo incluye ofrecer una alimentación adecuada y un entorno seguro, sino también garantizar que las mascotas reciban visitas regulares al veterinario para controles preventivos, como desparasitaciones y vacunaciones”, afirma Juan José Fresan, Gerente de Salud Animal de Boehringer Ingelheim para Perú.

Debido a su comportamiento habitual, como cazar o deambular, los gatos pueden infestarse con diversos parásitos al mismo tiempo, como pulgas, garrapatas y parásitos intestinales, lo que debilita su sistema inmunológico y compromete la eficacia de vacunas, como la de la rabia, afectando su salud general. Además, estos parásitos pueden ser transmitidos a los humanos, especialmente a niños, mujeres embarazadas o personas con el sistema inmunológico debilitado.

7 consejos básicos para cuidar a los felinos

El cuidado de las mascotas es fundamental para garantizar que lleven una vida sana y feliz, mientras se resguarda también la salud de toda la familia. El bienestar de los gatos es una responsabilidad, por lo que es importante tener en cuenta ciertos cuidados, como los siguientes:

1. Mantener los espacios donde vive el gato lo más limpios posible: una buena higiene disminuye el riesgo de parásitos. Por eso se recomienda limpiar con frecuencia su entorno, incluyendo la cama, juguetes y áreas comunes.
2. Controlar las actividades de caza o deambulación del gato: restringir su acceso al exterior reduce su exposición a parásitos y otros peligros. Hay que mantener al gato dentro de casa o supervisar sus salidas.
3. Administrar los productos parasiticidas de manera adecuada: aplicar los antiparasitarios recomendados por el veterinario de forma regular y siguiendo las indicaciones para mantener al gato libre de parásitos.
4. Consultar siempre con el veterinario de confianza: mantener una comunicación constante con el veterinario para seguir el mejor plan de salud para el gato. Los chequeos regulares son clave para detectar y prevenir problemas de salud en los felinos.
5. Brindar una alimentación de calidad y adaptada a las diferentes etapas de su vida: hay que tener en cuenta que los gatos cachorros tienen necesidades diferentes a las de los felinos adultos. Una alimentación adecuada puede prevenir el sobrepeso en estas mascotas.
6. Dar agua limpia y en abundancia: lo ideal es que el agua sea servida en bebederos de acero inoxidable y aluminio. Se recomienda que sean colocados en diferentes partes de la casa para que el gato tenga el agua disponible cada vez que desee. De esta manera se evita la deshidratación en los felinos.
7. Ofrecer un rascador para limarse las uñas: esto sirve para evitar que el gato recurra a rascar los muebles, el sillón o las cortinas. Los felinos necesitan rascar para estirar su cuerpo y tonificar los músculos de su cuerpo como piernas, hombros y espalda. La tonificación muscular previene o retrasa la sarcopenia en los gatos, que es una enfermedad caracterizada por la pérdida de masa y fuerza musculares.

Más información:

¿Por qué ronronean los gatos?

El ronroneo de los gatos es un fenómeno que suele asociarse con el estado de bienestar y contento del animal. Estos felinos realizan esta acción principalmente cuando se sienten relajados y seguros, ya sea mientras están siendo acariciados, descansando o amamantando. También lo hacen en situaciones de estrés o dolor, lo que les permite encontrar alivio.

Este sonido, producido por las vibraciones de los músculos de la laringe y el diafragma, tiene un efecto calmante tanto para el gato como para los humanos que los rodean. La baja y constante frecuencia del suave zumbido del felino puede favorecer la curación de sus tejidos, aliviar el dolor y la inflamación, y fortalecer su sistema inmunológico.

Cuidado de salud de los gatos en invierno

Aquí les ofrecemos algunos consejos para que sus gatos disfruten de un invierno saludable y eviten enfermarse.

• Evite que su gato se resfríe. Tanto si su gato vive únicamente en interiores como si sale ocasionalmente al patio, es importante estar atento a los cambios de temperatura.
• Dentro de casa, asegúrese de que la calefacción no esté demasiado alta y de que no haya diferencias significativas de temperatura entre las habitaciones, para que su gato mantenga una temperatura corporal adecuada mientras se desplaza por toda la casa.
• Si su gato es de los que salen al patio, evite que lo haga en los días más fríos. Si salir es imprescindible, intente abrigarlo con una bufanda o algo similar.
• Recuerde que los gatos más vulnerables durante el invierno son los gatitos menores de un año y los gatos mayores de siete años.
• En ambos casos, es esencial fortalecer su sistema inmunológico y defensas mediante la administración de sus vacunas anuales.