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SOCIEDAD

Tenemos un dilema: el problema es la corrupción

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Alea iacta est. La frase del latín quiere decir algo así como “la suerte está echada”. ¿Pero es así? ¿La suerte está echada? Es muy difícil predecir lo que va a pasar con el Gobierno de Milei, el gobierno que votó la mayoría y que recibe el embate de las malas viejas costumbres. La corrupción resiste. El sistema que ha defraudado a los argentinos durante décadas se resiste a abandonar el poder. Es el poder en los pasillos, entre bambalinas, el poder que se maneja en las sombras, y que no quiere saber nada de cambios. Descubrir un nicho de corrupción Se parece mucho a patear un nido de avispas; algunos terminan picados, otros huyen despavoridos, otros se ponen barro en las picaduras, y se meten en el barro. Y así se han ido (o los han rajado), numerosos funcionarios que empezaron en esta gestión hace apenas 6 meses.

Aquellos que traigan buenas intenciones y tengan el poder para cambiar las cosas se van a dar cuenta que no es suficiente tener el poder y las buenas intenciones. Van a tener que aguantar y perseverar, resistiendo el ataque opositor y soportando también el “fuego amigo”. Inmediatamente después de hacer una denuncia ante la justicia los que quieran limpiar a la política argentina se van a topar con las manos negras que se mueven detrás bambalinas. Esas manos negras y serpenteantes que van a dejar manoseado en el mismo barro a los que quieran cometer el sacrilegio de romper viejos esquemas de corrupción que han drenado millones y millones de dólares para combatir la pobreza, y que lo único que generaron es más pobreza (no para sus arcas personales)

Que el ministerio es muy grande, que el ministro/a no tiene experiencia. Que es toda una operación en contra de beneméritos funcionarios que ahora caen en desgracia por su propia incapacidad para actuar con transparencia. Que forma parte de la interna del Gobierno dicen otros que dentro del mismo gobierno cuestionan el accionar de una persona o un equipo. Que no tiene la capacidad para llevar adelante ese ministerio, que le dieron un monstruo inmanejable. Que es mucho para uno sólo….

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Con este criterio podríamos decir que un presidente siempre va a ser superado por la enorme burocracia que tiene que gestionar, “porque uno sólo no puede”. Por lo tanto, cuestionar a un ministro de un presidente en este contexto, es cuestionar al presidente mismo ya que en la previa no tuvo ninguna experiencia de gestión.

Y así se trata de deslegitimar a un gobierno recién parido.

Son tantas las operaciones que no terminás de saber quiénes son, quién es quién dicen en los pasillos del gobierno. Alguien que no está acostumbrado a este “sistema” mientras avanza con la bandera de la transparencia empieza a entender sus limitaciones, se siente una hormiga luchando contra un elefante. Y cada mañana en el desayuno lee las nuevas denuncias penales que le hicieron, los mismos que defienden el esquema de corrupción. Y si no aflojan, si no ceden, si no “comparten”, o no se corren, empiezan las amenazas.

“Te quieren afuera“. “Sos un grano en el ….” “Sos incómodo”, dicen en confianza quienes padecen los anticuerpos del esquema corrupto que defiende “sus conquistas históricas” con uñas y dientes.

Llevamos décadas de administraciones que en lugar de habernos puesto en la mejor situación nos han empobrecido. Diciendo que trabajaban para la gente han generado fortunas personales obscenas, criminales. Hay investigaciones en curso. Van avanzando en silencio, mientras la vieja corrupción se defiende en público tratando de igualar, de nivelar para abajo, de seguir mezclando a todos en el mismo lodo para que se revuelquen en la misma vergüenza que siente el pueblo. Vergüenza ajena claro.

En el viejo ministerio de Desarrollo Social, adonde toques vas a encontrar mugre. Adonde audites vas a encontrar delitos. adonde preguntes vas a encontrar curros. Hay un equipo de auditores y abogados en este momento trabajando para destapar más ollas, y esto se conocerá en breve. Habrá que ver que hacen los jueces y los fiscales.

Capas geológicas históricas de funcionarios que saben cómo funciona el sistema que dice favorecer a la gente pero que termina favoreciendo a los “amigos”. Una máquina, cuyo aceite es “la guita” que se filtra en las hendijas fabricadas adrede para llevar los bolsos del otro lado del mostrador, (o de la medianera). Un esquema en el que, sin importar el color político, se han ido rotando en el manejo para seguir con el Curro.

Por eso, para aquel que golpee al nido de avispas está reservada una reacción furibunda contundente, que incluye situaciones como las de depósitos llenos de alimentos con fecha de vencimiento cercana, destinados para hacer frente a emergencias, y que tenían que tirar si alguien no avisaba. Y de quién iba a ser la culpa sino del ministro o el secretario que no camina por los depósitos. Alguien avisó, otro declaró ante escribano, y el plan para voltear a la ministra “inexperta” a cargo de un “monstruo inmanejable” se desbarató. La leche no venció y se está repartiendo, pero la mala leche sigue intacta, entera, sin fecha de vencimiento, esperando el momento.

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¿Un ministro debe estar en los depósitos revisando la fecha de vencimiento de la comida? O hay empleados y funcionarios que lo hacen y deben “chiflar” antes de que se produzca el desastre. Al parecer alguno se quedó calladito esperando el momento, sin importar el daño a la gente y a los recursos del estado, pero lo descubrieron a tiempo. A ese funcionario “lo volaron” pero en las estructuras queda mucho por trabajar.

La Justicia ordenó inspeccionar los galpones con alimentos de Capital Humano. (Foto: AFP/Juan Mabromata – Drone de TN)

“Es una inútil no sabe a dónde está parada no tiene capacidad para manejar semejante ministerio”, dicen por lo bajo los ajenos y algunos propios, que juegan intereses que pueden estar reñidos con los intereses de la sociedad. Y estas frases se replicaron en cadena nacional prácticamente. Y Cristina, no se privó de meter su cucharita para darle un empujón hacia el abismo a la ministra, que, por decisión del presidente, resiste, y promete seguir resistiendo.

Según las reglas de la corrupción vernácula institucionalizada, la andanada de ataques del “sistema” sigue, hasta que renuncia el funcionario en cuestión, y si el funcionario no frena aparecen las amenazas. Primero para el funcionario después para su familia. Y no todos se la bancan. ¿Entendés por qué algunos renunciaron?

A este esquema se suma, y con motivos, la presión de la gente que está viviendo mal, y viendo una parte de la película nada más, una película en la que los protagonistas, la gente, son espectadores sin posibilidad de opinar, pero con obligación de aceptar… (otra vieja costumbre)

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La corrupción es experta en manipular situaciones para que aparezcan los funcionarios apuntados como los responsables del daño y como los corruptos. Acumulando denuncias, que los empujan fuera de su cargo. “Esta es una caja de capital humano” … repitieron, hasta que alguien, ante escribano, declaró la verdad, que ahora está en manos de la justicia.

La estrategia de la corrupción es nivelar para abajo en el aspecto ético, entonces todos son iguales, es decir, corruptos, y nadie es distinto a la hora de pretender un cambio. (la “conversación” de Juan Grabois con Leila Gianni en tribunales, es un ejemplo cabal, en el que él le respondía a Leila Gianni con cuestionamientos, ante los cuestionamientos de la abogada).

La idea Está instalada en la gente. “Todos son iguales”, entonces todos los funcionarios están bajo sospecha.

Y encima “esta Leila” es una cuca panqueque que ahora es libertaria. Se rasgan las vestiduras algunos que como todo cuestionamiento esgrimen los cambios de color político de la funcionaria.

¿Importa de dónde viene el funcionario? ¿Importa a quién apoyó antes? ¿O interesa que realmente destape La corrupción? Y cuando hace esto, ¿a quién “molesta”?

No hay peor astilla que la del mismo palo, dicen los abuelos. Y lo dicen porque saben que el que más conoce de los secretos que alguien no quiere contar es quien estuvo a su lado. Fueron muchos años. Fue mucho el daño.

Por eso, bienvenidas las Leilas y todos Los funcionarios que van a ir a buscar la merda a donde saben que está (y hay camiones de merda).

Lo más significativo es que sabemos que no nos va a sorprender. Porque todos sospechamos que ahí está, aunque siempre nos dijeron que “traigan” pruebas mientras no nos negaban la corrupción. No eran honestos por convicción sino por “falta de pruebas”.

¿Importa de dónde vienen funcionarios o lo que importa es que pertenezca al grupo de argentinos que piensan que el peor enemigo es la corrupción y no el que piensa distinto?

Sólo para quien tenga una fuerte convicción y se aguanta que su honra sea tirada a los cocodrilos, es este momento. A cada paso te encontrás con un escándalo y en el medio de ese escándalo está tu foto, se quejan algunos. Para que la honestidad tenga lugar en la política hay que tomar medidas duras y eso no te lo perdona el “sistema”.

La renuncia del jefe de asesores de Sandra Pettovello, Fernando Szereszevsky, tuvo una excusa que nadie puede validar con sentido común. Lo que hay detrás es la marejada defensiva de la corrupción que incluye hasta amenazas que pueden hacer que la presión sea insostenible para muchos, porque cuando te tocan a la familia, te desarmás.

Y así va… surfeando, el que quiere enfrentar a la corrupción, sacudido por una ola que lo quiere tirar a la playa a los tumbos, y sacarlo de la competencia.

El ministerio de capital humano ha perdido a muchos colaboradores por distintas causas, unos están enojados, otros asustados, otros hastiados, y todo conspira en la interna para que “la libertad no avance”.

Ya pasará repiten. Ya pasará se convencen. Ya pasará dice el presidente. Pero desde las sombras, la corrupción agazapada también dice, ya pasará… y apuestan a que el gobierno caiga; lo que sería una catástrofe peor que si llegara hasta el último día y hubiera construido un mal gobierno.

Ya pasará dice la gente que te cruzás por la calle y te lo dice juntando las manos como si rezara, con el deseo de que así sea; la gente que por ahora aguanta, pero necesita señales de recuperación económica para vivir mejor mientras aplaude las denuncias de corrupción.

La gente espera estar mejor, y también, en general, el ciudadano común tiene la esperanza de un cambio, y pide menos discursos altisonantes, y más diálogo para generar consensos. El problema es … ¿Cómo dialogás con quien considerás traidor a la patria…? ¿Cómo negociás con la corrupción…?

Sabio será no meter a todos en la misma bolsa, y separar la paja del trigo…. así puede haber una buena cosecha.

Suaviter in modo, fortiter in re, decían los romanos en el primer siglo de la era cristiana. Fuerte en los principios, suave en las maneras, una buena frase en latín que puede usar el gobierno para sumar a su estrategia. Al parecer la nueva jefatura de gabinete esgrime un estilo acorde a la frase. Aunque en esta bendita Argentina el resultadismo es una costumbre, no sólo futbolera… Y lo que se espera es que lo prometido se cumpla en los hechos. Si no, los esfuerzos para sacar a los corruptos a patadas en el tujea, habrán sido en vano, sin mejoras en la vida de la gente. Alea iacta est (la suerte estará echada) y el peligro es que vuelvan…“perfeccionados”. Mejores sabemos que no.

Corrupción, Ministerio de Capital Humano

SOCIEDAD

Una prepaga grande ya anunció el aumento de agosto con un fuerte cambio respecto de julio

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El ex director ejecutivo del PAMI y doctor en medicina Carlos Regazzoni tuiteó hace unas -con perdón del anacronismo- que “las prepagas están perdiendo del 8 al 10% de sus afiliados hasta el momento. Y va a empeorar”, algo que atribuyó a “medidas desde un principio inadecuadas”, en alusión a la política libertaria para el rubro.

Como sea esa sangría, de tal calibre o algo menor según lo que admiten las propias empresas, probablemente haya empezado a ser un ordenador de precios de las cuotas, en busca de recomponer un maridaje muchas veces roto en función del bolsillo raído de los clientes.

Como ocurrió el mes pasado -en la víspera del relanzamiento de los precios liberados tras el primer intento fallido de enero-, Medicus volvió a hacer punta en el anuncio de la suba, esta vez para las facturas que vencerán en agosto. El índice comunicado se ubica muy por debajo del ajuste anterior, aunque algo por encima del último valor de inflación conocido hasta ahora.

El aumento de agosto será del 4,96 por ciento, mientras que el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo -en una semana se conocerá el de junio- fue del 4,4 por ciento. La cifra es bastante inferior al 8,075 por ciento de aumento que Medicus había aplicado en julio, cuando el dato de inflación vigente entonces era el de abril, del 8,8 por ciento.

En julio reinó una burocracia ambigua, por la que para algunas empresas la inflación de referencia fue la de abril -enviaron las cartas a los afiliados antes de conocerse el IPC posterior- y para otras, la de mayo. Ahora es posible que esa lógica se repita, ya que cada prepaga puede informar su aumento cuando lo considere, con la condición de que lo haga 30 días antes de la fecha de facturación.

La cuota de Medicus subirá en agosto el 4,96 por ciento, contra el 8,075 de julio. Foto: Fernando de la Orden

En su comunicación a los afiliados, fechada el último viernes, Medicus insiste en un concepto reiterado con frecuencia desde el sector: “Queremos comunicarle que continuamos haciendo los mayores esfuerzos para atenuar los efectos de la inflación sobre el poder adquisitivo de nuestros asociados, aun considerando que la inflación de la salud es, en todos los países del mundo, superior a la estándar”.

Y agrega: “Con base en lo mencionado, y con la intención de mantener la más alta calidad médica e innovación tecnológica, así como también continuar la mejora en los valores prestacionales para profesionales e instituciones, el costo de su plan médico de agosto se ajustará un 4,96%”.

Polémica de cara al futuro del sector

De esta manera, los precios de la medicina privada parecen empezar a acomodarse tras la puja con la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) que terminó con una tregua en sede judicial. El titular de la SSS, Manuel Oriolo, posteó la última semana en la red X, a propósito del conflicto en apariencia superado: “Terminamos con los controles de precios que eran la principal distorsión del mercado de empresas de medicina prepaga. Ahora, las entidades compiten libremente lo que genera más y mejor oferta para todos los beneficiarios”.

Oriolo agregó: “Defendimos a la clase media ante los aumentos abusivos y la cartelización de las prepagas. Exigimos que se devuelva lo cobrado de más y la Justicia falló a favor del organismo. Hoy la mayoría de los aumentos están por debajo del índice de IPC”.

Hay un detalle extra que se desprende del nuevo anuncio de aumento de Medicus: se consolida -por segundo mes consecutivo- la pérdida de los afiliados en el esquema de devolución en 12 cuotas del dinero cobrado por encima de la inflación entre enero y mayo, debido a la tasa de ajuste anclada en el índice de plazo fijos del Banco Nación, que como se sabe es del 2,5 por ciento mensual.

En resumen, ¿el escenario se ha reparado como describe Oriolo o el daño crece como asegura Regazzoni? Difícil ensayar una respuesta taxativa, aunque es probable que la clave se aleje del blanco o negro y se acerque a un color hoy imaginario, que es el que suele postular el sanitarista Rubén Torres cuando señala que si la salud pública brindara un servicio más seductor que expulsivo, toda la polémica de estos últimos meses en torno a la suba de las prepagas no habría tenido la menor importancia.

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