Juan Schiaretti llega a las elecciones del 22 de octubre como el cuarto candidato más votado en las PASO, donde cosechó poco más del 3,7%. Esa performance le permitió superar el piso necesario para participar en las generales y le aseguró un lugar en el debate presidencial.

A continuación, un repaso sobre sus propuestas, su plan de gobierno y el perfil del candidato de Hacemos por Nuestro País, el sello con el que el cordobés lleva como compañero de fórmula a Florencio Randazzo.

La plataforma de gobierno publicada en la página oficial de Hacemos por Nuestro País comienza con una definición que Schiaretti utiliza en sus spots de campaña: “Queremos un país normal”.

Luego desglosa ese objetivo con seis ejes destacados: democracia con calidad institucional, federalismo real, economía sana y vigorosa, educación de calidad, salud pública al alcance de todos los argentinos y seguridad ciudadana.

Sobre el primer punto, plantea los siguientes desafíos: “fortalecer la institucionalidad republicana, potenciar la transparencia y practicar la plena rendición de cuentas con participación ciudadana”.

En lo que respecta la necesidad de tener un país federal, sostiene que “una prioridad ineludible es la reconstrucción del sistema ferroviario” y señala que es fundamental “avanzar con la materialización de las conexiones bioceánicas y la reconstrucción de la infraestructura de las vías terrestres”.

Como parte de ese apartado, también plantea “acordar un convenio de coparticipación federal real, equitativo y justo”.

En el ámbito económico, el cordobés detalla las medidas que tomaría para bajar la inflación: “Prudencia y disciplina en la emisión monetaria, equilibrio fiscal, recomposición de reservas, defensa de la competencia, incentivo a las inversiones y una inteligente política de ingresos”.

También enumera sus propuestas para incentivar la producción: una política tributaria que aliente la inversión con empleo; un sistema simple y accesible de créditos a la producción; una política específica para alentar la creación de nuevas empresas y un aumento sostenido en la inversión en tecnología y ciencia.

En materia educativa, la plataforma electoral de Hacemos por Nuestro País se compromete a: asegurar la universalización de las salas de tres años; ampliación de la jornada extendida en el nivel primario, incluyendo idiomas y robóticas en todas las escuelas; crear un “cuarto nivel” educativo destinado a adultos y asociado al mundo del trabajo.

Sobre las medidas que tomaría en materia de salud, señala: impulsar una reforma que establezca una autoridad única del Sistema Nacional de Salud; crear un Sistema Integrado de Atención de Salud Mental; y propiciar un avance de la digitalización, entre otros aspectos.

El apartado sobre seguridad plantea la necesidad de “una nueva ley de armas que considere que la tenencia requiere una situación de excepcionalidad y que refuerce el control sobre las mismas”.

Además, propone crear un Consejo Federal para mejorar el servicio de la Justicia Federal y poner en marcha el sistema acusatorio en todo el país; y reformular el trabajo en materia de inteligencia criminal.

Nacido el 19 de junio de 1949 y de profesión contador, Juan Schiaretti está finalizando su tercer mandato como gobernador de Córdoba.

Fue elegido por primera vez como mandatario provincial en 2007, como sucesor de José Manuel de la Sota. Retornó al cargo en 2015, tras un paso como diputado nacional.

Desde su posición al frente de la segunda provincia con mayor cantidad de electores del país, “El Gringo”, como se lo conoce, se transformó en la principal referencia del peronismo no kirchnerista y mantuvo una relación distante con el oficialismo.

La militancia peronista llevó a Schiaretti a exiliarse en Brasil durante la última dictadura, donde llegó a ser vicepresidente de Fiat y entablar una relación cercana con Mauricio Macri, quien en ese momento estaba al frente de Sevel, representante de la automotriz italiana en la región.

Ya en los ’90 fue funcionario de Carlos Menem y trabajo cerca del ex ministro de Economía Domingo Cavallo. En 2003 fue elegido como vicegobernador de Córdoba en una fórmula encabezada por De la Sota.

En 2008, poco después de que “El Gringo” asumiera como gobernador, estalló el conflicto del por entonces gobierno de Cristina Kirchner con el sector agropecuario.

Esa situación marcó un distanciamiento definitivo que convirtió a Córdoba en un escenario particular: si bien en 2015, 2019 y 2023 la oposición siempre obtuvo buenos resultados a nivel nacional, en el ámbito provincial el peronismo local logró mantenerse en el poder.