Luego del escándalo que sacudió al fútbol uruguayo, Ricardo Caruso Lombardi ha dejado su puesto como director técnico de Miramar Misiones. El entrenador argentino había sido notificado de que recibirá una «sanción ejemplar» de parte del Tribunal de Disciplina de la Asociación Uruguaya de Fútbol y decidió presentar la renuncia, la cual fue aceptada este miércoles por Edgardo Lasalvia, asesor deportivo del club.

El incidente que precipitó la salida de Caruso Lombardi ocurrió durante el último partido contra Liverpool, en el que Miramar Misiones cayó por 2-1. Durante el encuentro, el DT argentino fue expulsado y, antes de abandonar el campo, insultó al árbitro Javier Freres con términos racistas, llamándolo “negro de mierda, jetón”. El hecho fue capturado en video, lo que provocó una ola de indignación en todo el fútbol uruguayo.

Caruso Lombardi, conocido por su habilidad para salvar equipos del descenso en el fútbol argentino, expresó su arrepentimiento por el incidente en una entrevista con el programa «100% Deporte» de Sport 890. “Mi posición es irme de Miramar Misiones. Yo no puedo estar cinco partidos sin dirigir a mi equipo. Me van a dar cinco partidos de suspensión porque van a usarme de ejemplo. Ayer tuve un día amargo”, afirmó el técnico, anticipando su futuro inmediato.

Además de disculparse públicamente, Caruso reconoció que se comunicó directamente con Freres para pedirle perdón por sus palabras ofensivas. “Yo me doy cuenta cuando los árbitros me tratan mal. Siento que le caigo mal. Vengo de un país donde estoy enfrentado al poder, estoy enfrentado a full con Claudio Tapia, quien es amigo del presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (Ignacio Alonso Labat)”, señaló Ricardo.

“Los árbitros y los cuartos están muy celosos con el tema mío después del partido con Nacional. Yo no estoy cómodo, no me siento bien. Me ponen 70 micrófonos, la cámara enfocándome todo el tiempo, esperando algo mío”, comentó Caruso y agregó que siente una “presión extra” por su trascendencia mediática. “No quiero perjudicar al club. Yo no soy de protestar de la forma que lo hice el lunes. Reaccioné mal y son cosas que no me suelen pasar a mí”, agregó.

La reacción de Caruso Lombardi no solo afectó su reputación, sino que también agravó la situación de Miramar Misiones, un club que ya enfrentaba serias dificultades deportivas. El equipo marcha último en la tabla del torneo Apertura, con solo 8 puntos en 13 partidos y una sola victoria en todo el campeonato. Además, está en riesgo de descender, aunque al ser un recién ascendido, su promedio de puntos se calcula de manera distinta, lo que podría darle una oportunidad de salvarse.