WASHINGTON.- Nuevas revelaciones sobre las fallas de seguridad en el acto en el que resultó herido el expresidente Donald Trump generaron nuevos cuestionamientos sobre las fuerzas encargadas de seguridad, trenzadas en acusaciones cruzadas.

El hombre armado que intentó asesinar a Donald Trump disparó desde un techo que el Servicio Secreto de Estados Unidos había declarado fuera de su perímetro de seguridad, una omisión fatal que puso bajo un fuerte escrutinio tanto a la agencia como a los responsables de seguridad locales.

Además, se supo que la policía local que fue asignada por el Servicio Secreto para ayudar a detectar amenazas entre la multitud se encontraba dentro del edificio donde un hombre armado se había posicionado en el techo para dispararle al expresidente, según un funcionario del Servicio Secreto informado sobre el incidente.

Desde el interior del edificio de Agr International, vieron a un hombre que actuaba furtivamente, caminando de un lado a otro del edificio con algo de equipo, y llamaron por radio a un puesto de mando del Servicio Secreto para alertarlos, dijo el funcionario, hablando bajo condición de anonimato debido a la actual situación. investigación.

Las revelaciones se suman a la creciente lista de preguntas sobre el plan del Servicio Secreto para asegurar áreas fuera del perímetro y sobre la incapacidad de las fuerzas del orden para actuar con suficiente rapidez ante múltiples alertas tempranas de actividad sospechosa.

Dos agentes de la policía local de Pensilvania fueron a comprobar una llamada de una persona sospechosa y estaban solos cuando uno de ellos, levantado por su compañero para que revisara el techo, se enfrentó al agresor, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, dijo el comisario del condado de Butler, Michael Slupe, en una entrevista.

Eso expuso un gran agujero de seguridad, dijo Kenneth Valentine, un ex agente especial del Servicio Secreto: “No debería haber podido subir al techo”.

El agente indicó que la agencia también debería haber tenido a alguien vigilando los tejados y capaz de detener la amenaza como la siguiente línea de defensa.

El Servicio Secreto dijo desde el tiroteo que el edificio a aproximadamente 140 metros del escenario donde Trump habló estaba fuera del área que había asegurado para el evento al aire libre, mientras que la policía local y estatal señalaron que no era su responsabilidad.

Ese descuido permitió a Crooks acceder al techo sin obstáculos y disparar directamente a Trump, rozando su oreja, matando a un asistente al mitin e hiriendo a otros dos asistentes.

“El Servicio Secreto dijo que el edificio estaba fuera del perímetro. Eso no es cierto. Debería haber estado dentro del perímetro”, dijo un ex agente del Servicio Secreto en una entrevista. “Esto es un fracaso masivo”.

Ambos ex funcionarios del Servicio Secreto dijeron que la agencia debería haber identificado el edificio como un riesgo para la seguridad y haber asumido la responsabilidad de que no se pudiera acceder al mismo.

El presidente Joe Biden ha ordenado una investigación independiente sobre cómo el agresor pudo haber estado tan cerca de matar a Trump a pesar de la fuerte seguridad brindada en el evento del sábado en Butler, Pensilvania. La agencia también enfrenta investigaciones del Congreso.

Entre las preguntas que se hacen las diversas investigaciones en curso, además de qué salió mal, está el interrogante sobre cómo coordinaron su estrategia de seguridad el Servicio Secreto con la policía local.

El comisario Slupe aseguró que los agentes del sheriff del condado de Butler no eran responsables de la seguridad dentro o fuera del perímetro.

La Policía Estatal de Pensilvania, que ayudó a dotar de personal al evento, también dijo que no era responsable de asegurar el edificio, propiedad de la empresa de equipos de embalaje AGR International.

Aún así, el Servicio Secreto aseguró que los agentes de seguridad locales eran los responsables de proveer la seguridad en ese edificio.

“Si bien el Servicio Secreto es en última instancia responsable de garantizar la seguridad del expresidente, ese edificio en particular que estaba fuera del perímetro del evento fue asegurado por las autoridades policiales locales”, explicó el vocero del Servicio Secreto Anthony Guglielmi a The Wall Street Journal.

El Servicio Secreto suele adoptar un enfoque de varios niveles para proteger los eventos, pero sus propios agentes se encargan en particular de asegurar el círculo interno que rodea al protegido. En tanto, los agentes locales ayudan con el control de multitudes y a menudo están encargados de asegurar estructuras fuera del perímetro de seguridad en los eventos.

Tal como está estipulado, los Servicios Secretos utilizan equipos de francotiradores para asegurar el perímetro, como ocurrió durante el evento de Trump. Antes de los acontecimientos, también visitan empresas y edificios cercanos, pero confían en las autoridades locales como expertos de los alrededores, según precisó Guglielmi al medio estadounidense.

“Van a conocer los callejones, las carreteras”, dijo Guglielmi.

En una entrevista con ABC News, la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, señaló que pasó “un período de tiempo muy corto” entre que el sospechoso fue descubierto en el techo y que disparó contra el expresidente.

“Buscar a esa persona, encontrarla, identificarla y finalmente neutralizarla se llevó a cabo en un período de tiempo muy corto, y eso lo hace muy difícil”, apuntó.

“La responsabilidad es mía”, afirmó Cheatle. “Soy la directora del Servicio Secreto y tengo que asegurarme de que estamos realizando una revisión y de que estamos proporcionando los recursos necesarios a nuestro personal”.

Además, mencionó que las autoridades locales tenían la labor de asegurar el edificio desde el que el tirador disparó antes de ser “neutralizado” por un francotirador del Servicio Secreto, y confirmó que la policía local estaba presente dentro del edificio mientras el atacante estaba en el tejado.

Por el contrario, el teniente coronel de la policía estatal de Pensilvania, George Bivens, aseveró en una sesión informativa el domingo que las fuerzas de seguridad trabajaron en conjunto con los Servicios Secretos “para proporcionar todo lo que se solicite”, dijo, “pero ellos son los líderes”.

Slupe indicó que los agentes de policía locales de Butler Township respondieron a los informes de una persona sospechosa vista caminando por la zona. Los agentes recibieron una fotografía del individuo, pero no les dijeron que estuviera armado, afirmó.

El oficial dijo que a Trump no se le habría permitido subir al escenario si la policía hubiera sabido que había un individuo sospechoso en el techo.

“Escuche, si él hubiera estado en el techo y hubiésemos tenido esa información y yo la hubiera escuchado, nunca habría dejado que ese presidente saliera a esa pasarela”, dijo Slupe en una entrevista telefónica.

Uno de los oficiales fue ayudado a subir al techo por otro colega, y allí el tirador se dio la vuelta y le apuntó con su rifle, dijo Slupe. El oficial se dejó caer al suelo. Los delincuentes abrieron fuego contra el presidente poco después, dijo.

Agencias Reuters y AP