A pocos días de que los legisladores tucumanos desestimaran un pedido de juicio político contra el presidente del Tribunal de Cuentas de Tucumán, Miguel Terraf, se conoció que el cuestionado funcionario tiene contratado a 11 de los 15 jugadores del plantel superior de rugby del club Natación y Gimnasia, del cual es un activo socio e histórica autoridad.

Así lo dio a conocer el abogado Marcos Aníbal Rougés, quien presentó semanas atrás un pedido de juicio político contra Miguel Chaibén Terraf.

Según reveló el letrado, Terraf designó en el Tribunal de Cuentas local a 11 jugadores de Natación y Gimnasia, tradicional club de rugby tucumano que hoy presidente Juan José Terraf.

El apartado F del pedido de destitución presentado por Rougés se titula “el equipo de rugby propio”, donde compara a Terraf con el ruso Roman Abramovich -otrora propietario del Chelsea de Inglaterra o con Ronaldo Nazario y David Beckham, luego de que el primero compró el paquete accionario del Valladolid de Esapaña y el segundo es el fundador del Inter Miami, entre otros.

Allí, señala que Terraf “concretó ese mismo sueño sin haber desembolsado un peso de su dinero para cumplirlo”, sino que “con fondos estatales y designaciones discrecionales, financia a buena parte del plantel titular del equipo de Natación y Gimnasia”.

“Quizá su buena racha actual tiene como fundamento que sus ingresos asegurados por el denunciado les permiten ocuparse con mayor tranquilidad al deporte”, plantea el denunciante Rougés, tras recordar que Natación y Gimnasia se consagró campeón del Torneo Anual de Rugby de la Unión de Rugby Tucumana (URT).

Junto a su denuncia, Rougés adjuntó un cuadro donde indicó “dónde trabaja en ese momento cada uno de estos rugbistas, que demuestra que el equipo de rugby de Natación y Gimnasia ha sido financiado por el denunciado, que por otra parte es una autoridad histórica de dicho club”.

En declaraciones al programa Mil Disculpas (Tucma TV), Rougés sostuvo que la designación de jugadores de Natación en el Tribunal de Cuentas “es la demostración más patente y patética en la que un organismo de control de imposición de fondos públicos surja la designación de un equipo como si fuera un miembro más del Tribunal de Cuentas”.

En ese sentido, sostuvo que “el organismo renunció a su misión básica de control y empezó a favorecer a sus allegados” con estas irregularidades.

“Lo que pasa con el grupo City en otros lugares, también sucede en Tucumán con Terraf a la cabeza. Aquí estamos hablando de fondos públicos destinados a un club de rugby, con toda una división del club compuesta por empleados del Tribunal de Cuentas”, graficó.