Construyó un legado significativo con la Selección Argentina y entró en el corazón de su país entero con pocos partidos en el arco. Sin embargo, la misma personalidad que cautivó a millones también despertó ácidas valoraciones, pedidos de sanción y hasta insultos.

Emiliano Martínez sabe que su forma de ser fue la clave de su éxito. De hecho, siempre que puede recuerda lo dura que fue su carrera desde el primer momento en el que dejó Mar del Plata, su ciudad natal, para mudarse a la pensión de Independiente. Aunque habló del tema en varias oportunidades, el arquero todavía es consultado por su carácter en las entrevistas y en las zonas mixtas, donde siempre se vuelve protagonista.

«La gente piensa que soy el fanfarrón, probablemente el que no me conoce», reconoció el Dibu en diálogo con The Guardian. Acto seguido, amplió: «Cuando le preguntas a todos mis compañeros, a los de la selección nacional, yo hago todo por mi equipo, trato de ayudar a todos. Lo único que quiero es lo mejor para mi club y mi país, eso es todo lo que me importa. Nunca trato de irritar a los fanáticos, nunca hago eso. Simplemente trato de bajar el ritmo cuando el juego está en nuestra contra, trato de patear la pelota lo más fuerte que puedo hacia el otro lado».

Con respecto a sus celebraciones y las formas en las que provoca a sus rivales, explicó: «Si te mantenes firme y no insultas a nadie, ninguna religión… creo que podes hacer lo que quieras«. Y reconoció: «No digo malas palabras, no insulto a nadie. Solo intento ayudar a mi equipo, eso es todo. Siempre respeto a los jugadores. Solo quiero ganar el partido. No cruzo la línea, nunca lo hago».

A su vez, habló del impacto que tiene su psicólogo (quien lo acompaña desde que comenzó su préstamo en el Arsenal) en su vida profesional y personal. «Me baja cuando estoy demasiado arriba, me levanta cuando estoy demasiado abajo, y creo que es alguien que todo jugador necesita. Es una inversión el tiempo que tengo para trabajar con él. Si ves mis actuaciones, nunca soy un 10, pero nunca soy un cuatro. Intento ser siempre un siete», aseguró.

Desde su primera convocatoria, el Dibu Martínez fue imprescindible para el equipo de Lionel Scaloni. Hasta el momento, lleva 43 partidos jugados y 32 vallas invictas con la Selección Argentina.

Por el momento, el arquero alzó cuatro títulos con la camiseta de nuestro país. Además, como si fuera poco, fue una pieza clave en las tandas de penales, especialmente contra Colombia en la semifinal de la Copa América 2021, en los cuartos de final del Mundial de Qatar ante Países Bajos y en la final frente a Francia. Sin sus grandes actuaciones, nada hubiese sido posible.

«Levantar cuatro copas es algo de no creer. Tenemos una defensa muy sólida, en el medio corren todos y los delanteros corren. Demostramos el equipo que somos, tenemos que estar todos orgullosos. Ahora tenemos la Finalissima contra España, tenemos otra chance de ganar otro título», reconoció luego del triunfo ante Colombia.