«Más que un revés para el oficialismo, esto es consolidar las instituciones democráticas. No ha habido intencionalidad política, sino que se trató de poner el equilibrio que corresponde en un sistema republicano de gobierno, donde existe división de poderes», afirmó Brügge al iniciar la entrevista.

El diputado subrayó la falta de justificación por parte del ejecutivo para utilizar una herramienta excepcional como un DNU. «El presidente debe justificar debidamente su uso y, en este caso, no había urgencia ni necesidad. El Parlamento estaba funcionando y podía tratar un proyecto de ley. Además, no estábamos en una situación de guerra o conmoción interior que justificara tal disposición de fondos», explicó.

Brügge también cuestionó la transparencia en el uso de los fondos asignados, indicando que ya se ha ejecutado el 80 por ciento de los mil millones de pesos sin que se sepa exactamente en qué se han gastado. «Como diputados, vamos a exigir que se nos informe en qué se ha destinado ese dinero. Estos son fondos públicos, y aunque sean reservados, el Congreso tiene el derecho y el deber de conocer su destino», afirmó.

El legislador fue crítico respecto a las prioridades del gobierno nacional, señalando que, en un país con un 50 por ciento de pobreza, destinar semejante cantidad de dinero a inteligencia en lugar de combatir el hambre y la pobreza es un error. «No estamos en un estado de emergencia que justifique esta inversión en seguridad interior. Lo que el país necesita hoy es invertir en combatir la pobreza y generar empleo, no en fondos reservados que carecen de transparencia», agregó.

Al ser consultado sobre las acusaciones del presidente contra los legisladores que votaron en contra del DNU, Brügge respondió con firmeza: «Nos han tratado de mafiosos y delincuentes, pero nosotros respondemos con razonabilidad, coherencia, constitucionalidad e institucionalidad. El Congreso está funcionando como debe, y tuvimos una mayoría calificada para rechazar el DNU, lo cual demuestra que hay un consenso en defensa de los principios republicanos».

Finalmente,  hizo un llamado a la reflexión, señalando que el gobierno debería revisar sus prioridades y su discurso. «El presidente debe pensar en todos los argentinos, no solo en aquellos que él entiende que hay que favorecer. Si luchar contra el hambre y por los derechos de los jubilados es ser mafioso, entonces el presidente está seriamente equivocado», concluyó.(www.REALPOLITIK.com.ar)

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