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SOCIEDAD

No todos lo saben: qué significa la “L” en la palanca de cambios de un auto con caja automática

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Uno de los detalles que a menudo pasa desapercibido para muchos conductores, es el significado y la función de la posición “L” en la palanca de cambios de los vehículos automáticos. Esta función no es un nuevo cambio o posición, sino que cumple la función de ofrecer una mayor potencia del motor a bajas velocidades.

La palanca de cambios de los autos automáticos cuenta con la presencia de varias letras que representan las distintas marchas disponibles a las que el conductor puede acceder. En general, muchos están familiarizados y tienen más presentes los significados y funciones de las señales principales, como la “P” para park (estacionamiento), la “D” para drive (conducir), o la “R” para reverse (reversa) y hay algunos modelos exclusivos que suman una “S” para un manejo deportivo.

Sin embargo, según el sitio especializado Siempre Auto, hay una funcionalidad que trae mucha confusión: la “L”. En la palanca de cambios de los vehículos automáticos, la letra refiere a Low, cuyo significado es bajo en inglés. Esta posición está confeccionada para ofrecer una mayor potencia del motor a bajas velocidades.

La función de la posición ‘L’ en la palanca de cambios puede generar confusión

Este cambio proporciona un aumento en la potencia del motor, lo que resulta útil en condiciones que requieren un mayor impulso. Además, permite una conducción a menor velocidad. De todos modos, no es la mejor opción para todas las situaciones.

El cambio “L” cobra importancia en situaciones que requieren mantener una velocidad baja sin forzar el motor, tales como conducir en pendientes pronunciadas, en las que se necesita un mayor control del auto o en terrenos con dificultad como suelo fangoso o nieve.

También es útil en bajadas, remolques o colinas, ya que otorga más potencia y control, además de reducir el riesgo de sobrecalentamiento del motor o transmisión al descenso de las colinas. Por eso es recomendable no recurrir a la “L” con frecuencia, sino en esos momentos de complejidad.

Históricamente, los conductores prefirieron los vehículos con transmisión manual y se mantuvo una cierta distancia con las transmisiones automáticas. Las razones de esta preferencia incluían las sensaciones de conducción, el rendimiento del motor y los costos de venta y mantenimiento asociados.

Según Factory Motor, en Estados Unidos el 95% de los vehículos son automáticos

De todos modos, los avances tecnológicos, especialmente en el campo de la electrónica automotriz, cambiaron esta tendencia. Como estableció Factory Motor, en Estados Unidos el 95% de los vehículos son automáticos, mientras que en Japón, el porcentaje alcanza el 70%. En países europeos como Alemania, Suiza y Suecia el número es similar.

Las transmisiones automáticas modernas ofrecen cambios más rápidos y mayor eficiencia en cuanto al combustible, lo que contribuye a su popularidad. Aunque las transmisiones manuales aún tienen su lugar, la comodidad y eficiencia de las automáticas no dejan de ganar terreno en el mercado automotriz.

A medida que la tecnología automotriz siga evolucionando, es posible que aparezcan más cambios en las preferencias de los conductores. La transición hacia vehículos eléctricos y la automatización completa podrían alterar aún más la proporción de transmisiones automáticas frente a manuales.

LA NACION

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SOCIEDAD

José Luis Daza: quién es el economista ultraliberal que llega al Gobierno

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Bienvenido al equipo José Luis Daza!! (sic)”, escribió el ministro Luis Caputo en su cuenta de X (ex-Twitter), para comunicar el desembarco del economista como secretario de Política Económica. Si bien aún no fue oficializado en el cargo a través del Boletín Oficial, el nuevo funcionario ya está trabajando y ayer estuvo en el Congreso, durante la presentación del presidente Javier Milei.

Estudios en los Estados Unidos. Pasos por bancos internacionales como JP Morgan y Deutsche Bank, donde coincidió con Caputo. Funcionario en el Banco Central de Chile a comienzos de la década del ‘90. Esa es la síntesis de la trayectoria profesional de José Luis Daza Narbona, el especialista en finanzas que nació en Buenos Aires en 1958, pero tiene nacionalidad chilena y semanas atrás se incorporó al Gobierno.

“Gracias por confiar en lo que estamos haciendo y sumarte al cambio definitivo de país que estamos impulsando y deseando tantos argentinos!!”, continuó Caputo, en su posteo para comunicar la incorporación de su número dos.

El economista que cofundó el fondo QFR Capital Management junto al físico Demian Reidel, actual titular del singular consejo de asesores del presidente Javier Milei, ocupará el cargo que estaba vacante tras la salida de Joaquín Cottani, el economista cercano a Domingo Cavallo, quien se fue del Gobierno con críticas al esquema en marcha.

Joaquín Cottani y José Luis Daza

Una excelente persona y uno de los mejores y más respetados economistas de Latinoamérica. Conocido mundialmente por su exitosa carrera en el sector privado, por su enorme capacidad, y por su probada experiencia en temas económicos y financieros”, escribió semanas atrás Caputo, quien conoce a Daza hace más de tres décadas. Ambos compartieron pasillos en el JP Morgan a comienzos de los ‘90, donde hicieron su carrera tras empezar como jóvenes profesionales, y luego en el Deutsche Bank. Allí, compartieron unos años en el departamento de economistas enfocados en Mercados Emergentes.

Wall Street es el hábitat predilecto de Daza, quien vive hace décadas en Nueva York. Su usuario en la red X (ex-Twitter) es apenas una muestra: hasta hace algunas semanas se lo podía leer en @JoseLuisDazaNY. Ahora cambió a @JoseLuisDazaAR.

Daza es un disciplinado defensor de las ideas liberales, herencia de un contexto familiar que lo llevó por diferentes países. Su padre, el diplomático chileno Pedro Daza, fue subsecretario de Relaciones Exteriores y luego embajador de su país durante la dictadura de Augusto Pinochet en Venezuela, Argentina, Bolivia y Uruguay, donde José Luis pasó parte de su adolescencia.

A los 16 años volvió a Chile, y luego de completar sus estudios secundarios, se volcó inicialmente por la Medicina en la Universidad Católica de Chile. Al poco tiempo, sin embargo, encontró en los cursos de Economía su vocación. Se cambió a la Universidad de Chile y luego de su graduación, viajó a los Estados Unidos, donde completó su doctorado en la Universidad de Georgetown, en la capital de ese país.

A su regreso a Chile, empezó a trabajar como asesor del directorio ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y luego, en 1989, ingresó al Banco Central de Chile como representante en Asia. En 1992, comenzó su carrera en el sector privado y el mundo de las finanzas, primero en JP Morgan, y después en Deutsche Bank, donde llegó a ser jefe global de Estrategia para Mercados Emergentes.

José Luis Daza: «Chávez era un político brillante, con una ensalada de fruta en la cabeza».archivo

En esos años, llegó a tener un vínculo amistoso con Hugo Chávez, en sus años previos a ganar las elecciones Venezuela. Eran años en los que Daza, desde el banco, trabajaba en el área de research de la entidad, con equipos técnicos para el análisis de variables financieras de los diferentes mercados de la región. “Era un político brillante, uno de los más hábiles que he visto en mi vida”, contó el economista, en un episodio del podcast Shot Financiero.

“Una de las características de los líderes es que siempre te quieren mostrar lo inteligente que son, todo lo que saben. Chávez tenía otra característica. Después de las tres o cuatro veces que estuve con él, me decía a mí mismo ‘Qué inteligente que soy’, ‘Qué capo que soy’, ‘Soy lo mejor’. Y después me daba cuenta de que era Chávez el que te hacía sentir así. Tenía una capacidad de seducción para hacerte sentir bien, en la emocionalidad de la reunión. Era un tipo sumamente inteligente, con una ensalada de fruta en la cabeza”, relató al recordar que incluso lo llevó a almorzar al comedor central de JP Morgan.

Años después, dejó el banco y comenzó su fondo de inversión en Wall Street, con un capital inicial de US$20 millones. Fue el primer paso de QFR, la firma que lideró junto a los argentinos Reidel y David Sekiguchi, y llegó a administrar US$4500 millones, aunque luego se desplomó en 2013, tras la suba en las tasas de interés internacionales, y hoy está inactivo. Desde 2020, Daza integra el directorio del fondo Moneda.

LA NACION

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