Al ver otras publicaciones de ellos, Lescano sacó la conclusión de que «es ella la que tiene el mando en esta relación, porque cuando se agarran de las manos la mano que se ve arriba siempre es la de Wanda. Y fíjense en la foto donde están sentados y agarrados de la mano, que ella pone las dos manos arriba de su pierna. Eso es lo que hace Donald Trump si ustedes ven sus fotos. Es una manera involuntaria de demostrar quién tiene el poder. La gente que tiene el poder pone la mano del otro en su pierna, y acá lo hace ella».

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Lescano no es un advenedizo ni un principiante. Hace años que se dedica a la materia y ha sido convocado hasta por la justicia para que analice «qué dicen» tanto testigos como imputados con sus rictus o sus señales. A veces, un simple movimiento de una ceja o para dónde miran o si se encorvan o si ponen rígida una parte del cuerpo o qué hacen con las manos cuando cuentan algo alcanza para dar un veredicto sobre si la persona está mintiendo, está escondiendo algo o si dice la verdad.

Al ver como actuaba Wanda con Mauro Icardi, Lescano señaló que «en todo momento hay una distancia, no un acercamiento. Cuando vos estás enamorado, y más en los primeros tiempos, lo que vos querés es estar pegado con esa persona. Estar encima, prácticamente arriba, y no es lo que se ve con ella en estas fotos. Fíjense un elemento clave: no hay una sola imágen en la que lo esté mirando. Nada. Ni una vez lo mira».