El Atlético Mineiro que empató 1-1 este miércoles contra Fortaleza como visitante, por la fecha 29 del Brasileirao, no es el mismo equipo que jugará contra River la semi de ida de la Copa Libertadores, el próximo martes en Belo Horizonte. Porque el entrenador Gabriel Milito solamente puso dos de los habituales titulares (el arquero Everson y el lateral derecho argentino Renzo Saravia) y dejó en el banco a Otávio y Scarpa (ingresó a los 80′), los otros dos futbolistas del 11 de gala convocados para este partido, ya que el deté decidió preservar al resto de sus principales futbolistas para los duelos decisivos de los próximos días: la revancha de la semi de la Copa de Brasil, el sábado frente a Vasco da Gama en Río de Janeiro (en la ida el Galo se impuso por 2-1), y la ida del mata-mata frente al equipo de Marcelo Gallardo por un pasaje a la final del torneo más importante de América en el Monumental de Núñez.

La formación alternativa del Mineiro, que además tenía suspendidos Hulk, Deyverson y Lyanco, mostró falencias defensivas porque a los 15′ Marinho se filtró en el área a puro amago y clavó un zurdazo en el ángulo izquierdo de Everson. A la vez, el equipo de Milito fue superado por el de su compatriota Juan Pablo Vojvoda en en la posesión de pelota en la primera mitad (57% contra 43%) y se salvó en dos definiciones apenas desviadas de Moisés y de otro par de centros que no logró concretar Lucero.

El Galo fue un equipo espeso y demasiado largo que apenas inquietó a Fortaleza con un bombazo en el travesaño de Saravia, un gol anulado a Palacios por claro offside y derechazo de Igor Gómez que besó el palo izquierdo de Joao Ricardo tras un pase largo al corazón del área. Sin embargo, Fortaleza se durmió en el comienzo del segundo tiempo y el volante argentino Fausto Vero clavó metió el 1-1 con un frentazo perfecto. Encima, Marinho se hizo expulsar por reaccionar con un golpe en la cara del colombiano Palacios y desde ese momento se vio la mejor versión del equipo de Belo Horizonte.

Más allá del resultado, que no era determinante porque el Mineiro está en el noveno puesto de la tabla del Brasileirao y a 20 puntos del líder Botafogo cuando restan nueve jornadas para el final del torneo, el saldo fue favorable para Milito porque no sufrió ninguna baja más por lesión para las semis de la Copa de Brasil y de la Libertadores. Y el Galo volvió a demostrar su potencial ofensivo aunque no logró aprovechar los dos hombres de más (por la roja a Tinga) en los últimos minutos más ¡los 15′! de tiempo agregado porque el arquero de Fortaleza se tapó todo.

El resguardo de futbolistas se da también porque el Galo ya sufrió varias bajas desde que venció a Fluminense en los cuartos de la Libertadores. Las bajas más sensibles que padeció el Mineiro fueron las de Bernard y Cadu. El primero de ellos sufrió una ruptura del ligamento colateral medial de su rodilla derecha, lesión que lo dejará fuera de las canchas por lo que resta del año. Algo similar sucede con Cadu, el delantero de 20 años que suele ser alternativa en la ofensiva, que se perderá toda la temporada por la rotura del ligamento anterior y de los meniscos de la rodilla derecha.

El mayor de Milito surgió en el costado izquierdo de la defensa del Galo, sector en el que perdió a Guilherme Arana y de Rubens, quienes sufrieron lesiones musculares en sus aductores izquierdos. Por otra parte, el goleador Paulinho (con 16 gritos en 2024) tiene un problema óseo que no le permite rendir al máximo y lo obliga a ser infiltrado y a elegir qué partidos jugar para evitar que esa lesión se le agrave: contra el equipo de Gallardo no faltará.