Una semana después del cierre formal de la interna en el Comité Provincia de la UCR, persisten los planteos de la lista opositora que niega la derrota e insiste con las denuncias de irregularidades. La fórmula que lideró el diputado provincial Pablo Domenichini, respaldado por Martín Lousteau, Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, mantiene su denuncia de “fraude”.

Este lunes, Junta Electoral partidaria comenzará la tarea de realizar el escrutinio definitivo. Tiene también que cumplir con las formalidades de hacer los “traslados a la Justicia” de las denuncias por irregularidades, de terminar de consolidar resultados y de revisar todas las impugnaciones que hicieron ambas listas.

Tendrán que determinar qué se hace con las mesas impugnadas en Quilmes y en Villarino, entre otras presentaciones que hicieron los apoderados.

Después de una tensa jornada electoral, las autoridades electorales partidarias difundieron el resultado provisorio: la nómina encabezada por Miguel Fernández, ex intendente de Trenque Lauquen ganó por poco más de 3.000 votos. El armado oficialista tiene el respaldo del presidente saliente, Maximiliano Abad y del ex jefe comunal de San Isidro, Gustavo Posse.

La interna para el manejo de los órganos partidarios radicales parecía un trámite sencillo, un recorrido conocido por los dirigentes de ese partido que disfruta de esas competencias. Era necesario completar la renovación de autoridades y la conducción de Abad propuso una “lista de unidad” para evitar el trastorno de movilizar a los afiliados y desgastar a la militancia.

Pero enfrente se plantó el sector identificado con “Evolución” -que dirigen Lousteau y Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA- en concordancia con los hermanos Manes: el neurocirujano y Gastón, presidente de la Convención Nacional de la UCR. No hubo acuerdo y salieron a pelear en las urnas.

Casi 80 mil empadronados en las fichas de afiliación se movieron el domingo 6 de octubre y el resultado se presentó parejo. Fernández difundió un resultado «de todas las actas firmadas por fiscales»: 39.744 votos para la oficialista «Unidad Radical», y 36.536 para «Unidad Radical» de Domenichini.

Era un 52/48. Un resultado ajustado que derivó en las denuncias y además se conocieron algunas maniobras que rozan la ilegalidad.

Como el intento de un apoderado de la lista avalada por Lousteau, que presionó a un dirigente de Tigre -de la otra lista- para que lo ayudara a «impugnar» los resultados en ese distrito de la primera sección electoral y, de esta forma, «salvar la ropa» por la derrota de su sector.

Clarín reveló el audio de una comunicación telefónica entre el dirigente Fernando Pérez, ex concejal de Quilmes y responsable legal de la plantilla de “Futuro Radical”, que encabezó Domenichini, y el referente tigrense Francisco Pupi Blefari. En la charla, Pérez le rogaba a su correligionario que lo ayudara a modificar algunos resultados de la interna en ese distrito.

La intensidad de la disputa fue más severa luego de la apertura de las urnas, que en la campaña. “Los radicales bonaerenses dejaron en claro que no quieren ser manejados por joystick desde CABA”, le dijo Fernández a Clarín. “Ganamos en seis de las ocho secciones electorales. Y en la mayoría de los municipios se impuso el partido que tiene territorio, que conoce los problemas de la gente y que tiene experiencia para gestionar”, agregó.

Domenichini exige un nuevo conteo y sostiene que hubo fraude. “Hace una semana se realizaban las internas y todavía no conocemos el resultado. Porque la Junta Electoral no cuenta los votos ni muestra ningún acta. Están ganando tiempo para cambiar los resultados reales. Hemos ganado la elección”, escribió ayer en sus redes sociales.

El diputado, quien además es rector de la Universidad Guillermo Brown (de Almirante Brown), le reiteró el pedido a Fernández para realizar un escrutinio definitivo “junto a los apoderados”.

Según dijeron fuentes partidarias a Clarín, la tarea de la Junta Electoral terminaría antes del viernes. Si se mantienen los desacuerdos, será el turno de la Justicia ordinaria. En este caso, el Juzgado Federal 1, de La Plata, tiene competencia electoral.

Está a cargo de Alejo Ramos Padilla, quien ya abrió algunas carpetas vinculadas con esta elección. Sin embargo, aún no tomó intervención directa. En los Tribunales explicaron que “hasta que no finalice la tarea dentro del partido, no se tomarán medidas”.

La elección de la UCR bonaerense tiene repercusión en la cúpula partidaria. Lousteau viene de quedar en medio de controversias internas por sus decisiones en el Senado de la Nación. También hay inquietud por el rol de los cuatro diputados que votaron a favor del rechazo de Javier Milei al financiamiento de las Universidades (el miércoles pasado) y los cinco que hicieron lo mismo para aprobar el veto al aumento para los jubilados.

Pero en la arena bonaerense también se dirime el lugar que el partido que ya atraviesa tres siglos en la política del país, tendrá en las ofertas electorales del 2025. La cercanía o distancia con el oficialismo; el eventual acercamiento a sectores que estuvieron ligados al kirchnerismo o la opción de una “fuerza de centro de orientación progresista”. Pueden aparecer otras variantes. Antes deberán cerrar el capítulo de la elección en el Comité Provincia.