Los candidatos presidenciales del opositor Frente Amplio (FA), Yamandú Orsi, y del oficialista Partido Nacional (PN), Álvaro Delgado, se enfrentaron este domingo a la noche en un último y esperado debate en Uruguay, una semana antes del balotaje, en el que marcaron diferencias en los rubros de seguridad y economía, los que concitan más preocupación en la población.
En un tono mesurado y de respeto al adversario, los dos candidatos, con posturas muy similares en varias áreas a lo largo de todo el encuentro que duró una hora y media, se comprometieron a no aumentar impuestos, a fomentar la apertura del país al capital extranjero y a mantener una política de mano dura contra la inseguridad, especialmente contra el alza creciente del narcotráfico.
Al intercambiar sus propuestas sobre seguridad, un asunto que apareció intensamente en las campañas por el crecimiento de la violencia delictiva en el país, el oficialista Delgado sostuvo que los años 2018 y 2019 registraron los índices más altos en términos de criminalidad. “Fueron los años más violentos de Uruguay y nosotros dejamos este gobierno con tasas menores de delitos”, consignó el postulante oficialista mostrando gráficos ante las cámaras.
“El narcotráfico es el enemigo de la sociedad y buena parte de lo que reclama el Frente Amplio ya lo hemos hecho en Uruguay”, dijo Delgado.
Orsi, por su lado, sostuvo que el tema de seguridad es uno de los asuntos centrales de su propuesta y presentó a continuación una serie de medidas concretas: “Sumaremos 2.000 policías en todo el país; crearemos comisarías móviles que puedan llegar a todo el territorio; intensificaremos el patrullaje; llegaremos a la instalación de 20.000 cámaras de vigilancia; controlaremos más las fronteras; combatiremos el lavado de activos; y desactivaremos las 50 bandas que existen hoy en el país”, enumeró.
Uruguay confronta costos de la canasta primaria mucho más abultados con respecto a sus vecinos, debido a distorsiones con el tipo de cambio que, si se devalúa, impactará en la inflación. El costo de vida fluctúa por encima del 5,30 por ciento anual. El candidato blanco recortó que entre su proyecto y el del Frente Amplio hay “dos modelos de país” y que los votantes deben analizar “quién tiene equipo y quién tiene credibilidad”.
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Al hablar sobre la economía, Orsi sostuvo que “nuestro compromiso es la estabilidad, el equilibrio macroeconómico y dar certezas. En 15 años de gobierno del Frente, el Uruguay creció como nunca y eso es lo que repetiremos”
“No vamos a aumentar los impuestos. Vamos a apoyar a las pequeñas y medianas industrias beneficiándolas con el costo más bajo de la energía, resolviendo la burocracia, protegiendo la industria nacional y favoreciendo las compañías públicas”, dijo el candidato opositor.
Delgado replicó que es en la seguridad y la economía “donde nuestras propuestas se diferencian. Todas las cifras que recibimos en el gobierno no eran buenas sino en alza: el desempleo, la inflación, el déficit”.
“La pandemia nos afectó en el crecimiento, pero en la post pandemia no cerramos el país, como proponían Orsi y el Frente Amplio, y apoyamos la apertura y la producción. Tenemos así el salario más alto en 49 años en Uruguay. Este es el Uruguay real y el que defendemos”, aseguró.
“Tenemos que trabajar en el costo de vida para que Uruguay sea un país más barato. No vamos a aumentar los impuestos. Vamos a abrir a Uruguay al mundo con pragmatismo y sin ideología. Tenemos el riesgo económico más bajo de América latina y eso lo mantendremos”, prometió Delgado.
En los sondeos, Orsi -un político promercado y a favor de la jubilación privada- aparece con leve ventaja para el balotaje frente al oficialista Delgado que sostiene prácticamente las mismas posiciones y consignas. De modo que ambos abrevan en el mismo electorado centrista y superponiendo discursos, señalan los analistas.
En tres sondeos divulgados la última semana, tres encuestadoras ubican a Orsi primero, seguido de cerca por el oficialismo. Para Equipos, hay 45% de intención de voto para Orsi y un 41% para Delgado. Factum da a Orsi 47% contra 45 a Delgado. Para Opción, en cambio, Orsi tiene 48,5%, frente al 45,1%.
El candidato del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, para ser el próximo secretario de Defensa, Pete Hegseth, le pagó a una mujer a cambio de que silenciara un caso en el que ella lo acusaba de asalto sexual en 2017, en el curso de una convención conservadora, según confesó su equipo de abogados al diario The Washington Post.
Sin embargo, los abogados sostienen en una declaración al diario que no hubo asalto sexual y que su relación fue consentida, y explican el pago porque si ella hubiera seguido adelante con la denuncia, eso le habría costado el trabajo a Hegseth, entonces un conocido comentarista en la cadena Fox TV.
El pasado viernes, el Departamento de Policía de Monterrey confirmó que Hegseth fue efectivamente investigado en 2017 por un posible caso de asalto sexual sucedido en un hotel de la ciudad californiana donde se celebraba una reunión de mujeres republicanas, pero esa información fue cerrada sin conocerse las razones.
Cuando tres años más tarde la mujer amenazó con volver a denunciar el caso, Hegseth llegó entonces a un acuerdo de confidencialidad para que ella retirara la denuncia a cambio de una cantidad de dinero, según reconocieron al Post el equipo de abogados, que no han revelado ni el nombre de la mujer ni la cantidad que fue pagada.
Pero otra fuente apunta hacia la versión del asalto sexual: una mujer que dice ser amiga de la víctima envió esta semana un escrito -al que el Post tuvo acceso- al equipo de transición de Trump en el que señala con abundantes detalles que su amiga, que entonces tenía 30 años y pertenecía a un grupo de activistas conservadoras, fue violada por Hegseth en la habitación de este último. La amiga la acompañaba en aquel foro y la conocía de 15 años atrás.
Hasta el momento, Trump mantiene su apoyo a Hegseth y sostiene su inocencia. Según dijo esta semana Steven Cheung, uno de los portavoces del equipo de transición, «el presidente Trump está nombrando a candidatos de alto nivel y extremadamente competentes. El señor Hegseth ha negado tajantemente todas y cada una de las acusaciones, y no se presentaron denuncias».
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Hegseth es el segundo nominado por el futuro presidente que se enfrenta a acusaciones de tipo sexual.
Matt Gaetz, polémico candidato al puesto de fiscal general, fue acusado de tráfico sexual de una menor e investigado por ello por el Comité de Ética de la Cámara de Representantes, así como por uso de drogas.
El personaje
Pete Hegseth, de 44 años, un presentador del programa favorito de Trump «Fox and Friends», de donde surgió su amistad.
Hegseth, un ex militar, carece de experiencia en seguridad nacional de alto nivel. Y hay estupor en el Pentágono.
Si es confirmado por el Senado, heredaría el puesto más alto durante una serie de crisis globales, que van desde la guerra de Rusia en Ucrania y los ataques en curso en Oriente Medio por parte de proxies de Irán hasta los esfuerzos por lograr un alto el fuego entre Israel, Hamas y Hezbollah y la creciente preocupación por el avance de la alianza entre Rusia y Corea del Norte.
Hegseth también es autor de The War on Warriors: Behind the Betrayal of the Men Who Keep Us Free (La guerra contra los guerreros: Detrás de la traición de los hombres que nos mantienen libres), publicado a principios de este año.
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La noticia fue recibida con desconcierto y preocupación por muchos en Washington, ya que Trump dejó de lado a varios expertos de prestigio en seguridad nacional.