En una nueva escalada de acusaciones incomprobables del régimen chavista de Nicolás Maduro en Venezuela, ahora el propio autoproclamado presidente salió este lunes a lanzar una teoría sobre la mentada misión del gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido ilegalmente al viajar a ese país a visitar a su familia. «Venían desde el sur de América con planes específicos para intentar atentar contra la vida de la vicepresidenta Delcy Rodríguez dios la cuide, la cuida, dios la proteja», elucubró Maduro en uno de sus habituales monólogos de conferencia de prensa.

Maduro elevó la acusación contra el gendarme argentino, al que ya le habían instalado sospechas sus principales adláteres, como su mano derecha Diosdado Cabello o el fiscal que controla las acciones judiciales Tarek Saab.

A su vez, insistió con apuntar contra el gobierno de Javier Milei y las supuestas intenciones de introducir al gendarme Gallo a modo de espía en el país. «El gobierno argentino está involucrado en los planes violentos de atentar contra la paz de Venezuela, así lo denuncio», sostuvo Maduro.

El venezolano apuntó también a la vida privada del gendarme, quien fue detenido cuando intentaba cruzar la frontera desde Colombia a Venezuela para visitar a su pareja e hijo. «Es mentira que tenía una novia aquí, una amante. Ese señor tiene una esposa allá y su familia, en Argentina», aseguró.

Maduro aseguró que todo el proceso está judicializado en la actualidad y, dijo, «en altísimo nivel de investigación» con lo que se excusó de brindar más detalles, al estilo de las últimas acusaciones chavistas.

Además, reveló que la detención de Gallo se habría dado gracias a informes de la inteligencia venezolana que había recibido con anterioridad. «Nosotros a esa gente la estábamos esperando. Gracias a Dios, siempre Dios tenemos que agradecer a él, tenemos una inteligencia buena», se ufanó.

Gallo fue detenido el pasado 8 de diciembre. Recién el último 2 de enero el régimen venezolano difundió las primeras imágenes del joven de quien no se sabía nada como prueba de vida ante las denuncias internacionales por su captura.

Entrevistado por Clarín, Tarek William Saab, el fiscal general del régimen de Nicolás Maduro, había solo afirmado que Gallo se encontraba detenido en Caracas sin brindar más precisiones. Cuando el régimen bolivariano difundió las imágenes – sin aclarar cuándo fueron tomadas – la pareja del gendarme, María Alexandra Gómez García, sostuvo que «por las gradas, ese lugar se parece a la cárcel de El Rodeo», ubicada en las afueras de la capital.

La primera vez que el gobierno de Venezuela habló sobre el caso de Gallo fue el 16 de diciembre, ocho días después de que no se supo más nada del hombre. Diosdado Cabello, vocero chavista y mano derecha de Nicolás Maduro, sostuvo que Gallo había intentado ingresar al país para «cumplir una misión».

«Con respecto a lo que dice la Cancillería argentina, cómo les ha dolido eso. Una persona fue detenida, tú te metes en su Instagram y le da la vuelta al mundo, pero su sueldo es de 500 dólares, ¿cómo lo logran? ¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea acá en Venezuela? Eso no lo dicen pero probablemente nosotros lo diremos en algún momento«, acusó.

«Aquí en Venezuela entran personas todos los días de distintas partes del mundo. 168.446 trámites en los últimos dos meses. Vienen a Venezuela, van a las mejores playas del mundo (…) los que vienen en santa paz. El que viene a conspirar, que asuma su responsabilidad«, había afirmado el chavista de verba encendida.

Y, sin dar datos sobre el gendarme argentino, abundó: «De todas maneras, todos los detenidos en Venezuela se le garantiza sus derechos fundamentales».

Tres días después, el 19 de diciembre, Cabello aseguró que Gallo articulaba un plan para sacar de la embajada de Argentina a los seis dirigentes opositores asilados allí desde marzo pasado. Una versión distinta a la que brindó ahora Maduro.

Cabello había asegurado en su programa semanal de televisión que el argentino estaba coordinado con un equipo del comisario exiliado Iván Simonovis (a quien llama El Reno) para llevar a cabo esa supuesta operación entre el 13 y el 25 de diciembre.

«Al parecer el coño (tipo) ese que agarraron entrando en la frontera, de nacionalidad argentina, es un agente especial de los servicios de inteligencia de ese país», dijo Cabello en su programa «Con el Mazo Dando», donde cada semana suele denostar opositores y emitir órdenes que de inmediato son acatadas por los organismos de seguridad, por tribunales y fiscales.

«La misión que tenía el funcionario argentino era encubrirse en Venezuela, ponerse en contacto con ‘El Reno’ para luego desarrollar una operación de extracción de los dirigentes de Vente Venezuela enconchados en la embajada de Argentina en Caracas«, afirmó Cabello.

Los dirigentes a los que se refirió Cabello son los seis políticos opositores a Maduro que permanecen desde marzo dentro del edificio diplomático argentino, cuando el Gobierno de Javier Milei les concedió asilo político.

Ellos son: Magalli Meda, quien fue la jefa de campaña para las presidenciales; Claudia Macero, coordinadora de Comunicaciones de VV; Omar González, ex diputado; Humberto Villalobos, coordinador electoral del Comando de Campaña de VV, y el ex ministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el mayor bloque opositor, y Pedro Urruchurtu Noselli.

Ahora Maduro teje otra teoría conspirativa y agrega el magnicidio de Rodríguez, la dirigente chavista que creció en poder a la par del autoproclamado presidente.