El expresidente Mauricio Macri evalúa encabezar una lista para el Senado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), en un esfuerzo por revitalizar al PRO y asegurar su futuro político de cara a 2027. “Se lo piden muchos, dentro y fuera del partido”, confió un allegado al exmandatario. Esta posibilidad surge en un contexto de preocupación por la fuga de dirigentes y la falta de candidatos atractivos en bastiones clave como la provincia de Buenos Aires.
En la provincia, la figura de Diego Santilli, quien protagonizó un notable desempeño en las elecciones legislativas de 2021, genera tensiones internas. Pese a su buena posición en las encuestas para la gobernación, el diputado nacional muestra resistencia a postularse nuevamente en 2025. “Diego puede no ser candidato este año. A él le interesa la gobernación en 2027″, señaló una fuente cercana. La ausencia de una candidatura fuerte amenaza la renovación de las 7 bancas que el PRO pone en juego en el distrito.
Javier Milei instó a Mauricio Macri a un acuerdo para “arrasar con el kirchnerismo’”
Mientras tanto, Macri descarta mayoritariamente un acuerdo electoral con Javier Milei y La Libertad Avanza, aunque reconoce que “en política no hay imposibles”. Sin embargo, en el entorno del expresidente aseguran: “Hoy, 95% que vamos solos”. La alianza podría ser clave en la provincia de Buenos Aires, donde un frente unificado tendría mayores probabilidades de vencer al kirchnerismo en caso de que Cristina Fernández de Kirchner decida postularse.
El PRO enfrenta un panorama complejo a nivel nacional: debe renovar 22 de sus 37 bancas en la Cámara de Diputados y 2 de sus 7 en el Senado. Además, la pérdida de influencia en provincias aliadas como Córdoba, Santa Fe y Mendoza, donde lideran figuras de la UCR, complica su estrategia. En este contexto, Macri busca evitar una derrota en CABA, el distrito emblema del partido, ya que sería catastrófico para su supervivencia política.
El partido también está mirando más allá de 2025. Desde el PRO consideran que mantenerse competitivo en los principales distritos es fundamental para reconfigurar la fuerza hacia 2027. “Para nosotros, ganar la Ciudad es imprescindible para subsistir como partido”, concluyen fuentes partidarias.
La Justicia argentina y la Unidad de Información Financiera (UIF) analizan cómo pedirán parte de los 10 millones de dólares que su par uruguaya cobró ayer por el campo “El Entrevero” que el empresario K Lázaro Báez había comprado con 14 millones de dólares de la corrupción con obras públicas en la Argentina.
La Justicia uruguaya consideró que Báez lavó esa plata en su territorio y, por lo tanto, el delito se había cometido en su jurisdicción, pero se trató de fondos públicos argentinos que Báez obtuvo de sobreprecios y obras cobradas pero no terminadas cómo quedó demostrado en la causa Vialidad donde se lo condenó, junto a Cristina Kirchner, a 6 años de prisión.
En agosto pasado, Báez fue condenado -además- a una pena de 4 años y medio de prisión por lavado de activos agravado, al haber comprado El Entrevero. Fue una causa conexa a la Ruta del Dinero K, entre otras condenas.
El fallo del Tribunal Oral en lo Federal 4 (TOF4) fue por la mayoría Jorge Gorini y Néstor Costabel, mientras que la jueza María Gabriel López Iñíguez sostuvo disidencias parciales. La acusación estuvo a cargo del fiscal Abel Córdoba,de la AFIP y de la UIF. El TOF también dispuso un decomiso de 14 millones de dólares.
Fuentes del TOF 4 informaron a Clarín que ahora “se verá la forma de avanzar” con el reclamo a la Justicia del Uruguay en este caso testigo de cooperación con bienes decomisados.
El reclamo al vecino país ya había empezado en la instrucción con el juez federal Sebastián Casanello. Para fuentes de Comodoro Py el campo es un bien “decomisable (adquirido con fondos ilícitos) por lo que el producto de su remate debiera haber ido, en todo o en parte (de acuerdo a la buena voluntad uruguaya), al Estado argentino”.
En paralelo, el titular de la UIF, Ignacio Yacobucci, en consulta con la Cancillería, verá también como hacer el reclamo a Uruguay.
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El ex titular del organismo antilavado, Mariano Federici, recordó que en el 2019 “ya lo reclamamos a la justicia como querellantes, y es la justicia argentina la que debe reclamarlo ahora a Uruguay”.
Durante el gobierno de Mauricio Macri se firmó con Uruguay un acuerdo para la lucha contra la corrupción, el lavado de activos y la delincuencia organizada transnacional con este caso y el de Balcedo a la vista, entre otros.
El entonces canciller Jorge Faurie y su par de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, suscribieron un Acuerdo Marco entre ambos países para la Disposición de Bienes Decomisados. El acuerdo estableció “los mecanismos de cooperación y negociación para la recuperación de activos que se encuentren en el territorio de un país y hayan sido obtenidos a través de delitos de corrupción, tráfico ilícito de estupefacientes y delincuencia organizada transnacional, cometidos en el otro país”.
“Es un estándar y una buena práctica internacional establecer acuerdos entre países para compartir bienes decomisados en causas de corrupción y lavado, cuando el esfuerzo por investigar y despojar a los delincuentes de sus bienes haya sido compartido” recordó Federici en diálogo con Clarín.
En 2019 Argentina y Uruguay suscribieron ese acuerdo marco en tal sentido.
Federici subrayó que “fue el primer acuerdo de ese tipo que el país suscribía, reflejando un compromiso conjunto de Argentina y Uruguay en la lucha contra estos delitos y un espíritu de cooperación” que ahora se debe poner en práctica.
El campo “El Entrevero”, en José Ignacio, decomisado a Lázaro Báez, representa “el producto de un delito investigado y juzgado en Argentina, donde la víctima es el Estado Argentino”, detalló el experto en lavado.
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Por lo tanto, “la justicia argentina y la justicia uruguaya deberían ponerse de acuerdo en como se distribuye el valor al cual fue rematado para que nuestro país pueda recuperar parte de lo que le fue robado”, enfatizó Federici.
Pero hay otro caso en carpeta. En 2018, el exsecretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) Marcelo Balcedo solicitó el refugio en Uruguay para evitar ser extraditado a la Argentina, donde cumple una condena a más de cuatro años de prisión por «lavado de activos, contrabando y tráfico internacional de armas».
Balcedo fue detenido junto a su esposa en enero de 2018, en su lujosa mansión «El Gran Chaparral» de Playa Verde, en Maldonado, Uruguay. Fue por una causa por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y malversación de fondos públicos abierta en Argentina. En la mira estaba el desvío de 500 millones de pesos del Sindicato de Obreros y Empleados de la Educación y la Minoridad entre 2012 y 2018.
En el operativo, del que participaron fuerzas de ambos países, descubrieron que el sindicalista y empresario tenía 500 mil dólares, armas de fuego de distintos calibres y autos de lujo que no estaban a su nombre. La flota incluía una Ferrari, un Mercedes Benz y un Chevrolet Camaro. Un Porsche, en tanto, estaba registrado a nombre de su esposa. Todos estos bienes también fueron decomisados en parte por la Justicia del Uruguay y también son motivo de reclamo de la Argentina.
En ese sentido en noviembre pasado, el Procurador general de la Nación interino, Eduardo Casal, instruyó a los fiscales para que impulsen el dictado de medidas cautelares sobre los bienes sospechosos de origen ilícito en casos de corrupción, narcotráfico, lavado de dinero, trata de personas, evasión tributaria, contrabando y terrorismo.
Las cautelares permiten asegurar el decomiso de los bienes del corrupto o lograr eventuales sanciones como el cobro de multas y el pago de indemnizaciones, tras los juicios.
En una instrucción, Casal también les ordenó a los fiscales hacer “una exhaustiva investigación patrimonial y financiera simultánea y paralela al objeto procesal principal con respecto a todas las personas involucradas en casos graves de criminalidad económica”.
Se trata de una profundización de la doctrina de los decomisos anticipados de bienes, en general, se dictan después de las condenas que tardan varios años en llegar. Y está en el marco de recomendaciones de organizaciones como el Banco Mundial que prefieren que los corruptos devuelvan el dinero robado al Estado, más que cumplan condenas de prisión.
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Mientras, el kirchnerismo bloquea en el Congreso el proyecto de ley de Extinción de Dominio que facilitaría estos decomisos.
Un caso emblemático es el de la ex presidenta Cristina Kirchner. En diciembre de 2022, el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) la condenó a 6 años de prisión y dispuso el decomiso de 84.835 millones de pesos a ella y los otros condenados, cifra que será actualizada al momento en el fallo en que quede firme. El fiscal del juicio Diego Luciani estimó que el direccionamiento de licitaciones de obra pública a favor de Lázaro Báez implicó un robo de “mil millones de dólares” de bienes del Estado. Pero cómo cobrarlo cuando la Corte decida si confirma la sentencia, será otra historia.