Pedro Gutiérrez fue a jugar al fútbol como cualquier otro fin de semana el pasado 11 de enero, pero no volvió a su casa. Es que sufrió una brutal golpiza que lo dejó cuadripléjico y lo obligó a luchar por su vida durante casi un mes. Este miércoles, después de casi un mes de agonía y sufrimiento, se confirmó su muerte en el Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (HECA) de Rosario.

Allí permanecía en terapia intensiva, con un cuadro de salud que se agravó paulatinamente. No respiraba por sus propios medios y durante este tiempo, incluso, tuvieron que practicarle una traqueotomía.

“Descansa en paz amigo te vamos a extrañar mucho fuiste el mejor veterinario que tuvimos en el frigorífico hoy tu noticia nos partió el alma fuerza a toda tu familia amigo pájaro jamás olvidaré los momentos que pasamos”, le escribió un amigo en Facebook.

La agresión ocurrió en el predio del Club Atlético Infantil General Paz de la localidad de Villa Gobernador Gálvez, en las afueras de Rosario, y se inició por una acción de juego del encuentro enmarcado en la categoría para mayores de 60 años de la Liga “Unión Zona Sur Fútbol”.

Gutiérrez, del equipo General Paz B, chocó con un rival de Junín A. Iban solo 10 minutos, pero el cruce desembocó en una pelea que al cabo fue mortal. A pesar de que los compañeros lograron separarlos, el daño ya estaba hecho.

Según contó el fiscal Lisandro Artacho, Gutiérrez cayó al suelo y el imputado se abalanzó sobre él. “Le tomó las piernas y le aplicó una fuerza sobre el piso que, conforme a los informes forenses, produjeron la lesión irreversible en la médula, por la que perdió la movilidad en los brazos y las piernas”, apuntó.

“Cuando se escucha el ‘crack’, la víctima pierde la movilidad de sus miembros y el agresor continúa golpeándola en las costillas, la pisa la cabeza y se la patea. Son elementos para entender que acá hubo una posible tentativa de homicidio”, completó.

Después de la golpiza, Francisco Alberto Aguado, alias “Pancho” y oriundo de Arroyo Seco, se fue del predio dejando a Gutiérrez tendido en el piso. Casi 20 días después, fue detenido cuando se presentó a realizar un trámite.

El atacante facilitó su arresto cuando se acercó a la sede de Prefectura Naval Argentina (PNA), situada en avenida la Belgrano al 300, en la ciudad santafesina, para llevar a cabo averiguaciones sobre su libreta de embarco.

En ese momento, los prefectos se percataron de que el hombre de 65 años tenía un pedido de captura vigente y, de inmediato, se procedió a su aprehensión.

Aguado quedó en prisión preventiva, imputado por intento de homicidio, aunque ahora su situación podría complicarse todavía más por la muerte de Gutiérrez.