INTERNACIONAL
Los grandes riesgos que enfrenta la coalición internacional contra Estado Islámico – BBC News Mundo

Fuente de la imagen, Reuters
- Autor, Mariano Aguirre (*)
- Título del autor, Especial para BBC Mundo
Lo anunciaron con ímpetu: alrededor de 30 países, entre árabes y occidentales, se comprometieron a formar una coalición para combatir al grupo radical autodenominado Estado Islámico (EI), que se asentó en un amplio territorio de Irak y Siria y ha conmocionado al mundo con sus prácticas crueles, que incluyen la difusión de videos de decapitaciones.
La alianza seguirá básicamente las líneas presentadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el 10 de septiembre: ataques desde el aire, apoyo a fuerzas locales, el uso de los servicios de inteligencia y contraterrorismo, y provisión de ayuda humanitaria.
STY34883035EE.UU. y países aliados realizan primeros ataques contra Estado Islámico en SiriaEE.UU. y países aliados realizan primeros ataques contra Estado Islámico en SiriaEl Pentágono informó que Estados Unidos y sus aliados comenzaron a realizar ataques aéreos contra objetivos del grupo Estado Islámico en territorio Sirio.2014-09-23T01:38:16+00:002014-09-23T01:38:17+00:002014-09-23T01:38:16+00:002014-09-23T13:47:02+00:00PUBLISHEDestopcat2
La alianza comenzó a funcionar pocos días después de la cumbre en París. Francia fue el primer país en sumarse activamente a los ataques de EE.UU. en Irak, el viernes pasado.
Y este martes dio un golpe estratégico. El Pentágono informó que Estados Unidos y cinco aliados árabes lanzaron (Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Bahrein y Qatar) por primera vez ataques aéreos contra objetivos de EI en Siria. Hasta ahora los bombardeos se habían concentrado en Irak.
MAP34891561Vea las primeras imágenes de los ataques contra Estado Islámico en SiriaVea las primeras imágenes de los ataques contra Estado Islámico en SiriaEstados Unidos y aliados árabes lanzaron bombardeos contra objetivos del grupo extremista en Siria. Vea grabaciones de aficionados que mostrarían los ataques y su impacto en un poblado.2014-09-23T10:48:00+00:002014-09-23T11:22:55+00:002014-09-23T11:22:55+00:002014-09-23T11:35:07+00:00PUBLISHEDestopcat2
Cómo se va a lograr que estos países con diferentes estrategias, políticas e intereses se unan bajo el liderazgo de un país del que muchos de ellos desconfían o han desconfiado es la gran interrogante.
El plan busca conciliar la experiencia que EE.UU. ha acumulado durante medio siglo de intervenciones con la turbulenta y volátil realidad de Oriente Medio.
Pero Obama trata de evitar intervenir en solitario, y para ello necesita una coalición, que incluya especialmente a países árabes.
Hasta el momento han manifestado su voluntad de apoyar Egipto, Irak, Jordania, Líbano, Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita, y los Emiratos Árabes Unidos.
Obama ha presentado el plan de forma que liderará «desde atrás», como hizo en la intervención en Libia en 2011.
El comentarista político Geoff Dyer dijo en el periódico británico The Financial Times que «el riesgo de ‘liderar desde atrás’ es que deja a Estados Unidos dependiente del esfuerzo de sus socios».
«Si ellos no tienen éxito, Obama se podría encontrar subsumido en una guerra en el terreno en Irak, precisamente de la que su gobierno prometió salir».
Ecos del 11 de septiembre

Fuente de la imagen, Reuters
Rami G. Khouri, de la Universidad de Beirut, señala varios problemas para la coalición.
Khouri apunta que este grupo fue creado por Washington en estado de pánico antes de consultar y consensuar con los estados árabes interesados, dejándolos en una posición muy incómoda.
Además, Estados Unidos y sus aliados consideran que sin un gobierno inclusivo de los sunitas en Irak no habrá forma de luchar contra EI.
Washington ha invertido billones de dólares durante la última década y el resultado hasta ahora es sectarismo y corrupción de los líderes chiitas.
Sectarismo y represión
El ascenso de EI se debe en gran parte al sectarismo y represión de los gobiernos chiitas.

Fuente de la imagen, Reuters
El gobierno Nouri al Maliki -primer ministro iraquí hasta agosto de 2014- utilizó las fuerzas armadas y milicias para reprimir a la población sunita.
Patrick Cockburn, del periódico británico The Independent, considera que los 5 a 6 millones de árabes sunitas que viven entre Irak y Siria temen más a la violencia de Bagdad y a sus milicias que a Estado Islámico.
El New York Times ha informado recientemente de denuncias de milicias chiitas tomando represalias contra ciudades y poblados sunitas.
Los riesgos del uso de drones
Otro posible problema -agrega el académico libanés Khouri- es que el presidente Obama mencionó el uso de drones y puso los casos de Yemen y Somalia como ejemplos de lo que quiere conseguir con la coalición.
Ni en estos países, ni en Pakistán, los drones han acabado con las organizaciones insurgentes.
Por el contrario, las matanzas de población civil han acelerado la radicalización contra Washington.
¿Liderazgo acertado?
También existen dudas, apunta Khouri, sobre el hecho que el coordinador de la coalición contra EI sea el general retirado de los marines John Allen.
Previamente el general Allen ha tenido cargos de responsabilidad en Afganistán, el comando central para Oriente Medio, Irak, y el conflicto Israelí-palestino.
«Es difícil pensar, dice, en una combinación más deprimente de fracasos de la política de Estados Unidos en la región» que los que acumula Allen.
Para Khouri y otros analistas, además, la coalición tiene ecos de la respuesta que Estados Unidos y sus aliados dieron a los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Sin embargo, el problema de EI es diferente de al Qaeda y -apuntan- deben evitarse reacciones emocionales anti-islamistas y militaristas.
Una pugna regional

Fuente de la imagen, AP
Pese al dudoso éxito de las intervenciones en Afganistán e Irak en la última década y al rechazo de gran parte de la población estadounidense a embarcarse en una nueva guerra, Obama ha sido presionado por parte de los denominados neo-conservadores de su país, por gobiernos de países árabes sunitas y por Israel, para intervenir militarmente contra el gobierno de Bashar al Asad en Siria y atacar las instalaciones nucleares iraníes.
El violento ascenso de EI ha llevado a Obama a diseñar una intervención con el menor riesgo militar, político y económico posible.
Contar con una coalición era una de las precondiciones para evitar un posible fracaso unilateral.
Pero la guerra en que se va a embarcar esta coalición todavía frágil e incierta se encuadra en la pugna político religiosa entre sunitas y chiitas en la región.
Irán versus Arabia Saudita
Y la rivalidad por la hegemonía regional entre Irán (chiitas) y Arabia Saudita (sunitas) marca las alianzas.
Ambos países tienen interés en combatir contra EI, pero mantienen una fuerte competencia regional.
Irán apoya a Bashar al Asad, a Hezbolá en Líbano y Hamas en Gaza; Arabia Saudita a la oposición sunita en Siria.
Igualmente, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto combaten a los Hermanos Musulmanes, mientras que Qatar y Turquía les apoyan.
Estados Unidos e Irán, y Arabia Saudita e Irán se están comunicando en la lucha contra EI, pero es difícil que alcancen un alto nivel de coordinación.
Irán se negó a cooperar con Estados Unidos.
El dilema turco
Turquía (con mayoría de población sunita), por su parte, prefiere mantener una posición cautelosa.
EI liberó hace pocos días a cerca de 50 diplomáticos turcos que mantenía secuestrados
El gobierno turco teme que la lucha contra EI ayude a consolidar a los kurdos iraquíes y en el medio plazo un Kurdistán turco.
Otros países temen que de esta guerra salga consolidado Irán.
Juan Cole, profesor de la Universidad de Michigan comenta en su blog: «(Es) una triste ironía que las dos potencias regionales más entusiastas en combatir a ISIL (EI) sean Irán y Siria».
Bashar, de enemigo a aliado

Fuente de la imagen, AFP
Respecto de Siria, durante los últimos tres años la Casa Blanca insistió que una condición para alcanzar un acuerdo de paz en el país era que el presidente Bashar al Assad -alawita, una rama del chiismo- se marchase.
Además del ataque activo a focos de EI en Siria, Obama pretende proveer asistencia militar a los grupos armados del fragmentado Ejército Libre Sirio -a quienes se refiere como «la oposición moderada»- con el fin que estos combatan al gobierno de Damasco y a EI.
Sirio no se ha pronunciado sobre los recientes ataques, pero había comunicado previamente que cualquier ataque en su territorio será considerado una injerencia.
Y el gobierno ruso también comentó que un ataque de Washington en Siria será considerado una violación del derecho internacional.
¿Rebeldes «moderados»?
En la volátil situación siria es difícil saber qué grupos son moderados y se corre el riesgo de transferir armas a grupos que pueden tornarse enemigos de Estados Unidos.
Lina Khatib, de la Carnegie Endowment for International Peace, considera que el plan de Obama y la coalición no contempla la forma de incluir al Ejército Libre de Siria en un marco político.
Esto podría reproducir el caos que ha ocurrido en Libia luego de la intervención de la OTAN en 2011.
Gran parte de la población sunita en Siria teme y rechaza al gobierno de Bashar al Asad y muchos de ellos preferirán a EI.
A la vez, los opositores al gobierno desconfían de Estados Unidos luego de haber esperado durante casi cuatro años que este país interviniese para apoyarlos.
La sensación de muchos ciudadanos sirios e iraquíes es de estar atrapados entre el Estado Islámico y los gobiernos de Damasco y Bagdad, y su esperanza en que los salve una coalición improvisada parece lejana.
(*) Mariano Aguirre dirige el Centro Noruego para la Construcción de la Paz (NOREF), en Oslo. www.peacebuilding.no
INTERNACIONAL
Punto por Punto: en qué consiste el plan de Trump para poner fin a la guerra en Gaza

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Israel y el grupo terrorista Hamas llegaron a un acuerdo para un intercambio de rehenes por prisioneros, en el marco de la primera fase de un plan global para la finalización de la guerra en Gaza.
El plan, estructurado en 20 puntos, establece los pasos a seguir en la zona de Medio Oriente. El primer punto del esquema establece que Gaza debe convertirse en “una zona desradicalizada y libre de terrorismo para que no represente una amenaza para sus vecinos”. La segunda cláusula agrega que el enclave “será reconstruido para beneficio de su población, que ha sufrido más que suficiente”.
El tercer apartado fija la condición de que, si ambas partes aceptan, “la guerra terminará inmediatamente”. Israel deberá retirarse a la línea acordada para preparar la liberación de los cautivos, mientras se congelan las operaciones militares. El cuarto punto impone un plazo estricto: “Dentro de las 72 horas de que Israel acepte públicamente este acuerdo, todos los rehenes, vivos y muertos, serán devueltos”.

El quinto punto establece el componente recíproco: tras la liberación de los rehenes, Israel pondrá en libertad a “250 prisioneros condenados a cadena perpetua, además de 1.700 gazatíes detenidos después del 7 de octubre de 2023, incluidas todas las mujeres y niños”.
También se estipula que, por cada rehén fallecido que se devuelva, Israel entregará “los restos de 15 gazatíes”.
El sexto punto aborda el tratamiento de los combatientes de Hamas. Quienes se comprometan a la “coexistencia pacífica y a entregar sus armas” recibirán amnistía, y quienes deseen salir de Gaza contarán con un pasaje seguro hacia otros países.
El séptimo compromiso abre la puerta a la asistencia humanitaria: “Al aceptarse este acuerdo, la ayuda ingresará inmediatamente en Gaza”, con volúmenes mínimos iguales a los pactados en el acuerdo del 19 de enero de 2025, incluyendo reparación de infraestructuras esenciales.
Según el octavo apartado, la distribución de esa ayuda quedará en manos de la ONU, la Cruz Roja y otras instituciones neutrales. El cruce de Rafah se abrirá en ambas direcciones bajo el mismo mecanismo del acuerdo de enero.
El noveno punto crea un gobierno provisional: Gaza quedará bajo la administración de un “comité tecnocrático palestino, apolítico, con supervisión internacional de una ´Junta de Paz´, encabezado por Donald Trump y figuras como Tony Blair”, encargado de la financiación de la reconstrucción hasta que la Autoridad Palestina pueda asumir el control.
El décimo punto introduce un “plan económico de Trump para reconstruir y revitalizar Gaza”, a cargo de expertos en desarrollo urbano del Medio Oriente. El undécimo crea una “zona económica especial con tarifas preferenciales y acceso negociado con países participantes”. El duodécimo apartado garantiza que “nadie será forzado a salir de Gaza”, aunque quienes deseen emigrar pueden hacerlo con derecho de retorno.
El punto trece excluye al grupo terrorista Hamas del futuro político del enclave: “Hamas y otras facciones acuerdan no tener ningún papel en el gobierno de Gaza, directa o indirectamente”. Todo el arsenal militar será destruido bajo supervisión internacional, con un programa de recompra de armas y reintegración financiado por donantes externos. El decimocuarto punto asegura la participación de actores regionales en la vigilancia del cumplimiento de las obligaciones para garantizar que “la nueva Gaza no represente una amenaza”.

El decimoquinto establece una Fuerza Internacional de Estabilización, que “se desplegará de inmediato en Gaza” para entrenar a la policía local y cooperar con Egipto e Israel en el control fronterizo. El decimosexto compromete a Israel a no ocupar ni anexar el territorio, con una retirada progresiva en función de la desmilitarización, conservando solo un perímetro de seguridad transitorio.
El decimoséptimo apartado prevé medidas de ayuda y reconstrucción en zonas “libres de terrorismo” bajo control internacional en caso de que Hamas dilate o rechace el plan.
El decimoctavo punto impulsa “un proceso de diálogo interreligioso basado en la tolerancia y la coexistencia”. El decimonoveno sugiere que “al avanzar la reconstrucción y cumplirse el programa de reforma de la Autoridad Palestina”, podrían darse condiciones para avanzar hacia “la autodeterminación y el Estado palestino”.
El vigésimo y último punto establece que Estados Unidos “abrirá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político de coexistencia pacífica y próspera”.
(Con información de AFP y EFE)
Domestic,Politics,North America,Government / Politics
INTERNACIONAL
A dizzying ride on the Hill: Lawmakers debate in circles as shutdown enters week two

NEWYou can now listen to Fox News articles!
It must be something about October and two-year intervals in Congress.
Congress was paralyzed for more than three weeks without a leader two years ago this October as the House unceremoniously ousted former Speaker Kevin McCarthy, R-Calif.
And Congress is paralyzed again this October – unable to find the votes to re-open the government.
«There’s nothing for us to negotiate,» said House Speaker Mike Johnson, R-La. «We did the job to keep the government open. And now it’s on the Senate Democrats.»
OMINOUS RED AND ORANGE SKIES HAD CAPITOL HILL TAKE NOTICE AS SHUTDOWN LOOMED
But Democrats say that’s the problem. There haven’t been negotiations. Save for a brief White House meeting last week between President Trump and the top four bipartisan, bicameral Congressional leaders a day before the shutdown.
«The Majority Leader in the Senate, John Thune, R-S.D., talks about, ‘we’ll have conversations.’ We need more than conversations. We need a real negotiation,» said Sen. Mark Kelly, D-Ariz., on Fox.
So there are no talks. And the sides are seemingly talking past each other.
It seems as though Congress is positively heading nowhere as shutdown negotiations drag on. (Elizabeth Frantz/Reuters)
So, they’ve turned to handicapping.
Sen. John Kennedy, R-La., gamed out that the shutdown would run another week.
«It won’t end until everybody in the Senate takes their ego out back and shoots it. And then it’ll end,» predicted Kennedy.
It always is, and always will be about the math.
Senate Republicans can conjure up the votes of 55 senators to break a filibuster on the House-passed bill to fund the government. But they need 60 yeas. And Republicans are determined to stick to their playbook.
«I can tell you there’s more than five Democrats in the Senate who know that (Senate Minority Leader) Chuck Schumer, D-N.Y. has led them into a box canyon with this Schumer shutdown,» said Sen. Tom Cotton, R-Ark., on Fox. «But the consequences will start to pile up.»
REPORTER’S NOTEBOOK: SENATE REVOTES TODAY ON ENDING GOVERNMENT SHUTDOWN
White House spokeswoman Karoline Leavitt wouldn’t directly answer a question about what would trigger federal firings. But Leavitt made clear that jobs hung in the balance.
«We don’t want to see people laid off. But unfortunately, if this shutdown continues, layoffs are going to be an unfortunate consequence of that,» said Leavitt.
Democrats excoriated the Trump Administration for hinting it would cut programs and jobs in agencies important to Democrats.
«Americans really hate bullies. And this kind of bullying from the White House is going to backlash because they understand that an authoritarian president uses grants to New York for infrastructure, laying off workers, deliberately inflicting pain,» predicted Sen. Richard Blumenthal, D-Conn. «Don’t inflict unnecessary pain and then boast about it.»
Some Republicans practically reveled in the White House approach.
«All’s fair in love and war. I think that there’s a price to pay for the Democrats shutting this down,» said Sen. Roger Marshall, R-Kan. «These will be part of the consequences.»

Sen. Peter Welch, D-Vt., argued that the shutdown is «collective punishment» and undercuts Republicans equally harshly. (Tierney L. Cross/Getty Images)
But one Democrat argued that the Trump administration’s gambit would also undercut Republicans and voters who supported the president. Even in blue states.
«There’s a lot of folks in Vermont, there’s lot of folk in Illinois who voted for President Trump. So this sort of collective punishment,» said Sen. Peter Welch, D-Vt., on Fox. «I think it’s a really bad idea.»
But the president is coy about when the shutdown could trigger federal layoffs.
«It could,» said the president. «At some point it will.»
Transportation Secretary Sean Duffy noted that his department saw «a slight uptick» in aviation safety employees who were calling out sick during the shutdown – since they weren’t being paid.
«They’re thinking about how am I going to get a paycheck? How do I make a car payment,» said Duffy.
WHITE HOUSE ESCALATES SHUTDOWN CONSEQUENCES AS DEMOCRATS SHOW NO SIGNS OF BUDGING: ‘KAMIKAZE ATTACK’
But if you squint, you can see a few signs of bipartisanship.
Johnson is discussing Obamacare subsidies with one prominent Democrat.
«I had I think a fruitful discussion, with Sen. Patty Murray, D-Wash., about two days ago, a day or so ago,» said Johnson on efforts to address looming Obamacare premium spikes. «Whatever the conference committee comes up with, I will put on the floor. I’m ready to go.»
But Schumer is skeptical about the Speaker’s promises.
«Delay has always been Speaker Johnson’s MO. Speaker Johnson has survived by kicking the can down the road,» said Schumer. «When Johnson says later, they know he means never.»

Senate Majority Leader John Thune, R-S.D., insists Democrats are «playing a losing game.» (Alex Brandon/AP Photo)
Tension is building as the shutdown barrels into its second week as lawmakers spin in circles.
«I realize that my Democrat colleagues are facing pressure from members of their far left base. But they’re playing a losing game here,» said Thune.
But each side is now engaged in a game of parliamentary chicken. Republicans won’t budge from their demand that Senate Democrats approve their funding plan. And Democrats won’t relent from their insistence that the sides shore up Obamacare subsidies.
«I’m not going to vote to reopen the government until I see a way that we can do that,» said Sen. Chris Coons, D-Del.
Even some Republicans worry about Obamacare price spikes.
«There are some folks in what is the new part of the Republican Party, which is blue-collar workers,» said Rep. Jeff Van Drew, R-N.J., on Fox Business. «We have to be careful how we do this. We just shouldn’t cut it. We should make sure we use a scalpel and not a sledgehammer.»
SHUTDOWN IGNITES STRATEGIST DEBATE: WILL TRUMP AND GOP PAY THE POLITICAL PRICE IN 2026?
But even if bipartisan senators were to forge a deal, the plan may slam into a brick wall in the House.
«Republicans have spent most of their careers being against Obamacare. Why would they expand it and add a subsidy on top of a subsidy?» asked House Appropriations Committee Chairman Tom Cole, R-Okla.
A debate is now raging over which side will cave. Or which party faces political consequences.
Naturally, Republicans believe Democrats will pay a price.
«Their radical base just wants to see them up here fighting Donald Trump, not over any particular issues,» said House Majority Leader Steve Scalise, R-La.
But Democrats don’t see a political downside.
«Are you concerned in any way about the political ramifications that voters might blame your side down the road?» yours truly asked House Minority Leader Hakeem Jeffries, D-N.Y.
«The American people are crystal clear on who shut down the government. Crystal clear,» replied Jeffries.

House Minority Leader Hakeem Jeffries, D-N.Y., suggested Americans are «crystal clear» on who shoulders the blame for the shutdown. (Kevin Lamarque/Reuters)
However, some lawmakers doubt that voters care about who «shut down the government.»
«My constituents don’t care about the finger pointing. They just want us to govern,» said Rep. Madeleine Dean, D-Pa.
As the impasse deepens, the Senate shifted from parliamentary posturing to ecumenical intercession.
«On this third day of the government shutdown, inspire them to work for your glory in all they think, say, and sow,» prayed Senate Chaplain Barry Black during his invocation of the Senate last week.
HERE’S WHAT TRUMP WANTS TO DO TO RESHAPE THE FEDERAL GOVERNMENT DURING THE SHUTDOWN
And then there are the sideshows. The White House sent out a meme portraying Budget Director Russ Vought as the Grim Reaper. And the president trolled Jeffries with an AI-generated social media video, casting Jeffries in a sombrero and a mustache with mariachi music playing in the background.
At the same time, Republicans warned about grave shutdown consequences.
«Real pain is being endured by real people,» said Johnson.
But in the next breath, the Speaker defended the president making light of circumstances, describing the trolling as «entertainment.»
«That’s what President Trump does. And people are having fun with this,» said Johnson.
I didn’t let that go.
«On one hand, you say this is very serious. That people have jobs on the line. On the other hand, you say, ‘oh, this is just fun and games and they’re trolling.’ Which is it?» I inquired.
«What they’re trying to have fun with, trying to make light of, is to point out the absurdity of the Democrats’ position,» answered Johnson.

House Speaker Mike Johnson, R-La., defended President Trump’s making light of current circumstances as «entertainment.» (Kevin Dietsch/Getty Images)
So we don’t know if or when Vought will drop the anvil on federal workers. But one senator who caucuses with the Democrats and voted for the GOP plan, signaled his support could wane if Republicans overplay their hand.
«If they start firing thousands of people or clawing back other kinds of programs, I think, it could hurt their chances of getting this resolved,» said Sen. Angus King, I-Maine.’
The Senate has now blocked the House-approved spending package on six separate occasions. The sides are having casual conversations. But nothing has happened.
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It’s as though Congress is on a merry-go-round to nowhere, just going around and around. Everyone’s getting dizzy. And just wants to dismount.
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Europa, entre la guerra de Ucrania, el acoso ruso y la crisis política en Francia, que amenaza al euro

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