Connect with us

ECONOMIA

Estados Unidos pierde nota máxima de Moody’s por su elevado déficit y nivel de deuda pública

Published

on


La decisión, criticada por el Tesoro de EE.UU., no anticipa más recortes a corto plazo, pero Moody’s alerta sobre el impacto del gasto y deuda futura

19/05/2025 – 11:48hs

Advertisement

Estados Unidos ya no forma parte del grupo de países con la máxima calificación crediticia otorgada por Moody’s. La agencia le retiró la nota «Aaa» que reflejaba su condición de emisor soberano con el más alto nivel de solvencia frente a los inversores internacionales.

La decisión de rebajar la nota a «Aa1» fue atribuida por Moody’s al creciente desequilibrio fiscal del país y al aumento sostenido de su deuda pública bajo el gobierno del presidente Donald Trump.

«La degradación en la escala de 21 niveles resulta del aumento de la deuda pública en más de una década, así como el creciente pago de intereses hasta niveles significativamente superiores a los de otros soberanos con calificación similar», resaltaron.

Advertisement

Estdos Unidos pierde la nota máxima de Moody’s y genera críticas desde el Tesoro

La nueva calificación para la deuda estadounidense es «Aa1» y, si bien representa un peldaño menos en la escala, Moody’s modificó la perspectiva de «Negativa» a «Estable«, lo que indica que no anticipa nuevas rebajas en el corto plazo.

Tras conocerse la resolución, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, cuestionó la decisión de Moody’s al considerar que responde a indicadores que no reflejan la actualidad económica. En diálogo con una cadena de televisión estadounidense, sostuvo que «la degradación de la nota está relacionada con las políticas de gasto de la administración anterior, de Joe Biden», y mencionó al secretario de Transporte, Sean P. Duffy, al señalar que el actual gobierno «apenas tiene 100 días en el poder».

Por lo tanto, la degradación del estatus crediticio en Moody’s responde a las políticas de gasto de la administración Biden durante los últimos cuatro años, especialmente en inversiones para combatir el cambio climático y ampliar la cobertura sanitaria.

Advertisement

Diferencias entre «Aaa» y «Aa1»

La nueva calificación coloca a Estados Unidos en un nivel apenas inferior al más alto dentro del rango de solvencia. Tanto «Aaa» como «Aa1» pertenecen al grupo de alta calidad crediticia, según la clasificación de Moody’s.

Sin embargo, el recorte se explica por variables concretas. De acuerdo con la agencia, la deuda estadounidense representa el 88% del Producto Interno Bruto (PIB) y su déficit fiscal equivale al 7,5% del PIB.

Datos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) muestran que, hacia fines del año pasado, la deuda total del gobierno norteamericano llegó al 120% del PIB, superando el promedio de las economías avanzadas, que se ubicó en 114%.

Advertisement

Además, las proyecciones indican que hacia 2035, el servicio de la deuda —es decir, el pago de intereses— podría consumir hasta el 35% de los ingresos fiscales del país. El año pasado, ese porcentaje fue del 18%.

Moody’s advierte que el presupuesto en discusión no reducirá significativamente el gasto ni el déficit

En su informe, Moody’s también advierte que la propuesta presupuestaria que actualmente se discute en el Congreso «no ayudará a hacer una reducción significativa del gasto ni de los déficits por venir».

Asói como ocurre en cada revisión de calificaciones soberanas, la agencia detalló los factores que podrían derivar en un nuevo recorte: «Si la eficacia de las políticas o la solidez de las instituciones se deterioran hasta el punto de debilitar significativamente el perfil crediticio del emisor soberano».

Advertisement

Pese a estos riesgos, la perspectiva «estable» implica que, durante los próximos seis a dieciocho meses, no existen señales que anticipen un nuevo ajuste en la calificación.

Cabe recordar que Moody’s había colocado la deuda estadounidense en perspectiva negativa desde noviembre de 2024, lo que implicaba que el recorte ya estaba bajo evaluación desde hace 18 meses.

Moody’s es una de las tres principales agencias de calificación crediticia del mundo, junto con Fitch y Standard & Poor’s. Mientras Fitch cubre a 120 países y S&P a 137, Moody’s mantiene una influencia determinante sobre los mercados financieros globales.

Advertisement



iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,estados unidos,moody's,calificación crediticia

Advertisement

ECONOMIA

Se agota el «efecto Bessent»: el BCRA tuvo que intervenir y la City debate si el dólar puede bajar

Published

on



El «efecto Bessent» se agotó en la recta final de la campaña electoral: el dólar volvió a tocar el techo de la banda de flotación, obligando al Banco Central a vender, como en la corrida de septiembre. Y, en el mercado de futuros, los contratos a octubre ya cotizan por encima del techo de la banda. En otras palabras, hay gente que paga cobertura porque prevé que dentro de 10 días el tipo de cambio mayorista estará encima de $1.500.

Es cierto que la cifra de u$s45,5 millones vendida por el Central no impresiona por su volumen, pero eso no resta nerviosismo en el mercado. Para empezar, hay analistas que sospechan que los u$s120 millones que, en teoría, había comprado el Tesoro la semana pasada, en realidad implicaron un sacrificio de reservas del Central.

Advertisement

Y el nerviosismo se acentúa por el antecedente de septiembre, cuando también se había empezado a vender con un número bajo, pero en apenas tres jornadas la demanda llegó a u$s1.100 millones.

Lo que agrava la sensación de corrida cambiaria es que, a diferencia de lo que pasó en septiembre, ahora se produce incluso con la protección del gobierno estadounidense al plan económico

En aquella corrida, solo había un sistema de banda de flotación cambiaria, y la promesa de Luis Caputo en el sentido de que estaba dispuesto a vender hasta el último dólar que le pidieran. Su argumento era que, tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el balance del BCRA estaba saneado. Y que, además, al comprar dólares los inversores «sacaban pesos de la cancha», con lo cual el mercado se estabilizaría.

Advertisement

A diferencia de lo que ocurría en aquel momento, ahora ya nadie considera un motivo de festejo que el BCRA haya «absorbido» pesos del mercado por un monto de $67.795 millones -la contrapartida de su venta de dólares-.

En realidad, nadie esperaba que fuera necesaria esta nueva intervención en el techo de la banda después de la saga de acontecimientos de las últimas semanas. Que incluyen el antecedente de que el US Treasury «comprando pesos» por un monto que se estima en más de u$s600 millones, además un contundente respaldo político por parte del mismísimo Donald Trump, la oficialización del swap de monedas por u$s20.000 millones y el anuncio de un futuro canje de deuda con el respaldo de organismos internacionales de crédito.

Y, sin embargo, ninguno de estos golpes de efecto ha sido suficiente para impedir lo inevitable: que ante una elección de resultado incierto los argentinos dolaricen sus portafolios casi por completo.

Advertisement

«Se corrió el Tío Bessent, esperemos que vuelva mañana porque quedan tres días complicados», comentó el analista Christian Buteler, en una frase que sintetiza el humor del mercado. En el estado de situación actual, tres jornadas de corrida bancaria tienen un poder de desestabilización que no debe ser subestimado.

Sale Scott Bessent, entra Santiago Bausili

Si había un límite que el gobierno creía que no se iba a cruzar era, precisamente, el de la venta de divisas por parte del BCRA. ¿Cómo interpretar esta situación? ¿Scott Bessent cambió de tesitura, se cansó de pulsear y perder contra el mercado argentino? ¿O, como dicen sus críticos en Estados Unidos, ya cumplió su verdadero objetivo, que era facilitarle una salida a los fondos de inversión que había apostado fuerte a activos argentinos?

Nadie lo sabe con certeza, pero lo cierto es que el panorama cambió drásticamente desde la primera intervención del Treasury, en la que le bastó el anuncio de que había vendido dólares -luego se supo que era apenas u$s24 millones- para desplomar la cotización hasta $1.349. Apenas 10 días más tarde, el tipo de cambio mayorista cerró en $1.490, lo que implica una suba de 7,5% desde el inicio del efecto Bessent.

Advertisement

Todavía no está claro si los dólares que usó el BCRA son imputados a sus reservas líquidas o al nuevo swap de monedas con el Tesoro estadounidense, que se oficializó el lunes. Si se tratara del segundo caso, implicaría que el swap ya está activado, lo que impone a Santiago Bausili la obligación de un repago a corto plazo con intereses. Pero, en el lado positivo, podrá contabilizar los u$s20.000 millones como parte de las reservas brutas, algo que podría funcionar como elemento disuasor para los compradores de dólares.

En todo caso, lo que el mercado está interpretando es que ya se entró en otra etapa del plan económico, en la que posiblemente ya no se vuelva a ver al US Treasury interviniendo en el mercado cambiario argentino, sino que el protagonista volverá a ser el Banco Central. Esto podría implicar un sacrificio alto de reservas, aun cuando esa política sólo dure tres días. El volumen del mercado spot llegó a u$s700 millones, un nivel alto, casi el doble del promedio histórico, lo cual da la pauta de la demanda potencial.

Algunos economistas argumentan que, pese a las declaraciones iniciales de Bessent -en las que afirmó que el peso argentino estaba «subvaluado«-, en realidad la estrategia consiste en no impedir la devaluación, pero manejar el tiempo, para que luego de las elecciones no sea necesario un «overshooting».

Advertisement

Así, Carlos Rodríguez, ex viceministro de economía y ex rector de la Ucema -además de ex asesor de Javier Milei-, observó que el detalle importante es que en el mercado paralelo, el dólar minorista, el MEP y el «contado con liqui» están en sus valores históricos más altos.

«El mercado lo está logrando sin corridas cambiarias, un poco cada día. Creo interpretar que el Tesoro de Estados unidos no está impidiendo que esto pase, sino que ayuda a que lleguemos normalmente a las elecciones. El lunes será otro día muy diferente», argumenta.

La dolarización, cerca del techo

Y ahí es donde se está centrando el debate del mercado: el crucial «día después» de las elecciones. Y lo que algunos analistas afirman es que hay que mirar al mercado paralelo para ver cuál sería un tipo de cambio de equilibrio.

Advertisement

En un panorama en el que, salvo el gobierno, nadie cree posible la continuidad del esquema de banda de flotación, el valor del «contado con liqui» -el que se usa para dejar divisas depositadas fuera del país- llegó a los $1.613. Y es un nivel que muchos consideran un buen referente para el momento post electoral.

Después de todo, el influyente banco de inversión Morgan Stanley consideró que, en el mejor escenario electoral para Milei, el tipo de cambio se estabilizaría en $1.700 para diciembre. Ese precio es un 9% superior al techo de la banda de flotación de esa fecha, pero solo un 5% del valor actual del CCL.

En cuanto al pronóstico que puede inferirse de los contratos en el mercado de futuro, la expectativa de la cotización para diciembre es de $1.612 para el tipo de cambio oficial. Esto implicaría un salto relativamente pequeño, de $10 en la semana posterior a las elecciones, y un ajuste moderado de 7% en los dos meses siguientes.

Advertisement

Hay quienes argumentan que la alta dolarización llegó al punto de que queda muy poca liquidez como para que se pueda sostener la demanda de dólares por parte del público. Según las cifras oficiales, el 40% del M2 -el dinero transaccional- tomó cobertura en dólares, algo que los economistas sostienen que responde a una situación excepcional, y que no puede prolongarse sin que se produzca un quiebre en la cadena de pagos.

Pero es, en realidad, un debate interminable, porque hay muchas formas de medir la liquidez, dependiendo de si se considera sólo cuentas a la vista, depósitos a plazo fijo y bonos del Tesoro.

Lo cierto es que en apenas tres semanas hubo una fuerte caída en el volumen de depósitos en pesos, que bajó desde los $100 billones hasta $92 billones. Y, en contraste, los depósitos bancarios nominados en dólares subieron desde u$s34.000 millones hasta u$s35.133 millones.

Advertisement

¿El lunes puede caer el dólar?

Esas cifras, para algunos, son la antesala de una descompresión en el mercado -partiendo, claro, del supuesto de que Milei tendrá un resultado aceptable en la legislativa del domingo-.

«A partir del lunes veremos una andanada de ventas de dólares de los que apostaron a una devaluación pero tienen que seguir pagando sueldos, proveedores, tarjetas», pronosticó Antonio Aracre, el ex CEO de Syngenta que se ha erigido en uno de los principales defensores del plan económico.

Su argumento no se basa solamente en la situación política, sino además en una cuestión estacional: es típico que sobre fin de año las empresas vendan dólares por una mayor necesidad de liquidez, para pagar aguinaldos y saldar obligaciones financieras.

Advertisement

En la misma línea, Ariel Sbdar, fundador de la «fintech» Cocos, previó que pasadas las elecciones habrá un flujo vendedor de divisas. El financista compara el tipo de cambio actual con el previo a la elección provincial bonaerense de septiembre, en la que el peso estaba mucho más apreciado -$1.355 el viernes preelectoral- y observa que ahora no solo hay una moneda más devaluada, sino que el mercado está cubierto por la alta demanda de las últimas semanas.

«Ojo, porque si al Gobierno le va bien, la semana que viene vamos a decir ‘todos tenemos dólares y tenemos que gastar pesos’. Y en ese exceso de cobertura puede ocurrir que el gobierno tal vez no tenga que hacer nada con la banda y el dólar vaya para abajo», afirmó el financista.

También en este sentido hay antecedentes: tanto en la gestión de Caputo como en gobiernos anteriores, hubo momentos en los que se dejó subir al dólar y luego se favoreció una baja brusca, como forma de «castigo a la especulación».

Advertisement

Claro que también hay muchos en la vereda opuesta, que sostienen que la demanda por dólares no tiene límite cuando el mercado pierde la confianza en la capacidad del gobierno para mantener la estabilidad.

A pesar de los anuncios sobre asistencia con dólares frescos y recompra de deuda -algo que debería redundar en una baja de las tasas de interés-, hay indicadores que siguen jugando en contra. Por ejemplo, el saldo comercial de septiembre confirmó que la vocación dolarizadora no es solamente en billetes verdes, sino también en stock de mercaderías por parte de las empresas, con un récord de importaciones por u$s7.200 millones.

Advertisement

iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,dolar,banco central,elecciones

Continue Reading

ECONOMIA

La incertidumbre electoral llevó a los mercados a apostar a ciegas en lugar de invertir

Published

on


Los inversores apuestan a ciegas. No hay ciencia que pueda predecir el resultado electoral del domingo y el mercado se transformó en un juego de azar. Sienten que no están invirtiendo, sino apostando y juegan a la moneda más fuerte. La incertidumbre no lleva a pensar en que hay chances para el resultado positivo.

En ambos casos, si apuestan al dólar o al peso, las que decidirán si pierden o ganan serán las urnas. Hoy los inversores están en manos de los electores y de un laberinto de situaciones que las encuestas no pueden descifrar como el presentismo electoral.

Advertisement

El temor no responde a la razón. Los bonos soberanos cuentan con fondos para ser pagados garantizados no solo por los dólares del FMI y de Estados Unidos, sino por el post positivo del día de Scott Bessent, el secretario del Tesoro norteamericano, que ayer cumplió con la cuota de buenas noticias diarias que hay que dar hasta las elecciones y posteó que no dejarán que haya “un estado fallido” en la Argentina. Si el emisor de dólares apoya, ¿por qué cubrirse con la moneda que en el futuro no debería faltar? Tal vez esa no sea la causa y sí que vean como inevitable una devaluación en la que están de acuerdo Estados Unidos y el FMI.

Lo cierto es que el Banco Central junto al Tesoro de Estados Unidos batallaron ayer en el Mercado Libre de Cambios donde se operaron USD 718 millones y el dólar mayorista se arrimó a la banda superior de $1.491,07 al cerrar a $1.490,50 o sea $15 (+1%) por encima del día anterior. El Tesoro norteamericano vendió alrededor de USD 300 millones, mientras el Banco Central intervino con USD 45 millones en el renglón del dólar MEP que amenazaba llegar a $1.600 y cerró en $1.591,57 con un alza de $39 (+2,5%). El contado con liquidación (CCL) subió $38 (+2,4%) a $1.607,69 y por primera vez se quiebra el techo de los $1.600. El dólar “blue” dio un salto de $40 (+2,7%) a $1.545.

El Banco Central aguardaba con una cuantiosa oferta en el máximo de $1,491 del mercado spot al que nunca llegó el dólar.

Advertisement

Lo que sucedió ayer en la plaza cambiaria resultaría una herejía hace pocos meses cuando el presidente Javier Milei predicaba que iba a ser comprador de dólares cuando bajara a $1.000. Jamás imaginó que los sucesivos errores políticos lo llevarían a este terreno, porque todo lo que sucedió después es responsabilidad de quienes diseñaron la política electoral. El castigo más grande fue triunfar en las legislativas de la Ciudad de Buenos Aires, donde debutó el armado del Triángulo de Hierro que, a partir de ese momento creyeron haber encontrado la fórmula del éxito que los animó a lanzar el slogan “Vamos a pintar el país de violeta”. La provincia de Buenos Aires le dio un enorme mensaje, “faltan pintores”. La derrota se pareció a una catástrofe con una onda expansiva que llega hasta el presente porque tras esa derrota vinieron las del Congreso donde perdieron por amplia mayoría todas las votaciones que complicaban al Gobierno mientras un grupo de legisladores propios formaban su propio bloque y el Pro votaba caóticamente.

ECONOMIA INTERNACIONAL
Boris Roessler/dpa
ECONOMIA INTERNACIONAL
Boris Roessler/dpa

Con listas que no se podían desarmar y que dejaban al descubierto errores como la candidatura de José Luis Espert en la provincia de Buenos Aires y la de la diputada Lorena Villaverde en Río Negro, ambos relacionados con causas del narcotráfico, se sintieron a la intemperie y trataron de reconstruir alianzas para llegar de la mejor manera posible. La idea de que el oficialismo iba a arrasar en el orden nacional hoy mutó en una esperanza de empate o alcanzar el 35% de los votos.

En estas líneas se resume el espanto de hoy de los inversores que buscan cubrirse en dólares a cualquier precio. Probablemente, tras las elecciones alguna devaluación los avale.

La consultora F2 que dirige Andrés Reschini señaló que “las tasas de retorno del tramo corto de la curva pesos se corrieron al alza rondando el 4,5% efectivo mensual y el CCL superó los $1.600 ante la presión de la demanda. Las tasas reales (ex ante) continúan próximas al 30% anualizado lo que puede significar una oportunidad para instrumentos ligados al CER, dado que difícilmente estos niveles puedan prolongarse mucho tiempo luego del 26 de octubre”.

Advertisement

El informe agrega que “con el mayorista tocando la banda superior el mercado de futuros ajustó al alza en toda la curva, pero deja algunas señales que invitan a pensar en que no proyecta una situación caótica para luego del domingo, al menos hasta ahora dado que:

1) El volumen de operaciones cayó por segunda rueda consecutiva y desde el pico de octubre de 2,14 millones de contratos registrados en A3 el 15 de octubre el volumen recortó a 837.474 contratos.

2) El interés abierto (IA) cerró con desarme neto por segunda rueda consecutiva de USD -37 millones luego de recortar 34 millones en la rueda previa.

3) Las cotizaciones apenas superan a las del 7 de septiembre cuando se registró el último récord, pero esta vez con el tipo de cambio contra la banda superior”.

Advertisement

A su vez, los bonos soberanos que tienen una paridad promedio de 56% y generan tasas de retorno atractivas sucumbieron y bajaron hasta 2% elevando el riesgo país alrededor de los 1.100 puntos básicos.

La Bolsa sigue endeble. El S&P Merval de las acciones líderes subió 1,2% en pesos, pero perdió 1,1% en dólares. Los papeles de mejor performance fueron IRSA (+4,2%) y Banco Supervielle (+3,8%).

La agonía seguirá hoy. La tensión es tan grande como la apuesta a una devaluación. Nunca los inversores se animaron a jugar fichas tan grandes contra un Gobierno que nunca retrocedió cuando tuvo que intervenir.

Advertisement

Continue Reading

ECONOMIA

La bondiola «Made in Brasil» arrasa en Argentina: consumidores celebran precios bajos

Published

on



En las últimas horas se conoció un dato que encendió las alarmas en el sector ganadero nacional: en septiembre las importaciones de bondiola brasileña igualaron el volumen que se produce localmente en un mes. Según la Federación Porcina Argentina (FPA), ingresaron 4.600 toneladas de carne de cerdo por un valor de u$s125 millones, el 97,8% proveniente de Brasil, y la mitad correspondió a bondiolas.

En términos equivalentes, esas 2.000 toneladas representan 2 millones de kilos de carne porcina, o unos 500.000 capones, el mismo volumen que generan los productores argentinos. El ingreso duplicó la oferta en el mercado y provocó una caída en los precios. Desde la FPA advirtieron que «la bondiola brasileña viene congelada y contiene agua, lo que afecta la percepción del consumidor y la imagen del producto porcino en general«.

Advertisement

El consultor Juan Uccelli explicó que «las importaciones tuvieron un total de 3.843 toneladas, representando un aumento del 24,3% respecto a agosto y del 74,2% frente al mismo mes del año pasado». Y agregó: «Este año se destruyó el valor de la bondiola, negocio y mérito construido por el sector argentino, y hoy tiene un valor entre un 30% y 40% inferior del que siempre tuvo. Lo mismo ha sucedido con el pechito y el carré con hueso, y no se puede recomponer el valor de la media res por no tener mercados interesantes para los cortes de menor valor».

Competencia desigual y uso de ractopamina

A la sobreoferta se suma un factor que los productores califican como competencia desleal. En Brasil está autorizado el uso de ractopamina, un promotor de crecimiento que mejora la productividad en un 6%, mientras que su uso está prohibido en más de 160 países, incluida la Argentina.

«La situación se agrava porque nuestros productores sostienen un modelo natural y sustentable, y deben competir en su propio mercado con productos más baratos elaborados bajo condiciones que acá no están permitidas«, señalaron desde la FPA.

Advertisement

Un sector en crecimiento que se topa con sus límites

Paradójicamente, esta crisis de precios llega en un momento de expansión del sector. El consumo interno de carne de cerdo supera los 18 kilos por habitante al año, con un crecimiento sostenido del 4 al 5% anual durante la última década. La cadena genera 72.000 empleos directos e indirectos y mueve más de u$s4.000 millones por año.

El Plan Estratégico Porcino (PEP) prevé inversiones por u$s1.600 millones hacia 2032, con el objetivo de duplicar la producción y fortalecer las exportaciones. Pero el escenario actual deja al descubierto las debilidades estructurales que frenan el desarrollo. 

Carga fiscal, falta de crédito y trabas sanitarias

La Federación Porcina Argentina insiste en que no busca subsidios, sino reglas claras y previsibilidad. «Hace años que pedimos que nos saquen el pie de encima. No queremos beneficios especiales, queremos reglas que nos permitan invertir, producir más y competir en igualdad de condiciones. Para eso necesitamos que el Estado sea un aliado de la producción, no un obstáculo», afirmó Agustín Seijas, director ejecutivo de la FPA.

Advertisement

Entre los principales reclamos figura el régimen de IVA, que opera como un desincentivo a la inversión: los productores venden con una alícuota del 10,5%, pero compran insumos y bienes de capital al 21%. «El resultado son saldos fiscales inmovilizados y un sobrecosto cercano al 19%, que desalienta proyectos productivos y encarece cualquier inversión, desde genética hasta tecnología», explicaron.

A esto se suma la falta de financiamiento adaptado al ciclo productivo porcino, que demanda plazos largos y períodos de gracia, y la demora en la firma del protocolo sanitario con China, que permitiría exportar subproductos como patitas, cabezas y menudencias.

«Cuando invertimos hundimos mucho dinero y estas cuestiones siguen sin resolverse, lo que limita el crecimiento. Pedimos por favor no volver a perder el tren», advirtió un directivo de la Federación.

Advertisement

El espejo de la avicultura: las pechugas también llegan de Brasil

La presión importadora no se limita al cerdo. Entre enero y julio de 2025, Argentina importó 12.950 toneladas de carne de pollo, la mayoría pechugas brasileñas, superando el récord histórico de 2022. Solo en julio ingresaron 2.500 toneladas, tras levantarse la veda por influenza aviar.

Ese volumen equivale al 7%–10% de la producción nacional de ese corte y representa USD 33 millones de importaciones, mientras las exportaciones de pollo generaron USD 132 millones, con solo u$s5 millones recaudados por retenciones.

Un tablero de proteínas en reacomodamiento

Con un consumo de carne bovina en torno a 49 kilos por habitante y un consumo de pollo de aproximadamente 50 kilos, el cerdo se consolida como la tercera proteína animal más elegida en Argentina, pero también la más expuesta a la competencia externa.

Advertisement

«Invertir para producir más, exportar mejor y sostener el consumo interno no es solo un objetivo sectorial: es una oportunidad para la Argentina. Pero necesitamos un gobierno que camine junto a la producción y no adelante suyo. El desarrollo se construye con diálogo, previsibilidad y reglas claras», concluyó la Federación Porcina Argentina.

Importaciones que crecen de modo explosivo

Mientras la producción local avanza, el volumen de importaciones de carne de cerdo en Argentina exhibe una escalada que pone en tensión la cadena nacional. En los primeros cinco meses de 2025 ya se importaron 24.303 toneladas, cifra que supera el total de importaciones de todo 2024 (19.351 t) y representa un aumento superior al 520%. En abril, por ejemplo, se importaron 6.226 toneladas, un valor no visto en casi 28 años.

Otro análisis estima que durante enero-mayo de 2025 las importaciones alcanzaron 26.882 toneladas, +464,5 % frente a igual período del 2024. 

Advertisement

Estas cifras indican que la carne porcina importada ya es un actor significativo en el mercado argentino y coloca un desafío estructural al sector local.



iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
technology, ads, media,importacion,empleo

Advertisement
Continue Reading

Tendencias