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En medio del escándalo Makintach, el Senado bonaerense aprobó 131 pliegos judiciales con tratamiento exprés

No es un secreto que los pedidos de los intendentes pueden pesar más que un currículum intachable y una buena nota de examen a la hora de designar jueces y fiscales. Pero el proceso que acaba de concluir en el Senado bonaerense, con el acuerdo para 131 funcionarios judiciales, parece fuera de toda escala.
A fin del año pasado, Axel Kicillof había enviado más de 200 pliegos al Senado, un cuerpo que tiene que prestar acuerdo para este tipo de designaciones. Eran nombres de aspirantes a cargos de jueces, fiscales, defensores y asesores de incapaces, indispensables para cubrir vacantes en distintos fueros y jurisdicciones. El gobernador los elige a partir de ternas con orden de mérito que le eleva el Consejo de la Magistratura y los manda al Senado.
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El rol de los senadores es clave. Son el último filtro para, según la Constitución provincial, garantizar la “solvencia moral, la idoneidad y el respeto por las instituciones y los derechos humanos” de los candidatos. Primero interviene la comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos: analiza cada caso y entrevista, en persona, a cada candidato. Recién después de este minucioso proceso los pliegos llegan al recinto para ser sometidos a votación.
Todo eso, en la teoría. La realidad fue un poco distinta y tuvo más acting que el documental Justicia divina. Para empezar, los pliegos de Kicillof tardaron meses en llegar a la comisión. Uno de los motivos fue que faltaban en esa tanda ciertos pliegos que impulsaba la presidenta del Senado, Verónica Magario, exintendenta de La Matanza. Eran nombres para cargos estratégicos de ese mismo departamento judicial.
Una vez que se destrabó esa rosca y entraron los nombres de La Matanza, el proceso se retomó en la comisión de Asuntos y Acuerdos, que preside Emmanuel González Santalla, de La Cámpora. Pero lo que pasó ahí fue más desprolijo aún.
Según documentos oficiales que reveló TN el año pasado, esa comisión de 15 miembros entrevistó a 205 candidatos (y analizó sus pliegos) en apenas tres jornadas. Cada una duró unas cuatro horas, por lo que cada pliego se habría estudiado en un promedio de tres minutos y medio.
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Además de las entrevistas exprés -si es que las hicieron-, algunos senadores de esta comisión ni siquiera se involucraron. Sergio Berni -un duro crítico de los jueces cada vez que estalla un caso de inseguridad- se conectó por Zoom desde un auto para una de estas jornadas. Y otro de los días simuló estar conectado, pero era una participación fantasma: apagó la cámara para ocultar que, en realidad, a esa hora estaba en un acto con Kicillof, en Zárate.
Finalmente, el último miércoles 131 de esos 205 pliegos llegaron al recinto y se aprobaron. Irónicamente, fue en pleno escándalo internacional por el desempeño de una jueza bonaerense, Julieta Makintach, la que actuaba para la película Justicia divina mientras juzgaba la muerte de Diego Maradona.
Aunque ya estaba por terminar mayo, ese día el Senado tuvo su primera sesión ordinaria en todo año. Una vez concluida, con todo aprobado al estilo de una escribanía, Magario celebró el acuerdo para los pliegos con este mensaje en su cuenta de X: “Seguimos reafirmando nuestro compromiso con el buen funcionamiento institucional del Poder Judicial y la defensa de los derechos de las y los bonaerenses”.
El paquete de 131 nombres aprobados esconde varios que son polémicos. Por ejemplo, el del juez Sebastián Carreira Ochoa, uno de los candidatos de Magario, que ahora asciende a la cámara penal de La Matanza a pesar de un detalle: ser hijo de la fiscal general de ese departamento judicial.
También ascendió a camarista un candidato impulsado por el massismo, el juez de Garantías de Tigre Diego Efraín Martínez, que tuvo allí como secretaria a la jueza Makintach. Hace unos años, Elisa Carrió había impugnado un ascenso de Martínez, al cuestionar procedimientos arbitrarios e injustificados que habría hecho su juzgado, y vínculos con fiscales de la misma zona que terminaron procesados: Julio Novo, hoy en juicio por presunto encubrimiento al narcotráfico, y Claudio Scapolán.
Scapolán enfrentó un jury que se sesionó en este mismo Senado y lo destituyó. Uno de los testigos a su favor fue el propio juez Diego Martínez. Scapolán enfrentaba denuncias graves, como el presunto uso de la estructura de su fiscalía para cometer delitos, y hasta la supuesta participación en cadenas de narcotráfico con otros funcionarios públicos. Lo removieron en 2023. Solo se opuso una senadora del Frente Renovador que sigue en la comisión que trata los pliegos: Sofía Vanelli.
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Otra consecuencia del paquete de pliegos aprobados es que quedan integradas sin ninguna mujer las cámaras penales de San Isidro, La Matanza, Mar del Plata, Junín y Bahía Blanca. Así se está armando el Poder Judicial bonaerense de los próximos veinte años.
Y hay algo más. Si en el futuro alguno de estos 131 funcionarios se convirtiera en otro caso Makintach (o en otro caso Novo, o Scapolán) nadie podría saber quién avaló su designación y quién no. Porque en la Legislatura de los Chocolates, que ya se prepara para votar la reelección indefinida de legisladores, no queda registrado cómo votó cada legislador. Solo se registra si un proyecto se aprobó o se rechazó.
La única forma de identificar los votos es prestando atención desde el palco de prensa del recinto. Pero en esta sesión, Magario no dejó que los periodistas acreditados usaran esos palcos, y los mandó a cubrir la sesión por YouTube. ¿El argumento? Que hacen mucho ruido y distraen a los senadores.
La medida tiene un agravante: las sesiones donde se votan pliegos judiciales son de las pocas que tienen que tener carácter público sí o sí. Así lo ordenan el artículo 175 de la Constitución bonaerense y el reglamento de la cámara alta. Tampoco importó.
Verónica Magario, Axel Kicillof
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Se cae el caso del Fútbol para Todos: el fiscal pidió absolver a Mariotto y penas leves para Aníbal Fernández y Capitanich

El caso del supuesto fraude con el otorgamiento de fondos por parte del gobierno kirchnerista a la AFA para el programa Fútbol para Todos está a punto de quedar en la nada: en las últimas audiencias del juicio, el fiscal federal Miguel Ángel Osorio pidió absolver a Gabriel Mariotto, coordinador del programa, y reclamó leves penas para los exjefes de Gabinete Aníbal Fernández y Jorge Capitanich.
Las acusaciones iniciales más severas quedaron en una acusación de fraude y violación de deberes de funcionario público, que merecieron un pedido de tres años de prisión en suspenso para Aníbal Fernández y una acusación de violación de sus deberes de funcionarios para Capitanich, con un pedido de pena de ocho meses de prisión en suspenso. Ambos fueron jefes de gabinete de Cristina Kirchner.
Capitanich reaccionó ante el alegato fiscal: en una declaración pública sostuvo que fue “inconsistente, infundado y conjetural” y que “no se sostiene en las pruebas producidas durante el juicio”. Dijo que incluso el fiscal reconoció que que “los fondos, una vez pagados a la AFA, dejaban de ser dineros públicos”. Por lo que, a su criterio, es “absurdo” que la jefatura de Gabinete controlara su destino.
“Después de diez años de proceso, fue decepcionante escuchar un alegato leído de principio a fin, práctica prohibida por el Código Procesal, y cargado de apreciaciones políticas más que jurídicas. Lo único que buscan es mancillar mi nombre y ensuciar una política pública legítima como fue Fútbol para Todos, que democratizó el acceso al deporte y la cultura”, dijo Capitanich.
Al quedar fuera del caso los administradores del programa y solo acusados los funcionarios, es difícil que el tribunal oral federal integrado por los jueces Ricardo Basilico, Juan Michilini y Adrián Grumberg, puedan establecer que existió una conducta delictiva, dijeron a fuentes de los tribunales.
En la misma línea remarcaron que es extraña la tesis de que los fondos públicos dejan de serlo cuando ingresan a las arca de la AFA y por eso no se configura el fraude a la administración pública.
El fiscal general Osorio pidió condenas en suspenso para Luis Segura, expresidente de AFA, a dos años de prisión; a Carlos Alberto Pandolfi, ex tesorero de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), a un año; a Norberto Monteleone, exgerente general de ese sindicato a un año y a Natale Antonio Rigano, expresidente de la firma Iveco, a dos años.
El pedido de pena para Aníbal Fernández es de ejecución condicional. En tanto, el fiscal Osorio pidió absolver a Mariotto, excoordinador de Fútbol para Todos; a Miguel Ángel Silva, exsecretario general de AFA; a Rubén Manuel Raposo, exadministrador financiero de AFA; a Raúl Pagano, exgerente financiero de FAA; a Sergio Marchi, exsecretario general de FAA; y a Eduardo Amirante, Jorge Antonio Galitis y Carlos Dávola, los directivos de las entidades crediticias Cooperativa de Vivienda Crédito y Consumo Amigal Limitada y Grupo Climafin.
Estos últimos están relacionados con financieras que cambiaban por dinero los cheques que los clubes recibían de la AFA. Según la acusación, existió un perjuicio al Estado por más de 131.608.000 pesos entre 2010 y 2015.
La Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), que también participó de los alegatos, detalló cuánto dinero público se habrían llevado las supuestas maniobras de corrupción entre 2010 y 2015. Para los 131.608.000 pesos que totalizarían la defraudación, solicitaron que los acusados lo reintegren solidariamente -actualizado a cifras actuales- en beneficio del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) y la Asociación del Fútbol Argentino.
La acusación era por fraude y desvío de fondos públicos, vinculados al contrato que la Jefatura de Gabinete mantuvo con la AFA por los derechos de televisación del futbol, fortaleciendo la economía de los clubes y sin que los usuarios debieran pagar para ver los partidos del torneo de primera división.
Sin embargo, la investigación judicial que condujo el fiscal Eduardo Taiano sostuvo que los clubes aumentaron sus deudas y no pagaron sus acreencias con la AFIP.
La AFA no avanzó con la auditoría a los clubes. En la acusación inicial, el fiscal Taiano había estimado que se cobraron cheques a través de la AFA y otras entidades, y aunque “la operatoria de descuento de cheques de pago diferido resulta legal, lo cierto es que se ha producido un desvío hacia las arcas” de las empresas financieras intermediarias, lo que “significó un daño al patrimonio público y, por otro lado, un escenario de fortalecimiento de las finanzas” de las compañías privadas.
La acusación detalló que los pagos de la AFA a los clubes no llegaban completos ya que los imputados aplicaban un “descuento”, y esa diferencia entre el monto emitido y el recibido era destinada a entidades crediticias. La causa se centró en los contratos entre la AFA, la Jefatura de Gabinete de ministros y la empresa Iveco desde febrero de 2010.
La AFA recibió aproximadamente 86 millones de pesos por los derechos otorgados a la empresa automotriz, que habría pagado sus avisos un 75% menos que lo que se abonaba en promedio. La Auditoría General de la Nación advirtió precios irrisorios, una opción de recibir camiones como forma de pago que no tenía justificación, y la omisión de los mecanismos propios de las contrataciones públicas.
Hernán Cappiello,Conforme a
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Qué es la teoría del fruto del árbol envenenado que algunos funcionarios sostienen en la causa por los audios deSpagnuolo

La filtración de los audios que desataron el escándalo en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), atribuidos a su extitular Diego Spagnuolo, abrió un nuevo frente en los tribunales. Mientras el juez federal Sebastián Casanello, avanza con allanamientos y pericias, comenzó a instalarse en el oficialismo la teoría del “fruto del árbol envenenado”: si la prueba inicial es falsa o ilícita, todo lo que derive de ella carece de validez y debe ser excluido del proceso judicial.
Sobre esta especulación, el abogado y funcionario de Seguridad, Fernando Soto planteó en su cuenta de X que la Justicia no puede avanzar sobre pruebas inválidas: “El audio atribuido a Spagnuolo está claramente armado y compaginado y -de ser real- ha sido obtenido ilícitamente. Por lo tanto, es una prueba inválida. Toda actuación judicial construida sobre una prueba inválida es, insalvablemente, nula”.
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En esa línea, funcionarios del oficialismo sostienen que, si se confirma que la grabación fue adulterada o conseguida de forma ilegal, la investigación no podría sostenerse. Sin embargo, la Justicia continúa con las medidas de prueba para determinar la autenticidad de los audios y el alcance de las acusaciones.
La reacción del oficialismo
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, calificó el escándalo de los audios como una “monumental operación” y sostuvo que se trata de una “maniobra” para perjudicar al Gobierno a pocos días de las elecciones legislativas bonaerenses del 7 de septiembre.
En la misma línea, el subsecretario de la Presidencia, Eduardo “Lule” Menem, apuntó contra el kirchnerismo en redes sociales a través de un comunicado: “No es casualidad que este tipo de maniobras aparezcan justo dos semanas antes de las elecciones de la provincia de Buenos Aires, último reducto del kirchnerismo».
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Y cerró: “Ya estamos acostumbrados a estas prácticas que solo buscan dañar la imagen del Gobierno para obtener un rédito meramente electoral”.
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Javier Milei y una crisis sin fusibles

La escena informativa está dominada por el escándalo de los audios de confesiones que, aparentemente, habría realizado Diego Spagnuolo, el exfuncionario de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis). Son audios grabados sin su consentimiento, donde se revela -si es que se termina de comprobar que es su voz y son sus palabras, algo él que no ha desmentido- una cantidad de irregularidades, vicios y miserias del Gobierno en materia de medicamentos. Es un tema que vuelve a la agenda periodística todo el tiempo ligado a cuestiones de corrupción, porque entramos con Spagnuolo, pero todavía no salimos del caso del fentanilo contaminado.
¿Cuál es el marco general en el que hay que leer estos episodios oscuros? La Argentina tiene un problema de corrupción con rasgos crónicos. Milei venía a terminar con una casta corrupta. Ahora hay indicios numerosos de que el Gobierno no puede zafar de este drama, queda atrapado en una lógica que lo excede y promueve todo un sistema que repite nombres, empresas y prácticas a lo largo de distintas administraciones. Muchos funcionarios son, en realidad, títeres de ese sistema.
El negocio de los medicamentos es uno de los cinco que alimentan la política, donde los dirigentes van a buscar financiamiento. Los otros cuatro son: el juego, la obra pública, la provisión de alimentos al sistema público y el régimen de Tierra del Fuego. Spagnuolo tocó uno de estos sistemas, que estalla no por un esfuerzo de regeneración por parte del Gobierno o porque haya una dirigencia política que quiera reformar la salud. Estalla por un accidente, un “cisne negro” que produce una fisura. Estos sucesos, que corren un velo y muestran un sótano, están ligados a operaciones de inteligencia.
El mundo de las droguerías es conocido tanto por la política como, sobre todo, por los sindicatos, que son los grandes prestadores de salud desde el gobierno de Juan Carlos Onganía. Hay varias droguerías que son importantes y ofician como una especie de mediadoras entre los grandes laboratorios y el sistema público. Una de esas droguerías es la Suizo Argentina, involucrada en este escándalo y que pertenece a los hermanos Jonathan y Emmanuel Kovalivker.
¿Qué cuenta Spagnuolo que genera este escándalo? Habla de una cantidad de prácticas que habrá que ver si la Justicia, por medio del juez Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi, puede demostrar. El extitular de la Andis habla con varios abogados y les cuenta, con mucha confianza, las aberraciones del sistema en el que él está metido dentro de aquella agencia. Aparentemente, fue uno de los estudios de abogados quien lo grabó mientras decía que, cuando accedió al organismo, recibió a “Lule” Menem. Desde el comienzo del Gobierno hasta hoy, “Lule” es la mano derecha de Karina Milei. Es un miembro de la familia Menem, hijo de Mohamed Menem, que es a su vez primo de Carlos y Eduardo Menem, y de Fátima Menem, también prima. “Lule” no es un personaje desconocido en la política. Toda su vida transcurrió con bajo perfil. Pero era la persona de máxima confianza del senador Eduardo Menem durante su paso por el Senado.
Lo que alega Spagnuolo es que, durante ese encuentro, Menem le dijo que tenía que poner a determinados funcionarios a colaborar con él en la Andis y él se negó. Habrá que ver si es cierto o no. Se toma como un insumo informativo pero es algo que no está probado. Sin embargo, hay suficientes abogados, testigos de estos hechos, que cuentan, coincidentemente, el mismo relato.
Tras su reunión con “Lule” Menem, Spagnuolo cuenta a esos abogados que fue citado por Martín Menem en la Cámara de Diputados. Le habría dicho: “Acá está la droguería Suizo Argentina. Tendrías que contratarla porque va a ayudar”. El extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad, que se consideraba amigo de Milei -de esos que Milei tiene desde que empezó a triunfar en política- y quien fue presentado ante el Presidente por José Luis Espert, acudió al mismo jefe de Estado luego de que tuviera lugar esta charla. Y le reclamó: “Vos me estás mandando a terminar con la corrupción en las contrataciones y a mí se me matan de risa. Están robando con esta actividad y desde esta área. Tanto tu hermana como ‘Lule’ Menem lo saben”.
Según Spagnuolo, cuando le dijo eso, Milei estalló de ira. Desde el Gobierno, por su parte, aseguran que esta reunión no se produjo. Y si ocurrió, que no se habló de este tema, que el Presidente jamás escuchó nada al respecto. Cristina Kirchner, desde su departamento, insiste en que “no importa si Milei sabía o no” y pide que apliquen con él la “doctrina Vialidad”. “Si yo estoy presa porque no podía no saber, Milei como Presidente no podía no saber. Es tan responsable como yo en Vialidad”, insiste.
Unos días después de la visita de Spagnuolo a Milei, el exfuncionario es citado al despacho de Karina Milei. Lo hace esperar un par de horas y lo recibe junto a “Lule” Menem. Allí le pidió: “No vuelvas a hablar con mi hermano. Lule soy yo. Hacé lo que te dice Lule”. Habría aparentemente en los teléfonos de Spagnuolo algunos mensajes de WhatsApp de la secretaria general de la Presidencia que corroborarían esta conversación.
Inmediatamente después aparecería designado Daniel Garbellini, el gerente clave que le habría puesto “Lule” Menem a Spagnuolo para gestionar el área de acuerdo con sus intereses. Cuando llegó esta situación, el extitular del Andis empezó a buscar abogados con inquietud. ¿Uno de esos abogados es Franco Bindi, el esposo de la diputada Marcela Pagano? Para esta época -abril de 2024- ¿Pagano ya se había peleado con el Gobierno o todavía eran amigos? ¿Puede ser que Pagano le haya recomendado a Spagnuolo hablar con su marido? ¿Lo grabaron ellos? Esta es la tesis principal que domina hoy al Gobierno: es una operación de Pagano y de su esposo, quienes guardaron las grabaciones y las hicieron estallar cuando en el Congreso se trata el veto de Milei a la emergencia en discapacidad.
Una vez que se conoce el escándalo. Pagano y otros dos diputados de La Libertad Avanza arman un bloque aparte. Sería una especie de operación de relojería, con mucho de submundo de inteligencia, para producir un daño letal en el oficialismo. Hay que recordar que Pagano tiene además un conflicto abierto con Martín Menem, que se empeñó -según Pagano y violando la reglamentación de la Cámara de Diputados- en que ella no sea designada presidenta de la Comisión de Juicio Político. Aparentemente, a algunos de estos abogados, que no es el esposo de Pagano, Spagnuolo les contó que de la plata que se repartía en coimas él recibía US$100.000 por mes.
Hubo una intervención en el sindicato de trabajadores rurales (Uatre), que está discutida en la Justicia. Aparecen también mensajes de WhatsApp vinculados a “Lule” Menem que, una vez concretada la intervención, habría dispuesto la contratación de la droguería Suizo Argentina.
¿Quiénes son los Kovalivker? Se trata de viejos actores en el sistema de droguerías, con mucho juego político y, aparentemente, con un modus operandi que rige hace mucho tiempo en materia de corrupción: a Daniel Garbellini, quien ingresa a la Andis por una imposición de “Lule” Menem, en realidad lo habría puesto Jonathan Kovalivker. Es interesante pensar que hay funcionarios que dependen del patrón y que traen el negocio, que reportan a un empresario para la corrupción que se lleva adelante en el área. Cuando Milei habla de “la casta” se refiere a esto.
El juego político de los hermanos Kovalivker reside en que, supuestamente, financiaron muchos proyectos políticos en los últimos años. Entre ellos, el de Milei. Hay una versión dentro del Pro que sugiere que Kovalivker le habría puesto al ahora Presidente US$2.000.000 para la fiscalización durante el balotaje en contra de Sergio Massa. Habrá que preguntarle algún día a Mauricio Macri, un gran colaborador de Milei durante la campaña. Tal vez esto pueda explicar que el líder del Pro, en su fuero íntimo, esté enojado por el tratamiento que Milei y su grupo le dieron después de esa colaboración.
Junto a estos episodios, empiezan a proliferar también “leyendas urbanas”. Dicen que van a aparecer videos, como uno de “Lule” Menem andando en una Ferrari de Kovalivker por Nordelta. Pueden ser fantasías. O no.
¿Qué se va a encontrar en todos estos celulares que ha incautado la Justicia? Se habla de muchas derivaciones. ¿Qué pasa con las contrataciones de Suizo Argentina en delegaciones del Pami del interior?¿Es verdad que el gestor de esas contrataciones de la droguería Suizo Argentina en delegaciones del PAMI en el interior es Santiago Viola? Es un abogado, hijo de una abogada muy controvertida -Claudia Balbín-, que es el apoderado de LLA. Viola está tan ligado a Karina Milei como Lule Menem. Aparentemente se le atribuye ser el gestor de esta misma droguería en delegaciones de PAMI del interior. Si fuera así, la historia estaría haciendo alguna picardía.
Viola está ligado al negocio de la salud porque en su momento, a comienzos del gobierno de Macri, el juez Canicoba Corral lo designó como interventor del sindicato y la Obra Social de Marítimos. Ahí, aparentemente, ya había mucho vínculo entre Viola y las droguerías. Pero hay otra razón por la que interesa su nombre en este contexto: fue procesado por haber armado una patraña, una burda operación de inteligencia para demostrar que la causa Báez estaba siendo manipulada por Cristina Kirchner en combinación con el juez Cassanello e inventaron una reunión falsa entre ellos tres en Olivos. Eso fue a la Justicia -lo llevó Cassanello-, la Cámara Federal procesó a Viola, con el voto en disidencia del juez Mariano Llorens. Eso llegó a la Casación y el juez Mariano Borinsky lo perdonó, en contra del voto de la mayoría.
Viola le hizo un gran daño a Casanello, quien tendrá que hacer un esfuerzo de objetividad tremendo, aunque creo que lo va a poder hacer porque es un juez muy correcto, si es que Viola aparece en este entramado que tiene que ver con negocios con las droguerías. Hoy alguien que conoce muy bien el tema Justicia y droguerías me dijo que varios jueces y fiscales tiraron sus celulares al río este fin de semana por los mensajes que esconden. Esa misma persona me preguntó: “¿Es verdad que los Lijo [Ariel y Freddy] son socios de Kovalivker, el dueño de la droguería Suizo Argentina?”.
Todo este episodio que tiene que ver con la presunción de corrupción en el gobierno de Milei obliga a mirar de otra manera retroactivamente el esfuerzo del Gobierno por designar a un juez como Lijo en la Corte. Uno empieza a pensar que fue un error y no sabían quién era o que lo sabían.
Hubo un peligro hoy para el Gobierno: los abogados a los que consultó Spagnuolo este fin de semana afirman que él quiere presentarse en la causa como arrepentido. Como colaborador de la Justicia que, a cambio de una reducción de la pena y posiblemente a cambio de que le dejen algo de la plata acumulada, daría información que involucre a otra gente del Gobierno y de las empresas contratadas. Hay un detalle, que a lo mejor no dice nada pero quizás tiene un sentido: el hermano de Spagnuolo, Alberto, en su momento tuvo una relación muy estrecha con Sergio Massa por la defensa de algunos casos de crímenes que ocurrieron en Tigre. Massa se acercó a las familias de las víctimas, una de las cuales tenía como abogado a Alberto Spagnuolo. ¿Hay un puente entre ambos? Sería interesante.
El primer efecto que esto tiene sobre el Gobierno es una pregunta que hoy carcome a la Casa Rosada. ¿La SIDE sabía de los audios? Mauro Federico, el periodista que los ventiló, dijo algo que fue puesto bajo una lupa en el Gobierno: “Santiago Caputo sabía de estos audios y los dejó pasar”. Dentro del Gobierno, gente muy cercana a Milei, afirma que Sergio Neiffert, secretario de Inteligencia del Estado, sabía de esto. ¿Por qué no previnieron o encendieron una alarma? ¿Es una picardía en contra de los Menem y, eventualmente, contra Karina Milei? Es una pregunta que se están haciendo al lado de Milei.
Hay otro detalle: cuando uno mira las cuentas de X, los tuiteros de El Mago del Kremlin dicen que ponen las manos en el fuego por Javier Milei. Por nadie más. Acá hay todo un juego de decodificación política respecto a quién pone las manos en el fuego por quién. Así se dirimen internas en este momento.
Si miramos a Milei en su discurso en la inauguración del edificio de Corporación América, es notorio cómo destaca la figura de Guillermo Francos. Es una señal que posiblemente anticipe el futuro. Dijo que es el mejor jefe de Gabinete de la historia y dejó la impresión, casi como una expresión de deseo, que el Gobierno debería resetearse apoyándose más en el estilo de Francos que en una política muy desarticulada, improvisada y carcomida por internas. Daría la impresión de que Milei se está aferrando a un mástil en esta relación, para una navegación turbulenta como la que está llevando el Gobierno hace un tiempo. Porque viene en una seguidilla de problemas, tras los fracasos en el Congreso.
Este es un problema serio porque compromete a la hermana del Presidente y sabemos que la relación entre ellos es simbiótica. Es probablemente la única persona en la que Milei confía. Y está involucrada en dos escándalos: $LIBRA y este de la droguería. El problema es que no hay fusible, Milei no se puede desprender de su hermana. Entonces posiblemente tenga que pensar en una especie de reseteo del gabinete o, por lo menos, de su equipo inmediato.
Este jueves, el Presidente va a ir al almuerzo del Cicyp, una organización de empresarios que preside Bettina Bulgheroni, muy amiga de Karina Milei. Va a ser interesante ver qué lugar ocupa la hermana del Presidente ahí porque hay una especie de rescate de su figura. El escándalo desatado por Spagnuolo pega en el corazón del equipo político -Karina Milei y su colaborador, Lule Menem- pero también pega en el relato. Acá hay un puente entre dos temas del relato de Milei, por más que él no hace una conexión aunque sea evidente. La corrupción es un atentado contra el equilibrio fiscal, porque induce a un exceso de gasto. En términos del Presidente, los peores degenerados fiscales son los corruptos.
En Corporación América, Milei hablaba muy enfáticamente de los degenerados fiscales y le pasó por el costado el tema de la corrupción. Como si eso no tuviera que ver con el fisco. Tiene todo que ver porque en esos audios, que son corroborados por funcionarios de gobiernos anteriores, se corrobora que se pasó en coimas del 5% al 8%. Esto quiere decir que también hubo coimas en el gobierno de Alberto Fernández en materia de medicamentos para discapacitados.
Hay una nota muy interesante del diario que explica que Suizo Argentina incrementó sus contratos con el Estado en el gobierno de Milei de 3900 millones a 108 mil millones de pesos. 3900 millones fue lo que el Estado le pagó a la droguería Suizo Argentina el año pasado y 108.000 millones es lo que se le ha pagado hasta ahora. Habrá que ver cuánto más cobra hasta fin de año. Es un aumento de más del 2600%.
¿Y por qué se incrementó así el gasto? ¿Por qué esta degeneración fiscal en un sistema donde además está distorsionado todo el padrón de discapacitados, que pasó de 100.000 a 1 millón, como si hubiera habido una guerra? Porque hay que otorgar más contratos, porque hay que pagar más coima. Los dueños de Suizo Argentina no van a sacar la coima de su bolsillo, sino que incrementan el gasto público. Es decir, hay una relación directa entre corrupción y política fiscal.
Esto demuestra que hay una continuidad dentro del Estado en materia de corrupción, y que el Gobierno va a tener que aplicar una política muy contundente para recuperar credibilidad en este campo. Para que no se piense que son lo mismo, o incluso que son peores. Este es el problema central de esta política. Y es gravísimo porque el mandato que recibió Milei era recomponer el vínculo de representación en una sociedad que estaba harta de la política y por eso lo votó. Por eso este drama de corrupción golpea en el corazón del relato oficial. Afecta una columna vertebral del Gobierno.
Según los cuadros de Casa 3, la consultora de Mora Jozami, que midió la sensibilidad frente al tema de la corrupción, en enero de 2024, el 8% de las consultas se referían a la corrupción. En julio de este año pasaron de ser 6% en mayo a 12%. Empieza a ser un tema prioritario y a inquietar más frente a otros temas que se retraen.
Este episodio encuentra al Gobierno en un momento delicado, antes de este escándalo de presuntas coimas. El jueves pasado a la noche se conoció uno de los dos índices que realiza la Universidad Di Tella, mediante investigaciones de la consultora Poliarquía: el Índice de Confianza del Consumidor, que entre julio y agosto cayó un 14%.
También se conoció el índice de confianza en el Gobierno que, medido de 0 a 5, dio 2,12, una caída respecto del mes anterior, en el que había subido. Ese índice cayó casi un 14%, igual que el índice de confianza del consumidor.
Hubo un fenomenal atractivo que generaba en términos de confianza cuando asumió y, ahora, una caída de 14 puntos. El informe que acompaña al gráfico dice que es el peor momento de Milei y que está 14 puntos por debajo de Macri en el mismo momento del año 2017. La comparación es interesante porque ambos estaban camino a las elecciones de medio término.
La Universidad Di Tella nos muestra los promedios del índice de confianza en el gobierno durante cada mandato: 2,49 Néstor Kirchner; 1,71 Cristina Kirchner en su primer mandato; 1,83 en el segundo; 2,27 Macri; 1,69 Alberto Fernández, el peor; y 2,48 Javier Milei, que está muy bien, al nivel de Néstor Kirchner, que encabeza la serie. Pero con una caída de 14 puntos respecto al mes anterior.
También interesa un dato más específico de este índice: las regiones. La Universidad Di Tella muestra las tendencias de junio, julio y agosto. En la ciudad de Buenos Aires, respecto de julio —el mes de la recuperación—, cae un 28%. En el Gran Buenos Aires, 1,68 puntos: una caída del 23,3%. Este dato interesa porque el 7 de septiembre son las elecciones en la provincia de Buenos Aires, que se definen en el conurbano, donde reside el 65% del electorado. La tercera sección electoral tiene más de 5 millones de electores y la primera sección electoral más de 4 millones. Ahí es donde el Gobierno sufre esta caída.
En el interior siempre le va mejor a Milei. Pero son datos anteriores al escándalo de los audios presuntamente producidos ilegalmente, con la voz de Diego Spagnuolo.
Hay que hacerse una pregunta: ¿este episodio afecta al Gobierno en las elecciones? Tal vez no, y la caída de la inflación actúa como una especie de anestesia frente a cualquier indignación moral.
Si vamos a la época de Carlos Menem, los mayores escándalos —los negocios de Emir Yoma, las ocho denuncias firmadas por el embajador Terence Todman de Estados Unidos, por pedidos de coimas certificados con nombre y apellido, los guardapolvos de Eduardo Bauzá, los bonos solidarios de Rubén Cardozo—, pasaron casi inadvertidos. Fue reelecto con más votos de los que había conseguido al llegar. Ocurrió algo donde aparentemente no hay solo una correlación, sino una relación causal: Menem fue reelecto el 14 de mayo de 1995. Un mes después, en junio de ese año, las tapas de los diarios decían “18,6% de desocupación”. El clima político dio un giro copernicano, y todo lo que al Gobierno se le había perdonado antes, empezó a ser castigado.
Hay como una especie de pacto mafioso entre la sociedad y los gobiernos. Si dan prestaciones agradables -no buenas, agradables-, no se mira a la corrupción. Con el kirchnerismo pasó lo mismo.
El Gobierno está combatiendo la presunta corrida contra el peso a favor del dólar (que existió en julio), con una política muy recesiva, a la que el propio equipo económico se opone. La dispuso Milei. El Presidente, con criterio político, dice “las elecciones se pierden por las devaluaciones, no por la suba de tasas”. Hoy a una Pyme le cobran, por descontarle un cheque, 100% de tasa de interés. Si calculo que la inflación del año estará alrededor del 25%, es una tasa real del 75%. Se trata de una bomba atómica sobre la actividad. Por esa razón, muchos presumen que habrá un cambio importante después de las elecciones. Incluso se habla de modificaciones en el equipo económico, apostando por uno más productivista o con más sensibilidad frente a temas que no sean solamente financieros. Lo decidirá Milei en todo caso.
Contra el telón de fondo de un proceso recesivo, donde empieza a faltar el empleo y se destruye el tejido productivo, esto que hoy significa poco puede volverse letal. Este es el desafío que tiene Milei, quien conduce un gobierno muy desarticulado. Cuando uno habla con la gente del oficialismo, ve que cada uno está en su quinta cuidando su área, más que nada en salud. “Que le toque a otro. Por suerte Spagnuolo no habló de mí”, dicen aliviados. Hay un gran temor por lo que puede haber en los celulares, que se han vuelto radioactivos.
Todo esto es un panorama que empieza a generar una idea: el gobierno de Milei se tiene que resetear. No solo tiene que pensar el problema de la producción, a partir de esta política tan drástica en términos de vaciar de pesos la plaza para que no haya movimientos al dólar y no se produzca inflación. Tiene que pensarse a sí mismo de otra manera en materia de organización política. Tal vez el Presidente lo ve. Tal vez por eso le hizo un homenaje en Corporación América a Guillermo Francos.
escándalo de los audios,Diego Spagnuolo,,una nota muy interesante del diario LA NACION,Carlos Pagni,Odisea Argentina,Javier Milei,LN+,Conforme a,,Análisis. Efecto Chocolate o fiesta de Olivos, la clave detrás del nuevo escándalo,,En medio del audiogate. Milei abrazó a Karina, presentó a sus candidatos y denunció que el kirchnerismo busca «sembrar el caos»,,LN+. Maqueda habló sobre los audios y criticó al Gobierno: «Llegaron tratando de evitar el barro y ahora están en el barro»,Odisea Argentina,,Análisis. Milei, en modo electoral,,Análisis. La importancia de la elección bonaerense,,Análisis. Los Eskenazi en YPF: el Aleph de la corrupción
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