ECONOMIA
Caputo se queda sin tiempo para cumplir con el FMI y afloja los controles para dólares en negro

«Saluden a los degenerados fiscales que se van. En octubre hay elecciones y a la sociedad ya no la engañan haciéndose los abanderados de las causas nobles». Habían pasado pocos minutos de la votación en Diputados a favor de una suba jubilatoria y el ministro de Economía, Luis Caputo, desparramaba su furia en las redes sociales.
Vienen siendo días tensos para «el mejor ministro de Economía de la historia» (Milei dixit). Es que el anuncio del Plan Colchón no viene dando los resultados esperados. La gente no movió un mísero dólar del «canuto», y los bancos patalearon por considerar que las normas conocidas hasta este miércoles no les cubrían las espaldas lo suficiente como para arriesgarse a recibir esa plata en negro.
Finalmente, este jueves la Unidad de Información Financiera (UIF) publicó las esperadas resoluciones en el Boletín Oficial, poniendo precisiones y oficializando, en parte, lo que el mercado financiero esperaba.
Los bancos aguardaban los cambios para sumarse y, por eso, si bien ARCA pidió que no solicitaran la declaración jurada de impuestos, las entidades mantenían los controles de lavado sin cambios. Y en algunos casos, en forma insólita, hasta los profundizaron.
La UIF flexibilizó las normas antilavado: sobre quiénes impacta la medida
Las modificaciones impactan sobre entidades financieras, escribanos y registros de la propiedad. El objetivo es impulsar el uso de divisas por fuera del sistema financiero formal. Y que los dólares del colchón se vuelquen al consumo, la inversión o la adquisición de inmuebles y autos.
Llegar a lo que finalmente se publicó en el Boletín Oficial demandó horas de debates entre el equipo económico y los abogados de la UIF. Caputo quería más flexibilidad. Paulo Starc, de la Unidad de Información Financiera y cercano al asesor estrella Santiago Caputo, trataba de que no se le escapara algún detalle que pudiese dejar a la Argentina en offside ante el Grupo de Acción Financiera Internacional, el temible GAFI.
A Caputo tampoco se le escapa que recibir una reprimenda del GAFI que ponga a la Argentina en la lista gris es sinónimo de perder las pocas chances que hasta ahora tuvo el país de recibir capitales del exterior, las cuales recién se empezaron a revertir con la reciente colocación del bono para inversores extranjeros (BONTE 2030).
Pero el ministro de Economía quería jugar a fondo con los límites, y tal vez le hubiese gustado que subieran un poco más. No pudo ser. En el mercado venían alertando que, más allá de que la ARCA flexibilizara los controles fiscales, la UIF aún podía actuar también con penas severas.
A partir de qué monto se pedirán datos a los bancos y por qué a Caputo le parece poco
En la normativa que se publica este jueves se indica que se pedirán datos a los bancos a partir de los 10.500 dólares, un nivel considerado bajo por técnicos de Economía. El propio Caputo había dicho que el piso serían 50 millones de pesos (alrededor de 50 mil dólares). Al equipo del jefe de la UIF le pareció mucho, y actuó en consecuencia. Parece que el GAFI vigila.
Así, las entidades deberán informar las operaciones en moneda local o extranjera que involucren entrega o recibo de dinero en efectivo por un valor igual o superior a los u$s 10.500 en efectivo. Incluso, el reporte deberá incluir la siguiente información: «Datos identificatorios de la persona que realizó la transacción (operador de los fondos); de la persona en nombre de la cual se realizó (titular de los fondos) y de las vinculadas al producto al cual o desde el cual se destinan los fondos; el tipo de transacción y/u operación de que se trata (depósitos o extracciones); la fecha, el monto de la operación o transacción en pesos o su equivalente y la moneda de origen». No es poca cosa.
Finalmente, la UIF ajustó los umbrales para reportes de operaciones sobre la base de la suba de precios. Pero dejó en claro que sigue atendiendo las recomendaciones del GAFI. Es decir, se debe seguir teniendo en cuenta el riesgo potencial de determinadas operaciones.
Por ejemplo, en el caso de los escribanos, la resolución le dio más fuerza al concepto de «Perfil del Cliente», que debe basarse en documentación vinculada con el origen de los fondos y las actividades desarrolladas. Un tema que también generará debate en los colegios de notarios.
Una carrera contra el tiempo
En este escenario, ya lo de Caputo parece una carrera contra el tiempo. Cerca del ministro de Economía admiten que les hubiese gustado lanzar el Plan Colchón antes, porque la expectativa era que de allí surgieran parte de los dólares para engordar un poco las reservas. En el marco del acuerdo de respaldo financiero, la Argentina le prometió al FMI juntar unos u$s 4.500 millones hasta este mes. Pero no sumó ni un dólar. Lo único que logró fue colocar un bono en pesos por u$s 1.000 millones, entre inversores internacionales que decidieron volver a «jugarse» por la Argentina a cambio de recibir una jugosa tasa del 29,5% anual.
El Fondo Monetario aceptó prorrogar un mes la visita de una misión técnica que deberá «contar» cuántos millones logró amasar el gobierno en este tiempo. Los números por ahora son decepcionantes. La razón es conocida: Javier Milei decidió, junto con Caputo, que no había que comprar divisas hasta que el precio del dólar cayera a los 1.000 pesos. Nunca ocurrió. La divisa cotiza un 20% por encima de ese nivel, y no da demasiados indicios de pretender bajar.
«A los ministros de Economía de la Argentina siempre les salieron caros los caprichos», le dijo a iProfesional un economista que se acercó el martes a los pasillos de la Rural, donde los constructores de CAMARCO destilaban bronca por el vacío que el Gobierno les volvió a hacer. Fue un encuentro cargado de propuestas de la Cámara de la Construcción, pero Milei solo dejó que asistiera el secretario de Obras Públicas, Luis Giovine, quien, así y todo, hizo un buen papel revelando números inéditos sobre el manejo que se está haciendo para tratar de avanzar con obras claves.
El economista se refería a lo que le ocurrió a Domingo Cavallo cuando no quiso devaluar a tiempo en los ’90, y a lo repetido por José Luis Machinea en el 2000, cuando cumpliendo un mandato de hierro de Fernando del Rúa también evitó tocar un «uno a uno» que estaba muerto desde hacía tiempo, pero que le había servido para ganarle a Eduardo Duhalde las presidenciales.
«En definitiva, todos los que priorizaron las elecciones por encima de las necesidades económicas, terminaron complicados», insistió este economista heterodoxo que ahora asesora a algunas compañías de primera línea del mundo de la construcción.
¿Será distinto esta vez?
¿Será distinto esta vez? En el Palacio de Hacienda no dudan: «Ahora tenemos un ministro de Economía totalmente respaldado por el poder político. El que gana las elecciones es Milei, y por primera vez hay un presidente convencido del equilibrio fiscal y de la necesidad de reducir el tamaño de un Estado que fue acumulando capaz geológicas de lo largo de 40 años», disparan.
Por eso confían en que, a partir de las disposiciones publicadas por la UIF, el colchón se empiece a despabilar, y los dólares a fluir. No piden mucho, apenas un movimiento que les permita mostrar logros ante el Fondo Monetario, como para demostrar que esta es otra Argentina, no la «incumplidora serial» que se viene repitiendo década tras década.
Ahora, el próximo paso es enviar las leyes al Congreso que le darían seguridad jurídica a estas medidas. El pronóstico es reservado.
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ECONOMIA
Dónde conseguir camperas desde $20.000 para renovar el guardarropa

Con la llegada del frío los comercios lanzan promociones imperdibles. En qué zona se compra más barato en Buenos Aires y cómo elegir una buena campera
08/06/2025 – 11:15hs
Conla consolidación de la baja de las temperaturas, los hábitos de consumo registran cambios significativos en el país. La transición estacional impulsa un recambio en la oferta de indumentaria, con una fuerte presencia de ropa de abrigo en las vidrieras y una mayor demanda de productos diseñados para enfrentar el clima frío.
Este escenario también representa una oportunidad para consumidores y comerciantes: muchas marcas implementan estrategias comerciales orientadas a dinamizar las ventas mediante promociones, liquidaciones y descuentos, tanto en locales físicos como a través de plataformas online.
El recambio estacional, en este contexto, se convierte en un momento clave para adquirir camperas a precios promocionales. Una de las tácticas más frecuentes es la liquidación de stock remanente del año anterior, sumada a la posibilidad de financiar las compras en cuotas sin interés o acceder a beneficios exclusivos por medio de plataformas digitales.
Esta combinación de factores permite que los consumidores planifiquen la compra de productos invernales sin comprometer de manera significativa su presupuesto.
Una propuesta destacada en el barrio de Flores
En las últimas semanas, se viralizó en redes sociales una propuesta comercial ubicada en el barrio porteño de Flores, específicamente en la avenida Nazca al 392, que ofrece camperas importadas a precios considerados accesibles. La promoción fue difundida por la creadora de contenido Lorena Scotti, administradora del perfil @locasxlasofertas en Instagram, quien se especializa en compartir descuentos y promociones disponibles en diferentes rubros.
El local mencionado cuenta con una amplia variedad de camperas, incluyendo modelos para niños, mujeres y hombres. Entre las ofertas disponibles se destaca un combo de cinco camperas por $100.000, lo que implica un precio unitario de $20.000 por prenda. La promoción también incluye chalecos desde $20.000 y modelos 2 en 1, que pueden utilizarse como campera o chaleco, con un precio de $45.000.
El comercio permite realizar pagos en efectivo o por transferencia bancaria y cuenta con servicio de envíos a todas las provincias del país. La oferta disponible abarca distintos tipos de abrigo, desde camperas escolares hasta modelos de ecocuero, gamulanes, camperones y puffer. También se comercializan prendas con diseños versátiles orientados a brindar protección térmica sin resignar funcionalidad.
Factores a tener en cuenta al momento de elegir una buena campera
La decisión de compra de una campera no depende exclusivamente del precio. Existen una serie de variables que pueden incidir en el nivel de abrigo, durabilidad y comodidad del producto. Por ello, resulta útil considerar los siguientes aspectos antes de concretar la adquisición:
- Uso previsto: Determinar el uso principal de la prenda es clave. No tienen los mismos requerimientos una campera para uso urbano cotidiano que una diseñada para actividades al aire libre o para zonas con temperaturas extremas. Esta distinción permite orientar la elección del diseño, tipo de abrigo y materiales más adecuados.
- Materiales: Las camperas de poliéster o relleno sintético suelen presentar un costo más bajo y son más livianas. En contraste, las camperas con relleno de plumas naturales ofrecen mayor capacidad térmica, aunque suelen tener un valor más elevado. Otras variantes incluyen las camperas con forro polar, adecuadas para temperaturas moderadas y frecuentes en la vida urbana.
- Versatilidad: Algunas prendas incluyen diseños desmontables o 2 en 1, que permiten transformar la campera en un chaleco según la necesidad climática del momento. Esta característica amplía la funcionalidad del producto y puede representar una ventaja económica frente a la compra de varias prendas distintas.
- Talles y ajuste: Es recomendable probar la campera con una capa de ropa debajo —como un suéter o buzo— para verificar su calce. Un abrigo muy ajustado puede limitar la movilidad y resultar incómodo, mientras que una prenda demasiado holgada puede perder eficiencia térmica.
- Detalles funcionales: Elementos como capucha desmontable, puños con ajuste, cierres reforzados y bolsillos internos incrementan la funcionalidad del producto. También pueden ser útiles en días de lluvia o viento, y suman valor a la prenda sin implicar necesariamente un incremento considerable en el costo final.
Canales de compra y comportamiento del consumidor
El uso de redes sociales como fuente de información sobre promociones ha ganado terreno en los últimos años. Plataformas como Instagram, Facebook o TikTok son utilizadas no solo para entretenimiento, sino también como espacios donde se viralizan ofertas específicas en determinados puntos de venta, muchas veces impulsadas por creadores de contenido o influencers dedicados a difundir oportunidades comerciales.
Además, la digitalización de los canales de venta permite a los consumidores acceder a promociones exclusivas en plataformas online, comparar precios entre distintos proveedores y efectuar compras con medios de pago electrónicos. Esta tendencia ha fortalecido el hábito de planificación anticipada de las compras estacionales, particularmente en productos como calzado e indumentaria.
En este escenario, los comercios buscan adaptar sus estrategias a un público cada vez más informado, que recurre tanto a redes sociales como a sitios web de comparación de precios y opiniones de usuarios antes de concretar una compra. La posibilidad de recibir el producto en el domicilio o retirarlo en tienda también se ha transformado en una variable a considerar por los consumidores.
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ECONOMIA
El carry trade funciona en junio pero el mercado advierte en qué mes puede complicarse la maniobra con el dólar

Desde que el Gobierno desactivó el crawling peg y formalizó un esquema de flotación administrada, el tipo de cambio dejó de moverse bajo una regla explícita. En la práctica, el BCRA sigue marcando la cancha: no hay bandas oficiales, pero sí intervenciones concretas si el dólar sube por encima de los $1.400 o cae por debajo de los $1.000.
En este nuevo régimen, el carry trade —la estrategia de invertir en pesos para luego dolarizarse aprovechando la diferencia entre tasas de interés y tipo de cambio— sigue vigente. Y no solo para los inversores sofisticados que operan bonos, sino también para el público general que accede a billeteras virtuales como Ualá o Naranja X.
El atractivo del carry está en que, mientras el dólar se mantenga estable, las tasas en pesos generan ganancias reales y en moneda dura. Pero el margen de error se achicó: un salto abrupto del MEP puede licuar las ganancias en cuestión de días.
Bonos en pesos: cuánto rinden y hasta qué dólar resisten
Un análisis de sensibilidad muestra que los bonos a tasa fija en pesos, con vencimiento entre 2025 y 2026, ofrecen rendimientos elevados en dólares incluso ante una devaluación moderada. La clave está en elegir vencimientos adecuados y calcular el «break-even cambiario»: el tipo de cambio a partir del cual la inversión deja de ser rentable.
Tomemos el caso del T13F6, que vence en febrero de 2026:
- Con una inversión de $1.000.000 al MEP actual ($1.191), se adquieren aproximadamente u$s839,80 en valor de bono.
- Si al vencimiento (13/2/26) el dólar MEP está en $1.050, el retorno en dólares sería del 44,5%: se obtendrían u$s1.212, es decir, una ganancia de u$s373.
- Con un dólar MEP de $1.300, el retorno cae al 10,9%, generando u$s84 de ganancia.
- Si el MEP escala a $1.500, la ganancia se reduce a 3,6% y se obtendrían u$s690, o sea, una pérdida neta respecto al valor inicial.
Esto implica que el punto de equilibrio cambiario se ubica en torno a los $1.460–1.470. Por encima de ese valor, el carry deja de ser rentable.
Bonos como el S29Y6 o el T30J6, también con vencimiento en 2026, muestran comportamientos similares. Por ejemplo, el S29Y6 ofrece 72,7% de ganancia en dólares si el MEP se mantiene en $1.000, y sigue entregando 24,3% si sube a $1.300. Son, por tanto, ideales para inversores con algo más de tolerancia al plazo (y al riesgo).
En cambio, papeles como el S18J5, que vence el 18 de junio de este año, son mucho más sensibles: ya con un dólar en $1.250 empiezan a arrojar rendimientos negativos en dólares, lo que los vuelve poco atractivos en términos de rentabilidad, pero interesantes en nivel de riesgo.
Julio y agosto, meses más complicados para el carry trade
El éxito del carry depende de que el tipo de cambio no se dispare. Y si bien el Gobierno ha logrado una relativa calma, esa estabilidad no es gratis. En abril, el BCRA tuvo que intervenir en el mercado vendiendo más de u$s1.400 millones, el mayor nivel desde octubre de 2023.
A esto se suma que los mercados ya observan con cautela la creciente masa de pasivos remunerados en pesos: LECAPs, BONCAPs y otras letras que capitalizan intereses. Estos instrumentos, tal como señala Christian Buteler, postergan el impacto en caja, pero alimentan una bola de nieve cuasi fiscal que puede ser difícil de desarmar si no se estabiliza el frente cambiario.
En sus propias palabras: «A diferencia de los bonos tradicionales que pagan intereses periódicos, las LECAP, BONCAP, LEFI y PR17 acumulan los intereses al capital inicial, generando un efecto de interés compuesto que se paga en su totalidad al vencimiento. Este diseño permite al Tesoro evitar desembolsos inmediatos, lo que mejora el resultado fiscal —definido como ingresos menos gastos en base caja—en el corto plazo. Sin embargo, esta ventaja viene acompañada de un costo: los intereses acumulados incrementan exponencialmente la deuda».
Más allá de esto, junio aporta algo de alivio: es un mes de alta demanda estacional de pesos, por motivos fiscales y contables. Pero julio y agosto suelen ser meses de fuga hacia activos dolarizados, lo que obliga al inversor a ser quirúrgico en su timing.
Cómo hacer carry trade sin ser experto
El carry trade no es exclusivo de los brokers o de quienes operan bonos con curva de rendimientos y arbitrajes sofisticados. Hoy, cualquier persona con una billetera virtual puede replicar la estrategia, simplemente aprovechando las tasas en pesos y accediendo luego al dólar MEP.
Ualá: plazo fijo a 30 días
Ofrece una tasa nominal anual (TNA) del 34%, sin montos mínimos.
- Inversión: $1.000.000
- Rendimiento mensual: $27.945
- Total, al final del mes: $1.027.945
- Si el MEP sigue en $1.191, el monto equivale a u$s863,31 (ganancia de u$s23,51)
- Break-even dólar final: $1.234
Si el MEP sube más allá de ese valor, la ganancia se evapora.
La otra alternativa es dejar el dinero en la cuenta remunerada rindiendo a, pero sabiendo que el límite es de $1.000.000.
Naranja X: «frascos» con liquidez segmentada
Permiten colocar fondos a plazos cortos con tasas crecientes:
- 7 días → 31% TNA → $23.840/mes
- 14 días → 32% TNA → $24.688/mes
- 28 días → 33% TNA → $25.650/mes
La otra alternativa es dejar el dinero en la cuenta remunerada rindiendo al 31%, pero sabiendo que el límite es de $800.000.
En todos los casos, si el dólar MEP no sube más de un 3,5%, la estrategia sigue rindiendo en dólares, sin necesidad de operar bonos ni tener conocimientos específicos de mercado.
¿Conviene o no seguir en pesos?
El escenario actual ofrece una respuesta mixta: sí conviene, pero con más precaución que antes. El carry trade sigue funcionando, pero ya no con los niveles de tasas reales elevadas como a inicios de abril. El contexto macro aún sostiene la estrategia, pero el colchón de cobertura se achica.
Los bonos con vencimiento en 2026 permiten tolerar un dólar MEP de hasta $1.450 sin perder dinero, mientras que las herramientas de corto plazo de las fintech permiten microcarry con tasas modestas pero rápidas. En todos los casos, el tipo de cambio es el límite.
Un caso extremo (y arriesgado) dentro de la curva es el del T15E7, con vencimiento en enero de 2027. Este bono ofrece un rendimiento en dólares de hasta 97,2% si el tipo de cambio MEP al momento de salida es de $900. Aun con un dólar financiero en $1.500, el retorno sigue siendo positivo en 18,3%, lo que lo convierte en el título con mayor tolerancia a una devaluación. El punto de equilibrio cambiario (break-even se estima por encima de los $1.600.
Ahora bien, los precios de los contratos de dólar futuro muestran una expectativa mucho más exigente que la contemplada en los escenarios optimistas del carry trade. Para marzo de 2026, los operadores de la City se están cubriendo en torno a los $1.485 por dólar, de acuerdo al mercado de futuros A3 (ex MAE). Esa cifra coincide con los niveles de break-even de bonos como el T13F6 o el T15E7, y funciona como una señal de alerta.
Si el mercado está dispuesto a pagar primas por cobertura cambiaria en esos valores, es porque la percepción de riesgo de devaluación sigue latente.
El peso todavía puede rendir
El carry trade en pesos sigue generando oportunidades atractivas, tanto para el inversor institucional como para el minorista. Con $1.000.000, se puede ganar entre u$s20 y u$s50 por mes, si el tipo de cambio no se mueve violentamente. Pero si el dólar financiero salta 10% o más en pocas ruedas, la ganancia desaparece.
Por eso, y la alta estacionalidad del peso en el mes de junio, la clave está en:
- Elegir bonos con vencimientos cortos (nada más allá de julio)
- Usar fintechs si se busca liquidez y simpleza
- Tener un horizonte claro de salida
- Estar atentos a las señales del BCRA y del mercado paralelo
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ECONOMIA
Del cash al tap: cómo usan las billeteras digitales las distintas generaciones

Lejos de ser una moda pasajera, las billeteras digitales ya forman parte del día a día de millones de personas. Y si bien el perfil del usuario varía según la edad, todas las generaciones encuentran valor en este tipo de aplicaciones. Desde los más jóvenes, que nacieron con el celular en la mano, hasta los adultos mayores que se animan a reemplazar el efectivo, cada grupo etario tiene su propio vínculo con el dinero digital.
Con distintos niveles de adopción, hábitos y expectativas, las billeteras virtuales están logrando algo que parecía difícil: romper con la brecha generacional en las finanzas personales. Ya no se trata solo de tecnología, sino de cultura y hábitos cotidianos.
«Lo que vemos hoy es que los usuarios más jóvenes, especialmente entre los 18 y 30 años, son quienes adoptan con mayor naturalidad las billeteras digitales. Para ellos, manejar el dinero desde el celular no es una novedad, sino una extensión de su vida cotidiana. Al mismo tiempo, también estamos viendo una curva de adopción muy interesante en personas adultas que buscan soluciones simples, especialmente para enviar dinero o pagar servicios. El crecimiento viene de todos los frentes, pero sin dudas las generaciones jóvenes están marcando el ritmo.» afirman desde Vesseo, una de las opciones de este mercado fintech.
¿Cómo es el vínculo con el dinero virtual según cada generación?
Centennials (18 a 25 años):
Naturalizaron el pago desde el celular. Usan billeteras virtuales para todo: pagar salidas, dividir cuentas entre amigos, recargar el transporte público o incluso invertir en criptomonedas. No conciben una app que solo sirva para pagar: buscan plataformas integrales que les permitan ahorrar, comprar, enviar dinero y hasta acceder a beneficios exclusivos. La agilidad, el diseño intuitivo y las recompensas personalizadas son claves para captar su atención.
Millennials (26 a 40 años):
Adoptaron el pago digital como solución práctica a una vida acelerada. Para ellos, la billetera digital es tanto una herramienta de consumo como de organización financiera. La usan para abonar servicios, cobrar trabajos freelance, controlar suscripciones o dividir gastos del hogar. Son los más atentos a promociones, cashback y programas de fidelidad, y priorizan las billeteras que integran opciones de pago, inversión y planificación. También valoran especialmente la posibilidad de automatizar pagos y tener todo en un solo lugar. El concepto de billetera como «control remoto de sus finanzas» es central en esta generación.
Generación X (41 a 55 años):
Crecieron usando efectivo y tarjetas, pero en los últimos años se volcaron al uso digital, especialmente después de la pandemia. Usan billeteras virtuales para pagos puntuales, enviar dinero a sus hijos, hacer transferencias familiares o pagar impuestos. Prefieren herramientas simples, claras y confiables. La seguridad de los datos y una buena atención al cliente son sus principales exigencias. Muchos de ellos usan las billeteras en combinación con otras herramientas tradicionales, en un modelo híbrido que les da control y tranquilidad. La adopción suele estar impulsada por la recomendación de un hijo, amigo o colega.
Baby Boomers (55+):
Su adopción fue más tardía, pero está en franco crecimiento. Aunque aún prefieren operar con dinero físico, cada vez más personas mayores se animan a usar billeteras digitales para funciones específicas: cobrar la jubilación, pagar servicios sin moverse de casa, o aprovechar descuentos puntuales. Cuando reciben acompañamiento —ya sea de parte de sus hijos, promotores digitales o tutoriales amigables—, no solo aprenden a usarlas, sino que las incorporan con confianza. Para este grupo, la clave está en la experiencia: si la primera vez es buena, hay grandes chances de que se conviertan en usuarios recurrentes.
Las billeteras digitales y su rol como conector intergeneracional
A medida que el uso de billeteras digitales se consolida, también lo hace su rol como conector intergeneracional. En un contexto donde la confianza, la simplicidad y el valor agregado son diferenciales, estas herramientas dejan de ser solo una app para transformarse en un nuevo lenguaje financiero que todos pueden hablar, sin importar la edad.
«Las billeteras digitales ya no son exclusivas de un grupo etario. Lo interesante es ver cómo cada generación se acerca por motivos distintos: los jóvenes por la agilidad y la experiencia integrada, y los adultos por la practicidad y el control. Esa diversidad de uso es justamente lo que impulsa el crecimiento del ecosistema.» finalizan desde Vesseo.
iprofesional, diario, noticias, periodismo, argentina, buenos aires, economía, finanzas,
impuestos, legales, negocios, tecnología, comex, management, marketing, empleos, autos, vinos, life and style,
campus, real estate, newspaper, news, breaking, argentine, politics, economy, finance, taxation, legal, business,
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