POLITICA
Un experimento político con final abierto

Cristina Kirchner coronó, con la gran manifestación de apoyo que se volcó ayer sobre la plaza de Mayo, un minucioso ejercicio político: la construcción del escenario de su condena judicial. Fue un experimento exitoso que abre una incógnita muy relevante sobre el futuro de su peripecia en el juego del poder. La multitud que se movilizó para protestar por la prisión que le dictó el Tribunal Oral Nº 2 en la causa Vialidad es la plataforma sobre la que ella ejecuta un relanzamiento político destinado a mantenerla, desde la prisión de San José 1111, al frente del peronismo. El resultado de esa operación es parte de una historia que todavía está abierta.
La premisa mayor de toda la jugada es bastante obvia. La expresidenta nunca tuvo dudas acerca de que la Justicia la penalizaría. Se le pueden reprochar mil imperfecciones a la abogacía de Carlos Beraldi. Pero las pruebas sobre el desbarajuste cometido en Santa Cruz eran infinitas. Y hubieran sido más si esa investigación no se hubiera desmembrado de la que se enfocó en las contrataciones “turísticas” de Hotesur y de la que se siguió por la emisión de facturas apócrifas de Lázaro Báez. En consecuencia, condenada por los tribunales, la señora de Kirchner puso toda su energía en que la absuelva la historia. En el caso de un líder político, la absolución de la historia sólo se consigue ganando elecciones.
Con la mirada en ese propósito, la exmandataria se fijó un curso de acción cuyo eje principal consiste en politizar todo lo posible los pronunciamientos de la Justicia. El primer paso fue apropiarse de la presidencia del PJ. Así, al convalidar la sanción dispuesta por el Tribunal Oral, la Corte no estaría mandando tras las rejas a una funcionaria retirada, sino a la titular de uno de los mayores partidos políticos de América Latina, el que desempeña la principal oposición al gobierno de Javier Milei.
La jugada siguiente fue, apartándose de su costumbre, conceder una entrevista a Gustavo Silvestre, en C5N, el canal de su amigo Cristóbal López. Allí, después de alcanzar 8 puntos de rating, explicó su tesis sobre el comportamiento de la Corte: se trata de un tribunal que está al servicio de un proyecto económico que, para sostenerse, necesita excluirla a ella, es decir, al pueblo. Una demostración de ese carácter antidemocrático del tribunal sería la tolerancia que exhibió ante el DNU 70, enviado por Milei.
El tercer paso fue, ante la evidencia de que los magistrados ratificarían el fallo condenatorio, que incluye la prohibición de ejercer la función pública, anunciar en esa entrevista la candidatura a diputada provincial por la tercera sección electoral. Por supuesto, ella no reconoció que, al postularse, se preparaba de la mejor manera posible para una condena. Al revés: a los pocos días sostuvo que se la condenó porque se había postulado.
La secuencia desemboca en la denuncia de una proscripción. Por eso ayer la muchedumbre reunida frente a la Casa Rosada escuchó al locutor consignar que “hoy comienza la resistencia”, es decir, la reacción ante una agresión equiparable al derrocamiento de Perón en 1955. La propia Cristina Kirchner formuló, en el discurso que dirigió a su feligresía, la consigna “Vamos a volver”. Un centímetro más y estaría en “Perón vuelve”. El graffiti de la resistencia.
La concentración de ayer había sido convocada para acompañar a la expresidenta en el momento de su detención, en los juzgados de Comodoro Py. El tribunal oral se adelantó y, el martes, estableció como lugar de reclusión el departamento de la calle San José. La marcha se mantuvo igual, pero cambió de destino. Ya no sería una queja frente a la sede judicial. Sería una protesta frente a la Casa Rosada. La señora de Kirchner no se dirigiría a la multitud como ajusticiada, sino como líder principal de la oposición. El centro del mensaje fue “estoy presa porque este modelo se cae”. Un eco del discurso que pronunció el 13 de abril de 2016, acompañada por una legión que ayer quedó pequeña, cuando Claudio Bonadio la llamó por primera vez a indagatoria: “Para que este modelo se sostenga me tienen que callar”.
El núcleo de ese planteo es el núcleo de todo populismo, sea de izquierda o de derecha: la única legitimidad es la que deriva de las urnas. La expresidenta se presenta como la encarnación del pueblo en contraste con una institucionalidad facciosa, la de la Justicia, que en 2013 se negó a ser democratizada como ella había proyectado. El kirchnerismo intenta regresar, después de la gris experiencia de Alberto Fernández, a la vibración de las sagas. Cristina Kirchner es experta en lograr ese giro ante cada adversidad. En octubre de 2010, vistiendo un luto que no abandonaría a lo largo de tres años, explicó que su esposo había muerto para que renaciera la política. Ayer recordó la dictadura, la viudez y el intento de asesinato de septiembre de 2022, como las instancias de un vía crucis profano al que ahora se agregó otra estación: al cárcel.
Todavía falta una mayor elaboración poética. Pero, en cualquier momento, la prisión dictada por los tribunales por delitos cometidos en el manejo de la obra pública será equiparada a los que, para Friedrich Nietzsche, fueron los dos máximos crímenes jurídicos de la historia: el de Sócrates y el de Jesucristo. Nietzsche no sólo observa que ambos fueron ejecutados después de un proceso judicial. Para su filosofía, el de Sócrates y el de Jesucristo fueron dos suicidios. Es decir, ambos estaban ya por hundirse en el fracaso, pero sobrevivieron entregándole la espada a los verdugos.
Esta idea de Nietzsche, salvando “las bárbaras distancias”, abre un interrogante sobre la encrucijada de la señora de Kirchner. ¿La Justicia no la habrá salvado, condenándola, del ocaso hacia el que tal vez caminaba sin remedio? ¿Cuál hubiera sido el destino de esta líder, que cargaba sobre sus espaldas, con admirable disimulo, el fracaso del último gobierno peronista, si los tribunales no la hubieran sancionado con la prisión? Es un contrafáctico, pero no carece de sentido. Porque uno de los destinos posibles de Cristina Kirchner era el de Carlos Menem, quien se desangró en una larga agonía política, cada vez más anodina, acorazado por los fueros que le otorgaba una banca en el Congreso. Sólo que ella debía refugiarse en la Legislatura de La Plata, un reducto cuya opacidad sólo fue interrumpida por las fechorías de Julio “Chocolate” Rigau, que recolectaba retornos en los cajeros automáticos.
Sobre la hipótesis de esta alternativa hay que evaluar ahora el futuro de la señora de Kirchner, y el del peronismo que, hasta nuevo aviso, sigue comandando. En la concentración de ayer había una amplísima presencia kirchnerista. Pero no se vio a otras ramas del PJ. Por ejemplo, se notó la ausencia de la CGT. En cambio, participaron dirigentes de los partidos trotskistas, allegados a Máximo Kirchner. Eso sí, no tuvieron acceso al palco. “Vienen a caranchearnos los votos”, se quejó un peronista, ingrato y mezquino.
Entre los asistentes principales había algunos muy significativos. Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, que aspiró a presidir el PJ en contra de ella. Sergio Massa, quien se imagina heredero de la condenada: pretende comenzar a cobrar de ese patrimonio postulándose como candidato a diputado en octubre. Mientras tanto, organiza una “tercera vía” electoral con peronistas extrapartidarios, destinada a enfrentar a los candidatos de Milei en la primera sección electoral. La presencia de Massa es paradójica: la propia Cristina Kirchner le recordó, cuando se discutía la fórmula presidencial de 2023, que ella no podía apoyarlo en contra de Daniel Scioli, “porque hace 5 años, con Stolbizer, me querías meter presa”. Es el mismo Massa al que ahora, en la Corte, le reprochan estar detrás de las pintadas “Cuidate Rosatti” que aparecieron en Santa Fe, atribuidas a un empleado del diputado Oscar “Cachi” Martínez, íntimo del exministro de Economía de Alberto Fernández.
Sin embargo, el manifestante más destacado, y más problemático, de la movilización de ayer, fue Axel Kicillof. Para nadie la apoteosis de la señora de Kirchner celebrada en la plaza de Mayo fue más incómoda que para él. El intento de rebeldía que inició en la provincia de Buenos Aires está bajo la amenaza de convertirse en un intento de traición. Son las transfiguraciones que producen algunas condenas a prisión. Entre las numerosas decisiones que debe tomar en estos días, Kicillof debe meditar una muy interesante: si asistirá o no a la reunión de la Asociación Empresaria Argentina, a la que fue invitado en su calidad de gobernador. La presencia de Kicillof en esa organización, liderada entre otros por Héctor Magnetto y Paolo Rocca, sería vista como una toma de posición ante la tesis de la señora de Kirchner: no soy víctima de los jueces, sino del establishment.
La otra celebridad cuyos movimientos habrá que seguir de cerca en las próximas semanas es Máximo Kirchner, quien ayer, en el acto, oficiaba de DJ. Eso sí: pocas canciones nuevas. Es el candidato más probable a encabezar la lista de diputados provinciales de la tercera sección electoral, en reemplazo de su madre. Además, será el vocero de la expresidenta, ya que como familiar es acaso el único político que tendrá acceso a ella. Esta es una dimensión doméstica que puede ser determinante para la capacidad política de Cristina Kirchner. ¿Quiénes pueden visitarla además de médicos y parientes? Sus seguidores más cercanos hacen notar que cualquier presidiario de un establecimiento federal tiene permiso para recibir amigos. Eso sí: deben ser controlados y registrados. ¿Quién se encargaría de esa tarea en el departamento de la calle San José? El otro tema polémico: ¿puede la señora de Kirchner salir al balcón? Los jueces se lo tendrían prohibido. Pero algunos abogados de su entorno arguyen lo siguiente: “Si en las cárceles hay patios para que los condenados puedan disfrutar de una hora de aire y sol durante el día, ¿por qué Cristina no podría salir al balcón, cuando su casa carece de patio?”. Es la pelea, milímetro a milímetro, por la conservación de la capacidad de hacer campaña.
La tobillera es objeto de otra polémica. Ayer el diputado Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, sugirió a través de la red social X: “Ahora que se está hablando tanto de tobilleras sería bueno que @PatoBullrich y “m@cuneolibarona hagan una licitación transparente. Si no siempre se la lleva Mario Montoto, el montonero que une a gente tan distinta”.
El equipo de Milei evaluaba anoche los pros y los contras de la nueva escena construida alrededor de la condena judicial contra la expresidenta. Ella no quiso emitir un mensaje jurídico, relacionado con su proceso penal. Fue a la política: “El modelo se cae”. Se propuso como la alternativa al oficialismo, que es como la ve el público en todas las encuestas. Por ejemplo, en una realizada por la consultora Mide, 43% identifica a la señora de Kirchner como la principal líder opositora y 40% opina que ese liderazgo está vacante. En esta lógica, la polarización que pretende la flamante presidiaria sería ventajosa para Milei. Y perjudicial para Mauricio Macri, porque la supervivencia del “peligro kirchnerista” abroquelaría a los votantes alrededor de La Libertad Avanza. ¿Se puede, en el clima de confrontación que se reanimó con la prisión, seguir negociando la integración de la Corte, como hicieron hasta hace pocos días representantes de Milei con un delegado de Cristina Kirchner?
Hay otro plano en el que el significado de lo ocurrido ayer seguirá siendo un enigma, al menos por un tiempo. Se lo puede formular así: ¿el encanto de la señora de Kirchner sobre los que repudian a Milei es un fenómeno episódico, asociado al primer efecto emocional de su prisión? ¿O es una señal que obliga a revisar la idea, muy extendida, de que Milei reina en medio de una clase política cuya legitimidad está por completo colapsada? Dicho de otro modo: ¿la expresidenta sigue encarnando un islote de representación genuina en un momento en el que la impugnación a su profesión es casi generalizada?
Estas incógnitas organizarán la campaña para los comicios bonaerenses del 7 de septiembre, sobre todo en la tercera sección electoral. La Libertad Avanza atraviesa el período de armado de listas en medio de un enfrentamiento interno cada día más agresivo. Y más exótico. De un lado, Martín y “Lule” Menem, bajo el mando protector de Karina Milei. Del otro, Santiago Caputo, el Mago del Kremlin, y sus “fuerzas del cielo”. La última batalla fue religiosa.
La chispa surgió en Intercargo, una empresa del área de aeronavegación. Es un sector donde el poder de Caputo se expande: de hecho, su gran amigo, y principal vínculo con Donald Trump, Leonardo Scatturice, acaba de quedarse con la empresa Flybondi. El director de Intercargo Lucas Luna, muy ligado al “Mago”, posteó en X una noticia de musulmanes que persiguen a cristianos en Nigeria y comentó: “No odiamos lo suficiente al Islam”. Hasta ahora lo único que no se odiaba lo suficiente era el periodismo. Ganas de odiar. A Luna le contestó Sharif Menem, jefe de la juventud de La Libertad Avanza, hijo de “Lule” y mano derecha de Martín, el presidente de la Cámara de Diputados. “Borrá eso pelotudo”, fue el mensaje. Extrañó que lo llamara de “pelotudo”, porque hasta ahora a Luna le decían “Sagaz”. Intervino después Martín Menem, quien en una entrevista reclamó “que se separe terrorismo de religión”. La respuesta al jefe de los diputados y gran aliado de la hermana del Presidente llegó desde la cuenta Jack (@MileiLibertador), atribuida al “Mago” Caputo: “El que te proponga diferenciar la religión del terrorismo, ese es el traidor”.
Más allá de la prudencia o imprudencia de este debate, que llevan adelante funcionarios públicos, parece ser ese tipo de conflictos que se desatan en el seno de una organización que siente que navega, solitaria, en un océano de poder. El acto de la plaza de Mayo podría funcionar como un llamado de atención: hay otro.
Es muy interesante que las dos fuerzas en las que insinúa organizarse hoy la vida pública cultiven una faceta espiritualista. Recuerdan al célebre Charles Péguy, quien reclamaba, en contra de Jean Jaurès, un socialismo auténtico que sólo podría alcanzarse con una lucha mística: “Todo empieza en el misticismo y termina en la política”, afirmaba Péguy. La vieja y peligrosa tentación de convertir el mito en logos.
POLITICA
La trastienda del acto: en una parada caótica y fuertemente custodiada, Milei buscó la mística perdida en Rosario

ROSARIO.- Con un discurso encendido y un acto multitudinario, el presidente Javier Milei cerró la campaña electoral en Rosario, donde La Libertad Avanza jugó fuerte en un terreno poco amistoso para ese sector político.
La apuesta del cierre de campaña en Rosario fue intensa y riesgosa, pero resultó exitosa para el Gobierno, que buscó renovar cierto aire de mística libertaria en uno de los momentos más complejos para la gestión de Milei. Se dio el gusto de volver a cantar en un escenario al entonar Panic Show, a capella.
“Este gobierno es distinto a todos los que hubo antes”, afirmó junto al resto de los candidatos de varias provincias. “Es el primer gobierno libertario del mundo”, agregó, y le envió un mensaje a los jóvenes libertarios, a los que definió como el motor de ese sector político.
“Llegamos a las elecciones de pie y el domingo va a cambiar en serio la Argentina”, aseguró en medio del ruido de bombos y trompetas. Y repitió una frase que desglosa desde hace un tiempo: “Cuando la economía venía a todo vapor se encendió la máquina de impedir”. No ahondó sobre los posibles cambios de gabinete ni sobre el escenario económico que se trazará después de las elecciones.
En su discurso, Milei insistió en que “hay que cambiarle la cara al Congreso” para avanzar con las reformas “estructurales”.
“Si bien durante el primer año pudimos sacar leyes importantes y hacer las reformas estructurales más grandes, nos aprobaban todo porque creían que iba a salir mal”, señaló.
Milei fue recibido con bombas de estruendo y cánticos contra su hermana Karina, en un clima cargado de tensión por la cantidad de gendarmes y policías federales que custodian la zona. Ese ambiente caldeado se disipó al acercarse el inicio del acto y con la llegada de un aluvión libertario, que copó el Parque España. Milei salió del hotel, donde llegó tres horas antes, cerca de las 20, una hora después del horario previsto para el mitin.
Milei se subió a una camioneta que hizo poco más de cien metros hasta el parque y se bajó para llegar hasta el escenario caminando entre los militantes. El clima de fervor era alto y Milei lo encendió, como en las viejas épocas. El amplio despliegue de seguridad ayudó a que el Presidente pudiera quedar envuelto en la masa libertaria por unos segundos.
Arriba del escenario desplegó un discurso clásico de cierre de campaña, en el que repitió en secuencia consignas y eslóganes ya conocidos y definió al Congreso como “destituyente”. Por ahí pasó el nudo de su discurso. Dejar sobre la superficie lo que puede pasar si el electorado no vota a LLA.
Desde temprano, los primeros que se apostaron cerca del escenario, donde se repitieron como un loop canciones de AC/DC, fueron los militantes de Las Fuerzas del Cielo, vestidos con remeras bordó y gorras con los clásicos estandartes que se usaron en otras épocas. Cerca de las 19, las escalinatas del Parque España, que sirvieron como gradas, se coparon de militantes y adeptos a Milei, pero la mayoría llegó más tarde desde otras provincias. Muchos arribaron desde Buenos Aires en decenas de colectivos que quedaron estacionados en las inmediaciones del Monumento a la Bandera.
La tensión flotaba desde temprano, cuando comenzaron a congregarse en la Plaza Guernica los sindicatos y agrupaciones sociales. Milei se alojó por un par de horas en el hotel Ross Tower, que queda a dos cuadras del Parque España. El despliegue de seguridad fue inédito. Muchos vecinos no pudieron acceder a sus domicilios porque las calles estaban cerradas a los peatones y automovilistas.
Se desplegaron en el centro de Rosario y en la zona de la ribera del Paraná más de 1000 policías provinciales y federales, también efectivos de Gendarmería Nacional, cuya coordinación estuvo a cargo de la Casa Militar. El mayor riesgo pasaba porque los militantes opositores y oficiales se cruzaran y se enfrentaran, pero también flotaba una tensión especial en torno al hotel, donde estaba alojado el Presidente.
La movilización de militantes libertarios se traslucía en las banderas que portaban. Llegaron de Córdoba, Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires, como así también de algunas provincias del norte. La mayoría llegó al filo del inicio del acto. Una de las columnas de mayor peso fue la de Las Fuerzas del Cielo.
Las bombas de estruendo que arrojaban las agrupaciones opositores se escuchaban en las escalinatas del Parque España, donde estaban apostados los libertarios desde temprano, bajo un sol intenso.
Milei eligió cerrar la campaña electoral en Rosario porque Santa Fe es una plaza clave en el escenario electoral. En Rosario, las encuestas no le dan bien a Milei ni a los candidatos libertarios, encabezados por el joven de 25 años Agustín Pellegrini. Los últimos estudios de opinión lo ponen al postulante libertario en tercer lugar en Rosario, detrás de Gisela Scaglia, candidata de Provincias Unidas, y Caren Tepp, de Fuerza Patria.
Con la presencia de Milei, LLA avanzó buscó renovar la mística del 2023, cuando cerró su campaña en Rosario y en un acto improvisado se llenó de asistentes. Allí Milei sacó una motosierra, que luego usó como lema del ajuste.
Dos años después, y en la presidencia de la Nación, la organización fue un poco más aceitada, aunque con el estilo caótico libertario, donde todo puede desmadrarse en cualquier momento. Los organizadores montaron un escenario gigante al lado de las escalinatas del Parque España, de frente al río Paraná.
Con una campaña sin un foco claro, recargada en Milei, ya que el candidato en Santa Fe tiene un alto grado de desconocimiento, los libertarios buscan dar vuelta lo que pronostican las encuestas en el acto el jueves, con la presencia de Milei como protagonista estelar.
Las últimas apariciones públicas de Milei en actos de campaña fueron complicadas, y en algunos casos terminaron con incidentes y enfrentamientos entre oficialistas y opositores, como ocurrió este jueves en Formosa, donde se atacaron a palazos y golpes peronistas y libertarios. Algo similar ocurrió en la ciudad de Santa Fe hace tres semanas, cuando Milei no pudo caminar por la peatonal San Martín de la capital provincial, debido a que una marcha opositora se lo impidió, y siguió camino hasta Paraná, donde sólo pudo dar una breve vuelta por el parque Urquiza.
Antes del acto, Tepp, hizo un llamado a través de sus redes sociales “a no caer en ningún tipo de provocación y a evitar cualquier situación que opaque lo verdaderamente importante: el domingo el Presidente tiene que ser derrotado en las urnas”.
El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, también salió a distanciarse y planteó: “No quiero que nos traigan a Rosario los problemas de Buenos Aires. Ese conflicto y pelea que vemos todos los días en los medios de comunicación hasta en el Congreso donde diputadas se gritan grato, se filman y tiran agua para desprestigiarse, que no traigan eso a Rosario”.
Germán de los Santos,Conforme a
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El CEO del JP Morgan participó de un evento junto a Mauricio Macri antes de su reunión con Javier Milei

El CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, encabezó un evento de gala junto al expresidente Mauricio Macri y figuras del mundo empresarial en Buenos Aires. El encuentro, realizado en contexto de tensión económica y electoral, reunió a líderes internacionales y locales para debatir la situación argentina.
El evento se llevó a cabo en el Teatro Colón de Buenos Aires y reunió a personalidades del ámbito financiero, político y empresarial. El principal invitado fue su CEO quien arribó al país entre una flota de aviones privados, con al menos 18 aparatos ingresando al aeropuerto de Ezeiza vinculados al evento.
Jamie Dimon y Donald Trump
El expresidente Macri estuvo presente en la gala y fue el único orador público del bloque local que rompió el protocolo de hermetismo. Ante la prensa, respondió que espera “lo mejor posible” para las próximas elecciones.
Entre los asistentes al foro figuraron dirigentes de primer nivel global como Tony Blair y Condoleezza Rice, además de empresarios argentinos como Eduardo Escasany y Armando Loson. El evento, según fuentes del sector, fue parte del foro anual de JP Morgan que esta vez se celebró en Argentina.
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Jamie Dimon,Javier Milei,JP Morgan,Mauricio Macri
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Presupuesto: la oposición insiste en apurar el dictamen y espera gestos concretos del Gobierno para negociar

Después de las elecciones del domingo próximo, el Gobierno se someterá a la primera prueba que permitirá saber hasta qué punto sus promesas de mayor apertura y diálogo son sinceras. Esa primera prueba será el proyecto de presupuesto 2026: los bloques opositores reclaman modificaciones e insisten en apurar para el 4 del mes próximo el dictamen en la Cámara de Diputados, a menos que el presidente Javier Milei se comprometa antes de esa fecha a firmar el decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias a partir de diciembre.
Los diputados que responden a los seis gobernadores de Provincias Unidas desconfían de los cantos de sirena del oficialismo. Por eso exigen un gesto concreto de su voluntad de negociar el texto que envió el Poder Ejecutivo para que el Congreso lo apruebe antes de fin de año. El mensaje parece dirigido al asesor presidencial Santiago Caputo quien, en los últimos días, activó un acercamiento con legisladores de esa bancada; de hecho, ya se presenta ante ellos como su principal interlocutor, un papel que, en teoría, debería ejercer el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien recela de Caputo por la cada vez mayor injerencia en su área.
Lo cierto es que, más allá de quién sea el negociador de parte del Gobierno, los opositores se muestran duros. Reclaman que antes de discutir números, el Gobierno cumpla con las tres leyes que Javier Milei promulgó pero no aplicó: la emergencia en discapacidad, el financiamiento universitario y los fondos para el hospital Garrahan.
Desde Provincias Unidas sostienen que es plausible arribar a un presupuesto con equilibrio fiscal para el año próximo aun considerando el gasto que conllevan estas tres iniciativas. Eso sí: el Gobierno debería sacrificar la pauta de superávit de 1,5 punto del PBI que calculó en el proyecto que envió al Congreso. “Es una estimación mentirosa y el oficialismo lo sabe”, responden los opositores.
A su juicio, estas tres leyes que el Gobierno se resiste a aplicar tienen un impacto fiscal de solo 0,5 del PBI. “Nuestra propuesta agrega una décima más (es decir, 0,1 del PBI) para asegurar la transferencia de los fondos a las cajas previsionales de las provincias no transferidas a la Nación y que este Gobierno no gira”, explica Nicolás Massot (Encuentro Federal), vocero de la posición de los gobernadores.
En resumidas cuentas, en el boceto de presupuesto alternativo que elabora esta bancada se prevé un superávit fiscal de 0,9 puntos del PBI para 2026, menor al que pretende alcanzar Gobierno. Ahora bien, ¿estará dispuesto el presidente Milei a sacrificar 0,6 puntos del PBI de superávit para aumentar el gasto corriente, como piden los opositores?
“Como señal de gobernabilidad es preferible tener un presupuesto aprobado por amplia mayoría aunque tenga una previsión menor de superávit fiscal que un presupuesto dibujado. Nadie cree que el año próximo el superávit sea del 1,5% del PBI”, señalan.
Lo cierto es que, hasta ahora, el oficialismo ha dado señales contradictorias frente a los planteos opositores. Tras la primera reunión de acercamiento que se celebró el lunes pasado con el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, los bloques opositores se retiraron con aire de fastidio. El funcionario, que concurrió acompañado del vicejefe de Interior, Carlos Rolandi, insistió en que el superávit fiscal es innegociable. El encuentro no duró demasiado; no había puntos de encuentro entre las partes.
Empero, anteayer el oficialismo mostró una mayor flexibilidad y dejó trascender que el podría aceptar un texto alternativo siempre que preserve el superávit primario y financiero. La brecha entre ambos proyectos, subrayaron, deberá cubrirse con la porción no indexada del gasto: partidas variables que no incluyen jubilaciones, educación, seguridad ni salud.
Los voceros oficialistas añadieron que su objetivo es intentar discutir un texto común con la composición actual de la Cámara baja, pero con la nueva en el Senado. Pretenden, así, recortar el margen del peronismo, que podría condicionar la discusión. El debate, con este cronograma, se extenderá a las sesiones extraordinarias.
“La semana que viene seguiremos las negociaciones con las propuestas que nos acerquen las distintas bancadas”, se entusiasma el presidente de la Comisión de Presupuesto, Bertie Benegas Lynch. Los opositores desconfían. Aún tienen fresca en la memoria el desplante del oficialismo cuando, de manera intempestiva y al filo del cierre de las sesiones ordinarias, clausuró el debate del presupuesto 2025 y prorrogó por segunda vez la ley de 2023. “Ver para creer”, insisten.
cumpla con las tres leyes,l oficialismo mostró una mayor flexibilidad,Laura Serra,Cámara de Diputados,Conforme a,Cámara de Diputados,,Manuela Castañeira. “Mi mayor intención es llegar al Congreso y hacer un escándalo nacional en defensa del salario”,,Giro. El oficialismo acepta negociar el presupuesto 2026 en los términos de la oposición,,Dictamen aprobado. Primer paso en Diputados para que el deporte de alto rendimiento se financie restituyendo un impuesto
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