INTERNACIONAL
Trump tiene listo un ataque a Irán, pero teme que una guerra lo aleje de su gran objetivo geopolítico

Donald Trump aprobó un plan de ataque a Irán, pero aún no tomó una decisión final, según distintas fuentes de inteligencia citadas por CBS y The Wall Street Journal.
El presidente de Estados Unidos duda. No quiere que su país se vea arrastrado a una nueva e incierta guerra en Medio Oriente, como sucedió en Irak o Afganistán y que además lo aleje de su gran objetivo geopolítico: China.
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En ese escenario, más allá de su habitual verborragia bélica, su primera opción sigue siendo alcanzar un acuerdo con Irán. Por eso dispuso que su vice, J.D. Vance, y el enviado especial a Medio Oriente, Steve Witkoff, se contacten con el canciller iraní, Abbas Araghchi. La idea es realizar una reunión “exploratoria” en Omán para buscar una salida a la guerra que ponga fin a la maquinaria nuclear iraní.
Pero Israel presiona. Quiere que Estados Unidos use sus devastadoras “bombas antibúnkeres” contra plantas nucleares subterráneas que hoy están a resguardo de su poderío bélico, como la estratégica central de Fordo. Necesita a Trump para acabar con las ambiciones atómicas de Teherán.
En caso contrario, solo podrá retrasar los planes iraníes y causar un grave daño a su arsenal misilístico y militar, algo insuficiente para el gobierno de Benjamin Netanyahu.
“Trump se muestra ambivalente en cuanto a ir a la guerra y preferiría llegar a un acuerdo incluso ahora. Pero sus condiciones podrían hacer imposible” llegar a un entendimiento con Teherán, dijo a TN el analista Michael Hanna, director del Programa de los EE.UU. del Crisis Group, una ONG internacional encargada de la resolución de conflictos.
Los temores de Trump
El mandatario republicano teme que un ataque directo a Irán extienda el conflicto a sus socios de la región, como Arabia Saudita, enemigo histórico de Teherán.
Si bien ambos países normalizaron sus vínculos en 2023, tras un acuerdo impulsado por China, que busca aumentar su influencia en la zona, la preocupación es que el gobierno de los ayatolás ataque a los sauditas para desestabilizar el área.
El presidente Donald Trump habla con reporteros en la Oficina Oval en la Casa Blanca en Washington el 18 de junio del 2025. (AP foto/Alex Brandon)
“Hay mucha inquietud en la región, particularmente en el Golfo, ya que son estados de primera línea en cualquier guerra regional de este tipo y pueden terminar como objetivos directos de las represalias iraníes”, afirmó Hanna.
Para el analista, “mucho dependería del éxito de una campaña militar, de su duración y del alcance de sus efectos colaterales. Si todo va mal, es muy claro que creará enormes y nuevas cargas para Estados Unidos y sus socios regionales”, afirmó.
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Teherán tiene un arma secreta: el Estrecho de Ormuz, la vía de salida natural para la producción petrolera de la mayoría de los países del Golfo. Por allí pasa cerca del 30% del crudo mundial.
“El posible cierre del estrecho es una de las opciones actualmente sobre la mesa. Los enemigos de la República Islámica de Irán deben ser conscientes de que si amenazan a nuestra patria y a nuestro pueblo, sin duda sufrirán una respuesta devastadora”, advirtió un miembro del Comité de Seguridad Nacional del Parlamento iraní a la agencia de noticias rusa Tass.
Por allí pasa la producción petrolera de Arabia Saudita, Irak, Kuwait, Bahréin, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Su cierre, unido a un eventual ataque a los sauditas, causaría una desestabilización total de la región y encarecería el precio del crudo a valores nunca vistos. Hoy el barril Brent se cotiza a alrededor de 78 dólares. Algunos analistas estiman que una guerra abierta podría triplicar esa cifra.
Imagen satelital del Estrecho de Ormuz. Por ahí circula cerca de un tercio del crudo mundial (Vía AP).
Desestabilización y presión interna
Pero hay otras dos cuestiones que sopesa Trump antes de decidir si bombardear o negociar. El primero es que un ataque podría hacer caer al gobierno iraní, pero no hay ninguna garantía de que un nuevo régimen estabilice el país. Los ejemplos sobran: Libia, Irak, Yemen, Egipto.
El analista internacional Juan Negri dijo a TN que este tipo de experimentos no suelen ser exitosos. “Estos líderes autoritarios (como el líder supremo, Ali Jamenei), por más que nos cueste admitirlo, son el talón que garantiza cierto orden”, afirmó.
El segundo problema es interno. En la Casa Blanca y en el Partido Republicano hay una palpable división entre “halcones y palomas”.
Los partidarios de un ataque total presionan a Trump para alinearse en forma completa con Israel. Pero también son numerosos los que no quieren que el país se lance a otra guerra desgastante en la región.
Siria, Afganistán e Irak son ejemplos de cómo Estados Unidos se involucró en conflictos extensos que no lograron resultados positivos y que solo causaron una enorme desestabilización nacional y un “desperdicio de recursos”, como suele graficar el mismo presidente norteamericano.
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Además, las “palomas” le achacan a Trump que si se involucra en la guerra incumplirá su palabra en campaña de acabar con los conflictos bélicos y se alejará del objetivo prioritario de su agenda exterior: enfrentar a China por la supremacía geopolítica mundial con una ofensiva arancelaria y coacciones a sus aliados.
“En este momento, puedo decirles, hay una tremenda presión sobre el presidente Trump”, dijo unexasesor del presidente, Stephen K. Bannon.
El influyente diario estadounidense The Washington Post escribió que una negociación exitosa con Irán “podría mostrar a Trump como un hábil negociador y pacificador”, pero una intervención militar “provocaría un profundo pesar entre algunos partidarios”.
“Este es un punto de inflexión para lo que se puede llamar el movimiento “America First”, dijo un exfuncionario de alto rango del Pentágono citado por el periódico para resumir las divisiones internas que jaquean hoy al gobierno y al partido Republicano.
Israel, Irán, Donald Trump, Estados Unidos
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INTERNACIONAL
Ex-Supreme Court Justice Anthony Kennedy pleads for civil political discourse, warns ‘democracy is at risk’

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Former U.S. Supreme Court Justice Anthony Kennedy warned Thursday that the tone of political discourse and threats to judges are undermining the ability of the U.S. to serve as an example of freedom and democracy around the world.
Kennedy, a Reagan appointee who retired in 2018 during President Donald Trump’s first term, was speaking during a virtual forum about threats to the rule of law, as he defended the role of judges in a democracy and advocated for the need to protect them and their families from threats.
«Many in the rest of the world look to the United States to see what democracy is, to see what democracy ought to be,» Kennedy said during the «Speak Up for Justice» event, one day before the current Supreme Court justices are set to deliver their final rulings of the current term.
«If they see a hostile, fractious discourse, if they see a discourse that uses identity politics rather than to talk about issues, democracy is at risk. Freedom is at risk,» he continued.
BOOKER, CRUZ SPAR OVER THREATS TO US JUDGES IN FIERY SENATE EXCHANGE
Former U.S. Supreme Court Justice Anthony Kennedy warned that the «tone of our political discourse» and threats to judges are harming the ability of the U.S. to serve as an example of freedom around the world. (Getty Images)
Kennedy did not mention Trump, even as other participants expressed concern about the barrage of threats and attacks against judges for blocking key parts of the president’s political agenda during his second term, including his immigration policies, firings of federal workers and his implementation of broad-based tariffs.
But Kennedy’s remarks appeared to be sparked, at least in part, by the Trump administration’s repeated attacks against judges who have ruled against him, including some whom he appointed during his first term.
In March, Trump criticized U.S. District Court Judge James Boasberg as a «radical left lunatic» and called for his impeachment after he attempted to block the administration from removing alleged Venezuelan gang members from the U.S. under the Alien Enemies Act, a wartime presidential power Trump invoked.
Last month, Trump attacked «USA-hating» judges as «monsters who want our country to go to hell.»
Trump’s rhetoric has come alongside an uptick in threats against judges, according to POLITICO, although spokespeople for the administration have said the president is against any threats and that they would face prosecution from the Justice Department.

Kennedy, a Reagan appointee, defended the role of judges in a democracy and advocated for the need to protect them and their families from threats. (Getty Images)
Kennedy said «judges must have protection for themselves and their families» and that «judges are best protected when the public and our nation realize how central they are to our discourse.»
«We should be concerned in this country about, as I’ve already indicated, the tone of our political discourse,» he said. «Identity politics are used so that a person is characterized by his or her partisan affiliation. That’s not what democracy and civil discourse is about.»
Other participants at the forum, which featured judges from the U.S. and other countries who warned about how attacks on courts can threaten democracies, also took aim at Trump’s statement denouncing the courts.
Without mentioning Trump by name, U.S. District Judge Esther Salas, whose son was killed by a disgruntled lawyer who went to her New Jersey home in 2020, said disinformation about judges was spreading «from the top down,» with jurists attacked as «rogue» and «corrupt.»
CHIEF JUSTICE ROBERTS DOUBLES DOWN ON DEFENSE OF COURTS AS SCOTUS GEARS UP TO HEAR KEY TRUMP CASES

Kennedy’s remarks appeared to be sparked, at least in part, by the Trump administration’s repeated attacks against judges who have ruled against him. (Getty Images)
«Judges are rogue. Sound familiar? Judges are corrupt. Sound familiar? Judges are monsters. … Judges hate America,» Salas said. «We are seeing the spreading of disinformation coming from the top down.»
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Salas warned that the number of threats recorded against judges this year was reaching historic heights in the U.S., noting that the U.S. Marshals Service has tracked more than 400 threats against judges since January, when Trump was inaugurated.
«We’re going to break records, people, and not in a good way,» she said.
Reuters contributed to this report.
INTERNACIONAL
EEUU afirmó que la vía diplomática con Irán sigue abierta y que los bombardeos no excluyen un posible acuerdo futuro

La Casa Blanca afirmó este jueves que mantiene abierta la comunicación con Irán y que la relación bilateral continúa en “una vía diplomática”, en medio de tensiones provocadas por recientes bombardeos del ejército estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes el pasado fin de semana. Así lo expresó la portavoz Karoline Leavitt durante una rueda de prensa, al referirse a los intentos de Washington de alcanzar acuerdos tras la ofensiva militar.
“El presidente Donald Trump quiere la paz, siempre la ha querido, y ahora mismo estamos en una vía diplomática con Irán. El presidente y su equipo, en particular el enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, siguen en comunicación con los iraníes”, afirmó Leavitt frente a periodistas.
El ataque del sábado por la noche tuvo como objetivo las plantas de enriquecimiento de uranio en Isfahan, Natanz y Fordow, según detalló la portavoz, quien subrayó que aunque existe disposición para dialogar, aún es temprano para definir una agenda concreta de contactos con Teherán.
Frente a las declaraciones del presidente estadounidense sobre eventuales acercamientos la próxima semana y la posibilidad de que un acuerdo ya no sea imprescindible tras los daños infligidos al programa atómico de Irán, Leavitt indicó que “acaban de realizar este ataque” y pidió paciencia antes de divulgar plazos oficiales.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores del régimen iraní, Abbas Araghchi, negó firmemente las especulaciones de que Irán se dispone a reanudar las negociaciones nucleares con Estados Unidos.

“Algunas especulaciones sobre la reanudación de las negociaciones no deben tomarse en serio”, dijo Araghchi en la televisión estatal. “Quiero dejar claro que no se ha llegado a ningún acuerdo, arreglo o conversación para iniciar nuevas negociaciones. Todavía no se ha establecido ningún plan para iniciar negociaciones”.
“No se ha llegado a ningún acuerdo o arreglo para reanudar las negociaciones. No se ha hecho ninguna promesa ni se ha mantenido ninguna discusión al respecto”, declaró Araghchi al canal estatal de noticias iraní IRINN.
“Hemos tenido una experiencia engorrosa con los estadounidenses: que traicionaron las negociaciones en mitad del proceso. Esta experiencia afectará sin duda a nuestras decisiones futuras. Pero esa decisión se tomará en última instancia en función del bienestar del pueblo iraní, no de las emociones ni de ninguna consideración superficial o temporal”, añadió.
Leavitt también informó que ha mantenido conversación “extensa” con Steve Witkoff y aseguró que la diplomacia estadounidense se coordina no solo con las autoridades iraníes, sino también con intermediarios claves como Qatar. Describió a la administración qatarí como un “aliado y socio increíble durante todo este proceso” y recordó que el emirato ha desempeñado un rol central como mediador, junto con Estados Unidos, entre Irán e Israel para propiciar el diálogo y promover un alto el fuego alcanzado el lunes.
Washington mantiene contacto constante con aliados en la región del Golfo Pérsico y el mundo árabe, en línea con los esfuerzos por consolidar “un acuerdo con Irán sobre la alianza con el Estado de Israel”, explicó Leavitt. Aseguró que la relación entre Washington y Tel Aviv “nunca ha sido tan fuerte” y resaltó la expectativa de que más Estados árabes se sumen a los Acuerdos de Abraham, iniciativas de normalización de relaciones diplomáticas con Israel ya adoptadas por Emiratos Árabes Unidos, Sudán, Baréin y Marruecos.

Por otra parte, la portavoz de la Casa Blanca también criticó al líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei, porque consideró que ejecuta una estrategia para “salvar las apariencias”, tras sus declaraciones públicas en las que minimizó el impacto de los bombardeos estadounidenses sobre las instalaciones nucleares. “Vimos el video del ayatollah, y cuando se tiene un régimen totalitario, hay que salvar las apariencias”, afirmó Leavitt en referencia a la postura del líder iraní, quien sostuvo que el presidente Trump “exageró” el daño logrado por la ofensiva militar.
El gobierno estadounidense sostiene que, pese a la escalada militar, continúa priorizando el entendimiento diplomático con Teherán y sus aliados regionales, considerando la persistente inestabilidad en el Medio Oriente y la búsqueda de nuevas fórmulas de cooperación.
(Con información de AFP y EFE)
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