ECONOMIA
Juan Luis Bour, de FIEL: “La economía enfrenta persistente desconfianza por la volatilidad política y la informalidad estructural”

“El CV económico de Argentina revela que tenemos una tradición de incumplimiento de contratos”, advierte Juan Luis Bour, economista jefe y director de FIEL.
En conversación con Infobae, Bour analiza las contradicciones evidentes entre la realidad socioeconómica, la percepción de la sociedad y las señales que reciben los mercados en vísperas de las elecciones legislativas.
“La política argentina ofrece solo escenarios binarios, de grandes y graves desórdenes en materia fiscal y monetaria o de disciplina macroeconómica forzada con corsés que en poco tiempo se vuelven insostenibles. Un escenario bipolar no tiene salida fácil, y requiere invertir mucho tiempo bajo estricta supervisión del mejor nivel técnico. En una democracia republicana se requiere capacidad de persuasión, no solo tener un buen diagnóstico”, advierte desde un comienzo.
Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, Bour observa particular complejidad: “Las condiciones iniciales eran particularmente difíciles. La rápida corrección fiscal y el encaminamiento de las políticas macroeconómicas, más el anuncio de reformas microeconómicas por venir, son elementos valiosos que apuntan a un cambio de régimen.
“En una democracia republicana se requiere capacidad de persuasión, no solo tener un buen diagnóstico”, advierte desde un comienzo”
Si buena parte de estas políticas permanecen más allá de esta gestión de 2023/27 se habrá inaugurado un camino diferente que puede llevar a una economía y una sociedad más estable y con crecimiento”, enfatiza, aunque aclara: “A casi dos años de la actual gestión todavía resulta muy temprano dar por sentado el cambio, y el pasado vuelve cada vez que se cometen errores en lo económico y se mantienen discursos disruptivos propios del escenario binario que nos acompañó en los últimos 80 a 100 años”.
La entrevista propone preguntas incómodas sobre el presente y futuro de la economía: la persistente tensión entre lo técnico y lo político, las oportunidades perdidas y las alertas para la etapa que viene.
– ¿Cuál es la verdadera economía argentina, la de las turbulencias cambiarias de agosto y la primera semana de septiembre, o la que recibió el respaldo pleno del Gobierno de los EE.UU.? ¿Hay en verdad una sola economía o conviven varias capas y percepciones que explican estas aparentes contradicciones?
– Los antecedentes pesan y tenemos una tradición de incumplimiento de contratos. Los últimos episodios de default de deuda tanto de la República como de algunas provincias están demasiado frescos como para esperar que los mercados -no solo los externos, sino los propios argentinos- puedan extender un cheque en blanco a una nueva Administración con minorías parlamentarias y escaso interés –hasta aquí- de conformar una coalición amplia de gobierno.
La política ofrece solo escenarios binarios, de grandes y graves desórdenes en materia fiscal y monetaria o de disciplina macroeconómica forzada con corsés que en poco tiempo se vuelven insostenibles.
Un escenario bipolar no tiene salida fácil, y requiere invertir mucho tiempo bajo estricta supervisión del mejor nivel técnico. En una democracia republicana se requiere capacidad de persuasión, no solo tener un buen diagnóstico.
– ¿Por qué el pasado argentino condiciona tanto el optimismo incluso en las buenas noticias?
– El pasado está siempre presente porque los errores y defaults anteriores siguen frescos. A pesar de las reformas, los discursos disruptivos reaparecen al primer tropiezo.
“Estamos acostumbrados a ver correcciones seguidas de nuevos desarreglos, porque no logramos consensos básicos ni acuerdos de largo plazo”
Estamos acostumbrados a ver correcciones seguidas de nuevos desarreglos, porque no logramos consensos básicos ni acuerdos de largo plazo.
– ¿Cuál es la verdadera economía argentina, la que pierde elecciones en la provincia de Buenos Aires porque “no llega a la gente”, o la que redujo la pobreza en más de 10% o 20% de la población? ¿A qué le atribuye esa desconexión entre los datos duros y la percepción social y política?
– Las mediciones de pobreza por ingresos son valiosas porque dan una dimensión cuantitativa y medible, que destaca los extremos que surgen a partir de altas tasas de inflación que encuentran desprotegidos a los que viven con los ingresos justos (a grandes rasgos, más de la mitad de la población).
La menor inflación sin duda baja los niveles de pobreza extrema, pero esto es solo una dimensión del problema, ya que quien vive de changas y trabajos ocasionales no necesariamente cambia de situación con cambios en la tasa de inflación sino que requiere poder entrar en relaciones contractuales menos efímeras, es decir más estables. Y ello no ocurre hoy en día, ni ha venido ocurriendo al menos en los últimos 25 años en que casi todo el crecimiento del empleo es precario en algún sentido: o son asalariados informales, o trabajadores independientes o empleados públicos.
Los datos de cuentas de generación del ingreso de Indec dicen que mirando los últimos 10 años, desde 2016 a la fecha, de los casi 3 millones de puestos de trabajo creados casi 47% fueron en la forma de trabajadores por cuenta propia (mayoría de ellos informales), otro 35% fueron como asalariados privados informales, casi 13% empleados públicos y menos del 6% fueron empleos formales asalariados en la actividad privada.

Nada de eso cambia hoy en día, a pesar de que la economía haya rebotado hasta comienzos de 2025 y vuelva a rebotar en algún momento de 2026. Esto asegura que con bajas adicionales de la inflación algunos más saldrán de la pobreza. Pero mientras la productividad caiga (porque los puestos son cada vez de menor calidad) todos terminarán teniendo menores ingresos reales.
– ¿La informalidad es solamente laboral?
– No solo es laboral, es también empresaria, es informalidad de las administraciones públicas -no podemos contar cuántos empleados públicos realmente tenemos–, es territorio propicio para la corrupción y el delito, que hace metástasis en los principales organismos de la República. Corregir el rumbo requiere algún grado de inteligencia de parte de la sociedad política y la percepción de que hay mucho que perder de seguir en este camino. Habrá que ver para creer.
– ¿Cuál es la verdadera economía argentina, la que acumuló tres meses de receso entre mayo y julio de 2025, o la que rebotó fuerte en agosto según el IGA de Ferreres? ¿Cree que son episodios transitorios o hay señales de cambio estructural detrás de estos vaivenes?
– En períodos de alta volatilidad como el que estamos atravesando no es conveniente entusiasmarse por un dato positivo aislado ni deprimirse por uno negativo. En el análisis del ciclo industrial que llevamos adelante en FIEL desde hace 60 años, y con un índice que es líder como el IPI desde hace 45 años, se aprende a mirar las series con cuidado y no apresurarse a sacar conclusiones que pueden alterarse cuando llegan datos definitivos o una muestra más amplia que la provisoria.
“Con un índice que es líder como el IPI desde hace 45 años, se aprende a mirar las series con cuidado y no apresurarse a sacar conclusiones que pueden alterarse cuando llegan datos definitivos o una muestra más amplia que la provisoria”
En lo que hace a la industria tenemos como candidato un ciclo negativo con punto de giro en febrero de este año. La mayoría de los indicadores “duros” del ciclo industrial (variación anual suavizada a 6 y 12 meses, tendencia ciclo) muestran un deterioro que se consolida, con los dos últimos meses de variación interanual negativa (Julio y Agosto).
Hay un rebote desestacionalizado en el índice general de agosto explicado por el retorno a operación de actividades puntuales que habían realizado paradas, pero se observa una marcada desaceleración en actividades que lideraban la recuperación industrial. No hay punto de giro visible aún hacia una fase de recuperación en la industria.
Ello también se observa en la construcción (privada y pública). Es de prever una desaceleración marcada en el crecimiento a partir de septiembre en el sector de Finanzas.
En el resto de sectores algunos siguen creciendo con mayor o menor fuerza (minería, agro, actividades inmobiliarias), el comercio tendrá dificultades en mejorar los niveles de la segunda mitad de 2024, y el resto –con excepción de Administración Pública, que sigue en contracción– solo puede aspirar en el segundo semestre a que sus números no sean negativos.
– ¿Cuál es la verdadera economía argentina, la que elimina el cepo cambiario casi plenamente o la que lo reinstala para evitar maniobras especulativas de unos pocos? ¿Cómo valora el impacto real de estas idas y vueltas en materia de confianza inversora y clima de negocios?
– Las idas y vueltas en políticas públicas (en política monetaria y cambiaria, en política de retenciones, etc.) pueden ser explicadas por impericia técnica, por shocks inesperados con los que se enfrenta el programa, o pueden revelar una preferencia por la discrecionalidad. No ha habido shocks negativos que compensen los shocks positivos que experimentamos en los últimos meses, así que no es la segunda razón.
Algo de la primera razón (impericia) puede ser ilustrada con la sucesión de fases del programa económico que al final se presentó como un todo integrado y bien pensado, pero que parece más bien reflejar cambios de frente porque se observan errores de diseño.
“La discrecionalidad de políticas es la mejor forma de maximizar la incertidumbre. En ese caso lo están logrando”
Me preocupa que haya alguien que piense en términos de la tercera alternativa, puesto que discrecionalidad de políticas es la mejor forma de maximizar la incertidumbre. En ese caso lo están logrando.
– ¿Cuál es la verdadera economía argentina, la que cuenta con presupuesto aprobado por el Congreso y no lo cumple, o la que sin tratamiento legislativo cumple con sus pautas de presupuesto de equilibrio fiscal? ¿El problema radica en la herramienta legal o en la capacidad de ejecución y credibilidad de la política económica?
– La discrecionalidad presupuestaria (por leyes que permiten cambios de partidas, por la aprobación de presupuestos con hipótesis manipuladas para tener márgenes de reasignación de partidas, por no aprobar presupuestos) es una característica de Argentina que explotaron al máximo los gobiernos kirchneristas desde la crisis del 2002 y que nos persigue todavía en el 2025. Todo es problemático e indicio de desmanejo de la cosa pública: no tener presupuesto o tener presupuestos no creíbles llevan al mismo problema.
– ¿Cuál es la verdadera economía argentina, la que registra un sostenido descenso del índice de riesgo país desde más de 2.000 puntos básicos a menos de 800, o la que regresa a los 1.000 pb, con picos de 1.500 pb? ¿Qué señales está mirando el mercado internacional cuando se producen estos cambios tan bruscos?
– Cuando Sergio Massa asumió como ministro de Economía en 2022 hizo trascender que tenía “arreglados” préstamos diversos que le darían combustible para llegar a fines del 2023. Recurrió al adelantamiento de recursos con los sojeros tres veces en su mandato porque los recursos no llegaron, y finalmente sus políticas terminaron desfondando al Banco Central.
En la actual administración también se recurrió varias veces al adelantamiento de recursos, a lo que se sumó un nuevo préstamo del Fondo y el instrumento de “tomar deuda cuando sea necesario para hacer rollover” con los vencimientos de deuda. En un país incumplidor estos comportamientos no ayudan a bajar el riesgo.
– ¿Qué economía espera hasta las elecciones de octubre? ¿Visualiza que el Gobierno logrará sostener la estabilidad macro y social hasta ese momento clave?
– Por supuesto que sí. Es parte de las vicisitudes que se enfrentan en un sistema democrático. Quienes siquiera piensan en desestabilizar probablemente prefieren sistemas antidemocráticos.
“Quienes siquiera piensan en desestabilizar probablemente prefieren sistemas antidemocráticos”
– ¿Qué escenario imagina si el Gobierno gana bancas en el Congreso, pero no las elecciones generales de medio término? ¿Qué impacto concreto podría tener en la gestión económica y en el rumbo de las reformas estructurales?
– Es un escenario probable. Y no muy distinto quizás, en materia de bancas en el Congreso y necesidad de ampliar coalición que el del acuerdo (virtual o no) que tenía con PRO al comienzo de su gestión. O sea un escenario en el que hay que trabajar mucho para mejorar la gestión política y económica. Ajo y agua.
– Una reflexión final sobre el momento económico argentino y los desafíos inmediatos que enfrenta el país en los próximos meses.
– Cualquiera que haya observado los últimos 50 o 60 años de Argentina conoce las encrucijadas que se enfrentaron reiteradamente. La principal pregunta que hicieron las empresas durante mucho tiempo fue: ¿dólar o tasa? Eso reflejaba la miseria de las alternativas que se enfrentaban (excepto para los arbitrajes financieros). Y hoy hemos vuelto a escuchar la misma pregunta -que tiene sentido como arbitraje de corto plazo, pero no como centro de nuestras vidas-, lo que revela que hay mucho espacio para mejorar.
Fotos: Adrián Escandar
ECONOMIA
Kristalina Georgieva: “Tal vez este sea el último programa de la Argentina con el FMI”

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene diálogos avanzados para coordinar junto a Estados Unidos, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) un paquete de apoyo financiero destinado a la Argentina.
Desde Washington, la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, detalló a la agencia Reuters la existencia de gestiones multilaterales para definir los lineamientos de la ayuda, que incluyen el aporte de Estados Unidos, y anticipó resoluciones inmediatas respecto de la asistencia. “Esperamos decisiones sobre el tema en breve”, afirmó la funcionaria.
“Si me pongo mi sombrero de optimista, tal vez pueda decir que podría ser el último programa del FMI con Argentina”, dijo.
Entre las opciones en evaluación, según relató Georgieva, figura la posibilidad de que Estados Unidos transfiera a Argentina sus Derechos Especiales de Giro (DEG), modalidad ya utilizada con Qatar en 2023. Los DEG constituyen activos de reserva dentro del FMI, instrumentados para fortalecer la liquidez de países miembros en situaciones críticas.
Para la titular del organismo, la acumulación de reservas constituye el desafío central para el Gobierno. Las palabras llegan en momentos en que el Gobierno utiliza parte de sus escasas reservas para contener las presiones sobre el dólar.
“Cuando el país pueda afrontar las obligaciones del servicio de la deuda y las presiones internas, con una sólida posición de reservas, entonces, por supuesto, podrá continuar implementando sus programas y mantener a la población argentina comprometida”, puntualizó la titular del organismo multilateral de crédito.
Georgieva también indicó que su aspiración es que Argentina logre autonomía financiera sostenida. “Mi sueño es que Argentina se valga por sí sola. Tiene todos los ingredientes para prosperar. Lo que le faltaba era en el ámbito político”, subrayó.
Las negociaciones en la capital estadounidense siguen de cerca tanto los avances en la instrumentación del supuesto “swap” de Estados Unidos como la reacción de los actores políticos en Washington y Buenos Aires frente a este nuevo paquete de apoyo internacional. La dinámica entre Argentina y el organismo multilateral forma parte de un proceso histórico marcado por la repetición de programas y la búsqueda de salidas estructurales a una crisis persistente.
Noticia en desarrollo
ECONOMIA
El Tesoro liquidó 80% de divisas que compró al agro y la City alerta por dólar en techo de la banda

En el mercado advierten que muy pronto el Tesoro se quedará sin dólares para seguir frenando el tipo de cambio en los niveles actuales ($1.430 en la plaza mayorista). De suceder, repuntaría rápidamente hasta el techo de la banda de flotación (ayer, en $1.484,16) y el Banco Central tendría que salir a vender reservas para frenarlo, tal como establece el esquema cambiario, y la tensión cambiaria se haría aún más visible.
La eventual ausencia de oferta del Tesoro y la cercanía con el tope de la banda superior (apenas 3,8%) harían que la cotización oficial trepara inmediatamente hasta ese nivel, a menos que aparezcan señales muy positivas vinculadas con la política o el financiamiento de Estados Unidos a la Argentina que alivien la presión de demanda de dólares o que el Gobierno aplique más restricciones a la operatoria.
La advertencia surge en medio de la seguidilla de abultadas ventas de divisas por parte del Tesoro para mantener planchado al tipo de cambio en estos niveles. Según trascendidos desde fuentes oficiales, ayer habría vendido otros u$s280 millones y la venta del lunes habría ascendido a u$s480 millones. Entre el miércoles y viernes de la semana pasada, el monto fue de alrededor de u$s950 millones.
En apenas cinco jornadas hábiles, las ventas netas del Tesoro ascienden a poco más de u$s1.700 millones, por lo que ya se gastó el 78% de los más de u$s2.200 millones que compró días atrás, producto de la liquidación extraordinaria del agro sin retenciones. Los analistas estiman que al Tesoro le quedan menos de u$s700 millones en su cuenta del BCRA, por lo que el «poder de fuego» para seguir frenando al tipo de cambio debería agotarse muy pronto.
A este ritmo, no tardaría más de tres jornadas en suceder. En tal caso, la autoridad monetaria lo esperaría en el techo de la banda de flotación para frenarlo con ventas de reservas. Pero, tal como se observó recientemente cuando la cotización llegó al tope, la presión de demanda probablemente se acentuaría y la brecha del oficial con los paralelos se ampliaría, con el incentivo adicional de la cercanía de las elecciones, dinámica que el Gobierno busca evitar frenando el precio antes del techo de la banda.
Prevén suba del dólar hasta el techo de la banda
«Si las ventas de divisas del Tesoro se mantienen al ritmo actual, el poder de fuego para frenar al dólar alcanzaría para sólo dos días más, tras lo cual el tipo de cambio oficial podría alcanzar la banda superior del esquema cambiario, lo que obligaría al Banco Central a intervenir con ventas de reservas en el mercado», advierte el equipo de research de Max Capital.
El bróker de bolsa sostiene que, en base a lo observado en la última semana, la estrategia del equipo económico del Gobierno parece ser mantener al tipo de cambio oficial planchado en un mismo precio, alrededor de $1.430 en la plaza mayorista, hasta las elecciones del 26 de octubre. Para ello, se posiciona con oferta de dólares en ese nivel, vendiendo todo lo necesario para abastecer la demanda privada, que se mantiene firme.
«El tipo de cambio oficial mayorista se movió ayer nuevamente muy planchado sobre los $1.430, al igual que ocurrió en la rueda del lunes, para terminar levemente por debajo ($1.429,5). La jornada estuvo marcada por nuevas ventas de divisas del Tesoro en el mercado, seguramente en el ‘magic number’ de esta semana, que es de $1.430″, agregan los analistas de Guardian Capital.
El equipo de asesoría financiera resalta que tras las últimas intervenciones oficiales el saldo negativo del Tesoro se aproxima a los u$s2.000 millones, generado en apenas cinco jornadas hábiles, por lo que estima que a este ritmo en lo que resta de la semana podría «reventar» todo o casi todo lo que compró durante el esquema de retenciones cero al sector agroexportador.
Presión sobre el dólar en ascenso
Portafolio Personal Inversiones destaca la presión alcista que también se observa en el mercado de futuros de dólar y los movimientos de las últimas jornadas refuerzan la percepción de que los inversores creen que el equipo económico del Gobierno buscará mantener las bandas de flotación hasta las elecciones del 26 de octubre, aunque la confianza en la sostenibilidad de este esquema más allá de esa fecha aún continúa en duda.
«Como viene sucediendo desde hace varias jornadas, las posturas oficiales provenientes de fondos aportados por el Tesoro sirven como dique de contención de la cotización oficial del dólar. Esto hace que el precio lateralice y, al mismo tiempo, sirve como fuente casi exclusiva de aprovisionamiento para una demanda que no encuentra una contraparte genuina del lado de la oferta privada», señala Gustavo Quintana, operador PR Corredores de Cambio.
El operador de cambios sostiene que las ventas de dólares por parte del Tesoro, efectuadas mediante la intervención del Banco Central en el mercado oficial, continúan siendo la «principal fuente de abastecimiento de divisas en un escenario que, salvo algún imponderable, se repetirá hasta las elecciones legislativas que se realizarán a finales del mes».
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ECONOMIA
Al Gobierno le quedan cerca de USD 700 millones de los que liquidó el campo para evitar que el dólar llegue al techo de la banda

El Tesoro argentino cuenta con cerca de USD 700 millones para evitar que el dólar oficial llegue al techo de la banda de flotación y que el Banco Central deba recurrir a parte de sus escasas reservas para mantener la cotización dentro del esquema cambiario vigente, según fuentes con conocimiento del tema y operadores financieros consultados por Infobae.
Faltan doce ruedas para las elecciones legislativas y se anticipa una mayor demanda de divisas, mientras el Gobierno de Javier Milei aguarda los avances de las negociaciones que encabeza el ministro de Economía, Luis Caputo, en Washington para definir los detalles del salvataje que prometió Estados Unidos. El titular del Palacio de Hacienda se quedará en la capital norteamericana junto a su equipo al menos hasta el próximo martes, cuando tenga lugar la reunión que está pactada entre Milei y Donald Trump.
El Tesoro intervino este martes vendiendo divisas por sexta jornada consecutiva y, según Salvador Vitelli, jefe de research de Romano Group, ya acumula ventas por más de USD 1.600 millones. Esta estrategia se reactivó tras la liquidación extraordinaria del sector agropecuario asociada a la rebaja temporal de retenciones, que permitió al Gobierno captar solo USD 2.200 millones de un total estimado superior a USD 6.000 millones. Vitelli calculó que el stock para intervenir es de USD 741 millones.

El economista de GMA CapitaL, Nery Persichini, analizó la situación: “Al jueves, el stock de depósitos del Gobierno era de USD 1.678 millones. Las estimaciones de ventas en el mercado son USD 237 millones el viernes, USD 450 millones el lunes y USD 250 millones hoy. Con este ritmo, proyectamos que el poder de fuego es de USD 741 millones, lo que equivale a cuatro o cinco días de intervenciones si el mercado mantiene la tendencia reciente”.
Si esas divisas se agotan y la presión alcista sobre el tipo de cambio persiste, el Banco Central debería utilizar parte de sus reservas líquidas para defender el techo de la banda de flotación (USD 1.485). La autoridad monetaria intervino el mes pasado en tres rondas consecutivas previas a la rebaja de retenciones, por un total de USD 1.100 millones. Según cálculos privados, el poder de fuego de la entidad es de USD 13.000 millones líquidos, que incluyen depósitos y recursos enviados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Caputo se reunió este lunes con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, para discutir la asistencia financiera prometida por Trump y, posteriormente, con la directora del FMI, Kristalina Georgieva. Por ahora, no hay detalles sobre los montos ni plazos para la llegada de fondos.
La demanda preelectoral sigue creciendo mientras los argentinos recurren al dólar como refugio. En septiembre, los depósitos privados en dólares aumentaron en USD 1.600 millones, lo que muestra que los fondos aún permanecen en los bancos, aunque continúa la salida de dinero por gastos en el exterior.

La posible transformación profunda del régimen cambiario argentino tras las elecciones ganó consenso en el mercado, según informó Barclays en un reporte tras reunirse con 50 inversores y analistas en Buenos Aires. La entidad británica detectó acuerdo en la necesidad de avanzar hacia una flotación total del dólar después de los comicios del 26 de octubre.
Sobre la crisis cambiaria actual, Barclays recogió opiniones contrapuestas respecto a la evolución del mercado de divisas de aquí a las elecciones. Algunos creen que las últimas restricciones al arbitraje entre el tipo de cambio oficial y el paralelo limitarían la pérdida de reservas entre USD 2.000 millones y USD 4.000 millones antes de la votación. La mayoría anticipa mayor presión sobre el dólar a medida que se acerca el día electoral.
Ante este escenario, el endurecimiento de los controles cambiarios surge como una opción de bajo costo. Mientras se presenten como medidas transitorias, no generan percepciones dramáticas en lo económico ni en lo político, sino que son vistas como herramientas para contener el impacto en la coyuntura actual. Barclays advierte que este tipo de intervenciones tiene una consecuencia futura: la previsibilidad social incrementa el desafío para mantener un período preelectoral estable hacia 2027.
Estados Unidos y el FMI permanecen en el centro de las expectativas, mientras el Gobierno sostiene el tipo de cambio con recursos acotados y el mercado monitorea cada movimiento oficial, aún sin certezas sobre el próximo auxilio exterior. La presión sobre las reservas y la proximidad electoral configuran un escenario de máxima tensión en el mercado cambiario argentino.
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