POLITICA
El acuerdo comercial con Estados Unidos: secretos de una negociación que llevó meses e involucró a decenas de actores

WASHINGTON.- Si se definiera en los términos de una serie televisiva, el acuerdo marco entre Estados Unidos y la Argentina, tras un largo proceso de negociaciones, tuvo sus primeros capítulos a principios de año, cuando Donald Trump volvió al poder en enero; siguió con un game changer el 2 de abril, día en que el presidente norteamericano lanzó una guerra arancelaria de escala global, y siguió con múltiples reuniones en Washington que derivaron en el anuncio del jueves. “Es un muy buen principio”, lo calificó a una fuente al tanto de las negociaciones. El final aún no está escrito: los capítulos continuarán.
Impulsados por la buena sintonía que ya mostraban Trump y Javier Milei, funcionarios argentinos habían empezado en enero a negociar un acuerdo de preferencias con Estados Unidos, y a partir de allí fue cuando comenzaron los diálogos en esta capital con autoridades de la Oficina del Representante Comercial (USTR, por sus siglas en inglés), a cargo de Jamieson Greer.
Pero en el medio de ese proceso -que “venía muy bien”, señaló a otra fuente al tanto de las reuniones-, el 2 de abril explotó la “bomba comercial” de Trump en el llamado “Día de la Liberación”, cuando anunció su estrategia de aranceles recíprocos que trastocó el comercio global.
“En ese momento se pudrió todo”, recordó la fuente. “Estábamos negociando un acuerdo de preferencias y de repente teníamos un problema. Necesitábamos 50 posiciones arancelarias más [del Arancel Externo Común del Mercosur] para ofrecer más cosas”, rememoró, algo que la Argentina finalmente lograría más adelante con el apoyo de Brasil en una cumbre del bloque en Buenos Aires, en julio.
Los funcionarios argentinos ya sabían que en algún momento de esos primeros días de abril llegaría un anuncio potente de la Casa Blanca respecto a los aranceles recíprocos.
El día siguiente, el 3 de abril, fue clave en esta película. Allí se dio el puntapié inicial formal del acuerdo. El entonces canciller Gerardo Werthein, junto con el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Luis Kreckler, actor clave de este proceso por ser el jefe negociador, otros funcionarios técnicos y el equipo de la embajada que conduce Alec Oxenford se reunieron en Washington con Greer, con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, y sus equipos.
Sobre la mesa había un libro del USTR en el que figuraban, país por país, todas las barreras arancelarias y para arancelarias, y los funcionarios norteamericanos las marcaron como una condición sine qua non para poder alcanzar un pacto con Estados Unidos.
Los funcionarios discutieron sobre cada una de esas barreras, y allí fue cuando Greer lanzó una frase que les quedó marcada a los negociadores argentinos. “Hechos, no promesas”, les dijo. Palabras más, palabras menos, el representante comercial norteamericano les pidió que analizaran lo que decían las páginas del libro y volvieran con las correcciones necesarias para avanzar en el acuerdo.
Aquella reunión en la sede del USTR terminó en forma abrupta, cuando ya estaba por cerrarse: una amenaza de bomba obligó a la evacuación del edificio, rememoró un asistente del encuentro. “Fue muy gracioso en ese momento”, añadió.
Diez días después, los negociadores argentinos regresaron a Washington con el pedido de Greer cumplido. El funcionario republicano, mormón, fue descripto como un negociador duro, pero muy correcto.
En total fueron siete rondas de negociaciones y unas 20 sesiones de trabajo, que incluyeron a varios funcionarios y equipos técnicos, de Buenos Aires y de la embajada en Washington. Fue una negociación eficiente, describieron, y que nunca se detuvo.
El secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, fue otro de los asiduos participantes de las reuniones, que del lado norteamericano involucraron equipos específicos de cada aspecto tratado en el acuerdo. “Comercio digital era un equipo; autopartes, otro; propiedad intelectual, otro. Y así, con cada tema”, recordó un participante, al describir la complejidad de la negociación.
También la subsecretaria de Comercio Exterior de Economía, Carolina Cuenca, y el secretario de Desregulación, Alejandro Cacace, participaron del equipo argentino, entre otros.
¿Qué es lo que más costó de todo esto proceso? “Todo. Palabra por palabra, párrafo por párrafo… no fue fácil”, dijo a un negociador. “En estos acuerdos se conjugan dos legislaciones [de Estados Unidos y de la Argentina], y simultáneamente legislaciones que fueron hechas por los demócratas y por los republicanos, con lo cual a veces lo que está escrito no refleja lo que se quiere, y había que escribirlo de nuevo…. Fue tedioso, muy tedioso“, destacó.
La “declaración conjunta sobre el acuerdo marco de comercio e inversión”, tal cual la presentó el jueves la Casa Blanca, estaba lista desde hacía semanas, reconocieron diversos funcionarios. Pero el anuncio se fue demorando por un tema de timing político de la propia interna de Estados Unidos y los ruidos que generó el auxilio financiero del Departamento del Tesoro al Gobierno. Restaba definir “el momento adecuado entre las partes para ponerle el moño y comunicarlo”, en palabras de Oxenford.
El momento llegó el jueves cerca de las 16.15, mientras el canciller Pablo Quirno se encontraba reunido con el secretario de Estado, Marco Rubio. Paradójicamente, los funcionarios no se enteraron en el instante exacto del anuncio porque estaban bajo estrictas medidas en el Departamento de Estado, sin celulares a manos ni otros dispositivos electrónicos. Lo vieron al salir del encuentro con Rubio.
El miércoles, el jefe del Palacio San Martín y su comitiva se habían reunido con Greer, con quien terminaron de pulir los “últimos detalles” -siempre bajo un estricto acuerdo de confidencialidad-. Se fueron de la sede del USTR con la confirmación de que al día siguiente la Casa Blanca publicaría el acuerdo marco.
Fue como un “rompecabezas” para Estados Unidos ir encontrando el momento oportuno para cada anuncio en medio de decenas de negociones paralelas con otros Estados.
“En cierto momento, la Argentina fue el país que más avanzó. Trabajamos muy silenciosamente”, destacó un funcionario. “Pero pasaron muchas cosas en el medio y Estados Unidos priorizó para los anuncios a Gran Bretaña, luego a la región del sudeste asiático”, enumeró.
Ahora las expectativas están puestas cómo serán los próximos pasos del trato -enmarcado en el Acuerdo Marco sobre Comercio e Inversiones (TIFA, por sus siglas en inglés)- y, más aún, si esta alianza comercial entre Estados Unidos y la Argentina podría ampliarse el año próximo.
Funcionarios al tanto del acuerdo señalaron a que ahora se inicia un proceso interno de cada país en materia legal y de traducción de textos, entre otros puntos, que demoraría entre dos y tres semanas para que esté listo para la firma. La expectativa es que Trump y Milei lo rubriquen en Washington, aunque no hay confirmación oficial de un posible viaje del Presidente.
La entrada en vigor de algunos artículos o párrafos podría necesitar la aprobación parlamentaria de ambos países, pero los funcionarios evitaron detallar cuáles. Otros aspectos podrían necesitar, por ejemplo, una orden ejecutiva de Trump.
“Todo eso depende de los órdenes jurídicos internos de cada país. Y esta es la etapa en la que seestá ahora”, dijo una fuente al tanto del pacto.
Hay temas que podrían requerir reformas de leyes, otras que necesitarán la ratificación de tratados internacionales que deberían pasar por el Congreso, y otras de corte administrativo que se podrían hacer desde el Poder Ejecutivo. En el Gobierno dijeron que tendrán “muchísima tarea en términos de la implementación” del acuerdo y que deberán trabajar en la explicación de sus alcances.
El contenido del acuerdo marco -la letra chica que todo el mundo espera- será confidencial hasta la firma de los presidentes, cuando se hará público.
“Una vez que se firma, el acuerdo ya tendría un alcance provisorio, o sea que se podrían empezar a aplicar algunas cosas”, señaló una de las fuentes. “Pero esto no termina con esa firma. Aquí se abre un nuevo espectro de negociar un acuerdo más amplio. Y diría que tanto Estados Unidos como la Argentina lo quieren y que el año que viene se puede empezar a trabajar en eso», añadió, aunque remarcó que ve “compleja” la posibilidad de un Tratado de Libre Comercio (TLC).
“Este es un paso en un largo camino hacia el TLC”, se entusiasmó, por su parte, otro funcionario que estuvo desde el primer momento involucrado en las tratativas. El acuerdo sobre comercio e inversión recíprocos (en Washington conocido como ARTI, por sus siglas en inglés) pone a la Argentina en un lugar preferencial, destacaron, y opera como “un escudo” ante cualquier vaivén futuro respecto a temas comerciales con Estados Unidos.
En ese sentido, otra fuente que participó de las reuniones remarcó que “las relaciones no son estáticas” y que el proceso “será dinámico”, y que profundizar los acuerdos comerciales dependerá de cómo continúen las situaciones políticas en Estados Unidos y en la Argentina.
acuerdo marco entre Estados Unidos y la Argentina,Guillermo Idiart,Donald Trump,Estados Unidos,Javier Milei,Conforme a,,»Momento oportuno». Un funcionario clave de Trump en la negociación con la Argentina defendió el acuerdo,,Pacto comercial. Cómo sigue el acuerdo entre EE.UU. y la Argentina: las próximas etapas y el peso de las definiciones de Trump,,Anuncio histórico. Estados Unidos y la Argentina alcanzaron un acuerdo de comercio e inversiones,Donald Trump,,En vivo. Acuerdo comercial entre EE.UU. y Argentina: repercusiones del anuncio y las próximas etapas,,“Lanza del Sur”. EE.UU. difunde las primeras imágenes del grupo de ataque de su portaaviones más poderoso cerca de Venezuela,,Baja de aranceles. Suiza llega a un acuerdo con Trump tras un operativo seducción del CEO de Rolex
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Incendio en Ezeiza: el Gobierno sospecha del origen de la explosión y busca determinar responsabilidades

El Gobierno sospecha del origen de la explosión que provocó el incendio en el parque industrial de Ezeiza y busca determinar responsabilidades. El Ejecutivo desplegó fuerzas federales sobre el territorio y pone la mira sobre el alcance que tuvo el depósito de la empresa Iron Mountain, que protagonizó en 2014 un incendio intencional en Barracas, según determinó la Justicia.
“Tenemos que ver primero qué es lo que pasó para definir cómo avanzar”, expresan en Nación. El Ministerio de Seguridad -que encabeza Patricia Bullrich- le dio curso a la Agencia Federal de Emergencias para que colabore en el operativo junto con el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Ya están sobre el perímetro Gendarmería Nacional y la Policía Federal Argentina.
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La Casa Rosada está a la espera de la determinación de la Justicia sobre el proceso de investigación y asegura que colaborará con “todo lo que pidan” en términos de pericias técnicas sobre la explosión. Las primeras hipótesis apuntan a un depósito de agroquímicos como el lugar donde se originó el incendio. “No se descarta ninguna hipótesis”, agregan.
El intendente de Ezeiza, Gastón Granados, confirmó este viernes por la noche que uno de los depósitos afectados por el incendio en el Polo Industrial Spegazzini pertenece a la empresa Iron Mountain. El fuego también afectó a una empresa de neumáticos y una fábrica de envases plásticos, entre otros.
Mientras que Gendarmería se encargó de asegurar los accesos al parque industrial, la Policía Federal desplegó dos unidades contra incendios, una brigada de riesgos químicos y una cisterna de apoyo. También se activó un dispositivo sanitario federal con ambulancias, un helicóptero en apresto y personal emergentólogo.
El Ministerio de Salud de la Nación confirmó 15 pacientes derivados a la Clínica de Monte Grande, tres trasladados al Hospital de Ezeiza y un esquema de derivación coordinado con la Provincia para casos críticos. El Hospital Bicentenario preparó 9 camas UTI, reforzó enfermería y activó el protocolo de descontaminación. El Hospital Cuenca Alta se mantuvo en alerta por el ingreso de un paciente quemado grave, y el Hospital Posadas puso a disposición camas UTI y su shock room.
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Noticia que está siendo actualizada.-
Incendio, Ezeiza, Gobierno
POLITICA
El Gobierno cree que aprobará el Presupuesto: qué piden las provincias y la posible fractura en el Congreso

A dos semanas del inicio de las sesiones extraordinarias, el Gobierno confía en que va a tener los apoyos para aprobar en el Congreso el Presupuesto 2026 y para eso se muestra abierto a negociar con las provincias, que coinciden en la importancia de que se sancione esta ley, pero reclaman a cambio ayuda para acceder a créditos internacionales y mayores fondos por parte de la Nación.
Estos fueron algunos de los puntos que los mandatarios locales le fueron transmitiendo al flamante ministro del Interior, Diego Santilli, en las reuniones que viene teniendo incluso desde antes de asumir.
A pesar de la victoria en las últimas elecciones, La Libertad Avanza necesitará del respaldo de otros bloques para sancionar esta norma, como así también el resto de las iniciativas que impulsará el Poder Ejecutivo.
La Casa Rosada está dispuesta a consensuar con la oposición “dialoguista” algunas modificaciones en el texto original del presupuesto para el año que viene, excepto los puntos que tienen que ver con la asistencia social, la seguridad, la defensa y la reducción del tamaño del Estado.

Así lo reconoció el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, principal encargado de controlar el gasto público, durante un evento del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
“Preservando esos tres ejes de política, cualquier otra discusión está abierta. Hemos tenido reuniones sistemáticas con todos los gobernadores, sin distinción de partido político», remarcó.
En este sentido, el funcionario señaló que “fue un desafío enorme encontrar cómo llevar adelante esa relación” con las provincias, aunque se mostró confiado de alcanzar consensos con la mayoría.
“Hemos tenido acuerdos y desacuerdos, pero funcionó de buena manera y el diálogo está bien para llegar a tener antes de fin de año una ley de Presupuesto aprobada, respetando el equilibrio fiscal como condición sine qua non“, afirmó.
En las reuniones con Santilli y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, varios gobernadores le plantearon al ministro el pedido de que se entreguen los avales correspondientes para que puedan acceder a créditos internacionales, algo que no tendría ningún costo para el Estado Nacional.

“Es una cuestión que salió en muchas de las conversaciones que se tuvieron hasta el momento, pero es algo que tiene que ver Economía primero”, detalló a Infobae una fuente al tanto de las negociaciones.
Muchos distritos proponen que los cupos que otros territorios tienen para endeudarse, pero que no están siendo utilizados, se traspasen a los que sí requieren financiamiento de manera más urgente.
De hecho, este es uno de los puntos que Rolando Figueroa va a mencionar este sábado cuando reciba al “Colo” en Neuquén, además de insistir con la deuda que tienen con la provincia patagónica.
Otra de las monedas de cambio será la inclusión en el temario de extraordinarias de la Ley de Glaciares, que viene exigiendo más de un mandatario para poder tener autonomía a la hora de decidir qué zonas se pueden explotar y cuáles no.
“Una de las normas que estaremos enviando está vinculada a los periglaciares. La misma busca devolverle a las provincias la potestad de determinar su propia zona periglaciar, fortaleciendo el federalismo. Esto permitirá destrabar proyectos y generar una fuerte ola de inversiones”, confirmó Milei el jueves pasado, en su discurso en la Fundación Club de la Libertad, en Corrientes.
Asimismo, también piden que se vuelvan a tratar algunas iniciativas que no prosperaron en el pasado, como es la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos.
En junio, luego de que fracasaran las tratativas con la Casa Rosada, los representantes de las 24 jurisdicciones del país enviaron un proyecto para modificar la forma en la que se distribuyen los ingresos por este gravamen.
Actualmente, ese dinero se divide de la siguiente manera: un 10,40% va para el Tesoro Nacional; el 15,07% le corresponde al Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI); el 28,69% se envía al Sistema Único de Seguridad Social; el 4,31% queda en el Fideicomiso de Infraestructura Hídrica; el 28,58% se entrega al Fideicomiso de Infraestructura de Transporte y el 2,55% se traslada a la Compensación Transporte Público.

De esta manera, solamente el 10,40% restante se reparte entre las provincias, lo que representa un monto minoritario de los más de 2.500 millones de pesos que recibió la Nación en concepto de este gravamen, según fuentes oficiales.
Esa iniciativa fracasó en la Cámara de Diputados pocas semanas más tarde, gracias a la ausencia de legisladores que responden a los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Alberto Weretilnek (Río Negro).
En los últimos días, los dos primeros se acercaron al oficialismo y comenzaron a dialogar entre ellos para armar un bloque propio junto a Raúl Jalil (Catamarca) y el propio Figueroa, lo que cambiaría el mapa en el recinto.
Si este movimiento se termina dando, los cuatro diputados catamarqueños de Fuerza Patria abandonarían esa bancada y se sumarían a una nueva que, aunque no es oficialista, aparece como una oposición más blanda.
“Yo no soy ni aliado ni oposición y así me quiero mostrar. Creo que a Milei le tiene que ir bien, considero que tiene que haber un Presupuesto con equilibrio fiscal, pero también necesitamos que nos paguen lo que nos deben y que se empiecen a reactivar algunas obras”, remarcó uno de los mandatarios provinciales involucrados.
De todas formas, estos traspasos todavía se están analizando y se producirían -si es que ocurren- recién después del 10 de diciembre, con el cambio legislativo.
Esta semana, Milei recibió en la Casa Rosada a los diputados y senadores electos de La Libertad Avanza para transmitirles los objetivos que pretende que se cumplan durante el periodo de sesiones extraordinarias.
De ese acto participaron también Martín Menem y Patricia Bullrich, que serán los encargados de llevar adelante las instrucciones en la Cámara baja y en la alta, respectivamente.
“Todas las provincias están de acuerdo en que el Presidente tenga el Presupuesto, es más, necesitan que lo tenga, porque esto de seguir prorrogando el mismo del 2023 es un parche que no va más. Hay un cierto consenso en eso y en que se tiene que respetar el déficit cero, eso es un concepto que ya se instaló y al que ahora es muy difícil que alguien se oponga”, confió una fuente de Balcarce 50.
POLITICA
Santilli quiere la firma de Luis Caputo para cerrar acuerdos: señal a la interna y a los gobernadores

Diego Santilli suma reuniones con gobernadores en su nuevo despacho. También acumula kilómetros, porque visita algunas provincias. Y avisa, además, que es necesario que Luis Caputo ocupe una silla frente a la mesa de negociaciones. El Presupuesto 2026 asoma como primer objetivo: sería la base para avanzar con las anunciadas “reformas estructurales”, conocidas hasta ahora por los títulos y, cada tanto, por trascendidos que sugieren tanteos o ensayos. El ministro del Interior se tiene que mover en velocidad porque Olivos apuesta a un éxito legislativo antes de las fiestas de fin de año. Precisa entonces afirmarse en el juego interno y dar seguridad en las tratativas con los jefes provinciales. Es casi lo mismo.
El ministro había comenzado con los contactos informales antes de asumir y para este sábado tiene anotada la décima reunión con gobernadores. En otras palabras: la mitad de los jefes de distrito que fueron invitados, en clima de celebración violeta, para la foto poselectoral con Javier Milei. Aquella imagen resultó también la última postal aportada por Guillermo Francos, horas antes de su forzada salida del gabinete. Un dato con varias lecturas.
Al menos una de esas lecturas fue generalizada entre socios y dialoguistas, incluidos los referentes provinciales. La caída del jefe de Gabinete fue lamentada entonces como un gesto negativo, porque se alejaba el funcionario de mayor recorrido político y, de inmediato, era designado Manuel Adorni. El reemplazo en el ministerio del Interior reactivó expectativas sobre la voluntad negociadora de Olivos, en sintonía con el reclamo de consenso que llegó y es sostenido desde Washington.
Con todo, el paso de Francos no dejó sólo esas señales. Es llamativo el intento que se registra en pliegues del oficialismo para facturarle ahora problemas de gestión que lo trascendieron. Entre esos costos, el primero tiene que ver con las internas. Fue esmerilado por Santiago Caputo, ahora más bien relegado, y terminó también en la mira de Karina Milei como reacción a sus puntos de vista críticos sobre el armado violeta en cada provincia.
Al margen de esa tendencia a las internas en continuado -que tampoco es original-, desde las filas de los gobernadores se anotaba malestar a pesar de las consideraciones referidas. Y el principal motivo se resumía en el cuestionamiento a su peso real como interlocutor. Pesaban el efecto de las vías paralelas de negociaciones y las operaciones cruzadas en sus provincias, de modo tal que se apuntaba directamente al “triángulo de hierro”. En otras palabras: resultaba desacreditado por las gestiones informales y por la imposibilidad de generar acuerdos de respeto recíproco entre el Gobierno y los gobernadores.
No sólo ese registro hace a las prevenciones de estas horas. El punto quizás central fue que varios acuerdos con provincias “amigas” fueron quedando en vía muerta al no lograr el aval de Economía. El tema de los compromisos incumplidos habría aparecido en las conversaciones de Santilli con algunos gobernadores.

La nueva negociación encarada por Jorge Macri con Luis Caputo, después de meses de frío en las relaciones de la Casa Rosada y la Ciudad de Buenos Aires, expuso al menos dos elementos a considerar políticamente: el primero, que cada distrito tiene sus reclamos específicos -además de los planteos generales, como ATN y freno de la obra pública- y el segundo, que la llave la tiene Economía. Eso, por supuesto, es un camino de negociación a recorrer si hay voluntad política.
Un dato práctico más: las garantías de los acuerdos tendrían que proyectarse sobre el texto del Presupuesto. Eso, como se verá en el recorrido imaginado por el Gobierno para la vuelta a la actividad legislativa, está a la vista en esta etapa. Lo expuso la negociación entre la Ciudad y Economía, y lo sugieren contactos con las provincias.
Santilli necesita entonces afirmarse como principal interlocutor político con las provincias y eso remite en primer lugar al plano doméstico. Por supuesto, gravitarán sus propias condiciones personales. Pareció un ejercicio pragmático, realista, su declaración expresa sobre el papel del ministro de Economía en esta negociación. Dijo que debe sumarse a las tratativas con los gobernadores.
Visto así, el resultado no dependería sólo de su muñeca, sino de la actitud real de Olivos. Paz interna, al menos en lo que lo involucra personalmente, y compromiso efectivo con las jefes provinciales. De manera llamativa, el frente interno produjo otras novedades, que se podrían suponer inesperadas o al menos lejanas al foco sobre el poder fortalecido de Karina Miley y, por carácter transitivo, sus interlocutores. La tensión tuvo como protagonista a Patricia Bullrich.
La ministro y senadora electa se viene moviendo en todos los planos con lógica de poder y a mediano plazo. La pulseada con el ministerio del Interior por el Renaper expuso un foco de tensión nuevo en el equipo presidencial, esta vez en la franja de origen amarillo. Y el juego de compensaciones aparentes o efectivas en el Gobierno añadió otro ingrediente: el manejo de la relación con el Congreso, además del canal con los jefes provinciales.
El cuadro que asoma en el Congreso es complejo, con bloques violetas más nutridos, pero con ineludibles negociaciones para coronar mayorías, además de contener internas viejas y nuevas. El impacto del resultado electoral es visible. En Diputados, oxigenó a Martín Menem, de estrecha relación con Karina Milei y ratificado públicamente por el Presidente. Y en el Senado, ya se muestra Patricia Bullrich con manejos de jefa política.
El Gobierno se ha impuesto la necesidad de acelerar la negociación sobre el Presupuesto. Está claro que deberá contar con un acuerdo político sólido si realmente busca aprobar el proyecto entre el 10 de diciembre y la Navidad. Pesa el correr de los días para todos, no sólo para Santilli.
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