ECONOMIA
¿Llegan los primeros Tesla a Argentina? El pacto con EE.UU. que sacude al mercado automotor

El acuerdo comercial anunciado entre Estados Unidos y la Argentina no solo habla de carne, acero o minerales críticos. En los comunicados oficiales hay un rubro que encendió las alarmas –y expectativas– del sector privado: los vehículos fabricados en Estados Unidos. Con un mercado local con un parque automotor envejecido y precios en dólares que no paran de subir, cualquier cambio en aranceles y regulaciones se vuelve una señal inmediata para el consumo.
Hasta ahora, los autos «made in USA» que se venden en el país llegan con un arancel del 35%, lo que los deja claramente por encima de los modelos importados desde Brasil, México o Uruguay, que gozan de acuerdos preferenciales. Por eso, pick-ups como la Ford F-150, deportivos como el Mustang o SUVs como los Jeep Wrangler y Grand Cherokee quedaron reservados para un nicho de alto poder adquisitivo.
El nuevo entendimiento entre la Casa Blanca y el Gobierno argentino apunta justamente a desarmar parte de ese sobrecosto. En los documentos difundidos oficialmente, el gobierno de Javier Milei se compromete a dar «acceso preferencial» a una serie de productos estadounidenses, entre ellos vehículos, maquinaria y tecnología, mientras que Washington se abre a más exportaciones argentinas en recursos naturales, acero, aluminio y carne vacuna.
En paralelo, el acuerdo menciona un punto clave para el sector: la aceptación automática de las normas de seguridad y emisiones de Estados Unidos. Es decir, los autos que ya están homologados bajo estándares federales norteamericanos podrían ingresar al país sin repetir ensayos locales, lo que recorta tiempos y costos para las terminales.
Aranceles, cupos y letra chica: qué cambia para los autos de EEUU
Aunque todavía no hay un decreto con números precisos, en el mercado se da casi por descontado que el Gobierno avanzará con algún tipo de cupo anual con arancel preferencial, incluso cercano al 0%, para los vehículos importados desde Estados Unidos. En los pasillos de las automotrices se habla de un rango tentativo de entre 10.000 y 15.000 unidades al año, una cifra modesta frente al total del mercado, pero suficiente para mover la aguja en los segmentos más caros.
La lógica del cupo es crucial porque la Argentina sigue atada a las reglas del Mercosur, que hoy le impiden borrar de un plumazo el arancel del 35% a los autos estadounidenses. El mecanismo de «ventana» o cuota especial ya se utiliza, por ejemplo, con vehículos electrificados procedentes de China. El acuerdo con Washington replica ese esquema, pero con un socio comercial de peso mucho mayor.
Para las automotrices que ya traen productos desde EEUU, la posibilidad de acceder a un cupo con menos impuestos es una oportunidad concreta. Marcas como Ford, Jeep, Ram, BMW, Mercedes-Benz o Honda podrían reforzar la oferta de modelos de alta gama, pick-ups full-size y SUVs grandes, hoy limitados por el costo impositivo y las restricciones de importación.
Sin embargo, los ejecutivos se mueven con cautela. No solo porque la «letra chica» del acuerdo todavía no se conoce, sino porque hay otros factores que definen el precio final de un cero kilómetro: impuestos internos, costos de logística, tipo de cambio y márgenes de los concesionarios. La baja de arancel, coinciden, es una condición necesaria, pero no suficiente, para hablar de un abaratamiento masivo.
¿Bajarán los precios? El futuro de Mustang, RAM y compañía
La gran pregunta del consumidor es directa: ¿van a bajar los precios de los autos estadounidenses? La respuesta, por ahora, es más matizada que la expectativa inicial. En los segmentos donde se concentran los modelos importados de EEUU –deportivos, pick-ups grandes, SUVs premium– una reducción del arancel podría traducirse en rebajas de dos dígitos sobre las listas actuales. Pero eso no significa que esos vehículos vayan a volverse «accesibles».
En el caso de un deportivo como el Mustang o de una pick-up como la RAM 1500, el arancel representa una parte relevante del precio final, pero no la única. Aun con un cupo a 0%, seguirán siendo unidades costosas, atadas a un tipo de cambio volátil y eventualmente alcanzadas por otros tributos. El impacto será más visible en la diferencia frente a productos equivalentes que llegan desde otros orígenes.
Donde el acuerdo puede tener un efecto más importante es en la ampliación de la gama. Si se facilitan las homologaciones y se abarata el ingreso, marcas como Ford o Ram podrían animarse a traer versiones de trabajo de sus pick-ups, más orientadas al agro, la construcción o la minería. Y fabricantes premium tendrían un incentivo adicional para completar sus catálogos con variantes que hoy ni siquiera se consideran para el mercado argentino.
El otro costado del acuerdo es menos amigable para la industria local. Una mayor competencia de vehículos importados con ventajas arancelarias puede poner presión sobre las plantas radicadas en Argentina y sobre el propio esquema del Mercosur. Si una parte de la demanda se vuelca a productos de origen estadounidense, el desafío para los modelos fabricados en el país será ganar competitividad, no solo en precio, sino también en tecnología y equipamiento.
El sueño Tesla: ¿fantasía mediática o escenario posible?
Cada vez que se menciona un acuerdo comercial con Estados Unidos y vehículos en la misma frase, aparece un nombre: Tesla. La compañía de Elon Musk, símbolo global de la movilidad eléctrica, todavía no tiene presencia oficial en la Argentina. Pero el nuevo marco entre la Casa Rosada y la Casa Blanca reavivó el viejo anhelo de ver sus modelos circulando en el país.
En los documentos del acuerdo no se menciona a Tesla de forma explícita, pero sí se incluyen a los vehículos fabricados en Estados Unidos dentro de los bienes que tendrán condiciones de acceso más favorables. Si se confirma un cupo con arancel reducido y homologación simplificada, el camino técnico para traer modelos eléctricos quedaría prácticamente despejado.
Eso no significa que el desembarco sea inmediato. La decisión dependerá de la estrategia comercial de Tesla, de la estabilidad macroeconómica argentina y de la capacidad de montar una red de servicios y repuestos para productos de alta complejidad tecnológica. Un eléctrico de gama media o alta, además, seguiría apuntando a un nicho premium, aun con beneficios impositivos.
Para el Gobierno, la eventual llegada de Tesla tendría un fuerte componente simbólico. Sería leída como una señal de alineamiento con la innovación tecnológica estadounidense y como un gesto de confianza en el nuevo marco regulatorio. Para el resto de la industria, en cambio, implicaría un competidor adicional en un segmento –el de la electrificación– donde muchas terminales locales recién están dando sus primeros pasos.
Lo que gana EEUU, lo que pone Argentina y lo que falta definir
Más allá del impacto en los autos, el acuerdo responde a un esquema de intercambio político y económico más amplio. Argentina ofrece acceso preferencial a bienes estadounidenses en sectores sensibles –medicamentos, químicos, maquinaria, tecnología, autos y productos agropecuarios– a cambio de una mejor entrada para sus exportaciones de recursos naturales, acero, aluminio y carne vacuna.
En materia regulatoria, el país se compromete a eliminar licencias de importación, a bajar progresivamente el impuesto estadístico y a reconocer estándares internacionales sin pedir ensayos adicionales. Sobre esa base se montan tanto los beneficios para los vehículos como para dispositivos médicos, fármacos y bienes tecnológicos.
Del lado estadounidense, las contrapartidas incluyen la reducción de aranceles para algunos insumos clave, la ampliación de cupos para productos agroindustriales y la flexibilización para importar ganado en pie y aves de corral. El acuerdo también incorpora capítulos vinculados a propiedad intelectual, comercio digital, medio ambiente y derechos laborales, con compromisos específicos para combatir la falsificación y prohibir la entrada de bienes producidos con trabajo forzoso.
La incógnita central está en la implementación. El documento firmado es un «Marco de Acuerdo», un paraguas general que ahora deberá traducirse en normas específicas, cupos concretos y cronogramas de reducción arancelaria. Hasta que eso ocurra, el impacto real en los precios y en la llegada de nuevos modelos seguirá siendo, en buena medida, una proyección.
Un mercado en pausa que empieza a hacer cuentas
El acuerdo llega en un momento particular. La Argentina navega una economía recesiva, con ventas de 0 km muy por debajo de los picos históricos y un consumidor extremadamente cauteloso. En ese contexto, cualquier señal de baja de impuestos, más competencia o nuevas opciones de compra se vuelve un elemento de expectativa.
En el corto plazo, las concesionarias no prevén un salto inmediato en ventas. La mayoría coincide en que los cambios se verán de forma gradual, a medida que se definan cupos, se firmen contratos con las casas matrices y se ajusten las listas de precios. Incluso con un acuerdo activa, las restricciones cambiarias, los costos financieros y la capacidad de compra seguirán siendo determinantes.
A mediano plazo, si el marco se consolida y la economía gana estabilidad, el sector imagina un escenario con más variedad de modelos importados, en especial en alta gama, pick-ups grandes y vehículos vinculados a actividades rurales y mineras. Para las terminales locales, la señal es clara: deberán reforzar su perfil exportador y apostar por plataformas competitivas si quieren sostener volúmenes de producción.
La pregunta que sobrevuela al sector es simple: ¿este acuerdo marca un antes y un después para el mercado automotor argentino o será un capítulo más en la larga lista de anuncios que no terminan de materializarse? La respuesta dependerá de cuánto de lo firmado se traduzca en medidas concretas… y de si, en algún momento, un Tesla aparece en las calles del país como símbolo de que esta vez el cambio va en serio.
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ECONOMIA
Más del 20% de los conductores que resultan heridos en accidentes de tránsito manejaban alcoholizados

El 15 de noviembre fue establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Día Mundial sin Alcohol, como modo para generar conciencia sobre los daños físicos y psicológicos que produce el consumo de alcohol tanto a nivel individual como en el marco de la convivencia social.
Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en 2024 perdieron la vida en Argentina 4.054 personas en 3.394 accidentes de tránsito. Si bien la tasa empezó a bajar desde 2017, cuando hubo que lamentar 5.611 fallecidos, tras una leve suba en 2022, actualmente es la más baja desde 2008, salvo el año de la pandemia por la menor circulación pública.
Sin embargo, del total de accidentes en los que se debieron lamentar víctimas fatales, en el 22,1% de los casos el conductor estaba al volante bajo el efecto del consumo de alcohol.
Con datos del año 2023, el último estudio completo publicado por la Dirección Nacional de Observatorio Vial de la ANSV, el 69,7% de los ingresos a guardia en los hospitales públicos por un accidente vial declararon haber consumido una bebida alcohólica en las 6 horas previas al accidente, y el 69,8% reconoció haber consumido dos bebidas alcohólicas distintas o una bebida y un ansiolítico.

El perfil del conductor que prevalece entre quienes admitieron haber consumido alcohol antes de estar involucrados en accidentes viales es de una persona de sexo masculino en un 26,4%, y entre 35 y 49 años de edad en un 23,9%. La siguiente franja etaria es la de los conductores de entre 26 y 34 años en un 22,9%, y la tercera es la de jóvenes de menos de 25 años en un 21 por ciento.
La vinculación que hay entre el consumo del alcohol al volante de un auto y las consecuencias de las lesiones en un accidente vial establecen que el 14,3% tuvo lesiones graves, el 42,9% lesiones moderadas y el 37,1% lesiones leves. En el caso de las motocicletas, en cambio, el 12% tiene lesiones graves, el 55,2% moderadas y el 32,2% leves.
En lo que va del año las fiscalización de la ANSV, computando datos actualizados al 9 de noviembre, señalan que se hicieron 76.062 operativos de control de alcoholemia al volante en todo el país, en los cuales se controlaron 3.262.137 vehículos, con un resultado de alcoholemia positiva de 11.916 casos. La cifra no parece guardar relación con el estudio publicado, solo un 0,4%, lo que pone en cuestionamiento la efectividad de los controles oficiales que muchos conductores pueden evitar al verlos a distancia o saber dónde se efectúan.

Actualmente, en Argentina, hay 18 provincias que aplican la Ley de Alcohol cero al volante: Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Santiago del Estero, San Luis, Tierra del Fuego y Tucumán.
El rol de las compañías de seguro en estos siniestros es de contención, aunque llega como una consecuencia del accidente que ya ocurrió y las lesiones que provocó.
“Este día no debería ser solo una fecha con campañas en vía pública o redes sociales. Es la oportunidad de preguntarnos qué parte de la responsabilidad nos toca como sociedad. Porque el control no empieza ni termina con un test de alcoholemia: empieza con el ejemplo en casa, con el rol del conductor designado entre amigos, con padres que se animan a poner límites, con municipios que sostienen controles constantes y con un Estado que garantice educación vial desde la escuela primaria”, dijo Eugenio Muerza, Director Comercial de una compañia de seguros.
Cuando un conductor tiene un accidente de tránsito bajo efectos del alcohol, la cobertura de su compañía de seguros queda técnicamente anulada, ya que, del mismo modo que ocurre si se produce cruzando un semáforo en rojo o a mayor velocidad de la permitida, la situación está enmarcada en una falta o infracción de tránsito.

“Un dosaje de alcohol arriba del permitido no habilita para manejar un automóvil o una moto. Es causal de rechazo de un siniestro en una compañía de seguros. Es simple la ley de tránsito manda”, indicó Martín Gaggi, broker de seguros a Infobae.
En este caso, el conductor debe hacerse civil y penalmente responsable de las consecuencias del accidente vial, tanto sea con sus bienes como con su disponibilidad ante la justicia. Aunque el daño ya estará hecho, este es un factor que muchos conductores no tienen en cuenta al decidir ponerse al volante habiendo ingerido bebidas alcohólicas o cualquier otra sustancias psicoactivas (SPA) que afectan los reflejos y disminuyen la atención plena que se requiere para conducir un vehículo.
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ECONOMIA
Tras los aumentos, cuánto cobrará un empleado de comercio en diciembre 2025

En diciembre los empleados de comercio cobrarán con aumento de sueldo, aguinaldo y suma extra no remunerativa. ¿Qué pasará en enero de 2026?
14/11/2025 – 10:00hs
El sector de Empleados de Comercio (CCT 130/75), representado por la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS), percibirá en diciembre de 2025 el último tramo de aumento pactado en el acuerdo paritario de junio de ese año. Este ajuste salarial incluye el último incremento al salario básico y el pago de una suma fija no remunerativa de 40.000 pesos, con la particularidad de que este monto se incorporará al básico a partir de enero de 2026.
En ese marco, cómo queda la escala salarial completa de los empleados de comercio para fin de año.
Empleados de comercio: aumento de sueldo de diciembre
En junio FAECyS cerró la última paritaria de Empleados de Comercio con las principales centrales empresarias del sector: la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Unión de Entidades Comerciales Argentinas (UDECA).
Para ajustarse al 1% de aumento salarial que pedía entonces el gobierno nacional para no permitir que la inflación se «escape», el gremio de Comercio utilizó el recurso de incrementos remunerativos en ese orden, sumado a cifras extra no remunerativas que protegían un poco más el poder adquisitivo de sus afiliados.
Fue la primera paritaria semestral que se firmó después de mucho tiempo, y quedó instalado el siguiente esquema hasta fin de año:
Aumentos de sueldo sobre la base salarial de junio:
- 1% a partir del mes de julio;
- 1% a partir del mes de agosto;
- 1% a partir del mes de septiembre;
- 1% a partir del mes de octubre;
- 1% a partir del mes de noviembre y
- 1% a partir del mes de diciembre.
Se agrega una suma extra no remunerativa de 40.000 pesos por mes para todas las categorías, en cada uno de los meses en los que tiene validez la paritaria. La suma se volverá parte del básico de la actividad a partir del 1 de enero de 2026.
Escala salarial de diciembre 2025
Tras el acuerdo de junio, la escala salarial de los empleados de comercio para diciembre 2025 quedó definida de la siguiente manera.
Maestranza
- Maestranza A: $1.055.795,90 + $40.000 = $1.095.795,90
- Maestranza B: $1.058.852 + $40.000 = $1.098.852
- Maestranza C: $1.069.560 + $40.000 = $1.109.560
Administrativos
- Administrativo A: $1.067.268 + $40.000 = $1.107.268
- Administrativo B: $1.071.860 + $40.000 = $1.111.860
- Administrativo C: $1.076.448 + $40.000 = $1.116.448
- Administrativo D: $1.090.218 + $40.000 = $1.130.218
- Administrativo E: $1.101.690 + $40.000 = $1.141.690
- Administrativo F: $1.118.519 + $40.000 = $1.158.519
Cajeros
- Cajero A: $1.071.091 + $40.000 = $1.111.091
- Cajero B: $1.076.448 + $40.000 = $1.116.448
- Cajero C: $1.083.333 + $40.000 = $1.123.333
Auxiliares
- Auxiliar especializado A: $1.080.274 + $40.000 = $1.120.274
- Auxiliar especializado B: $1.094.041 + $40.000 =1.134.041
Vendedores
- Vendedor A: $1.071.091 + $40.000 = $1.111.091
- Vendedor B: $1.094.044 + $40.000 = $1.134.044
- Vendedor C: $1.101.690 + $40.000 = $1.141.690
- Vendedor D: $1.118.519 + $40.000 = $1.158.519
Cómo impacta el bono en el aguinaldo 2025
Al ser no remunerativa, la suma extra de 40.000 pesos mensuales no entra en el cálculo del medio aguinaldo que cobrarán los empleados de comercio en diciembre 2025.
Por lo tanto, como siempre, el Sueldo Anual Complementario será equivalente al 50% de la mejor remuneración devengada entre julio y diciembre de 2025, tomando para el cálculo el salario básico de la categoría y los adicionales correspondientes en cada caso.
Los adicionales que les corresponden a empleados de comercio son:
- Antigüedad: corresponde al 1% del básico de convenio por cada año de servicio.
- Presentismo: asignación complementaria establecida en el Art. 40° del CCT, que se suma a las cifras remunerativas y no remunerativas.
- manejo de caja, un complemento remuneratorio, fijado porcentualmente, según las funciones asignadas al cajero. Este adicional se calcula sobre el sueldo inicial.
- horas extra: el recargo es del 50% para las trabajadas en días comunes (lunes a sábado hasta las 13:00) y del 100% para las horas trabajadas en sábados después de las 13:00, domingos y feriados.
Todos esos ítems si son remunerativos y se suman a la compensación que se toma como base del cálculo del aguinaldo de diciembre 2025. Ese mes, los empleados de comercio cobrarán el sueldo correspondiente, el aguinaldo y la suma de 40.000 pesos. Se espera que luego de ello la FAECyS negocie nuevos aumentos en paritarias.
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ECONOMIA
El acuerdo con EEUU y el endeudamiento externo de las empresas bajaron el dólar e impulsaron los mercados

Con el acuerdo comercial de Estados Unidos y el rally de colocación de deuda corporativa como telón de fondo, el dólar minorista cayó 20 pesos y el tipo de cambio mayorista se redujo 17,5 pesos en la semana. Las acciones y los bonos reaccionaron al alza, pero el riesgo país volvió a posicionarse por encima de los 600 puntos básicos.
La divisa que se vende en el Banco Nación cerró a $1.425, 90 pesos menos que el pico nominal que alcanzó el 24 de octubre. Algo similar ocurrió con el segmento al por mayor, que descendió a $1.403. “Tercera semana consecutiva con bajas del dólar mayorista, que volvió a niveles de la primera quincena de octubre”, apuntó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores. En efecto, el segmento que surge del Mercado Libre de Cambios (MLC) volvió a niveles preelectorales luego de tocar un techo de $1.492 durante la última jornada hábil antes de los comicios legislativos.
De esta manera, la diferencia con el techo de las bandas cambiarias se incrementó a 100 pesos, equivalente al 6,65%. El límite superior del esquema se encuentra en $1.502,98. Esta situación brinda cierto respiro a las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que no se ve obligado a intervenir para frenar la suba de la moneda estadounidense.
Además de la asistencia financiera y cambiaria brindada por el Tesoro estadounidense, que adquirió pesos en el MLC previo a las elecciones legislativas, las colocaciones de deuda de compañías argentinas representaron una alternativa relevante para el ingreso de divisas. Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group, indicó que el endeudamiento empresarial alcanzó un nivel récord, superando los USD 3.150 millones en la primera mitad de noviembre. Este flujo adicional de dólares aportó a la estabilidad del mercado cambiario al aumentar la oferta de divisas.
Desde Invecq señalaron que “despejada la incertidumbre electoral y tras la fuerte compresión del riesgo país -en más de 500 puntos básicos- se desató un boom de emisiones corporativas en el exterior, impulsado principalmente por el sector energético, que descomprime la tensión cambiaria”.
“Durante la administración Milei ya se había alcanzado un máximo previo de colocaciones de ON por USD 2.600 millones mensuales en octubre de 2024, pero en apenas las dos primeras semanas de noviembre las colocaciones ya rondaron los USD 3.000 millones, equivalente a todo lo emitido en 2022 y 2023 combinados. Cerca del 98% de las emisiones de noviembre correspondió a empresas de energía, que volvieron a financiarse a tasas en torno al 8% TNA y con plazos superiores a 10 años. Esto implica un crédito más profundo y estable que el observado en meses anteriores, en los que predominaban vencimientos más cortos de 2 años en promedio», añadieron los analistas de la consultora.
Por otra parte, el contado con liquidación (CCL) avanzó 10 pesos hasta los $1.492,77 en la semana mientras que el MEP se redujo casi 5 pesos a $1.453,10. En cuanto a la evolución del blue o libre, avanzó 5 pesos a $1.430.
En el frente bursátil, el S&P Merval concluyó la vorágine semanal con un crecimiento de 3,8% en pesos y llegó a los 2.992.808,43 puntos y 4% en dólares a USD 2.016,74. El comportamiento de la bolsa local estuvo supeditado al firme andar tanto de las acciones como de los bonos soberanos.
“Los principales activos del mercado local marcaron fuertes subas en dólares versus los valores previos al proceso electoral. Los criterios de valuación cambiaron principalmente en dos factores: se le asigna una probabilidad mucho más alta al sostenimiento en el tiempo de las políticas actuales, incluyendo el equilibrio fiscal y la no emisión. En segundo lugar, bajaron de manera muy fuerte las expectativas de movimientos discretos del tipo de cambio”, remarcaron desde MegaQM.
El acuerdo comercial con Estados Unidos impulsó a los papeles de empresas vinculadas con la exportación de productos: Aluar (13,4%), San Miguel (26,1%), Inversora Juramento (18%), Sociedad Imp. y Exp. de la Patagonia (14,7%) y Ferrum (11,4%). También los ADR terminaron con incrementos de hasta 4% el viernes pasado.
Más allá del rapto de euforia que se percibió en el Merval, un informe del Grupo IEB destacó que “el mercado, aunque notoriamente más optimista, parece aún estar a la espera de anuncios o eventos concretos, una suerte de ‘show me the money’». Entre ellos, subrayaron, se encuentra la recompra de deuda, la consolidación del nuevo congreso y las leyes que vendrían consigo.
A propósito de los bonos, el viernes volvieron a operar positivos con subas de hasta 1,9%. Esta dinámica redundó en una tenue baja del riesgo país hasta los 612 puntos básicos. Sin embargo, al colocar la lupa sobre la evolución semanal, el índice elaborado por el JP Morgan registró un incremento de 16 unidades desde los 596 del lunes 10 de noviembre.
No se trata de un indicador más: mide la diferencia entre los rendimientos de los bonos del Tesoro norteamericano, considerados libres de riesgo, y los argentinos. Para que la Argentina pueda regresar al mercado voluntario de deuda y refinanciar sus vencimientos de deuda externa, es indispensable que la variable caiga y se mantenga por debajo de los 500 puntos.
Por otro lado, las reservas internacionales del Banco Central se incrementaron USD 376 millones entre el lunes y el viernes, terminando en USD 40.636. Las tenencias de la autoridad monetaria estuvieron en el foco de la discusión política y económica de la semana.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió con la necesidad de acumulación de divisas, independientemente de la posibilidad de que el Gobierno pueda reabrir el grifo del endeudamiento externo. “En nuestras discusiones con las autoridades, hemos enfatizado a necesidad de acelerar los esfuerzos de acumulación de reservas para ayudar a gestionar mejor la volatilidad y fortalecer aún más la confianza del mercado”, planteó Julie Kozack, vocera del FMI, durante una conferencia de prensa.
Y acotó: “La reciente mejora en las condiciones del mercado presenta una ventana de oportunidad para que las autoridades fortalezcan las políticas macroeconómicas, consoliden la estabilidad y aceleren la acumulación de reservas“.
Atento a las dudas que suscita el tema, el ministro de Economía, Luis Caputo, puso paños fríos al argumentar que el atesoramiento de dólares en las arcas del BCRA es un objetivo prioritario para el Gobierno. “Vamos a acumular reservas y más de lo que cualquiera puede estar pensando. Lejos de ser algo que nosotros subestimamos, es una prioridad. Hoy por hoy, está separado lo que es acumulación de reservas de lo que es el pago de nuestras deudas”, aseveró en la 31º Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA).
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