Al igual que en la edición anterior de Gran Hermano, la producción decidió incluir en «la casa más famosa del país» una mascota. En el programa que ganó el salteño Marcos Ginocchio ingresaron Caramelo y Morita. El primero de ellos se quedó a cuidado de Romina Uhrig mientras que la perrita apagó las luces con el ganador antes de salir del programa.

Esta vez incluyeron a Arturo, un mestizo de galgo que tiene alrededor de un año de edad. Al ingresar rápidamente, tomó confianza con el Chino Martín Ku quien es oficialmente el dueño dentro y lo seguirá siendo fuera del juego una vez que termine su estadía.

Desde el refugio donde se encontraba el animal han pedido a través de diferentes comunicados expuestos en las redes sociales que se les devuelva a la mascota debido a que el ambiente en el que se encontraba no era el ideal y que «solicitamos inmediatamente a la producción de Gran Hermano Argentina la restitución del perro«. Sin embargo, sigue con los participantes y ha tenido otro accidente.