Como no mejoraba «naturalmente» y algunos «remedios caseros» tampoco daban resultado, Camila fue llevada al Hospital Rivadavia, donde se la ingresó por la guardia y enseguida se le suministró un suero intravenoso. Aun en ese estado se animó a subir una serie de historias a su cuenta de instragram. En una de ellas avisó que «ya voy a estar mejor, no se preocupen. Ya estoy atendida». En otra calificó de «orgullo nacional» al Hospital ubicado sobre la Avenida Las Heras, en el barrio norte de la Ciudad de Buenos Aires.

QUE PASO CON CAMILA MEDINA EN LA MESA DE JUANA VIALE

Emocionadísima y feliz, Camila llegó a la mesa de Juana Viale vestida como para ir la gala de un embajador. Estaba resplandeciente, iluminada, como si hubiera esperado ese momento toda su vida. La alegría, se notaba, escapaba por cada uno de sus poros. Sin embargo, en un momento le dieron ganas de decir algo, la conductora se dio cuenta y le pidió que no se privara de decirlo. Camila agarró viaje y les enrostró «me dieron 4 ravioles, y yo con 4 ravioles no me quejo». La frase se viralizó.

Con el suceso de salud que sufrió la muchacha llegaron las reacciones de los fanáticos de Cami, que se cuentan por cientos. Para la enorme mayoría, su debilidad se debió a esa circunstancia. Otros pensaron diferente, pero tampoco descartaron que haya sido el motivo. Todos, por otra parte, coincidieron en desear la pronta y total recuperación de la morocha.