Menos errar un penal -los futboleros de ley entenderán la «chicanita»- Caro Molianri las hizo todas. Fue desde botinera hasta panelista, o de modelo hasta emprendedora. Mujer de convicciones y de carácter importante, se ha ganado la vida peleándola braviamente como todos. Tiene taco y suela gastados, y esa experiencia le da cierta sabiduría para hablar y contar experiencias que ha transitado.

Hoy es una de las panelistas de Puro Show, el picante programa mañanero del 13. En esa función, por ejemplo, logró que Matías Morla rompiera el silencio después de mucho tiempo alejado de los medios y, a fuerza de ser sinceros, le sacó unos cuantos títulos y unas cuantas declaraciones picantes al último abogado-manager de Diego Armando Maradona.

Pero antes de este presente como «periodista» o como integrante de un panel de un programa periodístico, Carolina fue modelo. Durante esa época en la que pateaba y caminaba pasarelas de aquí y de allá y protagonizaba todo tipo de campañas gráficas también «jugaba para el equipo de las botineras»: fue la esposa de Mariano Pavone, un delantero que salió de Estudiantes y también jugó en España, River, en Lanús, en Vélez y se retiró en Quilmes.

Y fue allí entre agujas, tijeras, retazos de tela y mucha bijouterie que Caro tuvo que sacar a relucir su alma de leona, su temple de acero, su personalidad indestructible. Se ha contado, desde siempre, que las mannequen suelen ser víctima del mal carácter de modistos, productores de moda y también de los asistentes. Todo eso, más la pica natural entre todas las «reinas de bellezas», hacen que ese ambiente sea lo más parecido al infierno.

CARO MOLINARI SE HARTO DE LOS ZAMARREOS Y REVOLEO UN ZAPATAZO A UN FAMOSO PRODUCTOR DE MODA

Para graficarlo, Molinari les contó a sus compañeros de Puro Show cómo fue el día que explotó y le revoleó un terrible zapatazo a un productor de los más famosos. «Ya pasó la etapa de modelo, chicos. Me genera rechazo. O sos modelo o estás en la tele. Me deprime. No me bajan el precio pero un momento decidí por el maltrato que había no ser más modelo, revolée un taco en la cabeza a cierta persona que no voy a nombrar porque me hastó. ¡Me hartó!» recordó.

«Agarré los tacos y dije ¡¡Basta!! Fue así: yo estaba desfilando con una modelo que era mucho más alta, que se llamaba Denis Vergara, y como íbamos en traje de baño querían que desfiláramos descalzas. Y yo me clavé unos tacos… Cuando vuelvo, el tipo, el productor, me agarra del brazo, me sacude y me grita «¡Nena… qué hacés con los tacos» así, mal, y yo le dije «¡¡Basta!!» y le tiré. Y ahí nomás dije con este berrinche que hice me van a echar. Y obvio, no volví más. Siempre sacudía. Es malo. Sigue trabajando y está en la tele. Matilda no, con Matilda trabajé y era copada, pero el resto había algunas que eran muy malas. ¡Pero muy malas!» cerró. Confirmado: el mundo de las modelos es una porquería.