En los últimos meses se habló mucho de una supuesta ruptura en el vínculo comercial, laboral y personal entre Marcelo Tinelli y el Chato Prada, quienes supieron trabajar juntos años y años… Las versiones llegaron a referirse a un enorme enojo entre ellos y se instaló la palabra «traición» entre quienes supieron liderar el fenómeno de rating que significó, por mucho tiempo, el Bailando por un sueño.

Se dijo que Marcelo se había cansado de algunas desprolijidades económicas que llevaban a problemas financieros y que había decidido que su camino profesional y el del Chato siguieran por separado. Incluso, se sostuvo que Pablo había dejado su lugar de trabajo en América y que estaba yendo por nuevos rumbos profesionales.

Luego, se conoció que Prada había desembarcado en la Tevé Pública con un primer proyecto que sale al aire todas las tardes y que conduce Denise Dumas, quien supo trabajar mucho tiempo para la productora que de Tinelli- Prada. El programa tuvo dos problemas. Primero el nombre, que era igual de Jony Viale en TN y tuvieron que cambiarlo «de raje», y después el presupuesto: en medio de la motosierra, el ajuste, los recortes y la caída en los ingresos que propone el gobierno trascendió que ese mismo estado que habla de un achicamiento sideral gasta 65 millones de pesos por mes para producir el programa, que no llega al punto de rating.