No hubo carpetazo ni escándalo de cuernos que atente contra las vacaciones que Yanina Latorre tenía planeadas en Miami con su marido Diego Latorre. Y luego del caos que desató Fernanda Iglesias la semana pasada al filtrar un audio de la «amante» del ex futbolista (que luego negó todo), Yanina partió rumbo a su lugar en el mundo.

Desesperada por un poco de de descanso luego de un año que arrancó súper intenso para ella, la angelita de LAM dejó su programa de América, Sálvese quien pueda, en manos de Pepe Ochoa y se entregó a las vacaciones en familia, haciendo caso omiso a las versiones que circulan.

Y para dejar en claro que todo sigue su curso con total normalidad en su dinámica de pareja, Yanina se mostró desde Ezeiza siguiendo los pasos para embarcar a su vuelo a Miami, incluyendo a Diego en sus historias de Instagram y también a su hijo Dieguito, que había quedado muy sensibilizado, al igual que Lola, con el bombazo de Iglesias.

Y luego de cumplir con el procedimiento, la rubia compartió su postal más relajada desde el avión. “¡Todo listo! Oficialmente de vacaciones”, expresó Yanina con una gran sonrisa y copa de vino tinto en mano, ya acomodada en su asiento y a punto del despegue.

DIEGO LATORRE SE MOSTRÓ EN SOLEDAD TRAS EL ESCÁNDALO POR LA INFIDELIDAD A YANINA LATORRE

Más callado y taciturno que nunca. Así se lo vio a Diego Latorre al volver al país en medio del escándalo que desató Fernanda Iglesias al viralizar un audio de su supuesta amante. El comentarista de ESPN se mostró en su cuenta de Instagram en su casa de Buenos Aires disfrutando de un fin de semana de tranquilidad junto a sus perros Polo y Ralph.

Extrañamente, lejos de su esposa, Diego se dedicó a relajar luego de comentar para ESPN el partido de River e Instituto en el Kempes, mientras Yanina se dedicaba a armar las valijas de toda la familia para que nada falte en su estadía en Miami, generando todo tipo de especulaciones y preguntas.

A casi siete meses del fallecimiento de Jorge Lanata, su ex pareja y madre de su hija Lola, Sara Stewart Brown, rompió el silencio y reveló detalles íntimos sobre su vínculo con el periodista, su presente emocional y la herencia más insólita que recibió: dos gatos rusos quilomberos llamados Gatini y Gatuni.

 En una entrevista con La Nación, la artista plástica sorprendió al contar que, más allá de los bienes materiales, lo que realmente le quedó de Jorge Lanata fue una mezcla de afectos, recuerdos y mascotas que hoy conviven con ella y su hija.

Está, pero no está. Entrena, pero no juega. Es jugador de Boca, pero está marginado. Marcos Rojo vive uno de los momentos más incómodos desde que llegó al club, y todo parece indicar que su relación con el Xeneize está rota. Pero sigue. Se entrena con el plantel, comparte la rutina con sus compañeros e incluso lo hace bajo las órdenes de Miguel Ángel Russo, el mismo DT con quien discutió en Estados Unidos en medio del Mundial de Clubes.

Dentro de un clima fuerte y muy pesado, Rojo eligió otra vez decir lo suyo sin hablar: lo hizo con una publicación que no pasó desapercibida. Dos fotos suyas entrenando en Boca Predio. Y un detalle que llamó la atención: la canción que acompañaba esas imágenes.

“Sin la ayuda de ustede’ yo progresé / Cuando me bendicen no puede ser / Dio’ me bendice, pero Lucifer / ‘Tá buscando que yo pierda la fe…”, dice un fragmento de Cuando Me Ven, el tema de Mike Towers que usó Rojo para musicalizar un posteo que abrió muchos interrogantes. Es que no hubo nombres propios, pero el mensaje quedó ahí, como una picante indirecta a su actualidad.

¿A quién iba dirigido? ¿Al club? ¿Al técnico? ¿Al Consejo de Fútbol? ¿A Estudiantes? Las opciones sobran. Lo concreto es que Marcos no está cómodo, y ya lo había hecho saber en la charla subida de tono que tuvo con Russo, cuando le habría dicho que no estaba a gusto y el entrenador lo invitó a buscar una salida.

LA FRASE DE MARCOS ROJO TRAS SER BORRADO POR RUSSO DEL PLANTEL DE BOCA

Pero no es tan simple. Rojo tiene contrato vigente hasta diciembre y no llegaron ofertas concretas. Boca fue claro: si quiere irse, deberá traer una propuesta que le deje algo al club. Si no, se queda. Mientras tanto, se entrena como uno más, pero sabiendo que no será tenido en cuenta.

Tampoco es la primera vez que habla en código: ya había posteado imágenes relacionadas con Estudiantes cuando sonaba su vuelta, y hasta jugó con fotos del clásico rival, algo que en La Plata no cayó bien. Incluso usó sus redes para dejar en claro que no jugaría en Gimnasia, en medio de rumores que en su momento surgieron.

Hoy, Rojo camina una delgada línea. Adentro del club, pero afuera del equipo. Presente en los entrenamientos, pero ausente en los planes. Y con las redes sociales que, cada tanto y en los momentos donde parece tener algo atragantado, dicen más que cualquier conferencia.