El Clásico más esperado de España ya tiene fecha y lugar: este domingo, Barcelona y Real Madrid se enfrentarán en la final de la Supercopa de España, en Arabia Saudita. Pero la estrategia para este duelo comenzó mucho antes de que se definieran los finalistas. Una escena inusual durante las semifinales reveló un juego de «espionaje» cruzado entre ambos equipos, con analistas y miembros de los cuerpos técnicos estudiando de cerca a su potencial rival.

Durante la victoria del Real Madrid ante el Mallorca (3-0), dos analistas del Barcelona fueron captados en las gradas del King Abdullah Sports City. Con cámaras, computadoras y métricas en mano, registraban cada movimiento del equipo de Ancelotti. Una escena similar se vivió en la semifinal previa, cuando miembros del cuerpo técnico del Real Madrid observaban atentamente el triunfo del Barcelona sobre el Athletic Club.

El escenario no sorprende. La cercanía entre los entrenamientos, ruedas de prensa y el estadio convierte la Supercopa en un laboratorio táctico ideal. Ambos clubes aprovecharon esta logística compacta para estudiar fortalezas y debilidades de sus adversarios. «Cada detalle cuenta», dirían los entrenadores, especialmente en un torneo que ofrece la oportunidad de inaugurar el año con un título oficial.

Mientras el Barcelona analiza la dinámica ofensiva del Madrid, con figuras como Vinícius Jr. y Jude Bellingham en gran forma, la Casa Blanca toma nota de la visión de juego de Pedri y la explosividad de Gavi. La batalla estratégica ya está en marcha, y el resultado del Clásico dependerá no solo del talento en el campo, sino también de lo aprendido fuera de él.