Todos los días suceden cosas sorprendentes en el mundo del fútbol. Por ejemplo, este caso en la liga salvadoreña: durante un partido correspondiente a la fecha 10, los aspersores se prendieron cuando ya se estaba jugando el tiempo adicionado. Este suceso en el estadio Óscar Quiteño, de Santa Ana, obligó a que se detuviera el encuentro entre FAS y Once Deportivo. Y hubo cachengue…

El partido, que se llevo a cabo el 9 de marzo iba 2-2, cuando a los 95’12», el conjunto visitante tuvo una contra que dejó mal parado al local. En el momento en que uno de los futbolistas del cuadro fronterizo tenia la pelota en una situación peligrosa de gol, en varios sectores del terreno de juego salieron a presión los aspersores mojando todo e impidiendo la visual y el desarrollo de la jugada. Esto provocó la risa de los aficionados, pero también las críticas momentáneas y la silbatina entre los presentes.

El técnico del Once, Erick Dowson Prado se mostró muy enojado y disconforme con la situación ocurrida y tras finalizado el encuentro aseguró que pidió una investigación al árbitro, ya que no es algo normal lo que sucedió. Además el entrenador mencionó: «Uno ve las caras de los rivales cuando salieron, salieron contentos».

«Esa es la parte en la que uno se va molesto, porque es obvio que eso no va a encender solo, alguien lo manipula en una acción de contraataque nuestro. Creo que ya no es tiempo en el fútbol salvadoreño de tanta artimaña», completó Prado molesto ante una situación que podría haber significado la victoria para su equipo.

Del otro lado se encuentra el entrenador mexicano Raúl Arias, el entrenador de FAS, que terminado el partido declaró: «Es algo que nos espanto a varios. Nosotros teníamos necesidad de apurar el proceso y de buscar el triunfo. De repente, los aspersores se prenden. Después la gente del mantenimiento de la cancha nos dijeron que eso estaba programado».

Luego de dos semanas de este suceso, el FAS fue multado por la Comisión Disciplinaria de la Fesfut (Federación Salvadoreña de Fútbol) por el incidente. El ente actuó y pidió informe al cuadro santaneco sobre lo sucedido.

El documento concluyó que el equipo local deberá pagar 300 dólares y el argumento para decretar el fallo fue que pusieron «en grave situación el espíritu deportivo de la competición, además de representar un riesgo a los jugadores que participan de esta justa deportiva».

La defensa del conjunto local fue que los aspersores son manejados por dos empleados de la Alcaldía Municipal de Santa Ana, afirmando que ellos tuvieron contacto por última vez el viernes a las 18, sin prever que se activaran a la hora del partido, y lo llamaron un accidente.