El empate 1-1 entre el Real Madrid y el Atlético Madrid dejó polémicas de sobra. Ya el ambiente venía caldeado en la previa, con el Merengue quejándose del arbitraje luego de haber sido perjudicado ante el Espanyol y que llevó a que el club publicara un duro comunicado en la previa del derbi con el Colchonero. Como respuesta, el equipo del Cholo Simeone publicó una serie de tweets irónicos refiriéndose a las quejas del Madrid y acusándolos de querer presionar al árbitro César Soto Grado. Esto obviamente se trasladó a la cancha y tuvo su explosión cuando el juez cobró el penal en favor del Aleti que luego Julián cambió por gol, lo cual generó la indignación en el conjunto blanco debido a que se trató de una jugada polémica. Por eso, luego del partido, Carlo Ancelotti no se guardó nada y apuntó contra el arbitraje.

Obviamente, la primera pregunta que recibió el entrenador tuvo que ver con aquella acción y, en un principio, evitó referirse al arbitraje: «Paso, no quiero hablar del árbitro», dijo en un principio. Sin embargo, y ante la insistencia de los periodistas, el entrenador terminó deslizando que la jugada del pisotón de Tchouameni fue cobrada debido a la influencia de los árbitros del VAR: «Fue el VAR el que ha pitado el penalti, porque el árbitro estaba muy cerca y vio muy bien lo que ha pasado. Vi otro penalti en el Athletic-Girona… La gente del fútbol esto no lo entiende».

De todos modos, el deté del Madrid intentó no aumentar la polémica ya que decidió centrarse en indicar que «el partido fue igualado y salimos con un empate, pero animados. El equipo estuvo bien en la segunda parte». Y si bien también dijo a la pasada que «el penal nos puso el partido cuesta arriba», cuando fue consultado por si el arbitraje fue determinante en el resultado, el italiano nuevamente fue escueto y atinó a decir solamente un «no lo sé».

De igual modo y a pesar de que intentó no entrar en la polémica, el entrenador dejó en claro su disconformismo, el cual va de la mano con el sentimiento que hay en la Casa Blanca, en donde consideran que el equipo viene siendo perjudicado en los últimos partidos y que, ante el Atlético Madrid, no fue la excepción con aquel penal de Tchouameni que fue clave para que el Colchonero se pusiera arriba en el marcador.

El clásico madrileño entre Real y Atlético siempre tiene temperatura alta, pero lo del Santiago Bernabéu fue un volcán en erupción. A los 32 minutos del primer tiempo, con el partido equilibrado, Aurélien Tchouaméni pisó al brasileño Samu Lino en el área y, tras la revisión en el VAR, el árbitro César Soto Grado cobró penal que fue cambiado por gol por Julián Álvarez. Ahí explotó todo.

Ancelotti no lo podía creer. Se agarró la cabeza como si hubiera visto un fantasma. Sus jugadores se le fueron al humo al árbitro y el Bernabéu rugió con furia. El penal generó una división total. Para Alfonso Pérez Burrull, ex árbitro, dijo en la transmisión de Radio MARCA que era «es un pisotón claro», mientras que en Cadena Cope casi todos coincidieron en que no era falta. Pedro Martín, con ironía, cuestionó el uso de la imagen congelada: «Me repugna que se arbitre así».

Mientras tanto, otro detalle que calentó el partido fue la patada de Dani Ceballos a Pablo Barrios. El volante Merengue llegó tarde y pisó feo al juvenil Colchonero. Para Iturralde González, en el Carrusel Deportivo, era roja directa: «Es de VAR, va a pisarlo claramente». Sin embargo, sólo vio la amarilla y el Atleti casi ni protestó.