La temporada del Manchester United viene siendo de esas que esperan el pitazo final porque no sale una. Los dirigidos por Erik Ten Hag no terminaron de arrancar nunca y, con una final por delante más la chance de asegurar la clasificación a la Conference League por medio de la tabla de posiciones, buscarán maquillar un año que fue complicado en todo sentido, incluso con la infraestructura de Old Trafford. El mítico estadio, reconocido por la grandeza que lleva encima, luce algo deteriorado y se terminó por inundar en algunos sectores.

Después de la caída de los Diablos Rojos este domingo por 1-0 ante el Arsenal, empezaron a aparecer videos que mostraban como una ‘catarata’ invadía las instalaciones de la casa de uno de los clubes más grandes del mundo. Desde las tribunas hasta los propios vestuarios se vieron afectados por una corriente intensa de agua que provenía de una fuerte tormenta, típica del Reino Unido.

Sir Jim Ratcliffe, accionista importante del club que se metió de lleno en la administración del Manchester en los últimos meses, ya había planteado la necesidad de hacer refacciones en la estructura del estadio y este diluvio parece haber sido la gota que rebalsó el vaso, nunca mejor dicho, para poner manos a la obra una vez finalizada la temporada actual. Para esto, se espera una inversión de mil millones de libras esterlinas, algo así como 1.200.000.000 dólares.

En medio de un mar de dudas, el United del lesionado Lisandro Martínez y de Alejandro Garnacho va en busca de terminar un año deportivo que no cumplió para nada con lo previsto cuando se trazaron los objetivos a principio de temporada. En la Champions League marchó último en fase de grupos, por lo que se quedó sin competencia internacional de manera temprana.

A partir de allí, abocó todas sus energías al plano doméstico, pero entre lesiones y rendimientos bajos, el equipo naufraga en el octavo puesto de la Premier y, con dos partidos por jugar, se encuentra a tres puntos del Newcastle, hoy en puestos de Conference League. A su vez, el sábado 25 de mayo, los Diablos Rojos tendrán el clásico de la ciudad ante el Manchester City para definir la FA Cup, un título que sería una bocanada de aire fresco.