El Chelsea atraviesa un complicado presente, tanto en lo futbolístico como en lo dirigencial. El histórico club londinense, acostumbrado a competir en los primeros puestos de la Premier League, muestra actualmente una imagen muy alejada de sus años de gloria. En los últimos días, sin ir más lejos, surgieron dos noticias de peso: primero, la renuncia de su director ejecutivo, y después, la confirmación que su equipo femenino no firmará autógrafos ni se sacará fotos con los hinchas por motivos de seguridad.

El director ejecutivo del Chelsea, Chris Jurasek, dejó su cargo tras apenas un año al mando, al ser uno de los principales señalados por los hinchas Blues. El ejecutivo estadounidense había llegado a Londres con la misión de optimizar las operaciones del club, pero obtuvo todo lo contrario: es el principal apuntado en el hecho que el Chelsea haya empezado dos temporadas sin patrocinador principal y por imponer un fuerte aumento en el precio de las entradas.

“Es un cambio positivo que el club debería utilizar para reconstruir la confianza de los aficionados”, declararon representantes de Chelsea Supporters’ Trust, una sociedad de hinchas que colabora activamente con el club en todas «las partes interesadas relevantes en asuntos de interés y preocupación para los aficionados».

El Chelsea ya confirmó el ascenso de Jason Gannon, ex director de operaciones, como su nuevo director deportivo. Según un comunicado de los propietarios de la institución, Gannon “posee una combinación única de talento, experiencia y visión estratégica que impulsará al club hacia adelante”. Por su parte, Jurasek expresó su total confianza en Gannon y en el equipo que se formó tras su salida.

Otra polémica que sacudió a Inglaterra fue la postura que tomaron las jugadoras del equipo femenino del Chelsea, al decidir que dejarán de firmar autógrafos y sacarse fotos con los hinchas antes y después de los partidos. La medida fue por «falta de seguridad«, ya que el público en estos encuentros creció considerablemente, lo que genera aglomeraciones en el campo de Kingsmeadow (con capacidad para 5.000 personas), donde se disputan habitualmente los encuentros (a veces juegan partidos de temporada también en el Stamford Bridge).

«Ha habido ocasiones en las que se ha temido por la seguridad de los aficionados y de las jugadoras, debido al número de personas que piden autógrafos y ‘selfies’ antes y después de los partidos. Entendemos que puede haber personas decepcionadas con este cambio, pero los días de partidos se han vuelto inseguros dentro y fuera de los estadios y las futbolistas están recibiendo insultos innecesarios si no se paran», dijo el club en un comunicado.

Sin embargo, el Chelsea confirmó que habrá otras oportunidades y que organizará encuentros fuera de los partidos. En respuesta a la decisión, el grupo de seguidores femeninos del Chelsea publicó en X: «Entendemos que algunos fanáticos estarán decepcionados con los cambios. Los días de partido se han vuelto inseguros dentro y fuera del estadio y las jugadoras reciben abusos innecesarios si no paran».

En medio de este mal presente del equipo masculino, además, se supo que el conjunto azul de Londres excluyó a su figura, Cole Palmer, de la lista para la Conference League. Está entre los nominados al Balón de Oro como jugador de la temporada, en donde también aparecen el Dibu y Lautaro Martínez. Pero Enzo Maresca (flamante DT de los Blues que ya suscitó sus polémicas) eligió dejarlo fuera de las competiciones europeas, con una fundamentación particular.

El motivo para la gran ausencia es la dosificación de cargas. El Chelsea estará expuesto a una quíntuple competencia: a la Premier, FA, Carabao y Conference se le sumará la participación Blue en el Mundial de Clubes; por este motivo, el entrenador portugués eligió dejar afuera a Palmer de la lista para la competición continental.