Un día después del segundo aniversario de la gloria alcanzada en Qatar, Ángel Di María se hizo el mejor homenaje posible y recordó sus épocas mundialistas siendo determinante para el triunfo del Benfica: convirtió los dos goles del 2-0 a Nacional, en un partido recuperado de la octava fecha de la Liga Portuguesa. Gracias a eso, su equipo escaló al segundo lugar y quedó a un punto del Sporting Lisboa.

La cosa venía complicada en Madeira, entre la niebla y un rival dispuesto a defenderse para sumar en su lucha por escaparle a la zona de descenso (a una unidad de la promoción), pero una mano infantil dentro del área a los 11′ del segundo tiempo destrabó el asunto. Y ahí, el zurdo argentino de 36 años no dudó en pedir el penal, que ejecutó con tranquilidad y precisión para engañar a un arquero que eligió el otro palo.

Pero había más. Porque a su talento y su habitual repertorio en goles estéticos, esta vez le sumó algo de fortuna: a los 29′, tras un mal despeje de la defensa, su compañero Amdouni tocó con él y, tras un control, su remate tuvo un desvío clave en el camino que le complicó las cosas al arquero rival. Fue su sexto tanto en la Liga (quinto en la tabla de goleadores), pero 11° en lo que va de una temporada en la que se encamina a pasar los 15 gritos de la pasada.

Además de Di María, en el Benfica también fue titular Nicolás Otamendi, mientras que Benjamín Rollheiser ingresó a falta de tres minutos para el final del partido.