Históricamente el fútbol brasileño no fue terreno fértil para los entrenadores argentinos. Hay algunas excepciones, claro está, pero lo de Juan Pablo Vojvoda en Fortaleza casi no tiene antecedentes: acaba de meterlo en la final de la Copa Sudamericana y buscará el primer título internacional de la historia del club.

Técnico de proyecto y laburo silencioso, los imperiosos tiempos del fútbol argentino (Newell’s, Defensa, Talleres y Huracán, después La Calera en Chile) no le permitieron desarrollar sus ideas. Pero desde que llegó a Fortaleza en mayo del 2021, todo lo que toca parece convertirse en oro.

En su primer año se coronó campeón del Campeonato Cearense (venció en la final a su clásico, Ceará), fue semifinalista de la Copa de Brasil (en el camino eliminó a San Pablo), finalizó cuarto en el Brasileirao y logró la primera clasificación a la Copa Libertadores en la historia del club.

«Tengo que ser realista. Los resultados suelen ser muy útiles. Los resultados están a nuestro favor. Cuando esto sucede, el funcionamiento, las ideas, los conceptos entran en los deportistas mucho más rápido», decía Vojvoda sobre su arranque en el club

Admirador de Marcelo Bielsa y Gerardo Martino, tiene como ídolo a Diego Maradona y mantiene un perfil bajo y jugadorista: «Lo principal del fútbol son los jugadores. Es un deporte muy bonito, con mucha pasión, pero como entrenador tengo la impresión de que el fútbol no es mío».

Con una filosofía de orden, intensidad y juego por abajo, consiguió logros con un equipo de un presupuesto visiblemente menor al de competidores. En la Libertadores 2022 quedó segundo en el grupo de River y cayó en octavos frente a Estudiantes. El año pasado volvió a ganar el Campeonato Cearense y también se quedó con la Copa do Nordeste.

Su gran laburo en el Norte de Brasil hizo que, a fines del año pasado, apareciera su nombre como candidato en equipos poderosos como Corinthians o Santos, pero él se mantuvo fiel a Fortaleza, donde la gente lo ama. Incluso le armaron un espectacular mosaico en una tribuna junto a su familia para mimarlo: renovó su contrato hasta 2024.

«Mi compromiso es con Fortaleza, que me abre las puertas a un fútbol tan apasionante como el de Brasil. Estoy feliz aquí, como un pequeño nordestino, porque también es un logro no sólo en el estado de Ceará, sino en todo el nordeste. Me he enganchado al fútbol, ​​aquí o en cualquier estadio del Nordeste, que es donde siempre estoy. Verdadera paz del fútbol brasileño», reflexionaba tras extender su vínculo.

En 2023 Vojvoda ganó su ganó su tercer Cearense al hilo y, aunque no logró llegar a la fase de grupos de la Libertadores, se hizo fuerte en la Sudamericana, con una gran campaña para meterse en la final: ganó el grupo de San Lorenzo y en los duelos directos eliminó a Libertad, América Mineiro y ahora Corinthians.

Ahora espera por Defensa o Liga de Quito (los ecuatorianos ganaron 3-0 en la ida) para la gran final de la Sudamericana, que tendrá lugar en Maldonado, Uruguay, el sábado 28 de octubre. Pase lo que pase, lo suyo ya es parte de la historia.