ECONOMIA
Acciones energéticas prometen ser estrellas en 2026 con nuevo dólar y boom de Vaca Muerta

Vaca Muerta sigue creciendo en producción, gana peso exportador y consolida jugadores dominantes, pero ahora ese proceso empieza a apoyarse en un cambio macroeconómico de fondo que altera los incentivos y mejora la visibilidad de largo plazo. La decisión del Gobierno de modificar el esquema cambiario y abandonar el deslizamiento fijo del 1% mensual para pasar a bandas ajustadas por inflación redefine el marco en el que operan las compañías del sector oil & gas y vuelve a poner a las acciones energéticas en el radar de los inversores.
El nuevo esquema apunta a evitar el atraso cambiario, permitir una mayor acumulación de reservas y reducir la presión sobre el Banco Central.
Acciones energéticas, estrellas en 2026
En los hechos, el dólar deja de funcionar como ancla nominal para el resto de los precios y empieza a moverse en línea con la inflación.
Este giro, largamente reclamado por el mercado y por el FMI, mejora las expectativas macro para 2026 y tiene un impacto directo sobre el riesgo país, el financiamiento y la valuación de los activos argentinos.
En ese contexto, el sector energético aparece como uno de los principales beneficiados. No solo porque exporta y factura en dólares, sino porque combina escala, inversiones de largo plazo y una mejora estructural en costos que lo vuelve competitivo, incluso con un Brent más bajo que el de años anteriores.
Vaca Muerta produce más, aun con precios internacionales más exigentes
Los datos más recientes de un informe de Allaria confirman que Vaca Muerta ya entró en una etapa distinta. En octubre, la producción de crudo en Argentina alcanzó casi 860.000 barriles diarios, con un crecimiento interanual del 13%. El shale explica la mayor parte de ese avance y consolida a la formación neuquina como el verdadero motor energético del país.
Este crecimiento se da en un contexto internacional menos favorable. El Brent promedió u$s63,6 en noviembre y llegó a operar por debajo de u$s60 en diciembre, el nivel más bajo del año. Para el cuarto trimestre de 2025, el consenso ya trabaja con precios en torno a u$s63, muy lejos de los u$s74 del mismo período de 2024.
Lejos de frenar la actividad, este escenario aceleró un proceso de selección natural entre operadores. En el nuevo ciclo ganan terreno las compañías con mayor productividad por pozo, menores costos de extracción, capacidad de exportar y acceso al mercado de capitales.
El resultado es un mapa energético más concentrado, donde algunos jugadores empiezan a despegar claramente del resto.
YPF, el ancla del sistema energético
YPF sigue siendo el pilar central del desarrollo de Vaca Muerta. En noviembre alcanzó un récord de más de 200.000 barriles diarios de shale oil, lo que implica un salto del 82% respecto de 2023. La clave está en la organización de sus activos en hubs productivos y, especialmente, en el desempeño del Core Hub, donde se concentran los bloques de mayor productividad.
Entre ellos se destacan Loma Campana, La Amarga Chica, Bandurria Sur y Aguada del Chañar. Pero el caso que mejor sintetiza el nuevo perfil de YPF es La Angostura Sur. En menos de un año alcanzó casi 30.000 barriles diarios y apunta a un plateau superior a 80.000 barriles. El dato más relevante para el mercado es el costo: break even por debajo de u$s40 y lifting cost cercano a u$s5 por barril.
Con precios realizados en torno a u$s60, La Angostura Sur aporta alrededor de u$s500 millones anuales de EBITDA, incluso en un escenario internacional menos favorable. Este tipo de números explican por qué YPF puede sostener el crecimiento aun con un Brent más bajo.
A esto se suma una estrategia clara de manejo activo del portafolio. La venta del 50% de Profertil por u$s635 millones, junto con los procesos en marcha para desprenderse de activos no estratégicos como Manantiales Behr o Metrogas, refuerzan la idea de una YPF más enfocada, con mayor disciplina de capital y una apuesta decidida por el shale.
En un contexto de dólar más flexible, menor riesgo país y acceso más barato al financiamiento, la acción vuelve a posicionarse como una referencia obligada dentro del panel líder.
Vista, el crecimiento puro del shale argentino
Si YPF es el ancla, Vista aparece como la historia de crecimiento más nítida del sector. La compañía fundada por Miguel Galuccio ya produce cerca de 80.000 barriles diarios y presentó un plan agresivo para los próximos años.
Entre 2026 y 2028 prevé perforar más de 80 pozos por año, con un capex anual de entre u$s1.500 millones y u$s1.600 millones. Ese plan permitiría llevar la producción a 180.000 barriles equivalentes diarios, con un perfil marcadamente exportador, ya que cerca del 75% del volumen se destinaría al exterior.
Uno de los puntos que más valora el mercado es la robustez del modelo. Vista sostiene que su plan no se altera mientras el Brent se mantenga en torno a u$s60 y destaca una productividad por pozo superior al promedio de Vaca Muerta e incluso comparable con la Cuenca Pérmica de Estados Unidos.
A largo plazo, el objetivo es superar los 200.000 barriles equivalentes diarios hacia 2030, con un EBITDA proyectado de u$s3.400 millones y un flujo de caja libre de u$s1.500 millones. En un escenario donde el tipo de cambio acompaña a la inflación y baja el costo de financiamiento, Vista aparece como uno de los grandes ganadores del nuevo ciclo energético.
Pampa Energía y el valor de la diversificación
Pampa Energía también gana protagonismo en este nuevo mapa. Si bien su perfil es más diversificado —combina gas, electricidad y petróleo—, en Vaca Muerta logró un crecimiento relevante en producción de crudo durante 2025.
Esa diversificación le aporta una menor volatilidad relativa frente a los vaivenes del precio internacional del petróleo y le permite capturar beneficios tanto del crecimiento del shale como del desarrollo del gas y la infraestructura energética. En un contexto de menor riesgo país y financiamiento más accesible, el mercado empieza a revalorizar ese perfil balanceado.
Exportaciones, Chile y un piso de demanda
Un factor clave del nuevo ciclo es la consolidación del frente exportador. El acuerdo de largo plazo con la estatal chilena ENAP, que involucra a YPF, Vista, Shell y Equinor, garantiza exportaciones por hasta 70.000 barriles diarios hasta 2033.
El oleoducto trasandino (OTASA), con capacidad técnica para 100.000 barriles diarios, volvió a ser una pieza estratégica y consolida a Argentina como proveedor regional confiable. Este esquema le pone un piso a los volúmenes exportados, reduce la dependencia del mercado interno y aporta previsibilidad en un contexto de precios internacionales más ajustados.
El nuevo régimen cambiario y su impacto en energía
El cambio en el esquema de bandas cambiarias termina de cerrar el círculo. Un dólar que acompaña a la inflación mejora la ecuación de las empresas exportadoras, que dejan de ver sus ingresos en pesos pisados mientras los costos suben.
En el caso del oil & gas, este punto es clave. Las compañías venden crudo y gas en dólares, pero gran parte de sus costos —salarios, servicios, logística— están en pesos. Con un tipo de cambio que se ajusta por inflación, los márgenes se vuelven más previsibles y se reduce el riesgo de licuación de rentabilidad.
Además, la expectativa de acumulación de reservas y baja del riesgo país impacta directamente en el costo de financiamiento. Esto favorece tanto a los bonos como a las acciones, ya que mejora los balances, reduce el gasto por intereses y habilita nuevas inversiones sin depender exclusivamente del mercado local.
Un sector que vuelve a liderar el mercado
Las primeras reacciones del mercado ya reflejan este cambio de clima. Subieron las acciones, avanzaron los bonos y volvió a aparecer apetito por activos argentinos. Dentro de ese universo, el sector energético aparece como uno de los mejor posicionados para capitalizar el nuevo escenario.
Vaca Muerta dejó de ser solo una promesa de largo plazo. Hoy es un negocio en expansión, con volúmenes récord, costos competitivos, exportaciones crecientes y un marco macro que empieza a ordenarse. En ese contexto, algunas acciones energéticas empiezan a sacar ventaja clara.
Recap final
Con todo esto, las acciones energéticas recomendadas en este nuevo ciclo se reducen principalmente en:
- YPF: liderazgo absoluto en Vaca Muerta, escala, costos bajos y estrategia de foco en shale.
- Vista: la historia de crecimiento más pura, fuerte perfil exportador y alto potencial de largo plazo.
- Pampa Energía: perfil diversificado, crecimiento en shale y menor volatilidad relativa.
- TGS: beneficiada por el crecimiento del gas, las exportaciones y la normalización macro.
Con un dólar más flexible, menor riesgo país y una Vaca Muerta que sigue acelerando, el sector energético vuelve a posicionarse como uno de los grandes protagonistas del mercado argentino.
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ECONOMIA
Arranca el dólar versión 2026: cómo impactarán en su precio las tres medidas clave que se vienen

El nuevo año empieza con numerosas medidas que impactarán de lleno en el mercado cambiario, como la mayor flexibilización al cepo, el debut de las nuevas bandas de flotación para el tipo de cambio, la liberación de los dólares de las cuentas CERA del último blanqueo y las emisiones de títulos de deuda. Con estas modificaciones, analistas consultados iProfesional, trazan un escenario sobre qué puede ocurrir con el precio del billete estadounidense.
En resumen, la misión oficial es evitar que se produzca un mayor atraso cambiario, dejar de usar al valor del dólar como «ancla» del resto de los precios de la economía y poder comprar reservas para poder afrontar los compromisos asumidos con el FMI.
Entre los cambios que comienzan este 2026, se encuentra la liberación de los depósitos por menos de u$s100.000 del último blanqueo de las Cuentas Especiales de Regularización de Activos (CERA), tanto en bancos como en Alycs, por un volumen que superaría los u$s20.000 millones y que podría redireccionarse a inversiones financieras e inmobiliarias.
Por otra parte, continúa la «normalización» del mercado cambiario, con flexibilización para las operaciones con divisas y donde empresas y el propio Gobierno, con el lanzamiento del Bonar al 2029, profundizan la emisión de títulos de deuda en el mercado internacional.
Y la tercera medida destacada, entre otras, que generará más oferta de divisas y también más liberalización para la demanda, tiene que ver con que este enero comienza a regir el nuevo esquema de bandas de flotación del tipo de cambio de no intervención del Banco Central.
Es decir que, a partir de ahora, estas bandas dejan de actualizarse al 1% mensual, y pasarán a ajustar su rango en base a la inflación oficial de dos meses atrás (t-2), que es la medida por el INDEC. Por lo que en enero aplicará el 2,5% de noviembre.
Hoy las bandas se ubican entre un techo de $1.526 y un piso de $916. Por lo que, para fines de enero, se estima que el techo podría escalar hasta $1.564, con este nuevo esquema.
Y para febrero se podría aplicar un incremento de las bandas de 2,1%, debido a que esa cifra es la inflación prevista de diciembre de 2025 por el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), confeccionado por el propio BCRA entre unos 40 economistas.
Por lo pronto, los planetas se vienen alineando en favor del Gobierno, y los economistas proyectan que su misión será mantener las cuentas fiscales en orden, en un nuevo marco cambiario, con el sostén del apoyo brindado por Estados Unidos y el respaldo brindado por la sociedad en las últimas elecciones de medio término y la aprobación de un Presupuesto para todo 2026. Hechos que pueden favorecer el avance de varios proyectos de ley de cambios estructurales, como son los impositivos y laborales.
Precio de dólar: cómo impactarán las nuevas medidas
En resumidas cuentas, los economistas analizan de qué manera pueden impactar las medidas que empezarán a desarrollarse en el 2026, en un escenario donde se verán más billetes verdes en la calle por el fin de los encajes de las cuentas CERA y porque empresas y Gobierno emitirán más deuda en moneda estadounidense.
Esto ocurrirá en un entorno en el que las bandas de flotación se amplían y relajan el rango de intervención del Banco Central, por lo que las variables claves, cómo dólar, tasas e inflación, empiezan a sincronizarse en el mismo nivel.
«No es lo mismo la banda que el tipo de cambio en sí mismo. Por eso, no necesariamente que se empiecen a mover las bandas a 2,5%, implica que vaya a subir lo mismo el tipo de cambio», advierte Camilo Tiscornia, economista y director de C&T Asesores.
El precio del dólar mayorista se ubica en torno a los $1.455, y en la City ya se está contemplando este movimiento en la misma sintonía para los meses próximos.
En el mercado de opciones y futuros del Matba-Rofex se negocia para fin de enero, como impacto de las nuevas medidas, que el dólar mayorista se ubicará en los $1.489. Es decir, se aguarda un incremento mensual de alrededor de 2,4%, cifra muy cercana a la inflación.
Y para fines de febrero, en el mercado de futuros se operó un dólar mayorista de $1.522, un alza de 2% mensual. Y para fin de marzo se negoció a $1.555, lo que representa también un incremento de 2% en el mes.
Ahora bien, el panorama cambiario luce calmo, pero la atención estará puesta en cómo pujará la demanda de divisas para el turismo exterior en el precio del dólar. Y, en base a ello, que poder de fuego tiene el Gobierno para comprar reservas.
«La dinámica del turismo emisivo durante nuestro verano dará una mejor pauta de cómo debería acomodarse el valor del dólar, pero evidentemente las compras de dólares del oficialismo, por el momento, son más parte de un anuncio que de la realidad», detallan desde la consultora LCG.
Economistas opinan sobre precio de dólar y medidas
Por lo pronto, los economistas relevados por iProfesional coinciden con las proyecciones de los mercados a futuro, respecto a que en el corto plazo no se prevé un cambio abrupto en el precio del dólar más allá del previsto por la City.
«No veo, por ahora, algo muy complicado con el dólar. Obviamente, creo que habrá tasas de interés más altas para controlar la situación porque, lógicamente, después del pico de demanda de pesos a fin de año que en enero ya desaparece, el Gobierno va a gestionar con tasas de interés más altas, y con un ojo en lo que pasa con el tipo de cambio», opina Tiscornia.
Por su parte, Andrés Salinas, economista e investigador de la Universidad de La Matanza (Buenos Aires), completa: «El Gobierno dejó unas buenas bases en términos cambiarios para este nuevo año. El cambio de esquema asegura que, a priori, no haya un atraso real del tipo de cambio y pautó un esquema en el cual, de forma relativamente transparente, dijo cómo va acumular reservas».
Es decir, para Salinas, «entramos en un terreno nuevo, pero con reglas de juego cada vez más claras y lógicas para el mercado. Esto aporta las bases para que pueda haber un gran ingreso de divisas, pero eso lo vamos a ir viendo a medida que avancen los días y podamos analizar qué tan fuerte es la demanda de las familias para atesorar, por ejemplo. Algo que puede dar más o menos aire para seguir acumulando reservas».
En definitiva, los expertos sostienen que el Gobierno está construyendo confianza y credibilidad, aspectos que son clave para que funcione cualquier tipo de política.
«Demás está decir que es clave mantener la disciplina fiscal y seguir trabajando en bajar la inflación, para que todo se vaya normalizando y despejar miedos a los saltos devaluatorios importantes», completa Salinas a iProfesional.
Por lo tanto, considera que la banda superior terminará enero alrededor de los $1.564, «lo que da lugar a algo de depreciación sin intervención del BCRA. Así, estamos en el camino a la flotación libre sin bandas, creo yo, por lo cual todo esto es aprendizaje para más adelante».
En la misma línea, Federico Zerba, economista y jefe de economía sectorial del Instituto de Economía Sectorial (IES), afirma que «tampoco estamos viendo un impacto significativo en estas primeras semanas de enero. Más que nada, porque de todos los efectos que empiezan en el mes, ninguno creemos que tiene un impacto tan grande en este momento. Y, de alguna u otra manera, en verdad, el movimiento más fuerte que estamos viendo es que, seguramente, sea la tasa de interés la que ayude a regular el tipo de cambio».
Y agrega: «El dólar está bastante calmo. A lo sumo puede haber algún tipo de demanda estacional por temas de turismo, que eso lleve un poco para arriba el precio del billete, pero no vemos que otros efectos lo haga mover demasiado».
Por ejemplo, Zerba ejemplifica que las bandas cambiarias, básicamente, dan un cambio de régimen, pero, simplemente, «es el propio Gobierno diciendo que estamos en un tipo de cambio real al que considera adecuado y que ajustará por las bandas que ahora se moverán por la inflación».
En resumidas cuentas, las nuevas bandas de flotación cambiaria, los dólares liberados de las cuentas CERA y la flexibilización del cepo para las empresas, «no generarán un movimiento tan importante» en el precio del dólar.
«Si hay alguna presión cambiaria, lo más probable es que lo veamos en un aumento de tasas de interés en pesos, como para que el dólar esté en un rango entre $1.450 y $1.500, en las próximas semanas», finaliza Zerba a iProfesional.-
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ECONOMIA
Mercados: con leve suba, la Bolsa despide un año con escasos beneficios y expectativas puestas en el corto plazo

Los mercados financieros de la Argentina se encaminaban este martes a finalizar un año agridulce, en el cual pesaron las cuestiones políticas, se registraron avances parciales en activos y las colocaciones a plazo fijo igualaron la inflación.
El mercado bursátil operaba este martes con un alza del 0,4% en el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en los 3.110.000 puntos. El panel líder anota en el año una mejora del 23%, una tasa que está unos ocho puntos debajo de la inflación.
El S&P Merval medido en dólares, según la paridad del “contado con liquidación”, registra a lo largo de 2025 un descenso del 5 por ciento.
Los bonos soberanos en dólares -Bonares y Globales- mostraban equilibrio en general, mientras que el riesgo país de JP Morgan se mantiene estabilizado en los 570 puntos básicos.
“Argentina podría cumplir sus metas con el FMI, acumular reservas, y ver una fuerte baja del riesgo país, por un efecto pinza dado por una caída de las tasas en el mundo, y por mayor acumulación de reservas en el plano local”, afirmó el analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano.
“En este contexto, el año 2026 este llamado a mostrar fuertes subas en bonos y acciones locales, tasa de inflación en baja, tasas de interés positivas contra la inflación, y un dólar estable aumentando menos que la inflación. Todos los caminos conducen al mercado de capitales como la mejor opción financiera 2026”, agregó Di Stefano.
El triunfo del presidente libertario Javier Milei en elecciones legislativas revirtió la baja performance de los mercados de la primer parte del año y dio impulso al avance en el Congreso de la aprobación del Presupuesto 2026 con déficit cero.
“La aprobación del Presupuesto 2026 representaría un primer paso clave dentro de la agenda legislativa del Gobierno y un hito relevante tras dos años sin una ley de gastos y recursos”, reportó Wise Capital.
“El cierre de 2025 presenta hitos relevantes como la aprobación parlamentaria del presupuesto 2026, que proyecta un crecimiento del producto bruto interno de 5% y una inflación anual de 10,1%. Aunque estimaciones privadas prevén cifras inflacionarias superiores, el mercado valora la señal de gobernabilidad tras el visto bueno del Senado con pocos sobresaltos. Asimismo, se destaca el programa de acumulación de reservas del Banco Central a partir de 2026, que aspira a captar divisas considerando el incremento de la demanda de dinero ante una eventual reactivación de la economía real”, describieron los expertos de Rava Bursátil.
Las escasas reservas del Banco Central de cara a un próximo pago de deuda de unos 4.300 millones de dólares mantiene la atención del mercado para los primeros días del 2026.
“Las miradas se dirigen por estos días por conocer de qué manera se optará por complementar los fondos necesarios para afrontar el pago de deuda del 9 de enero, y los próximos pasos en la estrategia financiera que podrían incluir nuevas emisiones aprovechando la última reducción del riesgo país”, dijo el economista Gustavo Ber, titular del Estudio Ber.
Las reservas internacionales del BCRA sumaban el lunes 41.892 millones de dólares, según datos de la entidad monetaria, mientras que analistas estiman que las reservas netas se encuentran en rojo por unos 2.300 millones de dólares.
“La oferta monetaria acompañará la recuperación de la demanda de dinero, priorizando su abastecimiento a través de la acumulación de reservas internacionales”, comunicó el BCRA en su presentación de objetivos y planes para 2026.
La plaza cambiaria aguarda visualizar el impacto que tendrá la nueva banda de flotación cambiaria que entrará en vigencia desde el viernes 2, con un ajuste al ritmo de la inflación mensual, por lo que la misma ampliará su ajuste al 2,5% desde el 1% actual.
Por su parte, las colocaciones a plazo fijo en pesos promediaron en 2026 un rendimiento del 30% anual, frente a una inflación que se mantuvo es similares valores, la tasa de inflación más baja en ocho años.
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ECONOMIA
A Caputo se le escapa la inflación y varios gremios ya superaron la pauta salarial del 2% mensual

Una época parece llegar a su fin: durante buena parte del año pasado, el Gobierno solo homologó acuerdos salariales que no excedieran el 1% mensual. Ahora, esa postura quedó excedida por la realidad, con una inflación que se mantiene en torno al 2,5% por mes.
Al menos seis gremios, entre medianos y grandes, ya renegocian incrementos de salarios más cerca de la inflación actual, con la idea de mejorar el poder adquisitivo en caso de que el índice de precios aminore en los próximos meses.
Los 6 gremios que pelean por mayor aumento de sueldo
Se trata de los siguientes sindicatos: metalúrgicos, alimentación, entidades deportivas, bancarios y aceiteros. En total reúnen a unos 770.000 asalariados.
Se destaca la preeminencia de los metalúrgicos, quienes registran una cantidad de afiliados de 279.947, seguidos de cerca por el sector de Camioneros con 241.721.
Por debajo de la barrera de los cien mil se ubican las Entidades Deportivas (98.974), mientras que los sectores de Alimentación y Bancarios presentan valores similares de 68.812 y 65.189, respectivamente. El listado lo cierra el rubro de los Aceiteros, cuyo registro total asciende a 22.000.
La inflación repunta y los sindicatos buscan renegociar paritarias
«La mayoría de los convenios que se están replanteando tienen vigencia trimestral. Venían con ajustes por debajo de la inflación, y ahora que las partes se sentaron a negociar de nuevo, ya van por actualizaciones salariales de al menos 2% mensual», apunta Federico Pastrana, economista especialista en el mercado laboral, director de la consultora C-P.
La cuestión central es, a partir de ahora, si esta sucesión de convenios forman parte de una vanguardia, a la que seguirán gran parte de los acuerdos salariales, o si —más bien— quedará como un hecho aislado, que interesará exclusivamente a los asalariados involucrados.
«La respuesta no es clara ni lineal. Se conocerá con el paso del tiempo», enfatiza Pastrana, en diálogo con iProfesional.
El especialista cree que no se trata de un nuevo escenario de «descontrol». «Para nada», agrega. Pastrana supone que estas renegociaciones dan cuenta de una lógica: que al Gobierno se le viene escapando la inflación mensual por arriba del 2% y que las paritarias empiezan a tomar nota de eso.
Empleados de comercio pierden contra la inflación
El caso de los empleados de comercio debe tomarse con especial atención. Se trata del gremio con mayor cantidad de afiliados, alrededor de 1,2 millones.
Esos empleados vienen conviviendo con una paritaria del 1% mensual (no acumulativa), lo cual los deja bien por debajo de la inflación mensual, que en noviembre trepó al 2,5 por ciento. Y en diciembre se está acomodando en un nivel similar.
Los empleados de comercio volverán a la negociación salarial apenas empiece el nuevo año, con la idea de acoplarse a lo que empezó a suceder en los gremios referidos más arriba.
Sin dudas, lo que allí pase será tomado como referencia para el resto de los asalariados formales.
¿Puede mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores?
«Por primera vez desde abril, en noviembre los salarios negociados en los convenios mostraron una aceleración nominal, con un promedio de 1,9%. La creciente inflación llevó a una pérdida acumulada que forzó renegociaciones por encima de la pauta del gobierno (1-1,5%). Aun así, en el promedio quedaron por debajo de la inflación, por quinto mes consecutivo», sostuvo el último informe a clientes de la consultora C-P.
Es probable que, de confirmarse la nueva ola de acuerdos salariales, esta ecuación se modifique. Que en lugar de que se sostenga la pérdida del poder adquisitivo, haya una mejora.
Seguramente, eso dependerá de dos variables: que el Gobierno logre volver a disminuir la dinámica inflacionaria, con un IPC que rompa el piso del 2% mensual. Y que la economía retome un crecimiento más interesante, de manera que las empresas generalicen una mejora salarial en términos reales.
Solo dos gremios le ganaron a la inflación en 2025
Lo mencionado más arriba: la mayor parte de los asalariados formales, algo más de seis millones de personas, terminarán este año con ingresos por debajo de la inflación.
Para pasarlo en limpio: contra una inflación proyectada del 30% para este año 2025, los acuerdos paritarios redondearán un aumento promedio cercano al 25%.
Del total de paritarias de los grandes gremios, solo dos terminarían con pautas superiores a la inflación anual: los mecánicos de SMATA y los empleados de las estaciones de servicios, de acuerdo al relevamiento realizado en el último informe sindical de la consultora Synopsis.
En el primer caso, los trabajadores de SMATA lograron para este 2026 un incremento salarial del 32,5%. Los estacioneros, en tanto, acordaron ajustes salariales del 29,9%, prácticamente en línea con la inflación esperada.
En el caso de los estacioneros, la perfomance se entiende en un año donde los combustibles han aumentado por encima de la inflación, y las petroleras pudieron acomodarse mejor a los ajustes salariales en las paritarias.
¿Se dará vuelta la dinámica a partir de ahora? Al menos, lo que existe es una incipiente reversión de aquel camino.
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