ECONOMIA
Suba de la edad jubilatoria, la última reforma que buscará aprobar Milei y que promete desatar polémica

Hace tres meses, Javier Milei echó al jefe de la ANSES Mariano de los Heros. Su pecado fue afirmar que se analizaba una reforma previsional. La Casa Rosada no le perdonó haber metido en la agenda un tema tan sensible cuya comunicación el Gobierno quería preparar con tiempo y estrategia.
Sin embargo, días atrás el ministro de Economía Luis Caputo, confirmó que habrá reforma previsional, aunque el proyecto recién se enviaría tras las elecciones legislativas, y cuando ya esté claro el panorama de otros cambios claves que se impulsan en materia laboral y tributaria. En este escenario, Caputo puso a un hombre suyo al frente de la ANSES, Fernando Bearzi.
Bearzi es el tercer funcionario de la gestión libertaria frente a la ANSES. El primero fue el cordobés Osvaldo Giordano. Las modificaciones reflejan hasta qué punto se trata de uno de los organismos más sensibles de la administración.
El principal pecado de De los Heros no fue solo hablar de un tema que no se quería instalar aún, sino encima dar precisiones sobre la intención oficial de subir la edad jubilatoria, uno de los temas más piantavotos que existe, pero medular para los cambios prometidos por el gobierno ante el FMI.
Nadie duda de que uno de los principales objetivos de la reforma previsional será incrementar la edad jubilatoria. Los 65 años para los hombres y 60 para las mujeres chocan con una expectativa de vida que creció mucho en las últimas décadas.
En 40 años, la expectativa de vida de los hombres subió de 65 a 76 años en la Argentina. Cada vez son más los abuelos que llegan a superar los 80 años.
Pero Milei no le perdonó el error. Y recordó que «no se puede reformar el sistema previsional si no se reforma antes el sistema laboral».
Justamente se espera que Bearzi tenga mucho para decir cuando se empiece a avanzar con esa reforma, ya que está especializado en el sistema previsional y publicó numerosos trabajos sobre este tema tan delicado.
A qué edad se jubilarán hombres y mujeres, según el plan oficial
Los cambios en el sistema jubilatorio formaron una parte fundamental del reciente acuerdo con el FMI que permite liberar u$s20.000 millones para la Argentina y dieron paso a la salida del cepo cambiario para los individuos.
El Gobierno prometió al Fondo Monetario avanzar en una reforma jubilatoria para seguir apuntalando el ancla fiscal del programa económico. Pero se definió que será la última de las reformas sobre las cuales avanzar, ya en 2026.
El acuerdo con el FMI fija compromisos a cumplir por parte de la Argentina con relación a la implementación de reformas estructurales vinculadas a políticas sociales, como el actual régimen jubilatorio y los programas de asistencia a poblaciones en condiciones de vulnerabilidad.
En el acuerdo, el país se comprometió a simplificar el sistema de jubilaciones y pensiones actual y abordar su sostenibilidad antes de diciembre de 2026.
Para hacer «sostenible» el sistema, se buscará una suba en la edad de retiro. La intención sería ir unificando las edades en hombres y mujeres. Uno de los cambios que se barajan es ir subiendo un año para los hombres a partir del 2027, y dos para las mujeres, de tal forma de unificar la edad jubilatoria en torno de los 70 años a partir del 2030.
En 2027 la edad sería de 66 años para los hombres y 62 para las mujeres, y así sucesivamente.
Pero estos cambios deben analizados a fondos y realizar las verificaciones actuariales correspondientes. Si se respetara esa lógica, en 2028 la edad sería de 67 años para hombres y 64 para mujeres. Y en 2029 68 y 66.
En paralelo, el Gobierno mantendrá la cobertura de programas sociales, como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, en al menos el 95% del valor de la canasta básica alimentaria durante todo el programa.
La Argentina también completará la integración de bases de datos en un registro social único. Así, se dispone la implementación del Sistema de Indicadores Sociales (SIS) para mejorar la focalización de la asistencia social, con plazo a diciembre de 2025.
Las modificaciones que Javier Milei deberá cumplir con el FMI en materia laboral
Pero antes de la reforma previsional, el Gobierno irá por los cambios en materia laboral, que incluirán flexibilizaciones para negociar salarios y simplificar vínculos entre empresas y trabajadores. Como eje central, se deberán introducir cambios impositivos para eliminar las barreras entre trabajadores informales y formales. Es decir, se buscará achicar el empleo en negro, que afectaría a tres de cada diez empleados.
Según el reporte del staff del FMI, el gobierno trabajará en una reforma integral del sistema de pensiones, centrada en mejorar tanto su equidad como su sostenibilidad. «La iniciativa propuesta buscaría optimizar el sistema fragmentado actual y armonizar mejor las contribuciones con las prestaciones, incluyendo impulsar la formalización del mercado laboral», indicó el Fondo Monetario.
Si bien será la última reforma en la lista de las «tres grandes», el organismo multilateral recordó que la reforma jubilatoria es fundamental para «mejorar la calidad del ancla fiscal», un eje clave para el Gobierno.
Por eso, la Argentina tendrá que cumplir con tres objetivos:
- Mejorar la eficiencia y la equidad del sistema tributario (reforma fiscal).
- Fortalecer el sistema de coparticipación de ingresos y los incentivos de disciplina fiscal en todos los niveles de gobierno.
- Impulsar la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Justamente en línea con los objetivos comprometidos ante el FMI, el Gobierno ya dio de baja la moratoria previsional «en un marco más amplio de revisión estructural del sistema de seguridad social», según explicó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Sistema previsional: la reforma clave que quiere el Gobierno
El acuerdo negociado con el Fondo sostiene que las moratorias previsional «nacieron como una medida excepcional en un momento histórico determinado, con el objetivo de reparar desigualdades estructurales del mercado laboral argentino, particularmente en lo que respecta a la falta de registración laboral».
Y en una dura crítica al kirchnerismo, advierte que «su reiteración y ampliación en el tiempo han desnaturalizado esa lógica excepcional, convirtiéndola de hecho en una vía permanente de acceso a la jubilación sin aportes suficientes y afectando la sostenibilidad y coherencia del sistema».
En su presentación ante el Congreso, Francos dijo que «el fortalecimiento del sistema de seguridad social no se garantiza con excepciones a la legislación, sino con un fuerte compromiso para lograr un aumento en la formalización del empleo y un crecimiento económico genuino y sostenible«.
No obstante, el Ministerio de Capital Humano recordó que continúa vigente la posibilidad de regularizar años de aportes para las personas que están a menos de 10 años de la edad jubilatoria.
Desde la creación de la moratoria (Ley 27.705), hace dos años, accedieron a un beneficio previsional 580.623 personas, de las cuales el 62% son mujeres y el 38% son varones. Entre los 7.437.435 jubilados y pensionados del SIPA, 4.062.221 (54,6% del total) accedieron al beneficio por alguna de las moratorias que se implementaron.
El 74% de los beneficiarios previsionales con moratoria del SIPA son mujeres. A diciembre de 2024 el Estado nacional gastó $1.398.726 millones mensuales en jubilaciones y pensiones otorgadas por moratoria, lo que equivale a 2,57% del PBI.
Mientras hace unas semanas se realizaba una nueva marcha de jubilados para reclamar un aumento en sus haberes, especialistas en materia previsional delinearon en la Cámara de Diputados las claves que debería tener un nuevo sistema jubilatorio.
Sistema previsional: las iniciativas que están dando vuelta por fuera del Gobierno
En la actualidad, la jubilación mínima es de $285.820, mientras que la Pensión Universal de Adulto Mayor (PUAM) -que les corresponde a quienes no llegan a los 35 años de aporte- alcanza los $228.656 y la Pensión No Contributiva es de $200.074.
Entre los especialistas habló Rafael Rofman, investigador principal de CIPPEC y exvicepresidente de Nación AFJP, quien destacó la buena cobertura que tiene el sistema previsional argentino, pero advirtió que ese «muy caro, porque se gasta mucha plata en comparación con otros países similares, es muy injusto, porque trata de forma desigual a gente parecida, y muy ineficiente, gasta mucho más de lo que debería».
Ante los legisladores, el abogado previsional Adrián Troccoli dio un número que sorprendió, al revelar que algunos sectores perdieron la mitad del haber jubilatorio en los últimos siete años, producto de la inflación. También alertó que de la veintena de proyectos en danza en la Cámara baja, ninguno dice de dónde va a salir la plata para financiarse.
Para Diego Bossio, exdirector de la ANSES, el espíritu de una reforma debe «cuestionar los 30 años de aporte como un requisito», aunque entendió que eso no garantiza éxito: «No podemos tomar decisiones en materia previsional sino hacemos mucho más sólido y previsible los ingresos de la ANSES. Hay que transparentar y hay que afectar recursos directamente a la ANSES, sabiendo que en el mercado de trabajo cuatro de cada seis trabajadores están en una situación de informalidad».
El proyecto que cuenta con modificaciones más sensibles es el del rionegrino Agustín Domingo (Innovación Federal) y el de la cordobesa Alejandra Torres (Encuentro Federal), que diseñaron un Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones que flexibiliza el acceso a coberturas previsionales, pero le otorga incidencia a la cantidad de aportes, para que exista un criterio de proporcionalidad a la hora de establecer las retribuciones. Es decir, que no gane la misma jubilación el que aportó los 30 años del que solo contribuyó 20.
El kirchnerismo de Unión por la Patria insiste en prorrogar el esquema de moratoria previsional vencido el pasado 23 de marzo por dos años (aunque hay una redacción del mismo peronismo que busca extenderlo por una década). El mismo objetivo tiene una redacción del Frente de Izquierda.
Además, desde el peronismo apuntan a incrementar de forma excepcional por única vez un 15% las jubilaciones y pensiones, excluyendo a quienes gozan de regímenes especiales y ofreciendo un suplemento a quienes, aún con el aumento, no alcancen el valor de la canasta básica total. El último pretende actualizar el bono de $70.000 para llevarlo a $131.622, cifra a la que se llega al incorporar a ese valor la inflación desde marzo del 2024.
Por su parte, la bonaerense Danya Tavela (Democracia para Siempre) presentó dos iniciativas: la primera para que las mujeres puedan percibir la Pensión Universal para Adulto Mayor (PUAM) desde los 60 años y la segunda para crear una Prestación Proporcional que «reconozca el esfuerzo contributivo realizado en la etapa activa de los trabajadores» que aportaron entre 10 y 29 años. Como no alcanzan la cantidad de aportes para cobrar la jubilación mínima, se sujetarían a un esquema en donde recibirían un porcentaje de la Prestación Básica Universal (PBU), con un adicional del 1,5% por cada año de aportes.
Un proyecto similar fue enviado por el bonaerense Nicolás Massot (Encuentro Federal), que también busca diseñar un modelo que les permita a los trabajadores que no lleguen a los 30 años de aportes recibir un ingreso superior a la PUAM, pero menor a la jubilación mínima. También se ata a la PBU (en marzo del 2025, es del $127.685,44) y a un porcentaje vinculado al tiempo de aporte para definir los haberes.
La Coalición Cívica, por su parte, impulsa que para aquellos trabajadores que no alcanzan la totalidad de los aportes haya incrementos del 2% por cada año aportado hasta alcanzar el 95% del haber mínimo jubilatorio. A esto le suma otra redacción que propone un incremento extraordinario del 12,5% para las prestaciones «conforme a la variación del Índice de Precios al Consumidor» y apunta a establecer este indicador como parámetro para escalonar progresivos aumentos mensuales.
Fin de la moratoria: una solución transitoria para una problemática estructural
Desde el Gobierno dicen que ninguna de estas iniciativas prosperará, sobre todo porque ninguna explica de dónde saldrá la plata para financiera erogaciones extras. «Hoy hay más jubilaciones por moratoria que por aportes, en una proporción de 2 a 1», advierten desde la ANSES. Y señalan que se está ante un sistema deficitario e inviable, por lo que no se entiende que este Congreso considere extenderlo.
Solo por la última moratoria 600.000 personas accedieron a su jubilación.
Un estudio de la Fundación Mediterránea sostiene que la moratoria representó una solución transitoria a una problemática estructural: el requisito legal de 30 años de aportes resulta difícil de alcanzar en un mercado laboral donde poco más de un cuarto de los trabajadores logra cumplir con esta exigencia al momento de alcanzar la edad jubilatoria.
En 2017, el gasto previsional alcanzó el 9,5% del Producto Bruto, una cifra superior al rango del 4-6% que correspondería según la estructura demográfica argentina. Al no ser financiable, se recurrió a modificar la fórmula de movilidad jubilatoria en tres ocasiones (2017, 2019, 2024). Estas modificaciones permitieron que la alta inflación licuara el valor real de las jubilaciones, acumulando una pérdida del 40% entre 2017 y 2024.
En mayo próximo, las prestaciones se reajustarán en un 3,73%, en línea con la inflación de marzo. El haber mínimo será de $296.482 y el máximo, de $1.995.041. Tras el descuento del aporte para el PAMI, los importes netos quedarán en $287.587 y $1.884.233, en cada
Según datos del Indec, el 42% de los trabajadores no tiene aportes: el índice es de 62% entre los cuentapropistas y de 36,1% entre los asalariados. Y para colmo, la mitad de las personas que están aportando no va a llegar a los 30 años de aportes, advirtió Manuel Mera, director de Protección Social del Cippec.
El economista Jorge Colina, del instituto Idesa, propone eliminar el requisito de los 30 años de aportes para jubilarse y disponer que el haber inicial se calcule en función de los años contribuidos, sin importar cuántos sean. La PUAM, que equivale al 80% del haber mínimo, actuaría como un piso garantizado. Hoy esa prestación no exige aportes y requiere tener 65 años, tanto para varones como para mujeres.
Por su parte, Giordano, de la Fundación Mediterránea, sostiene que debería disponerse que la PUAM sea compatible con trabajar, como lo fue en sus inicios. Además, dijo, sostuvo que debería corregirse algo que ocurre hoy, que es que la prestación trata de igual manera a quien hizo pocos o ningún aporte, que a quien contribuyó varios años.
Nicolás Dvoskin, economista del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico, alertó que el sistema es semi-contributivo, tanto por los aportes de algunas personas como también en las fuentes de financiamiento, al señalar que gran parte no proviene de aportes y contribuciones, sino de impuestos generales.
En cuanto a los aportes, dijo que en la categoría A monotributo el aporte jubilatorio representa el 3% del haber mínimo con bono. Eso, consideró, no es un sistema contributivo, sino semi contributivo, como también lo es el de personal de casas particulares, en el cual el aporte previsional en la categoría de mayor carga horaria es de $1.384,95. «Obviamente eso no alcanza para pagar una jubilación mínima bajo ningún cálculo actuarial», explicó.
Es otra pata clave que se deberá analizar, ya que, en los últimos años, mientras quedó estancado el número de asalariados del sector privado registrado, subió fuerte el de monotributistas.
Pero hay otros jubilados que piden soluciones urgentes: Marcos Wolman, de la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados ante los legisladores pidió un «aumento de emergencia» y la «continuidad inmediata de la moratoria».
Dvoskin dijo que, desde que asumió Milei, el haber jubilatorio «perdió 108 dólares con una pendiente negativa por el congelamiento en bonos». También propuso un informe sobre la pérdida medida en los valores de los medicamentos: «Para remedios, los jubilados perdieron 228 dólares, según datos del propio Ministerio de Salud de la Nación». Sin embargo, aclaró que «sin moratorias, la pobreza en adultos mayores sería del triple, pero no es la solución».
Poder Judicial: un dolor de cabeza para el Gobierno
Pero tal vez el mayor dolor de cabeza para el Gobierno llegue, otra vez, desde el Poder Judicial: hace algunas semanas, un nuevo fallo, de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, declaró inconstitucional la ley 27.609, que estuvo vigente entre enero de 2021 y junio de 2024. Y ordenó reajustar el haber de un jubilado.
En la misma dirección ya se habían pronunciado las Cámaras de Mendoza y de Mar del Plata, aplicando una amplia jurisprudencia en favor de reparar la pérdida sufrida por los jubilados y pensionados.
El fallo dice que «no se preservó de forma razonable el poder adquisitivo de la jubilación y, por lo tanto, incumple con la finalidad de la movilidad previsional». El jubilado en cuestión, durante el período marzo 2021 a junio 2024 registró un incremento por movilidad del 987,06%, mientras en igual lapso la variación del IPC fue del 1.445,35%, la de salarios del 1.074,16% (ISSAL) y la de RIPTE del 1.040,14%, según datos publicados por el INDEC y por la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social del Ministerio de Capital Humano de la Nación, sostiene el fallo.
Para la Justicia, «el poder adquisitivo del beneficio previsional del accionante decayó aproximadamente un 42,16% en relación a la inflación según datos del IPC distanciándose también de la adecuada sustitución con los salarios activos.
Los jueces resolvieron que la ANSES aplique una pauta de reemplazo de la ley 27.609, ordenando el reajuste en un 50% IPC + 50% RIPTE para ser aplicada trimestralmente en los períodos en que se liquidó la ley 27.609, y reparar el perjuicio que causó en los haberes de Palavecino.
En este escenario casi caótico, por el «colapso» que enfrenta la Justicia de la Seguridad Social ante la gran cantidad de juicios de jubilados que ingresan y se van sumando al enorme stock de expedientes, la Cámara Federal de la Seguridad Social le pidió a la Corte Suprema que suspenda por 90 días los plazos para resolver la liquidación de las sentencias firmes.
Se estima que en los juzgados hay unos 270.000 juicios iniciados por jubilados, de los cuales 90.000 tienen sentencia firme. Muchos de esos juicios se arrastran hace años objetando, entre otras causas, el cálculo de los haberes y los cambios en las fórmulas de movilidad.
Lo más duro es que muchos de esos jubilados fueron muriendo a la espera de que la Justicia reparara su reclamo.
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ECONOMIA
Modificaron el Presupuesto 2025, con refuerzos en las partidas de Seguridad, Defensa, Salud y Educación

El Gobierno dispuso una reestructuración del Presupuesto 2025, con el objetivo de responder a la persistente emergencia económica y social que atraviesa el país. La medida, formalizada mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia 849/2025, introduce modificaciones en la asignación de recursos a lo largo de la Administración Pública Nacional, abarcando ministerios, organismos descentralizados y empresas estatales, y contempla tanto refuerzos como recortes en partidas clave. Los principales refuerzos van dirigidos a las carteras de Seguridad, Defensa, Salud —incrementando específicamente los valores que recibe la ANDIS— y Educación.
La medida se enmarca en la falta de una ley presupuestaria para el año en ejercicio y la prórroga de la última vigente. En este contexto, argumentaron la decisión en la necesidad de garantizar la continuidad de servicios esenciales y de atender obligaciones ineludibles del Estado, como el pago de jubilaciones, pensiones y sentencias judiciales firmes.
El decreto autoriza al Ministerio de Economía a modificar, transformar, disolver o liquidar el Fondo de Desarrollo Gasífero Argentino (FONDESGAS), con el propósito de optimizar el financiamiento de obras de transporte de gas. Energía Argentina S.A., en su carácter de fiduciante del fondo, deberá colaborar con la Secretaría de Energía para facilitar la transición.

En materia de los empleados estatales, la norma ajusta la distribución de cargos en la administración nacional. Se transfieren agentes entre la Jefatura de Gabinete, el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Seguridad Nacional, reflejando cambios en la estructura organizativa y en la órbita de competencias de determinados organismos, como la Dirección del Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual.
El refuerzo presupuestario alcanza a áreas sensibles como la salud pública, con incrementos para el sostenimiento de hospitales de alta complejidad, el Hospital de Pediatría S.A.M.I.C. “Profesor Dr. Juan P. Garrahan”, el Hospital de Alta Complejidad en Red “El Cruce – Dr. Néstor Carlos Kirchner”, el Hospital de Cuenca Alta “Néstor Kirchner”, el Hospital Dr. René Favaloro, el Hospital S.A.M.I.C. “Presidente Néstor Kirchner” y el Hospital de Alta Complejidad del Bicentenario Esteban Echeverría. Además, se incrementan los fondos para la Agencia Nacional de Discapacidad, destinados al pago de pensiones no contributivas y subsidios extraordinarios.

En el ámbito de la seguridad social, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) recibe partidas adicionales para el pago de prestaciones previsionales, la aplicación de la Ley de Movilidad Previsional, asignaciones familiares, seguro de desempleo y el Programa 1000 Días de nutrición infantil. También se refuerzan las transferencias al Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI) y a la prestación mensual de oncopediatría para familias con niños en tratamiento.
A su vez, el Ministerio de Capital Humano recibirá un refuerzo económico que estará dirigido para la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, con el fin de fortalecer la Prestación Alimentar, y para la Secretaría de Educación, que destinará recursos a la política salarial universitaria, la adquisición de computadoras, becas del Programa Progresar, comedores escolares y la universalización de la jornada extendida.
En el área de Defensa y Seguridad, se refuerzan los créditos para el pago de haberes y sentencias judiciales previsionales de personal militar y de las fuerzas de seguridad, así como para la Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía Federal y el Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares. El Ministerio de Seguridad Nacional recibe partidas para la atención de desastres y emergencias socio-naturales, la lucha contra el narcotráfico, la formación y capacitación, y la articulación federal de la seguridad.
El Ministerio de Economía ajustará sus partidas para actividades centrales, el INDEC, la Secretaría de Energía, la Secretaría de Transporte, la Secretaría de Hacienda y la política geológico-minera, entre otras áreas. En este punto, se incluyen las transferencias para el sostenimiento de empresas públicas y fondos fiduciarios, como la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico, Yacimientos Carboníferos Río Turbio, Nucleoeléctrica Argentina S.A., Agua y Saneamientos Argentinos S.A. (AYSA), Belgrano Cargas y Logística, Sociedad Operadora Ferroviaria S.A. (SOFSA) y la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).
Por otro lado, la Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano contará con un presupuesto ampliado para el desarrollo de la educación superior, la gestión educativa, la infraestructura y equipamiento, la innovación tecnológica, el Plan Nacional de Alfabetización, la mejora de la calidad educativa y la formación docente. Dentro de esta reasignación de recursos, el Gobierno enviará más dinero a las universidades nacionales y a instituciones provinciales y municipales.
El Gobierno indicó que esta reestructuración del Presupuesto 2025 se financiará con los ingresos impositivos, no impositivos, aportes y contribuciones a la seguridad social, rentas de la propiedad, transferencias corrientes y de capital, y diversas fuentes financieras, incluyendo la obtención de préstamos de organismos internacionales y la disminución de activos financieros.
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ECONOMIA
Aumentan 4,3% los colectivos, subtes y peajes en CABA y 14,8% los colectivos en la Provincia

Desde este lunes 1 de diciembre, regirán en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) un nuevo aumento de las tarifas de colectivos, subtes y peajes. Será del 4,3%, producto del 2,3% de inflación de octubre más un extra de 2 puntos porcentuales hasta que se llegue a la eliminación de subsidios.
En la provincia el ajuste será mayor, debido a la aplicación de un ajuste adicional que llevará el aumento al 14,8 por ciento.
En efecto, en CABA el boleto mínimo de colectivos pasará a costar $593,52 y en la provincia 658 pesos. De este modo, habrá tres tarifas distintas en las líneas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA): las tarifas de los de jurisdicción ya habían aumentado hace dos semanas y en ellos el boleto mínimo cuesta desde entonces 494,83 pesos.
En CABA también aumentará el subte: desde mañana costará $1.206 pesos por viaje. En tanto, el costo del peaje para autos en hora pico será de $4.912,67 en las autopistas Perito Moreno y 25 de Mayo, y $2.042,38 en la Autopista Illia. Fuera de horas pico los valores serán respectivamente de 3.466,55 y 1.444,25 pesos. La fundamentación de la suba de peajes es un plan de obras a cargo de AUSA, hoy en sus etapas iniciales y que ganaría ritmo en los próximos meses.
Aumento en colectivos, subtes y peajes: de cuánto es
Las autoridades de la Ciudad en colectivos y subtes argumentan que los aumentos sirven para recomponer el atraso tarifario, pues en los colectivos la actual tarifa cubre solo el 70% del costo del servicio, en tanto en el subte la cobertura supera levemente el 76 por ciento.
En las 30 líneas de colectivos reguladas por CABA desde 2024 el boleto mínimo será de $593,52 para trayectos de hasta 3 kilómetros, aumentará a $659,50 para trayectos de 3 a 6 kilómetros, a $710,31 para viajes de 6 y12 kilómetros y a $761,15 en recorridos superiores a los 12 kilómetros.
La administración del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, sostiene que además de descontar el atraso respecto de los costos de operación, la actualización tarifaria apunta a sostener un programa de modernización de más de 1.600 unidades incorporando validadores que aceptan tarjetas de crédito y débito, la SUBE y teléfonos celulares, además de la colocación de cámaras y mejoras en los recorridos.
Además, CABA apunta una «migración» hacia energías limpias, en base a incentivos para que las empresas incorporen colectivos a gas o eléctricos a medida que renueven su flota. La propia Ciudad ya lanzó a la calle, en áreas turísticas como el Microcentro y San Telmo, unidades eléctricas, que además por el color amarillo se distinguen por su andar completamente silencioso.
En el sector privado empezó a recoger el desafío de las «energías limpias»: la empresa Metropol anunció la compra de 150 unidades a gas para las líneas que recorren la Ciudad. Además, desde 2027 será obligatorio, cuando se retire una unidad a gasoil, reemplazarla con otra en base a «energías limpias», a gas o eléctrica. Ya en 2026, sin embargo, no menos de 15% de la flota debería ser de unidades eléctricas o a gas, proporción que se duplicaría el año siguiente.
El costo del viaje en subte se va a $1.206 y para morigerar el impacto el gobierno porteño dispuso que al menos un molinete por estación acepte tarjetas de crédito y débito, además de la SUBE. Y se incorporaron pagos sin contacto como billeteras de teléfonos móviles con tecnología NFC y QR.
Según Emova, ese tipo de pagos ya llega al 30% de las transacciones y confirma que muchos usuarios achican costos usando promociones bancarias y de billeteras virtuales, con descuentos y reintegros sustanciales. También se mantienen los descuentos para pasajeros frecuentes, que abonando con el mismo medio de pago reciben descuentos cuando superan el viaje número veinte. De 21 a 30 viajes, el costo del pasaje baja a $964,80, de 31 a 40, a$ 844,20 pesos y desde el viaje 41 se abonan $723,60 pesos. Además, el Premetro cuesta 422,10 pesos.
La suba de los transportes en Provincia
En tanto en la provincia de Buenos Aires, el aumento del 14,8% responde a un nuevo esquema tarifario que aumenta el costo de los colectivos urbanos, a partir de una consulta ciudadana que se hizo a mediados de noviembre. El nuevo cuadro de tarifas rige exclusivamente para las líneas que circulan íntegramente por territorio bonaerense y no ingresan a CABA.
Sucede que las líneas que recorren sólo la provincia usan tarifas fijadas por la gobernación, mientras los colectivos que solo viajan por CABA dependen del gobierno porteño y los servicios nacionales, que atraviesan ambos distritos, tienen sus tarifas definidas a nivel federal.
La estructura tarifaria que entra en vigor apunta a recomponer los ingresos de las empresas concesionarias y afrontar los mayores costos asociados a la operación, entre ellos el valor del combustible y el mantenimiento del parque automotor. La resolución 342, publicada el viernes previo a la implementación del nuevo tarifario, marca el inicio formal de estos aumentos. El Ministerio de Transporte bonaerense explicó que el ajuste incluye un aumento extraordinario del 10%, sumado a un mecanismo de actualización mensual vinculado a la inflación más dos puntos porcentuales, en línea con el sistema vigente desde marzo. De este modo, la suba total para diciembre llega al 14,8 por ciento.
La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) consideró «acertada» la medida del gobierno bonaerense de desacoplarse de las tarifas nacionales y de CABA. «Con el anuncio de este aumento de tarifa para las líneas provinciales, junto con el próximo desacople de los cálculos de subsidios por parte de la Provincia (quién asumirá, según nos informa, las plenas competencias en la materia de cálculos y determinación desde enero) se abre un nuevo escenario, que entendemos ofrece mejores garantías ante la vocación de diálogo que percibimos), para asegurar la continuidad de los servicios». AAETA dijo ser consciente de la «incomodidad» de la medida del gobierno bonaerense, pero un «servicio esencial» -concluyó- «requiere este tipo de decisiones.
Los nuevos costos por trayecto
El nuevo cuadro tarifario se detalla según las escalas de kilómetros recorridos. Para servicios urbanos del Gran Buenos Aires, el pasaje mínimo (correspondiente a trayectos de 0 a 3 kilómetros) se establece en $658,44. Los tramos escalonan los precios en función de la distancia: 3 a 6 kilómetros, $733,50; 6 a 12 kilómetros, $790,00; 12 a 27 kilómetros, $846,57; y trayectos mayores a 27 kilómetros, $902,73.
Para quienes abonan el pasaje con una tarjeta SUBE sin nominalizar, el costo resulta considerablemente mayor, con valores mínimos que parten desde $1.046,92 y alcanzan un techo de $1.435,34 según la distancia recorrida. Este diferencial busca incentivar la nominalización de la SUBE para establecer una correspondencia entre usuario y tarjeta, y limita el uso de subsidios a cada pasajero registrado.
Existe también una categoría específica para beneficiarios del Atributo Social, destinada a personas en situación de vulnerabilidad, quienes conservan descuentos en el boleto. Para diciembre, el cuadro social propone los siguientes montos: hasta 3 kilómetros, $296,30; de 3 a 6 kilómetros, $330,08; de 6 a 12 kilómetros, $355,50; de 12 a 27 kilómetros, $380,96; y, por encima de los 27 kilómetros, $406,23. Estos importes representan un beneficio orientado a reducir el peso del transporte en los presupuestos de los sectores más afectados por la suba general de precios.
En el segmento de colectivos interurbanos de media distancia, que conecta áreas aledañas a CABA y cumple un rol estratégico en la conexión metropolitana, también se observan nuevos valores. El boleto mínimo para este tipo de servicio se modifica: antes costaba $753,99 y ahora asciende a $866,28 con SUBE nominalizada. Si el pasajero utiliza SUBE sin registrar, el boleto mínimo llega a $1.377,39. Además, el cobro por kilómetro fija una base de $33,46 (SUBE nominalizada) frente a $53,20 (no nominalizada), mientras que la tarifa base en terminales inicia en $219,05 ($348,29 con SUBE sin nominalizar).
El alcance del aumento es exclusivo para las líneas provinciales, es decir, en aquellas que no ingresan en Capital Federal, y por tanto no afectan a los servicios regidos por el gobierno porteño y el nacional. El esquema implementado responde a la necesidad, según especificaron fuentes oficiales, de recomponer el equilibrio operativo de las empresas de transporte, que actualmente sufren presiones por el costo de insumos clave. Entre los factores señalados, aparecen la volatilidad del tipo de cambio, los ajustes frecuentes del precio del combustible y el incremento en los insumos para el mantenimiento y renovación de flotas.
Puntualmente, el nuevo esquema tarifario establece así, para cada segmento, los siguientes valores:
Gran Buenos Aires (tarifa plena con SUBE registrada):
- 0-3 km: $658,44
- 3-6 km: $733,50
- 6-12 km: $790,00
- 12-27 km: $846,57
- Más de 27 km: $902,73
Gran Buenos Aires (SUBE sin nominalizar):
- 0-3 km: $1.046,92
- 3-6 km: $1.166,27
- 6-12 km: $1.256,11
- 12-27 km: $1.346,04
- Más de 27 km: $1.435,34
Tarifa Social:
- 0-3 km: $296,30
- 3-6 km: $330,08
- 6-12 km: $355,50
- 12-27 km: $380,96
- Más de 27 km: $406,23
- Interurbanos de media distancia (tarifa plena):
- Terminal: $219,05
- Base pasajero/km: $33,46
- Boleto mínimo: $866,28
Interurbanos de media distancia (SUBE sin nominalizar):
- Terminal: $348,29
- Base pasajero/km: $53,20
- Boleto mínimo: $1.377,39
La nueva política tarifaria que aplica la provincia de Buenos Aires no modifica el cuadro de tarifas de otros servicios urbanos o metropolitanos ni afecta los valores a cargo de otras jurisdicciones. El aumento impacta exclusivamente en recorridos que se desarrollan íntegramente en territorio bonaerense y que se identifican por sus números superiores al 200. El resto de los servicios quedó sujeto a sus propias mesas de negociación y a las políticas tarifarias definidas por las autoridades específicas de CABA y el gobierno nacional.
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ECONOMIA
El factor clave que necesita el Gobierno para que el riesgo país perfore los 600 puntos, según analistas

Luego de la victoria del oficialismo en las elecciones legislativas, el riesgo país experimentó un desplome de más de 400 puntos básicos. Sin embargo, en las últimas jornadas se mantuvo por encima de las 600 unidades, obstaculizando el plan del equipo económico de regresar a los mercados voluntarios de deuda para refinanciar los vencimientos por USD 4.300 millones de enero de 2026.
Economistas consultados por Infobae destacaron avances macroeconómicos en materia fiscal y de desaceleración de la inflación, pero la mirada unánime se posó sobre la acumulación de reservas internacionales como el factor clave que puede inclinar la balanza en la percepción de los mercados, reduciendo el riesgo país y facilitando el regreso de Argentina al crédito internacional.
El indicador elaborado por JP Morgan, hoy en 653 puntos básicos, estima la probabilidad de que un país incumpla sus compromisos de pago de deuda con acreedores internacionales. Además, refleja el nivel de incertidumbre que enfrentan los inversores al colocar capital en ese país y se calcula a partir de la diferencia de las cotizaciones de los bonos del Tesoro de EE.UU., considerados libres de riesgo, y, en este caso, de los títulos soberanos argentinos.
En diálogo con este medio, el analista financiero Christian Buteler sintetizó la situación en el diagnóstico: “Lo que necesita el Gobierno es acumular reservas. Ya tiene equilibrio fiscal y monetariamente hay mayor orden, si bien siempre hay cosas a corregir. La inflación, si bien se estancó en torno al 2%, ha mostrado un camino descendente importante y es lógico que ahora venga la parte que más cuesta”. Para Buteler, resulta fundamental que el Banco Central disponga de reservas “genuinas y propias, que ante cualquier eventualidad no tenga que estar recurriendo o al FMI o al Tesoro norteamericano. Es decir, contar con recursos propios para poder hacer frente a cualquier deuda que venga”.
Al mismo tiempo, hizo hincapié en la necesidad de avanzar hacia la eliminación delas restricciones cambiarias: “No se puede pretender tener cepo para las empresas y pretender ir al mercado internacional y hacer una colocación importante de deuda. Se podrían hacer colocaciones pequeñas pero lo que Argentina necesita es volver a los mercados y cada vez que tenga un vencimiento, estar tranquilo que su riesgo país le permite conseguir deuda para pagar deuda vieja”.
Coincidió en parte Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Financieros, quien sumó otro factor al análisis: las dudas respecto al préstamo de bancos internacionales al Gobierno. “Estos últimos días, lo que metió un poco de ruido fue ese tema de que en principio no habría este famoso paquete de USD 20.000 millones para hacer operaciones de deuda, sino que, por ahí, serían USD 5.000 millones. Eso jugó un poco en contra del riesgo país, lo que muestra que es como que se le presta mucha atención a ese apoyo, porque justamente por ahora la acumulación de reservas es bastante lenta”, evaluó.
Tiscornia sostuvo que el flujo de divisas que típicamente generan las liquidaciones del sector agroexportador podría influir sobre el nivel de reservas en las próximas semanas: “Un buen testeo va a ser lo que pase durante el mes de diciembre, cuando seguramente haya más venta de dólares del sector privado para hacerse de pesos y empiece a aparecer próximamente ya la cosecha de trigo, que es récord. Con ese flujo de dólares, de alguna forma el Gobierno puede llegar a empezar a acumular. El Tesoro está medio justo de pesos en este momento, con lo cual habría que ver si ahí el Banco Central aparece para comprar”.
El analista de Wise Capital, Ignacio Morales, agregó que “con el ruido electoral ya disipado, el foco de los inversores se concentró en la capacidad del Gobierno para recomponer reservas: cuándo comenzará ese proceso, a qué velocidad y a qué precio; el ritmo de acumulación será clave tanto para definir los límites cambiarios como para evaluar si el riesgo país puede perforar de manera sostenida los 600 puntos”.
Por su parte, el economista de Econviews, Alejando Giacoia, convino en que “ahora la clave pasa por la acumulación de reservas”. Bajo su perspectiva, una parte del temor de los inversores globales se disipó tras el triunfo del Gobierno en las elecciones de medio término, pero persiste una resistencia a perforar el umbral de los 600 puntos básicos. Además, remarcó que, aunque el Gobierno se comprometió públicamente en avanzar en la reposición de reservas, el proceso debe concretarse para que la baja del riesgo país se sostenga.
“Las reservas pueden pensarse como una especie de seguro con el que le mostramos al mundo que si pasa cualquier cosa no dependemos de un prestamista de última instancia que nos salve, por eso creo que es tan importante recomponerlas”, sumó Giacoia.
A su turno, Guido Zack, director de Economía de Fundar, argumentó que el camino para llevar el riesgo país a niveles más bajos pasa por la generación de certezas respecto del cumplimiento de los próximos vencimientos de deuda sin apelar a préstamos extraordinarios. “Acumular reservas daría certidumbre de que Argentina podrá pagar los próximos vencimientos sin necesidad de hacer uso de préstamos. El vencimiento de enero es el más importante que se va a pagar y no es lo mismo pagarlo tomando otra deuda como son los swaps o como es el repo que pagarlo con alguna acumulación de reservas”, apuntó.
Zack explica que la posibilidad de acumular los USD 4.300 millones de requeridos antes de enero es poco probable, aunque resalta el efecto tranquilizador que brinda a los mercados cualquier acumulación, aun parcial. “Si el Gobierno efectivamente empieza a acumular y eso tranquiliza a los mercados y genera una caída en el riesgo país, después ni siquiera es necesario usar la acumulación para todo la deuda. El Gobierno estaría en mejores condiciones para refinanciar esa deuda en el mercado sin necesidad de acudir a las mismas reservas y menos aún a los swaps”.

El economista introdujo además una advertencia sobre los posibles efectos secundarios de una política de atesoramiento acelerado de divisas: “Acumular reservas aumenta la demanda de dólares. Si aumenta la demanda de dólares, va a aumentar el tipo de cambio y el proceso de desinflación va a ser más lento. Pero hacer esto, por más que haga el proceso de desinflación más lento, no aleja el objetivo de tener una inflación anual de 10% o menos”.
Las reservas internacionales brutas alojadas en las cuentas del Banco Central hoy suman USD 41.959 millones. Sin embargo, el número neto, que descuenta los pasivos de la autoridad monetaria, se acercan a cero e incluso se ubican en terreno negativo en caso de incluir los pagos de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) a 12 meses vista.
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